Nuevos aires en el Pit-CNT: primera mujer Secretaria General

Elbia Pereira, Secretaria

general del PIT-CNT: No soy Fernando

Pereira, soy más directa

Es la primera mujer en ocupar la secretaría general del movimiento sindical y apunta a marcar su impronta. Tiene tantos años de magisterio como de militancia y con su voz suave, sabe defender de manera firme sus posturas. Nos fuimos con la impresión que esta maestra llegó a hacer docencia a la sede de la calle Jackson.

Por Jorge Lauro y Alfredo García

PERFIL.

Nació en Montevideo, en Puntas de Manga. Su familia es de origen brasilero. El padre era carpintero, y fue linotipista del diario El Debate; su madre, ama de casa. Son cuatro hermanos, el mayor es varón y luego tres mujeres. Estudió Ciencias Económicas y luego optó por magisterio. Fue funcionaria de OSE durante diez años. Tiene dos hijos.

Tu tiempo como maestra fue en Soriano.

Casi todo. Trabajé en Montevideo el primer año, luego de recibirme. Lo mío era ser maestra y quería poder probar la escuela rural. Y tuve la posibilidad de elegir escuela rural en Parada Olivera. Luego, en Palmitas, tuve la dirección de un jardín de tiempo completo. Estaba ahí efectiva cuando me eligieron como secretaria general y me vine.

Con tu trayectoria, ¿podés definir cuándo empezó a embromarse el Uruguay a través de los alumnos?

Creo que ya empecé mi carrera en años embromados, casi en el año 90. Mi primera actividad laboral como maestra fue en un jardín de infantes de Pedro de Mendoza casi Aparicio Saravia. Veías eso a través de los chiquilines y las familias. Claro, no era lo mismo Montevideo que Soriano. Si bien sentís las necesidades económicas y sociales de las familias, es otra dimensión. No es lo mismo el oeste de Montevideo que el interior.

Se mantiene la cuestión de comunidad que acá se ha perdido.

Acá se pierde si hacés una mirada amplia. En los barrios, alrededor de la escuela, todavía está esa comunidad de solidaridad. La situación es más jorobada en los cinturones montevideanos que en el interior. Más allá de que allá también existen escuelas de contexto y complicaciones. El Uruguay, mirado desde mi perspectiva de maestra, acompasó ese proceso.

¿Es difícil ser dirigente de FUM?

Hace nueve años que estoy en la Secretaría General de la FUM, y si hace nueve años pude hacer lo que estoy haciendo es porque mi vida personal y familiar estaba bastante resuelta. Los hijos grandes, con sus propias independencias. Si no, es muy complejo.

Sobre todo siendo mujer.

Voy a decir algo feministamente incorrecto. Nunca sentí el machismo como límite. No quiere decir que no lo vea, pero nunca lo sentí.

En tu profesión son todas mujeres.

Somos todas mujeres. Y si los varones tienen los privilegios que tienen en Magisterio es porque nosotras se los damos.

Votan dirigentes hombres, que había que salir a buscarlos con lupa.

Cambió. En la FUM, no hace tantos años atrás, toda la dirigencia era masculina. El tiempo hizo que eso variara, y hoy parecería ser más adecuado a Ia realidad. Pero si me preguntás si para mí alguna vez fue un obstáculo, te digo que no. Lo que pasa es que también trabajo en el ámbito público, donde en la educación no hay distinciones salariales entre el hombre y la mujer.

¿Las hay en la educación privada?

Sí, claro. Por supuesto que las hay. Ahora está bastante más avanzada la equiparación, pero sí, hay diferencias. Hay tareas que aun hoy son exclusivamente masculinas o femeninas. En el acceso a los cargos jerárquicos generalmente le cuesta mucho más llegar a la mujer que al varón. Es una cuestión cultural de la humanidad. No se va a cambiar ahora.

Pero hemos visto avances.

