47 años de la Huelga General contra la dictadura

En homenaje al 47 aniversario de la Huelga General, desatada por la central CNT contra el golpe cívico-militar del 27 de junio de 1973, ofrecemos diferentes documentos, una crónica y diversos videos relacionados a esta acción que por 15 días hizo frente a lo que sería una de las más negras acciones por las cuales atravesó el Uruguay. Vaya nuestro saludos a esos héroes anónimos que imprimieron en la acción que el pueblo uruguayo no aceptará jamás la dictadura.

  No olvidar: 47 años del golpe

de Estado y la huelga general 

Escribe: Lucía Gandioli 

El 27 de junio de 1973, el entonces presidente Juan María Bordaberry decretó la disolución del Parlamento, con el apoyo de las Fuerzas Armadas. En la madrugada de ese día, el Secretariado de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), presidido por José Pepe D’Elía, se reunió en el local de la Federación del Vidrio, en la Teja. No había dudas; el golpe de Estado sería rechazado, y la dirección de la CNT decretó la huelga general. La medida se extendió hasta el 11 de julio, en medio de una dura represión, muertes, desapariciones, prisión y despidos.

El sábado, el PIT-CNT y la Intersocial convocaron a una movilización para recordar aquel hito histórico 47 años después. La propuesta consistió en dos caravanas que confluyeron en la plaza Lafone, en La Teja. Una partió desde la Universidad de la República, la otra desde la plaza Huelga General, que lleva el nombre en homenaje a este suceso y forma parte del complejo conocido como Intercambiador Belloni, en la Curva de Maroñas. La hora de salida estaba pautada para las 11.00.

El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dijo a la diaria que para la central sindical es “muy importante mantener viva la memoria de lo que fue la huelga general y toda la resistencia a la dictadura, que duró toda la dictadura”. Manifestó que la actividad tenía tres propósitos: reafirmar “la democracia y el papel que cumplió la clase trabajadora” en ese momento; “una exigencia de nunca más terrorismo de Estado y la necesidad de seguir luchando contra la impunidad”, y reafirmar el compromiso de los trabajadores para ir a una democracia cada vez “más profunda, que también resuelva el trabajo de calidad, el salario, la vivienda, la salud y la educación”.

Abdala sostuvo que este es un año particular porque el país está atravesando una emergencia sanitaria que condiciona las formas de expresión ciudadana, y además, en el Parlamento se está discutiendo la ley de urgente consideración (LUC), en que “se está cuestionando el derecho a huelga” y puede “haber recortes individuales desde el punto de vista de algunos planteos vinculados a la seguridad”. Asimismo, dijo que en el contexto de pandemia el gobierno “todavía no está atendiendo como corresponde las necesidades sociales” y, por lo tanto, “la discusión, el debate público y la acción vinculada a qué tipo de democracia queremos es bien importante”.

La integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT Laura Alberti manifestó que además de conmemorar la fecha, la movilización muestra la fortaleza del movimiento sindical, que en el contexto actual está tomando el lugar de la “voz del pueblo”: “Estamos un poquito al frente, rodeando todo lo que es la solidaridad, las ollas populares”, sostuvo. También, dijo Alberti, “somos la voz de aquellos que sienten que no son reconocidos o apoyados por los que deberían hacerlo, como el Poder Ejecutivo: madres solas, pequeños productores y pequeños emprendedores, que a partir de la emergencia sanitaria se quedaron de un día para el otro sin nada”.

30 minutos antes de la hora de partida, la plaza Huelga General todavía no estaba llena. Un par de ómnibus con banderas colgadas esperaban para emprender camino y en la esquina de enfrente se desplegaba una bandera del PIT-CNT. Unos pocos aguardaban sobre la vereda dando pasitos o moviendo los pies para aguantar el frío, mientras que otros conversaban. Sosteniendo un pañuelo rojo sobre el que se leía “No a la LUC, 47º aniversario de la heroica huelga general” estaba Marcela, una vecina del barrio que se arrimó a apoyar la causa con algunos compañeros. “Lo que se está sosteniendo es la resistencia a la represión y el nunca más. La huelga general significa la lucha contra el autoritarismo y la dictadura”, dijo a la diaria. A sus 43 años, era el primer año que elegía para manifestarse, y no parece casualidad. Para Marcela, la LUC implica un “retroceso” en varias “conquistas y luchas” y, en ese sentido, reivindicó la necesidad de estar presente en estos espacios.

