Inauguran Memorial del Penal en Libertad

15 mayo 2018 – INAUGURACION DEL MEMORIAL

DEL

PENAL DE LIBERTAD

El Estado Uruguayo es cómplice de la impunidad existente a pesar del monumento y de las 40 y pico de placas memoriales que se han colocado a lo largo de todo el país señalando los lugares de martirio, tortura, muerte que sufrieron miles de familias uruguayas en la época mas oscura de nuestra historia. Hoy la lucha contra la impunidad la quieren capitalizar construyendo monumentos. Políticos que en el quehacer diario funcionan dentro de un estado que poco ha hecho por saber la verdad y hacer justicia. La prueba de ello es que se erige un monumento al penal de Libertad y detrás del monumento esta la verdadera cárcel de Libertad que es una de las peores cárceles del mundo, con muertes diarias, hacinamiento, tierra libre de narcos y criminales. Que diferencia humana hay entre una época y hoy?

En la primera fila de asistentes en sillas reservadas estaban ministros e intendentes haciendo uso de presencia. Detrás una inmensa masa de familiares, ex presos, amigos que llegaron de todas las partes del país. Llego también Mujica y Lucia y se perdió entre la gente. Tabaré a medio acto se levantó y se fue con su escolta. Tabaré tiene un su mesa las reformas de la ley 18.033 de reparación a las víctimas de terrorismo que desde hace meses aún no ha firmado. No esperó ni siquiera a oir al mensaje de CRYSOL. Mientras se erige un monumento millonario muchos ex presos políticos viven en asentamientos o viven con un BPS mínimo ya que la mayor parte de su vida estuvieron presos o sus condiciones de salud nunca le permitieron vivir dignamente.

Todos hablaron en su discurso de lo horrible que fueron aquellas épocas pero poco se ha hecho por cambiarlo. No es solamente la Suprema Corte de Justicia que hoy ampara a los criminales de lesa humanidad, mientras el estado le retribuye a los violadores 550 millones de dólares de la Caja Militar.

El Estado y sus ministros le ha negado a la justicia información sobre desaparecidos. Los criminales que torturaban en el Penal de Libertad están aún sueltos, la justicia nunca llegó a ellos. De que sirve entonces un monumento? para sellar la impunidad?

Cuantos años mas vamos a tener que esperar para que se haga justicia? hasta que la biología nos llegue?   

 EMR 1 (Establecimiento Militar de Reclusión Nº 1), más conocido como Penal de Libertad, fue el centro de detención más grande de la ultima Dictadura Cívico-Militar y uno de los más grandes en la historia del país. Comenzó a construirse en 1971 y se inauguro en 1972. Fue un centro penitenciario construido bajo la lógica de contención y exterminio de la “subversivo”. Fue creado en el auge de la conflictividad social de inicios de los 70 y el endurecimiento de las políticas represivas y contrainsurgentes. Tras la Declaración del Estado de Guerra Interno, el sistema judicial y penitenciario quedan a manos del Ejercito. El Penal de Libertad estaba considerada zona de guerra. De ahí la militarización de toda la región incluyendo el poblado cercano de nombre Libertad. En este sentido se puede decir que el EMR 1 fue un Campo de Concentración con el objetivo de perpetrar un Genocidio Político. Entre 1972 y 1985 pasaron cerca de 3000 hombres por estas instalaciones. Decenas de ellos morirán dentro del recinto debido a las extremas condiciones físicas y psicológicas. Tras la apertura Democrática y la Liberación de los Presos Políticos, el Penal de Libertad será pasado a la administración del Ministerio de Interior (policía) y se volverá un centro de detención de infractores. Actualmente junto con el COMPEN (Complejo Penitenciario) son las cárceles más grandes y de mayor seguridad del Uruguay. Libertad ha tenido varios motines, el más grande en el año 2001, pero jamás se fugo alguien. El 15 de mayo de 2018, a escasos metros de la penitenciaria, se inauguro un Memorial en homenaje a los 3000 presos políticos que lo inauguraron en los años del horror. 

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Inauguraron el Memorial Penal

de Libertad, un homenaje a los

presos de la dictadura

Está ubicado en la intersección de las rutas 1 y 89, donde antes se concentraban los familiares. El presidente Vázquez participó de la ceremonia.

15 DE MAYO DE 2018 

El presidente Tabaré Vázquez encabezó este martes la ceremonia de inauguración del Memorial Penal de Libertad, del que también participaron varios ministros de su gabinete, el expresidente José Mujica, otras autoridades nacionales y departamentales, y organizaciones de Derechos Humanos.

