Sigue la sombra del franquismo

Sigue la sombra siniestra del franquismo atacando nuevamente la

Memoria del pueblo español

El muerto que sigue vivo

El incómodo legado de la desmemoria española.

Cecilia Osorio

14 junio, 2019

Trabajadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica durante una excavación en el Monasterio de Uclés, España 

La decisión del máximo tribunal de justicia de suspender la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos reavivó el debate sobre la memoria histórica en España. Mientras que algunos festejan la resolución, otros encuentran en ella una muestra más de la impunidad que se perpetúa en las instituciones del Estado, donde la maquinaria franquista sigue activa.

La suspensión cautelar del traslado de los restos del dictador Francisco Franco al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo, a las afueras de Madrid, era algo esperado por las asociaciones de memoria españolas. Muchos de los jueces integrantes de la audiencia pública que, el pasado martes 4, decidió paralizar el traslado formaron parte de la dictadura franquista y ascendieron a estos cargos durante el período democrático. Sin embargo, la decisión generó más indignación por la forma en que se redactó el fallo.

En setiembre de 2018, el Congreso de Diputados había aprobado un decreto de ley propuesto por el gobierno socialista de Pedro Sánchez que establecía quitar los restos de Franco del Valle de los Caídos. El plan fue votado por casi todos los partidos, salvo el Partido Popular (PP) y Ciudadanos, que se abstuvieron. La fecha prevista era el lunes 10 de junio de 2019. Sin embargo, el Tribunal Supremo decidió paralizar la exhumación a instancias de un recurso presentado por la familia Franco. En el texto, se presenta a Franco como jefe de Estado de España desde el 1 de octubre de 1936, momento en el que el poder constitucional residía, en realidad, en la Segunda República, que entonces presidía Manuel Azaña.

De esta forma, el Supremo no sólo legitimó a Franco como gobernante, sino que obvió el golpe de Estado que dio inicio a la guerra civil. “Está metido ahí casi de manera insultante. Aunque forma parte de una actitud muy coherente. El Tribunal es un órgano dócil al poder”, dijo a Brecha Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (Armh). Esta agrupación recusó a José Luis Requero, uno de los magistrados, por tener vínculos con la Fundación Francisco Franco, dedicada a enaltecer la figura del dictador. Sin embargo, el juez participó, de todas formas, de la votación que aprobó la sentencia por unanimidad.

ALMA AUSENTE. La cruz de 150 metros de alto del Valle de los Caídos se ve a kilómetros de distancia. La construcción acompaña las desmedidas proporciones del mausoleo, que se erige en el corazón del Valle de Cuelgamuros. El acceso no es fácil. Hay un solo horario de ómnibus, que sale desde el municipio San Lorenzo de El Escorial. La otra vía es por carretera, en auto. En los días siguientes a que se anunciara la exhumación, las visitas aumentaron 50 por ciento.

“Yo lo llamo el fenómeno del ‘último selfie’. Mucha gente va ahí a rendirle un homenaje antes de que se lo lleven. A mí, cuando voy con estudiantes, me sigue una asociación que se llama El Valle no se Toca. Me empiezan a gritar que estoy mintiendo. Es un grupo que está vigilante por si ve algún camión que les diga que lo van a sacar. Pasan el día esperando una señal”, contó Silva.

En el Valle, la tumba de Franco se encuentra a ras del suelo, enfrentada a la de José Antonio Primo de Rivera, fundador del partido ultraderechista Falange Española. Luego de la misa que se celebra todos los días en la basílica católica que acompaña el mausoleo, se puede ver a personas con ofrendas florales arrodilladas sobre los sepulcros, entonando con la mano en alto el himno “Cara al Sol”, de la Falange. A pocos pasos, los restos de más de 33 mil combatientes de la guerra civil conviven en criptas de manera anónima y caótica, sin que el Estado habilite el reconocimiento y la entrega de los restos a sus familiares.