A unos metros estaba Yolanda. En sus 76 años de vida no se ha perdido ningún acto de conmemoración de un 27 de junio para reivindicar la memoria y rechazar el golpe de Estado. “Tenía 20 y pocos años cuando aquello ocurrió”, contó. Yolanda estuvo presente en varias luchas contra la represión dictatorial, y expresó con un dejo de tristeza: “Por suerte algunos pudimos salir, otros quedaron por el camino”. Además de toda esa carga emocional, este año la manifestación cobró una mayor importancia por “todo lo que está pasando”: “La miseria que hay y el hambre”, sostuvo Yolanda. Levantó la vista y vio a su esposo a unas cuadras, y decidió ir a buscarlo para fundirse en un abrazo con él.

Washington Fernández es el compañero de vida de Yolanda. Participó en la huelga general desde una fábrica textil. En la plaza hay una galería subterránea con una exposición que rinde homenaje a la huelga. Compartió varias anécdotas con la diaria de aquel momento, entre la tristeza de los compañeros que ya no están, lo que significaron los años oscuros de la dictadura y la fortaleza del movimiento sindical, que aún lo llena de orgullo. Se detuvo un momento y señaló con el índice a un joven en una foto: “Ese soy yo”, dijo, y con el mismo dedo apuntó a un amigo que no olvida y la tristeza inundó el ambiente, pero de alguna manera las comisuras de su boca estaban un poco levantadas. Afuera caían algunas gotas de lluvia. La caravana se preparaba para partir.

“Nunca más”

En la plaza Lafone decenas de personas aguardaban la llegada de las caravanas. La mayoría usaba tapabocas, pero era difícil respetar el distanciamiento social. Los pañuelos y banderas llenaban de color el lugar, y la leyenda que más se repetía era: “Nunca más”, incluso en los tapabocas.

Cuando llegaron el ex presidente José Mujica y la ex vicepresidenta Lucía Topolansky, la gente se conglomeró a su alrededor. Querían tomarse fotos, pero respetaron la distancia y entonaron algunos cantos: “Olé, olé, olá, olá, si este no es el pueblo, el pueblo el pueblo dónde está” y “lucha, lucha, no dejes de luchar por un gobierno obrero, obrero y popular”. El rato iba pasando entre mates y tortas fritas. Música de fondo. Bizcochos y choripanes. Conversaciones aquí y allí. Venta de libros, ropa y más tapabocas. Carteles que se levantaban en cada esquina y todo huequito que había.

“47 años huelga general, democracia es más y mejor educación”, decía un cartel sostenido por dos jóvenes. La firma pertenecía al gremio estudiantil del Liceo 9. Era la primera vez que los jóvenes del liceo se organizaban para esta actividad, contó Lucía. Eran al menos cinco, entre 16 y 17 años. Para los estudiantes la participación de generaciones jóvenes en estas actividades es de suma importancia: “Es como llevar a la realidad la frase ‘los jóvenes somos futuro’. Más que eso, somos los que construimos ese futuro en el presente, y es importante que la juventud tenga participación en la memoria y justicia y generar esa conciencia”. “Si bien es grande la cantidad de jóvenes que están participando, nos gustaría que fueran más, y seguir generando esa consciencia desde los gremios y las causas sociales”, expresó Lucía.

Las hijas y los hijos

En la plaza había un grupo de mujeres vendiendo tapabocas. En una de las caras se leía “Nunca más”, y del otro lado decía “Memoria en libertad. Niños y adolescentes víctimas del terrorismo de Estado”. Las mujeres pertenecen a una organización de hijos, hijas y sobrinos de ex presos políticos, exiliados y asesinados durante la dictadura, contó a la diaria Paula Gándaro (48 años). Las fundadoras se juntaron por primera vez en 2008, pero fue recién en 2018 cuando concretaron su trabajo, porque “era necesario ser visibilizadas”, ya que al hablar de dictadura “hay un gran universo de hijos, sobrinos, nietos que no son contemplados y que padecieron el terrorismo de Estado en ‘distinto lugares’ como el barrio, el pueblo, la escuela, las visitas a las cárceles y los allanamientos”, dijo Loreley Omar, de 55 años.

