Archivos y la Verdad

 Markarian: “Está el temor de que en los archivos esté la verdad”

Entrevista con Vania Markarian: avances y continuidades en el acceso a los archivos de la represión

La doctora en Historia Vania Markarian comentó en Efecto mariposa el libro Archivos y Derechos Humanos. Actualización del relevamiento Archivos y repositorios documentales sobre Derechos Humanos en el Uruguay, un fichaje de instituciones en las que hay documentación sobre el pasado reciente, elaborado por primera vez en 2006, y editado por Banda Oriental y la Universidad de la República.

La inquietud detrás del trabajo publicado hace 12 años fue contrastar los relatos de la víctimas, único tipo de documentación con que se contaba hasta el momento, con otro tipo de fuentes; buscando corroborar hasta qué punto era cierta la “intuición”, de un “universo amplio de personas interesadas en los derechos humanos” (investigadores, víctimas y activistas), de que existía información oficial, explicó la investigadora. “Nuestra intuición era cierta, hay mucha información disponible (…) hay documentación que registra las formas de funcionamiento de las agencias represivas, las lógicas de armado, las cadenas de autoridad que regían estos espacios”.

Markarian señaló el Ministerio de Defensa como la institución estatal,  de las tres principales en las que existen archivos de la represión, que mantiene peores condiciones de acceso a la documentación.  “No hablamos del archivo orgánico del Ministerio, que no ha sido ordenado ni puesto a disposición. Son conjuntos documentales dispersos”, dijo y se refirió al mal llamado Archivo Berrutti – hallado por la exministra en un armario de la cartera y que ordenó lacrar y trasladar – y al Archivo Castiglioni, en la órbita de la Justicia y al que nadie más que “algunos peritos designados” ha podido acceder.

Destacó  haber comprobado la existencia de los documentos y la promulgación de un marco normativo de estándar internacional para su manejo como un paso muy importante. Pero consideró que el saldo no es del todo positivo. “Hay mucha insatisfacción respecto al manejo de las situaciones  puntuales cada vez que la documentación aparece”.

Señaló que “no ha habido una política de apertura sistemática de los archivos, que siguen siendo custodiados, en muchos casos, por los mimos productores de la documentación durante el periodo autoritario”. Y consideró que persiste una política de ocultamiento y de secreto que no permite una aplicación plena de la normativa vigente. “Esta el temor de que en los archivos este la verdad, que involucra a todos los que actuaron”.

Los archivos, puntualizó, “no contienen ninguna otra verdad que sus condiciones de producción”, concepto poco difundido. “Están abiertos a interpretación todo el tiempo. La verdad histórica no se termina de consolidar. Nuestro único deber es ser fiel a la fuente que tenemos adelante”.

PARA ESCUCHAR EL REPORTAJE:

 

 

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