En 2018, el Psoe asumió el poder, con el compromiso de darle un nuevo impulso a la ley de memoria histórica de 2007 (“por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”, de acuerdo a su nombre oficial). Sánchez dijo que la dotaría de presupuesto. También en la última campaña electoral, previa a las elecciones del 28 de abril, renovó esta promesa. En la línea de trabajo de su nuevo gobierno, presentaba un plan para la exhumación de fosas, la creación de un banco nacional de datos de Adn, el acceso a los archivos con información sobre el franquismo y la inclusión de ese período histórico en el sistema educativo español.

Sin embargo, para el presidente de la Armh, el Psoe nunca ha tenido la voluntad política de llevar adelante este tipo de transformaciones. “Hace un año que Pedro Sánchez llegó al poder y prácticamente no han hecho ninguna exhumación. ¿La excusa cuál era? Que no habían podido aprobar los presupuestos porque no los dejaban los catalanes. Y eso es contar una mentira. La administración pública puede mover una partida económica de un ministerio a otro con un informe técnico y dedicarla a las exhumaciones”, dijo Silva.

Además, a poco más de un mes del triunfo socialista en las elecciones, las asociaciones de víctimas del franquismo y sus familiares acusan a Sánchez de especular políticamente con el tema. En la movilización que realizan todos los jueves en Puerta del Sol, lo llamaron “hipócrita”, por “cambiar votos por los cuerpos de los desaparecidos”. Por estos días, el Psoe negocia acuerdos que le permitan obtener gobernabilidad, en un escenario cruzado de pactos con los distintos partidos del Congreso.

Ildefonso Gómez Martínez, víctima de tortura e integrante de la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo, considera que el gobierno apuesta a un equilibrio de fuerzas, pero nunca se decanta a favor de una solución democrática. “Auspicio que en los próximos meses habrá un aumento de las movilizaciones sociales y políticas, sobre todo ante las Cortes, exigiendo que se responda a las demandas del pueblo. La población va a seguir insistiendo”, indicó a Brecha el ex preso político.

EL SILENCIO DE OTROS. El único camino que encontraron las víctimas para buscar justicia es fuera de España. Desde 2010, 330 personas presentaron sus causas en lo que se conoce como “la querella argentina”. La jueza María Servini de Cubría, a cargo entonces del caso en el juzgado federal número 1 de Buenos Aires, solicitó en reiteradas ocasiones al Estado español la extradición de los acusados implicados en los crímenes del franquismo. Hasta el momento, los fallos españoles hicieron prevalecer la condición de prescripción. Incluso, una circular de la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, instruyó a que no se colaborara con la causa.

Ana Messuti, una de las abogadas que llevan adelante la querella argentina, contó a Brecha que se está viendo la forma de desarticular esa instrucción que disciplina a los jueces españoles. Para la letrada, la dificultad para transformar las lógicas y las estructuras del Estado muestra el éxito que tuvieron el sistema represivo y sus protagonistas. “No sólo no se los castiga, se los premia. Las instituciones se niegan a recordar muchas veces de forma activa. Podés decir que, al no hacer nada, subliminalmente están haciendo una política franquista”, agregó.

Está previsto que el 9 de setiembre declare en Buenos Aires Rodolfo Martín Villa, ex ministro español durante la transición democrática, acusado por una serie de homicidios ocurridos en ese período, entre los que se encuentran los sucesos de Vitoria de 1976, los Sanfermines de 1978 y “la semana negra” de Madrid de 1977. La Audiencia Nacional negó la extradición de Villa en más de una oportunidad; sin embargo, el ex ministro y diputado del PP hasta 1997 anunció que acudirá a declarar de forma voluntaria, porque considera que “no ha cometido ningún delito”.