Omar comentó que desde la organización están llevando adelante una demanda, con el abogado Juan Cerretta, “para denunciar los malos tratos y abusos que hubo durante las visitas [a sus familiares] en el Penal de Libertad y en Punta de Rieles”. También denuncian “casos de hijos y hijas que han sido violados y torturados en sus casas”, señaló Omar. El objetivo es visibilizar esta situación y “reclamar” el apoyo psicológico, psiquiátrico y de salud que el gobierno les quitó: “Queremos una reparación y que el Estado nos pida disculpas”.

En esta fecha, este grupo de hijas de presos políticos durante la dictadura recuerda “la lucha de toda esa gente que llegó a dar hasta la vida por soñar con un mundo mejor, por querer que se respetaran la enseñanza, la vivienda, la salud”, lucha que ahora ha quedado en sus manos.

Radio Abierta

El Parlamento, la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) y el Zonal Aguada del PIT-CNT realizaron el sábado en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo el programa periodístico Radio abierta. Conducido por periodistas afiliados a APU, el espacio contó con la participación presencial y virtual de dirigentes sindicales y legisladores que recordaron el golpe de Estado y la huelga general. Por medio de un video adhirió también la presidenta de la Asamblea General, Beatriz Argimón, quien llamó a las nuevas generaciones a renovar esfuerzos para preservar y cuidar la democracia.

VIDEO DEL ACTO ORGANIZADO EN EL SALON DE LOS PASOS PERDIDOS DEL PALACIO LEGISLATIVO EN CONMEMORACION DEL 47 ANIVERSARIO DE LA HUELGA GENERAL CONTRA LA DICTADURA

 El 27 de junio de 1973, hace 47 años, la oligarquía y los sectores más conservadores del Uruguay dieron un golpe de Estado y los sectores populares, con las y los trabajadores a la cabeza, respondieron con una Huelga General, defendiendo la democracia y la libertad.

Hoy conmemoramos, no a los golpistas, sino a quienes, en inferioridad de condiciones y corriendo gran peligro, los enfrentaron.

Desde el año 2014 eso es reconocido oficialmente, el artículo primero de la Ley 12.211, dice textualmente: “Declárase el 27 de junio de cada año “Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia” honrando la memoria de quienes defendieron la libertad y la plena vigencia del Estado de Derecho”.

La memoria es el presente del pasado, es la potencialidad que adquiere hoy, y la mirada sobre la historia es también histórica, está impregnada de nuestra visión actual. Siempre es importante recordar el 27 de junio, el golpe y la Huelga, y hoy mucho más, cuando la fracción más conservadora del bloque de poder accedió al gobierno e impulsa una restauración que lo abarca todo, también la memoria histórica. Cómo nos paramos ante el golpe y ante la Huelga General es parte, sustantiva, de cómo nos paramos hoy ante los desafíos del presente. Por eso, en este editorial, reafirmaremos algunos conceptos centrales, ya expresados en otras oportunidades, pero que hoy adquieren renovada vigencia.

Un golpe con contenido de clase

Hace 47 años, el presidente de la Republica, Juan María Bordaberry, electo por el Partido Colorado, apoyado por los sectores más conservadores de las clases dominantes y los militares fascistas, consumó el golpe de Estado, disolvió el Parlamento e inició 11 años de dictadura, de terrorismo de Estado y ajuste contra el pueblo.

Bordaberry, latifundista ganadero, proveniente de la Asociación Rural, dio el golpe de Estado. La operación de construcción de impunidad, la mentira histórica, comenzó el mismo día. En un discurso emitido por radio y televisión el 27 de junio de 1973, dijo Bordaberry: “Afirmo hoy, una vez más y en circunstancia trascendentes para la vida del país, nuestra profunda vocación democrática y nuestra adhesión sin reticencias al sistema de organización política y social que rige la convivencia de los uruguayos. Y va con ellos entonces el rechazo a toda ideología de origen marxista que intente aprovechar de la generosidad de nuestra democracia, para presentarse como doctrina salvadora y terminar como instrumento de opresión totalitaria”. Lo dijo quien, pisoteando la Constitución, estaba dando un golpe de Estado.