Los reconozco. De hecho, estuve políticamente incorrecta en un congreso mundial de la mujer, de la Internacional de la Educación, cuando hace unos años atrás se discutía la cuota. Pedí la palabra y dije que no estaba de acuerdo. Me quisieron matar. Después me llamaron aparte. “Es el camino”, me dijeron. En ese camino, en materia de relaciones laborales, y en comparación con otros países, Uruguay tiene un nivel muy superior.

¿No creés en la cuota en ningún campo?

Ahora que maduré, me parece necesaria. Si no hubiese existido, no habría habido apertura. Ayer estuve en un evento de la Comisión de Discapacidad del PIT-CNT y decían lo mismo: sin cuota, el cupo, no se habría dado. Con la mujer pasa lo mismo.

¿Llegaste por cuota a la Secretaría General?

Creo que no. Sí entiendo que era necesario que hubiese equilibrios, y los hubo. De hecho, la corriente que yo integro, que es Articulación, tiene solamente dos varones, y somos más mujeres. No creo que haya entrado por cuota, pero si hubiese sido así no tendría ningún problema.

¿Cómo llegás a la vida sindical?

Cuando llego a Soriano, me afilio a la Asociación de Maestros de Soriano, en el año 89, y al poquito tiempo, cuando salíamos de aquella huelga, fuimos a elecciones y quedo como responsable de lo que sería una secretaría de cultura. Y de ahí hasta acá pasé por distintas responsabilidades. Llegué a la presidencia de ADEMU por poco tiempo. Después vine para acá. Me parece que el ámbito sindical es la forma en que los trabajadores tenemos que darnos ese espacio.

¿Cuál es el porcentaje de afiliación de los maestros?

En FUM-TEP estamos alrededor del 92 o 93% en este momento. Veinticinco mil personas. Esto no es producto del ahora sino de una trayectoria. La FUM tiene setenta y ocho años de vida, y la FUM-TEP un poquito menos. A veces se conversa con compañeros que han estado ocupando cargos en el anterior gobierno y te hablan del crecimiento en materia de afiliación y de militancia.

A veces tenés afiliación, pero no militancia.

Hay aumento de afiliación y de militancia. Hablan de la crisis del sindicalismo. Pero lo que uno vive es que la gente sigue en esa militancia, que será más profunda en algunos momentos de mayor conflictividad, pero los ves en la cotidiana. Levantás el teléfono y están, las treinta filiales, y eso es bueno. Es el cable a tierra que ellos nos permiten ver a los dirigentes que estamos a cierta distancia. Que no te alejes de las escuelas, que siempre tengas un panorama general de lo que va pasando. Yo estoy liberada en todo mi horario, pero si alguien puede pensar que sin eso podríamos tener ese nivel de acercamientos a esos lugares, es imposible. Son utopías. Respeto a quienes piensan de esa forma, pero no creo que pueda ser viable, por lo menos en el gremio nuestro. Esto lo discuto donde sea. Y lo digo especialmente porque hoy está muy cuestionado el tema de los fueros sindicales. Muy cuestionado, principalmente desde afuera, y hablo del gobierno, pero también desde adentro.

¿Hay dirigentes sindicales imprescindibles?

No existe actividad en la que alguien sea imprescindible.

¿Entonces por qué tienen que ser full time los dirigentes sindicales, y por tantos años?

Eso de eternizarte en un cargo es la democracia. No es que te eternices porque se te antoja. Te votan. La Federación Uruguaya de Magisterio hasta el último congreso votaba cada dos años. Voto directo y secreto. Los veinticinco mil, los que fueran. Los estatutos con personería jurídica de la FUM no te impiden la reelección. Y los compañeros siguen respaldando al grupo de dirigentes sindicales que están. ¿Eso está mal? No está mal. Te legitima. No te eternizás, y no perdés contacto con la realidad si tu modo de desempeñarte es con esos cables a tierra. Acá no tenemos oficinas, no tenemos más que aquellas dos piecitas. No te sentás atrás de un escritorio y desde ahí dirigís, como alguien puede pensar. No es esa la forma de dirigir que nosotros tenemos. Tenemos un proyecto que tiene tres grandes líneas de acción: la profesional, la puramente reivindicativa, de condiciones de trabajo, y la de servicios. Es un proyecto que lo plebiscitás cada dos años. Es lo que los compañeros entienden por voto directo y secreto, y por eso es democrático. ¿Que se pueda discutir y que haya que cambiar los estatutos? Por supuesto. Todo es discutible, y si alguien quiere proponerlo es perfectamente posible. Ahora, lo que no se puede es deslegitimar.