En los primeros días de abril, Televisión Pública Española transmitió, en horario central, El silencio de otros, un documental que retrata el proceso de “la querella argentina”. La producción audiovisual, que ganó el premio Goya 2019 en esta categoría, fue vista por un millón de espectadores. Hasta hace algunos años, eran inexistentes los contenidos vinculados al período franquista en la grilla televisiva. Incluso esta fue una excepción.

Para Emilio Silva, más allá de las obstáculos que plantea la justicia, lo importante es que se rompa el pacto de silencio que persiste en el sociedad española. La apertura de espacios de discusión sobre lo que sucedió con el franquismo ayuda a este cambio social, opinó. “Aquí, durante muchos años, el parlamento no discutía el tema de los desaparecidos. Incluso, en 1978, hubo un debate en el Congreso de los Diputados por la Operación Cóndor, pero de los de aquí, nada. Nosotros hemos abierto la conversación, y eso se va ramificando”.

 

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21 de junio de 2019

Reportaje al prior del Valle de los Caídos, el monumento a fascismo español

Un diálogo sobre el negacionismo franquista

La Justicia se rehúsa a dejar sacar al dictador del santuario que se construyó en vida. El monje Cantera reza y sigue negando lo que pasó.

Por David Serrano Blanquer

El monumento del Valle de los Caídos, creado por el dictador Francisco Franco con el trabajo de prisioneros republicanos. 

Desde Madrid

Los magistrados de la Sala III del Tribunal Supremo paralizan, por unanimidad, el proceso de exhumación del dictador Francisco Franco del mausoleo del Valle de los Caídos, aprobado por el gobierno de Pedro Sánchez justo antes de las elecciones de abril. En  el auto, se describe al dictador como “el Jefe del Estado desde el 1 de octubre de 1936 hasta su fallecimiento”. Ninguna palabra sobre golpe de estado ni sobre dictadura. Los magistrados validan que fuera legítimo jefe del Estado, sin mencionar la Segunda República. 

La familia del dictador y distintas organizaciones de corte fascista están detrás de los recursos que impiden que el Valle deje de ser un lugar de peregrinaje fascista pagado desde Patrimonio Nacional, algo impensable en Alemania o Italia respecto a las figuras de Hitler o Mussolini. Pero eso no es todo, uno de los cinco magistrados, José Luis Requero, tiene fuertes vínculos con La Fundación Nacional Francisco Franco y con Santiago Milans del Bosch, sobrino del militar golpista del 23 de febrero de 1981 (el Tejerazo) y eminente abogado ultra con antecedentes. 

El Valle de los Caídos está en el valle de Cuelgamuros, al noreste de Madrid. El complejo de 1300 hectáreas es un mausoleo en forma de catedral excavada en la roca en el que reposan en un lugar prominente los restos del dictador Francisco Franco y el dirigente de la Falange José Antonio Primo de Rivera. Fue construido entre 1940 y 1958 con el trabajo esclavo de prisioneros republicanos. Estos formaban parte de los batallones de trabajadores que el franquismo usó para represaliar a las víctimas de más de cien campos de concentración que poblaron la geografía española hasta entrados los años 50. 

En los últimos años, tanto el Partido Popular como Ciudadanos se negaron a reprobar el franquismo en sede parlamentaria y se oponen, como los responsables de la abadía, al decreto de Pedro Sánchez para permitir la  exhumación del dictador. Patrimonio Nacional dedica 1,8 millones de euros al año a su mantenimiento.

El Valle está últimamente lleno a rebosar y es uno de los últimos lugares donde se puede ver la bandera española con el águila fascista y símbolos nazis. Es también la sede de un convento que usa la iglesia donde descansan Franco y Primo de Rivera, lo que no es casual: las homilías suelen terminar con un sentido recuerdo a los “mártires” que cayeron en la Guerra Civil “por Dios y por la Patria”. Santiago Cantera es el prior del Valle. Es también doctor en historia y fue candidato por la Falange en 1993 y 1994.

–¿Cuántos monjes forman la comunidad?