Empecemos entonces por delimitar responsabilidades políticas e históricas: El golpe lo dio el sector más concentrado del poder, los sectores más conservadores de los partidos tradicionales, los militares fascistas y lo apoyó el imperialismo yanqui.

La CNT, la FEUU, la UDELAR, el Sindicato Médico del Uruguay, las organizaciones populares, la izquierda con el Frente Amplio y los sectores democráticos de los partidos tradicionales, rechazaron el golpe y con la Huelga General se inició la resistencia.

Se sostiene que el golpe de Estado fue la culminación de un proceso. Ese proceso venía de décadas atrás, de la acción represiva del Estado militarizando sindicatos, asesinando estudiantes y trabajadores, prohijando grupos para policiales de provocación como la JUP y los escuadrones de la muerte. Tuvo un punto importante en 1964, cuando se produce el golpe de Estado en Brasil.

En esa época se da el surgimiento del MLN y sus acciones de propaganda armada, en el medio del recrudecimiento del accionar de los grupos fascistas y de la represión del Estado. Se producen los asesinatos de Líber Arce, Hugo de los Santos, Susana Pintos, Heber Nieto, entre otros. También el asesinato de los ocho obreros comunistas en el Seccional 20º del Paso Molino. Se generaliza la tortura.

En el gobierno de Jorge Pacheco Areco comienza un vaciamiento de las instituciones democráticas. Con el gobierno de Bordaberry, se intensifica ese vaciamiento; primero se ataca la independencia del Poder Judicial otorgando a los Tribunales Militares competencia en asuntos civiles; luego se entrega parte de las potestades del Poder Ejecutivo a los militares con la creación del Consejo de Seguridad Nacional; y, finalmente, se consuma el asalto al Poder Legislativo. Todo eso pasó antes, durante y después de la crisis de febrero de 1973 y de los tan mentados Comunicados 4 y 7, que fueron un momento de todo este proceso.

Las clases dominantes enfrentaban dos desafíos básicos en la década del 70. El primero, de carácter estructural: Uruguay llega a 1973 tras casi dos décadas de estancamiento económico; se necesitaba un monumental ajuste para asegurar la tasa de ganancia de los grandes capitalistas. El segundo, de carácter político: el movimiento popular venía en un creciente proceso de consolidación y acumulación de fuerzas, se había unificado en el movimiento sindical, había construido un programa de alternativas con el Congreso del Pueblo, se había creado el Frente Amplio.

El golpe de Estado es parte central de la estrategia de un sector de las clases dominantes, la rosca oligárquica financiera, para resolver a su favor estos dos desafíos. Todo esto se enmarcaba en una estrategia continental de EEUU que sembró de dictaduras el continente.

Es por eso que reafirmamos: el golpe y la dictadura en Uruguay no fueron militares, fueron fascistas. Esta calificación la hacemos no sólo por los métodos represivos; sino por su carácter de clase, con un predomino de los sectores del capital financiero y el latifundio, y por su vinculación orgánica con el capital trasnacional y el imperialismo yanqui. Una muestra de ello está en los 421 nombres de los civiles que integraron el aparato institucional del fascismo. Todos ellos vienen de la oligarquía y de los sectores conservadores blancos y colorados.

El golpe de Estado y la dictadura fueron un ejercicito brutal y terrorista de restauración conservadora. Fue la imposición de lo más reaccionario en la derecha política y social y también en las Fuerzas Armadas.

El fascismo buscó destruir a las organizaciones y las y los militantes que luchaban por la democratización de las relaciones sociales, económicas, políticas, culturales. Para eso fue la cárcel, la tortura, el asesinato, la desaparición. Para eso fueron el terrorismo de Estado y la impunidad.

La Huelga General

Por eso hay que homenajear a la resistencia. Un elemento distintivo, y único de nuestro país, fue la respuesta al golpe: la Huelga General. Antes de la fundación de la CNT, en 1964, ante el golpe en Brasil, el movimiento sindical uruguayo discutió y resolvió que respondería con una huelga general a un golpe de Estado. Esta decisión fue discutida en cientos de asambleas y ratificada en dos Congresos de la CNT.