¿Cómo hace Marcelo Abdala que dos por tres está trabajando en la fábrica?

No voy a hablar de Marcelo Abdala. Yo no voy a hablar de otros, voy a hablar de cuáles actividades, y con todo el respeto que le tengo, porque es nuestro presidente, suelda barcos, y no es por minimizar su actividad. Y los maestros estamos con los niños. Me parece que hay ramas de actividad que tienen características propias que no permiten que se pueda utilizar el fuero sindical de manera alternada. Nosotros hace unos cuantos años hicimos un acuerdo por Primaria, en 2012, había un tironeo por los fueros sindicales. Y establecimos un acuerdo sobre cuándo fraccionar, como lo puede hacer, por ejemplo, FENAPES. Es complejo. Va atado a una profesión que no implica ni mayor ni menor compromiso que cualquier otro laburo, pero es de posibilidad y de oportunidad. Y comparto totalmente que no se puede perder el vínculo con la base. Por eso nosotros somos una federación. Y en cada uno de los lugares hay filiales que están mucho más en el territorio. Porque, hoy por hoy, donde todos estamos puestos en tela de juicio, porque vinieron por todo, por todos nuestros derechos, el hecho de la licencia sindical es una cuestión que para mí forma parte de los derechos ganados por los trabajadores.

¿Vinieron por todos los derechos? ¿Lo sentís así?

Sí, claro. Por supuesto que lo siento. Por ejemplo, durante mucho tiempo veníamos con el tema de las certificaciones médicas. ¿Complejo? Complejísimo. Tuvimos un departamento de salud dentro del CODICEN donde un médico certificaba. Montevideo era una cosa y el interior era otra. Se avanzó y pasamos a ser certificados por el BPS. Hoy está la propuesta, en borrador y muy firme, de ir al mismo modelo privado. Esto significa que los tres primeros días hay descuento de salario. Y hay algo que no está dicho, pero hay que leerlo porque es así, porque está en las normas, y es que hay un tope para esa prestación. La diferencia que tenemos es que para nosotros esto implica que el trabajador que se enferma tiene un derecho. Bueno, para ellos no es un derecho.

Ellos hablan del abuso.

Estoy de acuerdo con que si existe abuso hay que darle con todo, con un caño. Licencias sindicales, licencias médicas. A todos los abusos hay que darles con un caño. Pero yo estoy hablando de que para corregir un abuso es jorobado tener que arrancarle el derecho al resto.

El problema existe. Aumentó muchísimo el caso de gente enferma. ¿Cómo se soluciona?

Creo que hay varias cuestiones que pensar. Igual no estoy segura de estar de acuerdo con que aumentó muchísimo. Los números que sacó Servicio Civil, y nosotros se lo dijimos y ellos lo reconocieron, porque Conrado Ramos reconoció que esa información no es tan fiel como debería ser, se hacen de acuerdo a los vínculos laborales. ¿Qué es eso? Una maestra tiene un cargo de mañana y otro de tarde, y eso son dos faltas. No me vengan… Y no creo que se hayan equivocado, me parece que esto fue…

Interpretación de los números.

Claro, te vienen con esa cosa durísima y te muestran esos porcentajes amplísimos, en un universo donde el 90% somos mujeres. Y todos los cuidados familiares radican en la mujer. ¿Cómo podemos hacer? Pensemos las causas. ¿Qué causa las enfermedades? Un grupo tendrá enfermedades por causas profesionales, que hay que atender, por supuesto. Otras causas responden a la feminización de la tarea docente, y hay que pensar en los cuidados. Ahí podrá disminuir eso que los tiene preocupados, y que es que todo el mundo falta. Porque parece ser que las maestras no van nunca a las escuelas. Y acá también están todas las compañeras que están a cargo de los comedores escolares.

