Un premio por los DDHH

Crear el Premio Nacional

 

a los Derechos Humanos

En diciembre  se cumplen 70 años de que las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Con el paso del tiempo ella tiene más vigencia que nunca. En su momento fue una luz de esperanza, hoy es una bandera de lucha, de trabajo y de movilización.

Las normas de Derechos Humanos son una conquista de la humanidad y de los pueblos, representan un compromiso de vida con un planeta mejor. Las normas de derechos humanos son una utopía renovada y convocante a un compromiso personal y colectivo, para una vida más digna y mejor.

La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, como lo señala con todo acierto,  en el mismo preámbulo, la misma Declaración Universal.

Surgidas luego del horror de la Segunda Guerra Mundial, de la experiencia nazi fascista, son una defensa para todos los ciudadanos frente al Estado y los Estados cada vez más poderosos, ante sus agentes y sus funcionarios civiles y militares.

Las normas de Derechos Humanos proclaman un ideal de justicia, valores universales a promover y profesar, imponen límites y condiciones al accionar estatal en todos los planos. Son un gran escudo ciudadano,  protegen muy especialmente a los más pobres, a los más desvalidos, a los más vulnerables ante los excesos y los abusos de poder.

El desconocimiento y el menosprecio

El desconocimiento y el menosprecio de los Derechos Humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad. La experiencia uruguaya en ese mismo sentido es totalmente aleccionadora. A más de 33 años del retorno a la institucionalidad democrática, las secuelas, sufrimientos y dolores del terrorismo estatal siguen estando presentes.

“La noche de doce años”, en cartelera en las salas del país en estos días, es un documento estremecedor de la maldad y sufrimiento que experimentaron tres ex presos políticos en particular. Fueron juzgados sin garantías de ningún tipo y bárbaramente tratados. Sin llegar a los extremos sufridos por los “rehenes” y las “rehenas”, miles de uruguayos fueron condenados por tribunales militares y recluidos en penales diseñados para la destrucción.

Como lo señaló Serpaj en 1989, Uruguay Nunca Más, la prisión política, asociada a la tortura, fue la metodología deliberadamente seleccionada por las Fuerzas Armadas para destruir a sus opositores.

Las normas de derechos humanos que imponen límites a la acción de los funcionarios y agentes del Estado, son un logro de la humanidad y de los pueblos. Se orientan a mejorar la calidad de vida y a dignificarla. Son una herramienta fundamental para la vida diaria, en paz y de manera gratificante.

Reconocer a los militantes pro Derechos Humanos

Muchos gobernantes, parlamentarios, integrantes de diferentes órganos del Estado han contribuido a la conciencia humanitaria. La sociedad civil ha jugado, y juega actualmente, tanto a nivel internacional como en el plano nacional, un papel decisivo,  en forma individual y colectiva, un  papel determinante para promover los derechos, las libertades y los principios fundamentales.

Lo hace, a veces incluso, en condiciones adversas y tóxicas, Para la prensa reaccionaria, son “tonterías”. Los activistas de DDHH realizan un gran aporte a la sociedad. En la mayoría de los casos desarrollan su actividad de manera honoraria, altruista y desinteresada, sin obtener provecho y/o ganancias personales.

Con el propósito de promover y fomentar el conocimiento y la aplicación de las normas de Derechos Humanos, de reconocer a  quienes, especialmente, desde la sociedad civil batallan por ellas es razonable que el Estado establezca un premio anual para reconocer,  dar visibilidad pública a su trabajo, para inspirar y estimular prácticas y conductas, educando masivamente en valores universales de paz y convivencia digna y pacífica.

En la última década, nuestro país ha avanzado mucho en materia de Derechos Humanos, creando instancias institucionales en tal sentido. Se ha creado la Secretaría de DDHH a nivel de Presidencia de la República, la Secretaría de DDHH para el Pasado Reciente y un enorme logro: la creación de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo (INDDHHDP).

Inspirados en las conversaciones mantenidas hace unas semanas con la Representante Regional de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH (ACNUDH) Sra. Birgit Gerstenberg que visitó nuestro país, Crysol  presentó al Poder Ejecutivo y  al Parlamento, un ante proyecto de ley, básico, elemental,  con el propósito de instituir el Premio Nacional Belela Herrera a los Derechos Humanos.

Proponemos, además, que dicho reconocimiento  lleve el nombre de una persona que ha tenido una trayectoria digna de ser permanentemente homenajeada: Belela Herrera.

 

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