En la madrugada del 27 de junio, la CNT lanza la consigna de la huelga general con ocupación de centros de trabajo. En esa misma madrugada miles de trabajadores ocuparon en defensa de la democracia y la libertad. Los estudiantes hicieron lo propio en las facultades y en la Universidad y se sumaron los estudiantes de secundaria y UTU.

Miles de hombres y mujeres, de muchachas y muchachos, escribieron una de las páginas más hermosas de la historia nacional. Las fábricas eran desocupadas por las fuerzas represivas y se volvían a ocupar. Cientos fueron apaleados y detenidos. Los estudiantes pagaron con sangre su compromiso democrático: durante la huelga fueron asesinados Ramón Peré y Walter Medina. La dictadura ilegalizó la CNT, ordenó la captura de sus dirigentes, habilitó los despidos y la destitución de los huelguistas, no fueron pocas las patronales que presentaron listas.

Algunos le quitan importancia a la Huelga General, otros hablan de espontaneísmo de las masas. Nosotros no rehuimos la polémica, pero reclamamos que se ubique a la resistencia popular y a la Huelga General en su justo lugar: una epopeya de heroísmo colectivo en defensa de la libertad.

Es cierto que no logró frenar la instalación de la dictadura, entre otras cosas porque salvo el del FA, no contó con un amplio respaldo político. Pero sin Huelga General, la resistencia, permanente de 11 años, hubiera sido imposible o más difícil. Sin la Huelga General, y su mensaje de resistencia organizada y compromiso democrático, no hubieran sido posibles las acciones cotidianas de resistencia, el 1º de Mayo del 80, el No a la Constitución fascista del 80, el 1º de Mayo de 1983, la marcha al Franzini, el Obelisco. La ofensiva final de masas para recuperar la democracia es hija de la Huelga General, superadora de su nivel de amplitud, pero deudora de su heroísmo colectivo.

La Huelga General es uno de los episodios más hermosos y profundos de convicción democrática de la historia nacional y los protagonistas centrales fueron los trabajadores. No podemos, ni debemos terminar este editorial sin hablar del papel jugado por el diario EL POPULAR en la denuncia y resistencia al golpe y, en particular, durante la Huelga General. EL POPULAR fue el vocero de la Huelga y contribuyó a su organización y sostén.

La resistencia al fascismo y la derrota de la dictadura no habrían sido posibles sin el compromiso y la participación de las y los trabajadores y estudiantes, el Frente Amplio y amplios sectores democráticos de los partidos tradicionales. Lo reconocemos y lo saludamos. Pero tenemos el derecho y la obligación de señalar el papel comprometido y heroico de las y los militantes comunistas en esta brega por la libertad y por la democracia en Uruguay, en la Huelga General y en toda la dictadura.

Hoy más que nunca hay que reafirmar el compromiso del movimiento popular uruguayo con la democracia, en tanto construcción de libertad e igualdad.

A 47 años, decimos con absoluta convicción: Viva la Huelga General. Nunca Más: ni golpe de Estado, ni dictadura, ni ajustes contra el pueblo.

 

VIDEOS SOBRE LA HUELGA GENERAL E HISTORIA DEL GOLPE DE ESTADO DEL 27/6/1973

 Breve cronología de la Huelga General

La huelga general, resuelta desde 1964 por los sindicatos uruguayos, ratificada en el Congreso fundacional de la CNT, y preparada desde entonces, fue el corazón de la respuesta popular al golpe de Estado.

Durante quince días, miles de trabajadores y estudiantes, rodeados del pueblo, defendieron la libertad.Con la Huelga General se va desde su negación, hasta su calificación de espontánea, por eso es importante dar, nuevamente, aunque sea un breve repaso de los principales hechos que ocurrieron en esos quince días.

Miércoles 27 de junio
Algunas fábricas comienzan la ocupación con el cambio de turno a la medianoche. Se reúne en la sede de la Federación del Vidrio, en La Teja, el Secretariado Ejecutivo de la CNT. Decide aplicar la resolución de responder al golpe de Estado con la huelga general y ocupación de los lugares de trabajo
Las FF.AA. inician la “Operación Hércules”. El decreto N° 464 del Poder Ejecutivo disuelve las Cámaras y crea el Consejo de Estado.
La FEUU ocupa varias facultades de la Universidad de la República. Como medida para evitar que el conflicto se extienda se suspenden las clases y adelantan las vacaciones de julio hasta el 20. El Encuentro Nacional de Estudiantes, que reunía a los gremios de secundaria, decide participar de las ocupaciones de las facultades en respaldo a la FEUU y la CNT.
Se reúne la Mesa Representativa de la CNT en la textil “La Aurora” y designa el comando de la huelga general. Se reúne el CDC de la UDELAR.
Se desocupa FUNSA.
Se producen las renuncias del ministro de Salud Pública y del ministro de Educación y Cultura.
Decreto N° 465 de disolución de las Juntas Departamentales.

