La realidad de la violencia en Plaza Seregni

Plaza Seregni: los relatos

Si así fue, ¿seguro así será?

Enzo Adinolfi
27 noviembre, 2020

El Ministerio del Interior presentó al Parlamento y la prensa su versión de los incidentes en la plaza Seregni, que comienza 20 minutos después de que estos principiaron. El Bloque Antirracista rechaza la versión ministerial y explica sus dificultades para formalizar una denuncia.

Concentración el 2 de noviembre en Plaza Seregni en protesta por la represión policial

Montaje arbitrario y conveniente para justificar un discurso y un accionar represivo.» Así definió el Bloque Antirracista el relato «versionado y guionado» que el Ministerio del Interior (MI) presentó de los incidentes ocurridos en la plaza Seregni la noche del 1 de noviembre. El jueves 19, en la Comisión de Seguridad y Convivencia de la Cámara de Diputados, el MI expuso su versión de los hechos. En la cita, el encargado de la Dirección de Información y Análisis del Centro de Comando Unificado (CCU), Andrés Romero, detalló, parte por parte, los hechos acaecidos ese día.

—Hola. Buenas noches. No sé si es el número al que hay que llamar para denunciar aglomeraciones –consultó un vecino por el 911.

—¿En Montevideo es esto? –preguntó el operador.

—Sí, en la plaza Seregni hay como 200 personas. Están todas bailando juntas.

—¿Plaza Seregni?

—Sí, hay autos mal estacionados por Daniel Muñoz, frente a la plaza. Acabo de pasar, y está lleno de gente. Tapada de gente, la plaza.

—Bien, le comunico al personal.

Esta denuncia se hizo a las 23.03. Sin embargo, el MI relató que la aglomeración se inició mucho antes, a las 18.36, en el cruce de Ferrer Serra y Requena, dijo Romero en la comisión, según consta en la versión taquigráfica, a la que accedió Brecha. Casi tres horas después la concentración se habría desplazado hasta Daniel Muñoz. Un patrullero pasó por esa intersección, pero no hizo ningún exhorto, algo que cuestionaron diputados del oficialismo y de la oposición. Según el ministerio, los móviles policiales arribaron recién a las 23.14. No obstante, según los registros fílmicos a los que accedió el semanario (véase «Alto, en nombre de la ley», Brecha, 6-XI-20), los incidentes comenzaron 21 minutos antes, a las 22.53. A esa hora exacta se hizo la primera detención: la de una mujer que filmaba el accionar policial. Brecha corroboró el horario de las cámaras.

 

Según Romero, en cambio, a las 23.20 el comisario mayor Henry Ávila leyó dos veces el exhorto que reclamaba a los presentes que se dispersaran. Luego habría descendido del vehículo e intentado dialogar. El encargado de la CCU aseguró que en ese momento el grupo de personas «comenzó a insultar a la Policía» y «a arrojarle objetos». Entonces se habría producido la primera detención: la de un hombre que «se interpuso físicamente entre los funcionarios policiales que ingresaron a la plaza a dialogar, una vez más, y no los dejaba avanzar». «Por lo tanto, como estaba obstruyendo el actuar de la Policía, fue detenido», argumentó.

Este martes el MI hizo llegar a la prensa un video sobre los incidentes elaborado a partir de sus cámaras de videovigilancia, pero sin emplear los registros de las cámaras Go Pro que llevaban algunos uniformados. En la Fiscalía, en cambio, el ministerio sí presentó ese material, confirmó la fiscal del caso, María Eugenia Rodríguez Ford. El semanario intentó, sin éxito, acceder a las grabaciones de las Go Pro y las de las cámaras de videovigilancia del MI. El mismo pedido hizo la bancada de diputados del Frente Amplio, pero, hasta el momento, no ha obtenido respuesta, confirmó a Brecha el diputado Nicolás Mesa.

TODA LA CANCHA A FAVOR

El 11 de noviembre, el Bloque Antirracista dio su versión de los hechos en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes. Las integrantes de la organización aseguraron que quienes estaban presentes esa noche fueron víctimas de abuso policial. Si bien el MI insiste en que antes que nada estuvo el exhorto, Fernanda Olivar subrayó que los hechos no comenzaron así: «Hubo, sí, una forma verbal violenta de pedir que no estuviéramos allí». «Hubo una violencia desmedida. Al estar circunstancialmente en el lugar, pudimos ver que se dieron muchas [acciones de ese tipo]: desde invadir la plaza hasta bajar con las armas. Bajaron con escopetas. Fue muy violento», agregó, por su parte, Leticia Lonchar.

Si bien presentó testimonios en la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), el Bloque Antirracista no hizo una denuncia formal, informó el organismo a Brecha. La INDDHH tiene la potestad de tomar por oficio el caso, pero no lo hizo porque entendió que se debía respetar el proceso interno de la organización. «Es un hecho que nos desbordó como colectivo. Por eso es necesario un asesoramiento previo: para accionar de la mejor manera. Hay mucha preocupación por cómo continuar y también por la manera de sostener este proceso. Estamos agotadas, no voy a mentir. No sé si [tenemos] miedo, pero queremos hacer las cosas bien y también tener un respaldo», expresó al semanario Mayra da Silva.

La investigación de los incidentes continúa. Por ahora, la fiscal sólo cuenta con las grabaciones de las cámaras del MI y las de las Go Pro de los agentes que estaban en el operativo; le faltan los múltiples registros ciudadanos que permitieron a este semanario relatar los 20 minutos anteriores al punto de arranque de la versión ministerial. Las únicas denuncias presentadas son las de los tres policías lesionados a causa de los forcejeos. Once personas están emplazadas para declarar.

 

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