–Unos 23, porque hay uno que está trabajando en Roma, en la Congregación de las Causas de los Santos, y otros en formación.

–El orden de los benedictinos es quien dirige la parte religiosa del Valle. ¿Cómo funciona la adscripción a una comunidad? 

–La vocación va ligada a la estabilidad, que se vincula siempre a una comunidad concreta.

–¿Cómo escogió usted esta comunidad?

–A los 30 años escuché la llamada a la vida monástica, dejé las clases en la Universidad San Pablo CEU, y me planteé distintas órdenes monacales. Probé con los cartujos y al final me decidí por el Valle.

–He visitado la basílica, escuché la homilía, y no entiendo el encaje entre el espíritu de “reconciliación” que ha reclamado hasta en seis ocasiones, y una simbología e iconografías donde no se percibe por ningún lugar este supuesto espíritu…

–Si lo dices por los arcángeles de la entrada, recuerdan los ángeles del Paraíso, del Génesis…

–No me refería solo a la iconografía, pero ya que lo dice, tienen más de cinco metros de altura, empuñan una enorme espada y tienen unas facciones muy agresivas…

–Dios los puso allí para que impidieran el paso al Paraíso a Adán y Eva…

–En cuanto a las figuras del enorme paso central, con las caras inclinadas bajo capuchas, no me negará favorecen una actitud de temor.

–Representan a los combatientes y caídos de tierra, mar y aire, que piden silencio por el hecho de entrar en un lugar sagrado que es el cementerio…

–No veo que el escultor Juan Avalos propusiera ninguna actitud conciliadora sino más bien represiva.

–Es la estética de ese momento, del triunfalismo, en consonancia con el arte de estas magnitudes.

–¿En consonancia con qué estilo, el fascista que ya había sucumbido en Europa?

–Un cierto neoclasicismo que puede recordar a la Italia fascista, sí, pero en cambio el conjunto escultural de la Virgen del Valle, de Ramón Lapayese, tiene unos aires más de ruptura. Y la cúpula tiene un aire entre bizantino y romántico.

–No sé… lo que es clarísimo es que está la bandera de la Falange y las tumbas de Franco y Primo de Rivera en primer plano.

–Parece que en el momento de traer a Primo de Rivera se hicieron gestiones con la familia de Federico García Lorca para que también fuera llevada aquí, pero parece que no fructificaron. Ciertamente que los dos que hay aquí son los que hay. En todo caso, nuestro trabajo es desde la voluntad reconciliadora.

–Aquí no hay ninguna lectura plural, ni mención alguna del lugar donde fueron enterrados con nocturnidad y sin permiso alguno los republicanos que lucharon contra los fascistas.

–El conjunto monumental tiene y tendrá unas connotaciones innegables e inevitables.

– No percibo esfuerzo alguno por resignificar lo que tiene una sola lectura.

–Entiendo que haya quien se pueda sentir incómodo, pero aquí viene gente de todo tipo.

–Si se buscara esta “reconciliación” haría falta desplazar de su lugar de privilegio a Franco y Primo de Rivera para permitir una lectura democrática del recinto, como concluyó la Comisión de Expertos hace años, y como pretende el gobierno.

–Tocar un monumento con un significado histórico y artístico determinados… Por ejemplo ¿crees que tendríamos que desplazar Enrique IV de su lugar en el Monasterio de Guadalupe por el hecho de que caía mal a mucha gente?

–Nada tiene que ver caer bien o mal cuando hablamos de un dictador que ejerció una de las represiones más brutales del siglo.

–Mira, todo esto estaba bastante calmado hasta hace poco. Muchas de las cosas de hace 70-80 años de la guerra y 43 de la muerte de Franco ya estaban superadas. ¿Ahora hay que pensar en mover a Franco? No es lo que quiere la comunidad y en todo caso Primo de Rivera tiene todo el derecho de estar aquí.