Jueves 28 de Junio
Se inicia la huelga en Paysandú. Se extiende el movimiento huelguístico en el interior.
Mensaje N° 1 del Frente Amplio: “Organización de la militancia”.
Reunión del ministro del Interior con la Confederación Uruguaya de
Trabajadores (CUT), buscan deslegitimar a la CNT.

Viernes 29 de junio
Reunión del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) trata el tema sindical. Mensaje a la población del Ministro del Interior: “Invitación al diálogo”.

Sábado 30 de junio
Se inicia la “Operación Desalojo” de los lugares de Trabajo. Declaración de la FEUU en apoyo a la CNT. Desalojo de la Refinería de ANCAP. La CNT responde al mensaje del ministro del Interior. Declaración de la lista “15”: “Muera la dictadura”. Breve mensaje del Frente Amplio-Partido Nacional en apoyo a los trabajadores.
La censura a la prensa nacional se extiende a las agencias internacionales. Resolución N° 1.103 de ilegalización de la CNT. Allanamiento de la Central y sindicatos.

Domingo 1º de julio
Segundo desalojo militar de FUNSA. Se multiplican las intimaciones a reintegrarse al trabajo el día lunes, del gobierno y de varias patronales.

Lunes 2 de julio
Comienzan las dificultades para asegurar la huelga en el transpone. Boletín del Partido Nacional “Resistencia Blanca”: “Ni me callo, ni me voy”.
Telegrama de apoyo de Jorge Pacheco Areco a Juan María Bordaberry

Martes 3 de julio
Decreto N° 500: Militarización del personal de ANCAP. Declaración del CDC de la Universidad ante la ilegalización de la CNT. Pronunciamientos anti dictatoriales de Asociaciones de Profesionales. Proclama del Comité de Resistencia del Partido Nacional. El ex Vicepresidente Jorge Sapelli, fija su posición contraria al golpe.
Decreto N° 498: Disolución de las Juntas Locales. El Poder Ejecutivo homologa disposiciones de COPRIN sobre incrementos salariales. Decreto N° 512 del PE: congelación de precios de artículos de necesidad.
Acción de la resistencia obrera apaga la llama de la refinería de ANCAP.

Miércoles 4 de julio
El gobierno golpista organiza plebiscitos para intentar quebrar la huelga. Decreto N° 518: “Actividad Laboral”: Autoriza los despidos de trabajadores públicos y privados. Comunicado N° 862 de las Fuerzas Conjuntas (Fuerzas Armadas y Policía) requiere la captura de 52 dirigentes de la CNT. Esta es la lista de los requeridos, que fue publicada a página entera en El País, con una nota propia que agregaba: “Se cree que pasaron a la clandestinidad”, José D´ Elia, Félix Díaz, Gerardo Cuesta, Carlos Gómez, Carlos Bouzas, Wladimir Turiansky, Helvecio Bonelli, Ramón Freire Pizano, Enrique Pastorino, Alcides Lanza, Elbio Quinteros, Rogelio Zorrón, Rómulo Oraisson, Ruben Villaverde, Esteban Fernández, José Gutiérrez, Honorio Lidner, Idilio Pereira, Pedro Aldrovandi, Carlos Espinosa, Alberto L. Fernández, Rita Cassia, Roberto Olmos, Alfredo Melhem, Héctor Bentancourt, Rosario Pietraroia, Didaskó Pérez, Adolfo Drescher, Sixto Barrios, Víctor Brindisi, Ramón R. Díaz, Francisco Franca, Jonas Sténeri, Milton Montemar, Julio García Dotta, Luis María Rocha, Luis Iguini Ferreira, Luis Alberto Nadales, Aparicio Guzmán, Enrique Pyñeiro, Carlos Durán, Ricardo Vilaró, Juan Antonio Iglesias, Pedro Abuchalja, Juan Olivera Larrosa, Daniel Baldassari, Roberto C. Rodríguez, Raúl Betarte, Juan Francisco Ordoque, Alberto Fernández Lorenzo, Carlos Carrión, Domingo Rey.