¿Qué las diferencia?

Las ollas eran gigantes, y todo el que ha entrado a una escuela lo conoce. ¿Cuántos años pueden estar las mujeres levantando esas ollas para lavarlas? ¿Por qué no atacan las causas, en vez de señalar y etiquetar como abusos? Lo que pasa es que sirve para otros intereses, es claro. ¿Pero cómo se corrige? No digo tener la verdad, pero capaz que mirando lo que ocasiona estas faltas o enfermedades, y armando un plan de prevención de enfermedades. La administración tiene los recursos para hacerlo. Así como está con el plan de políticas educativas, ¿por qué no un plan de salud de prevención para sus trabajadores? Son sesenta mil trabajadores en la ANEP, el número más grande de funcionarios en el país, si se quiere. ¿Y no va a cuidar a sus funcionarios, los va a castigar? Me parece que no es el camino.

Los defensores de ese discurso sostienen que el maestro se enferma y falta a la escuela pública pero igual va de tarde a la privada.

Eso es mentira. Y me animo a decir que es mentira, así como salen a decir que la FUM miente. Y voy a decir por qué es mentira. Si fuera verdad, ¿dónde deben apretar? En el BPS. ¿Quién certifica las licencias nuestras? El BPS. ¿Y hay cruzamiento de datos con el BPS? Por supuesto, y si no los hay, la responsabilidad es de ellos. Y si hay algún compañero que hace eso, por supuesto que no es ético. Si estás enfermo, estás enfermo todo el día. Ahora, si vas a cuidar un familiar un rato, y tenés la figura de cuidador de familiar en el público y no en el privado, y hacés uso de eso en el público, eso es correcto y es tu derecho. Pero eso no es el cruzamiento de datos en el BPS. Por lo cual eso que dicen es mentira. Y si fuese verdad, insisto, es su responsabilidad.

Es parte de la campaña para ensuciar.

Por supuesto.

Como cuando dicen que hacen paro y los chiquilines se quedan sin comer.

Qué tema, el de los comedores en el día de paro. No se mira a los comedores como servicio de alimentación integral. Se mira exactamente el día que se para. Ese día sos la peor maestra del mundo. Después el discurso lo moderaron, porque se dieron cuenta que se equivocaron. Porque los maestros no somos responsables de la comida de los chiquilines. Dieron vuelta el discurso y ahora les dicen a las cocineras, a las funcionarias que atienden los comedores. Es jugar muy sucio, porque claro que ese no es el centro de la discusión. El centro es otro, y es el derecho a la huelga, que es lo que está en la Ley de Urgente Consideración. Si se le habla a la ciudadanía y se pone a la FUM como mentirosa, a los maestros como a los que dejan a los niños sin comer, vas formando esa figura en la cabeza de la gente. Ellos mismos se dieron cuenta de que ese discurso era equivocado, pero ya había prendido en la ciudadanía, porque además las redes sociales se encargaron de defenestrar como quisieron. Cambiaron el discurso y le dijeron a la Federación que se hiciera cargo, porque ellos representaban a los no docentes. El último planteo que nos hicieron hace muy poco fue poder mantener las escuelas abiertas los días de paro. Es una discusión que todavía nosotros no procesamos a la interna con profundidad, como debería hacerse.

Guardias gremiales.

Ellos le llaman guardias gremiales.

Como hace la salud, por ejemplo.