–Según esta lógica, los republicanos enterrados sin el consentimiento de sus familias en las capillas laterales también tendrán el derecho de decidir dónde quieren a sus muertos, ¿no? Porque hasta ahora ustedes se han negado sistemáticamente

–Todo se ha revuelto mucho en los últimos tiempos por finalidades políticas en las cuales no quiero entrar, y yo creo que el tiempo lo calma todo. Hay muchos intereses políticos, que sufrimos la comunidad. Puedo llegar a entenderlo… pero, a ver, el tema de las exhumaciones es complicado porque se mezclan los restos de los que están identificados con los que no lo están…Yo creo que se han reabierto muchas heridas.

–No sé si es reabrir una herida algo tan sencillo como que centenares de miles de familiares puedan saber después de 70 años dónde llorar a sus seres queridos asesinados en cunetas o fosas.

–Eso sí… pero ahora se ha dado la vuelta a la tortilla, puede que antes solo se hiciera memoria de una parte y puede que ahora más de la otra…

–¿Será porque la memoria democrática no se había podido hacer hasta hace poco y solo había un relato oficial, el fascista? 

–No se había hecho, no… Pero se han crispado mucho los ánimos y ahora esta crispación aún puede aumentar mucho más. ¡Lo que es cierto es que durante la posguerra se había conseguido vencer la crispación! Claro, porque las tensiones sociales y laborales y las injusticias sociales llevan siempre a crispaciones como las de ahora.

–Ahora estamos en democracia y antes no, y el modo de resolver conflictos no tiene nada que ver con el modo de hacerlo de un estado totalitario.

–En teoría, según algunos, el año 1931 (cuando se proclama la República) llegó la democracia. Pero otra cosa es que fuera real o no…

–Usted es doctor en Historia, no puede decir esto… ¿Me negará que de 1939 a 1975 hubo una dictadura?

–Yo lo que quiero decir, sin entrar en consideraciones políticas, es que un estallido social puede producirse bajo cualquier régimen. Lo que puede garantizar que no estalle una guerra no es tanto un régimen político como mayor nivel de igualdad social.

–No respondió mi pregunta. Y además vuelve a hacer lo que niega: valoraciones políticas.

–Ahora puede que sí que haya hecho una valoración política.

–Hubo 180.000 asesinados. Según su colega Paul Preston, solo hubo más desaparecidos en Camboya.

–No haré valoraciones políticas… porque en democracia la policía también actúa.

–Aquí hubo cerca de 2000 presos republicanos trabajando en la construcción del complejo. Y usted sabe mejor que nadie que aquí murieron unos cuantos.

–No eran esclavos, ¡no era un campo nazi esto!

–No dije eso, sé lo que eran los campos nazis perfectamente. Pero las condiciones…

–¡Aquí venían voluntariamente!

–¿Qué, les ofrecían trabajo y cuando terminaban la jornada se iban a sus casas a cenar y dormir con sus familias?

–¡No hombre, no! ¡Estaban condenados!

–¿Su delito era ser republicanos?

–La cuestión es que aquí comían cerdo cuando nadie podía comerlo y redimían las penas con el trabajo bien pagado que tenían…

–Eso no es lo que dicen los sobrevivientes ni los estudios rigurosos. En la homilía se dijo que el verdadero camino se encuentra “por encima de las leyes y los partidos políticos”. ¿No cree que este mensaje no tiene nada de democrático ni de cristiano?

–Efectivamente yo creo que el único mensaje, por encima de todo, es el de Jesucristo en la cruz. Yo nunca pondré la esperanza ni en un político, ni en un economista, ni en un sistema político.

A fecha de hoy, los restos de los republicanos hacinados en las capillas del Valle no pueden devolverse a sus familias. Y el Valle y los restos de Franco y José Antonio siguen donde siempre para que puedan ser homenajeados por fascistas. Con dinero público de Patrimonio Nacional.