El memorial está ubicado en la intersección de las rutas 1 y 89, en el espacio donde en época de la dictadura se concentraban los familiares y desde allí caminaban hasta las puertas del penal para las visitas.

Durante el acto, el presidente de Crysol, Gastón Grisoni, propuso cerrar el Penal de Libertad e instalar allí un centro de formación educativa y reclamó a la Suprema Corte de Justicia por los delitos de lesa humanidad durante la dictadura.

“Es hora de que la justicia cumpla con su cometido y su obligación: investigar, esclarecer y sancionar”, afirmó Grisoni.

También fueron oradores en el acto la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y un emocionado ministro de Transporte y Obras Pública, Víctor Rossi, quien estuvo varios años recluido en el Penal de Libertad como preso político.

Los arquitectos Raquel Lejtreger, ex subsecretaria de Vivienda, y Javier Olascoaga, fueron los responsables de diseñar el espacio del Memorial.

Para ellos el haber ganado el concurso público y estar presentes en la inauguración tuvo un significado especial, ya que sus padres fueron presos políticos y estuvieron recluidos en el Penal de Libertad.

 

Para mirar los videos y la página de “Subrayado”, tocar la imágen

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El lenguaje de la imágen

Por Martha Passeggi,

Este pasado 15 de mayo, se inauguró El Espacio Memorial del Penal de Libertad para recordar a los 2872 presos políticos de la dictadura militar.

El Monumento se ubica en en el kilómetro 52.500 de la Ruta 1, en el departamento de San José, en la intersección con la Ruta 89.

En ese lugar de martirio y resistencia, la dictadura asesinó a 29 compañeros de lucha. En ese lugar siniestro, los agentes del Estado; militares y médicos al servicio de la dictadura, ejercieron con total impunidad, diversos castigos por lo cual hasta el día de hoy, se sufren las secuelas.

Los niños y adolescentes (hijos de los presos políticos) tuvieron un tratamiento represivo que marcó para siempre su niñez. Ayer, ellos estuvieron con su pancarta marcando su presencia, al igual que los familiares que aún sobrevivieron. Y un capitulo muy significativo; fue la presencia de los nietos de los ex presos políticos, que no conocieron- algunos de ellos- a sus abuelos pero que buscaban con enorme emoción su nombre gravado en ese monumento, que recordará lo que sucedió décadas atrás.

Tocar el nombre… acariciarlo; fue toda una proeza que logré captar con mi cámara.

Memoria Verdad y Justicia sigue siendo un debe del Estado.

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Para agrandar las imágenes, toque cada una de las fotos

 

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Todos los nombres

Son 2.872 los que se inscribieron como marcas en la estructura principal del Espacio Memorial Penal de Libertad. Los de los presos políticos que sufrieron el encierro, el hacinamiento y la tortura en la cárcel del quilómetro 52,500 de la ruta 1 (San José) durante la dictadura. La instalación, diseñada por los arquitectos Raquel Lejtreger y Javier Olascoaga, representa una enorme puerta abierta y se eleva unos quince metros.

Son 2.872 los que se inscribieron como marcas en la estructura principal del Espacio Memorial Penal de Libertad. Los de los presos políticos que sufrieron el encierro, el hacinamiento y la tortura en la cárcel del quilómetro 52,500 de la ruta 1 (San José) durante la dictadura. La instalación, diseñada por los arquitectos Raquel Lejtreger y Javier Olascoaga, representa una enorme puerta abierta y se eleva unos quince metros. Al caer la noche, el portal de hormigón armado es iluminado por proyectores de haz de luz. El memorial está emplazado en el punto en que los familiares comenzaban un trayecto de dos quilómetros para visitar a los presos. El proyecto fue seleccionado luego de un concurso organizado por Crysol y los ministerios de Educación y de Transporte. El 15 de mayo, durante la inauguración, los ex presos sobrevivientes pudieron encontrarse con el testimonio público de su peripecia, que de ahora en más será un nuevo sitio de memoria en Uruguay.