Es distinto, porque es un servicio esencial. El gobierno anterior nos declaró servicio esencial, por pocas horas, pero nos declaró esencial. Y nos pusimos de punta, y verdaderamente tuvieron que recular porque no entraba dentro de lo que es un servicio esencial. La salud sí es un servicio esencial, porque pone en riesgo la vida humana. Una huelga o un día de paro no pone en riesgo la vida humana. Ningún niño se va a morir de hambre. Y además tu actividad profesional no es darles de comer a los chiquilines. Te ponen en una cancha en la que perdés, porque es un tema sensible, que toca fibras muy sensibles, y entonces perdés. Nosotros les dijimos en la cara que ellos tenían los tickets de alimentación, que los usaran, porque tal día íbamos a hacer un día de paro. Que no, que no se puede, que sale muy caro, que la burocracia. Y fue un no. Nadie sabe que las mil escuelas rurales del país fueron cubiertas con los tickets. ¿Podías o no podías? Pero te rendía más dejarnos a nosotros en un lugar de espaldas a la sociedad. Es difícil de remarla. En Magisterio tenemos una ventaja con ellos y es que nosotros estamos en las escuelas. Y con los padres hablás así, y estás en la comunidad.

Ahora salió una encuesta sobre que Primaria está bien conceptuada.

Claro, cómo no lo va a estar. Por los padres, que mandan a sus hijos a la escuela. Por eso te digo que nosotros tenemos una ventaja con ellos.

Siempre se habla de la crisis educativa, pero se habla también de que la escuela sigue manteniendo un buen nivel con respecto a Secundaria.

Son entreveros, donde se embarra. La intención no tiene que ser separarnos de la educación media. Lo que están haciendo con los profesores de San José es inaudito, increíble, no se puede entender y no tiene justificación ninguna.

La foto en un local vacío.

Lo que me llama la atención es que si eso es proselitismo, hace una semana y media atrás estábamos autorizados a entrar a todos los locales con la campaña por las elecciones, que hicimos todos, nosotros y ellos también. Y todos teníamos cartelitos. ¿Eso no es proselitismo? La foto es proselitismo; lo otro, no. Vamos. Es increíble, están destruyendo la vida de la gente. No invito a nadie a estar en los zapatos de esos profes. Es espantoso. Y han generado en el medio local de San José lo contrario a lo que ellos pensaban. La gente que conoce a los profes, que sabe quiénes son, el vecino que vive cerca en la cuadra, que va a la misma panadería, y conoce a la persona… Ellos no tomaron en cuenta esa dimensión. Pero que estén reculando, más o menos.

Schipani dijo que no los van a destituir, que le parece exagerada la medida.

Alguien le debe haber dicho: “Frenate”, porque él fue el abanderado de esto. Y lo de Marcel, también.

¿El abanderado o el mascarón de proa?

También. El mascarón de proa puede ser. Ahora se viene el tema salarial. Nosotros no hemos tenido ninguna pauta de recuperación del salario perdido. No hablo de la organización, pero no han dado ninguna señal de sentarnos a negociar de qué forma negociar el artículo cuarto de la ley de presupuesto. Dijeron que sí, que lo íbamos a recuperar cuando se alinearan los planetas. Perdieron el eclipse de luna, que podría haber sido favorable y no lo fue. El tripartito tiene que convocar. Y después la rama.

Pero después en los tripartitos el gobierno vota contra los trabajadores.

En el tripartito, si lográs algún acuerdo, llegás a lo posible de ser llevado a las ramas. Después en las ramas discutís las particularidades de tu rama. Eso es lo que se hace. Si leés lo que está pasando con los privados, ves que el 43% se convenió entre trabajadores y empresas por encima de la pauta del gobierno.

Los confiteros llegaron a un acuerdo y el gobierno se opuso.

Cuando llegan al acuerdo bipartito con la empresa, en los privados, porque no pasa en los públicos, el gobierno se retira. No es que se retira, es que no lo vota. Pero sale por acuerdo entre empresas y trabajadores. Esa es bipartita. Y es más de 40%. O sea que de alguna forma se puede hacer una lectura…

Muy optimista.