Jueves 5 de julio
En estos primeros días de Huelga General los despidos suman miles y también los presos, por eso la dictadura inaugura el Cilindro Municipal como cárcel. Sigue la resistencia.
Son requeridos 18 integrantes de FANCAP.
Decreto N° 548: extiende los despidos a funcionarios de servicios Descentralizados y organismos Paraestatales. Declaración conjunta Frente Amplio – Partido Nacional: “Bases para la salida de la actual situación”. Posición contraria del Comité Ejecutivo de “Unidad y Reforma” sobre acuerdo FA-PN. Son detenidos cuatro dirigentes nacionalistas. Decreto N° 1.113 prohíbe a la Radio CX 30 la denominación “Nacional”.

Viernes 6 de julio
Luego de la reunión del CDC de la UDELAR sus autoridades son reprimidas en 18 de julio.
Por separado, dirigentes del FA y del PN presentan ante la SCJ dos recursos de inconstitucionalidad del golpe de Estado.
Es asesinado el estudiante universitario Ramón Peré, militante de la FEUU y miembro de la UJC. Son cercados los locales universitarios. En su sepelio decenas de miles enfrentan la represión y lo transforman en un acto anti dictatorial. El Popular titula: Sabremos cumplir.
Arrestan al Presidente del Directorio del PN, Cap. de Navío Ornar Murdoch.

Sábado 7 de julio
Comienza a circular convocatoria a la movilización del 9 de julio.

Domingo 8 de julio
Importante movilización anti dictatorial en el centro de Paysandú.
En la madrugada es asesinado el estudiante Walter Medina, militante socialista.

Lunes 9 de julio
Masiva manifestación anti dictatorial por 18 de Julio. Decenas de miles toman la calle a pesar de las tanquetas, las tropas armadas a guerra, los gases, los carros lanza aguas y las cargas de caballería. La represión es salvaje. Miles llevan la tapa de El Popular y la bandera de los Treinta y Tres se transforma en un poster de combate: Libertad o muerte. Movilizaciones en el interior.
Operativo represivo contra el diario “El Popular”. Tanquetas militares y grupos fascistas asaltan su redacción ubicada en el Palacio Lápido, en 18 de julio y Río Branco. Destrozan todo lo que encuentran. Rompen las ventanas. Las y los trabajadores de El Popular son apaleados, colocados en 18 de Julio con las manos en la pared y se les hace un simulacro de fusilamiento. Luego son todos y todas detenidos.
“Operación Zorro”. Llevan detenidos a los dirigentes frenteamplistas, generales Líber Seregni y Víctor Licandro y coronel Carlos Zufriategui.

Martes 10 de julio
Asamblea del SMU. Asisten 500 médicos y estudiantes; ratifica medidas de lucha.
Declaración de la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio ante detención de su Presidente, exigiendo su libertad y ratificando el respaldo a la lucha popular.
Por la tarde, reunida en IMPASA, la Mesa Representativa de la CNT resuelve levantar la huelga general tras 15 días de resistencia. Por amplia mayoría se decide pasar a otras formas de lucha y levantar en forma ordenada la medida. La lucha continúa con la organización clandestina de los sindicatos y con medidas de lucha en cientos de centros de trabajo y de estudio.
El Sindicato Médico del Uruguay levanta la huelga a partir del 12 de julio.

Jueves 12 de julio
A las 0 horas se produce el reintegro masivo al trabajo.
En Paysandú se levantan las medidas de lucha.
Declaración de la “Corriente Sindical”.
Declaración de la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio.
Documento de las “Tres F” (FUNSA, FOEB, FUS).

Esta cronología Esta cronología se basa en publicaciones de EL POPULAR y en el libro de Alvaro Rico, “15 días que estremecieron al Uruguay”, Montevideo, Fin de Siglo. 2006, pp.652-658

Video como se llegó al Golpe cívico-militar del 27 de junio de 1973

 

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