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Mejor tapera

19 de mayo de 2018 | 

Escribe: Rafael Sanseviero 

Desde el 15 de mayo de 2018, el Espacio Memorial del Penal de Libertad desafía a la impunidad y el olvido forzoso. Raquel Lejtrejer y Javier Olascoaga aplicaron inteligencia, sensibilidad y arte para traducir a hormigón la sutil dignidad de nuestra resistencia en aquel establecimiento militar de reclusión número uno, donde también sus padres fueron prisioneros. El portal que diseñaron interpone una apertura elegante y austera frente a la clausura prepotente que representa el edificio carcelero. Porque la cárcel de Libertad todavía ensucia el paisaje amable que va desde la ruta al río. Memorial y cárcel, lejos de complementarse, son dos mensajes antagónicos disputando por el sentido de la vida en nuestras sociedades.

A los antiguos moradores de aquel paraje, el memorial nos ofrece la posibilidad de un momento apacible en el mismo lugar de lo trágico y doloroso. Bajo el umbral de esa puerta abierta, obsesión de cualquier prisionero, puede uno recordar lo personal vivido en intenso colectivo. Así lo sugiere la delicada simetría de los 2.872 nombres organizados de modo que ninguno destaca pero la falta de cualquiera desbarataría todo. Estoy seguro de que desde esa puerta puedo reencontrar el amor de quienes vinieron incansables a sostenerme; madre, abuela, hermana, hermano, la novia inventada. Allí puedo estarme junto al camino que traía noticias de mi tía en aquel otro, su penal; las cartas de amistades y familia, de la desconocida María Rodrigues, madrina portuguesa de Amnistía Internacional. El portal parece un buen lugar de encuentro con quienes quieran visitarme de entre los hermanos de la vida transcurrida allí. Para convocarnos frente al camino por el que entramos muy temprano, en montón adolescente y sacando fuerzas de flaqueza, para salir al final de la dictadura con alegría y esperanzas, otros miedos e incertidumbres.

Lo que no podré hacer desde ese portal es dirigir la vista hacia la fachada odiosa, buscando alguna de mis varias celdas para evocar el hermanaje que pobló y transformó aquella cárcel. Me encantaría poder soñar que desde allá me miren los ojos agudos, pícaros y compañeros de, por ejemplo, el Nene Calzada o el Polo González. Por nombrar los que llegan a la memoria en el instante que pienso en la combinación de bondad y firmeza que construyó los mejores silenciosos liderazgos, en aquel mundo hipermasculinizado. No se puede porque aquella cárcel, cuyo fin también celebra el memorial, transcurridos 33 años de liberados los últimos de nosotros, sigue siendo un lugar infame para miles de otros. Aquella, nuestra antigua cárcel, sigue recibiendo condenas por las condiciones que impone actualmente a los reclusos, como las recibió cuando estaba poblada por nuestro dolor, lucha y resistencia. Los mismos organismos de defensa de los derechos humanos que defendieron nuestra dignidad durante la dictadura demandan, una y otra vez a las autoridades, cambios radicales en la política de cárceles. Dura paradoja que las autoridades sean las personas y fuerzas políticas que ayer poblaron las celdas con su sufrimiento y dignidad las que hoy conduzcan el Estado responsable de la vulneración continuada de los derechos de estos otros, nuestros semejantes. Dura paradoja que la persistencia del penal de Libertad como cárcel no sea una excepción ni una emergencia, sino un patrón. Porque el penal de nuestras compañeras también es cárcel, el centro clandestino de secuestro y tortura de la Tablada lo fue y puede volver a serlo. Extraño patrón, que distingue a Uruguay también gobernado por las izquierdas, de mantener en funciones carcelarias los edificios emblemáticos del terrorismo de Estado. Imaginemos la ESMA, Villa Grimaldi, Auschwitz…

En las oratorias de Gastón Grisoni y Osvaldo Espinosa coincidió el reclamo de transformar el penal en un centro de estudios. Es un tópico que nuestra aspiración sea devolver la dignidad a todo, también a los espacios. Si pudiera elegir un destino para el penal, cosa que no está en mis capacidades, lo prefiero tapera. Imagino con entusiasmo alambrados, torres de vigilancia, puertas y rejas de ventanas vencidas por aguas y vientos, soles y noches. Quisiera ver los yuyos, pastos y enredaderas, que carpimos con sistema durante años, liberados de toda intervención humana, borrando del paisaje la mole de ladrillos que no tiene redención posible.

Ahora está emplazado un sitio de memoria que relata con belleza y serenidad lo que ocurrió en aquel paraje durante 13 años. Quizá su mejor complemento sea la imagen lejana del edificio emblema de lo intolerable, transformándose también serenamente en nada.

 

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