Sí, claro, y muy banal. Soy maestra. Se puede hacer una lectura y es que las pautas del gobierno no están siendo acompañadas ni por los empresarios. Como hay otros, puntualmente Paycueros, que ni siquiera quieren reconocer la retroactividad. No les quieren pagar la retroactividad. ¿A quiénes? A los que hicieron paro. Cosa terrible. Cuando hablo de ir contra los derechos también me refiero a eso.

Las agresiones contra los maestros no son tantas, pero están.

No hay que minimizarlas.

Explicame por qué, si hay una agresión en una escuela, paran todas las escuelas.

La única filial que tiene una resolución por asamblea de parar todas las escuelas es la de Montevideo.

¿Por qué eso?

Porque una asamblea constituida legítima y con quorum en Montevideo votó eso.

¿Tiene lógica? Desde tu punto de vista, como docente y como sindicalista.

No voy a hablar en contra de una medida que toma una filial. Te voy a decir, para mí, por qué eso se matrizó y ahora está difícil de modificar. Yo creo que fue una señal, en el momento, cuando se empezaron a visibilizar esas agresiones, que además fueron reiteradas y principalmente en Montevideo, fue como una medida tomada con el propósito de que estas cosas se frenaran. La cosa es que para poder dar vuelta una resolución tomada por una asamblea con quorum en la filial más grande que tiene la Federación en cuanto a números de afiliados no se trata de “llamo a la asamblea y propongo”. Eso quedó como resolución, hay mandato de la asamblea, y eso solamente lo revertís con otra asamblea. No sé si es el caso de que Montevideo esté discutiendo eso. La Federación,  no tiene esa resolución. Sí hemos hecho algunas, y recuerdo la que hicimos nacional, que fue una de las primeras y fue para todas las escuelas en el país, fue imponente y fue con ese argumento que te acabo de dar, como una medida para que aquello no pasara más. Después alguna vez siguió pasando, pero en Montevideo.

Dijiste que venían por todo y pusiste el ejemplo de las horas por enfermedad. ¿Qué más?

Hay algo que para mí es la columna vertebral, y no solamente para mí sino para la FUM, que es lo medular de todo esto y que es la participación.

¿La participación docente de las autoridades?

Claro. Y en muchos ámbitos también. Ellos barrieron con esa participación. A veces nos veían y nos calificaban como “tibios” a la Federación a la hora de tomar decisiones, porque tenemos un camino. Mejor, peor, pero lo teníamos, y que era sentarse y tratar de acercar distintas partes en la negociación. Muchas, miles, habrán salido púbicamente. Y otros millones no, pero sí se dieron, se llevaron adelante de esa manera, y con esa estrategia. La Federación se dio una estrategia, que es el diálogo. Vamos a la lucha, sí; vamos al paro, sí. En cualquier circunstancia no, es la única medida. La huelga, lo mismo que el paro, es una medida legítima.

Está en la Constitución.

Exacto, pero también están en la Constitución otras cosas que están rayando el límite de lo no constitucional. Ellos, por ejemplo, con esto de la participación, ¿qué te borran? Solamente la participación docente. Porque nosotros decimos lo que dice la LUC, una dirección general, pero son dos. Es la directora general, en este caso Fabeyro, en Primaria, y ahora de las Heras. Entonces, vamos. Éramos tres. ¿Quién falta ahí? Nosotros. Y eso no es menor.

¿Qué tanto poder de incidencia tenía el tercero?

Creo que lo que te daba es espalda, primero para mayor transparencia en la gestión. Al maestro de la escuela le daba un camino, a través de su organización sindical, para llegar con aquello que hablábamos hoy de no perder contacto. Preguntale a la directora general Fabeyro, y lo digo con respeto, qué posibilidades tiene de tener el contacto. Capaz, y solo capaz y tal vez, habiendo un tercer integrante en ese Consejo puede haber cosas, por experiencia, por haber estado otros años, por haber estado en las escuelas, que hoy ni la directora general, ni Olga de las Heras, que no sé qué cargo tendrá, debe ser subdirectora general, tenían conocimiento.

Son docentes, ¿no?

Fueron. Son, porque tienen el título.

Ideológicamente llegan con el discurso de que los docentes son parte del problema y no la solución.

Totalmente.

¿Cuál es la sorpresa?

No es que se llama sorpresa. Es que simplemente estas cosas son constataciones de una realidad que con estos cambios, que no digo que todos sean malos, ni que hubiesen sido innecesarios, como en el abuso de las certificaciones médicas. No digo que todo esto sea malo y que todo lo otro era fantástico, porque no lo era. Pero lo medular en esto es la participación. Tenemos intervenido Gestión Humana. Hay una inspectora ocupando un cargo no docente. Todas irregularidades. Ocupando un cargo no docente con funciones de interventora. ¿Había cambios para hacer? Seguramente sí, y muchos. ¿Era necesario un interventor externo en el lugar, ocupando un cargo no docente, con un cargo docente? Capaz esto es mínimo, pero no es mínimo. Y así se está funcionando. Parece que hay algo que también es de común denominador en estos momentos y que tiene que ver con la desconfianza. Creo que ellos no confían en los docentes, en el personal.

¿No tienen ningún motivo?

No lo sé. Si desconfían, ellos dirán cuáles son los motivos. Supongo que los tendrán, pero desde este lugar no veo el porqué de la desconfianza. Ellos ingresaron el 1º de marzo de 2020. En ese momento, cuando estaba la transición, cayó la pandemia y hubo que cerrar las escuelas. Hablaron con nosotros. No es cierto que no hayan hablado. Era transición. Y estábamos allí entregando las viandas, durante los meses de las escuelas cerradas, maestras y funcionarios. Y estuvimos. Hubo un diálogo, un acercamiento, a pesar de la pandemia, del miedo, de que no sabíamos qué pasaba. Estuvimos ahí, aportando. Cuando ellos deciden abrir las escuelas rurales, primero, antes que nada, fuimos a decirles que tuvieran cuidado, que el Ministerio de Salud Pública indicaba para esta pandemia se necesitaba limpieza profunda de esto y esto. Y que si eso no estaba, entonces que no abrieran esas escuelas, que no tenían personal auxiliar, ni una.

¿Lo sabían?

¿Cómo no lo va a saber Robert Silva? Pues hasta la Torre Ejecutiva fuimos a plantear eso, porque empezamos a darnos cuenta que se cerraban las puertas para el diálogo. Y dijimos que no, que las dos mil escuelas rurales no se podían abrir, que no tenían las condiciones. Después pasó todo lo que pasó mediáticamente, y quienes quedamos con el palo en la rueda fuimos nosotros. Pero no es por decir que teníamos razón. Era un aporte.

¿Por qué no lo vieron así?

Porque no confían. Porque si medianamente se hubiesen tejido esas confianzas, entonces hoy estábamos en otro lugar. Yo le escribí una carta al ministro Pablo Da Silveira, y esto pocas veces lo dije. Le dije que estaba equivocado en cuanto al lugar en que estaba colocando a la Federación. Con esto que les estoy diciendo, con el cierre de las escuelas, con el señalamiento. ¿Era para poner palos en la rueda o era para proteger a los compañeros, a los funcionarios, a los niños, a las comunidades? Era para aportar. Pasamos horas con el Ministerio de Educación Pública, con el CODICEN, con la nueva dirección general. Armamos protocolos, los firmamos. Nos hicimos cargo frente al resto de los compañeros que con muchísima y total legitimidad nos decían que nosotros, sus representantes, los estábamos mandando al matadero yendo a las escuelas. Y con toda legitimidad lo decían, porque había mucho miedo. Nosotros también lo teníamos. Pero cuando vos participás y asumís una responsabilidad en lo que estás participando, asumís el riesgo. Pero cada vez más se fueron cerrando esos ámbitos de poder dialogar, buscar acuerdos genuinos. Creo que esas cosas, a nivel de Primaria y CODICEN, están complicadas.

¿Y no hay forma de revertirlo?

Creo que sí. Uno de los signos de que las cosas se pueden empezar a revertir son las elecciones del CODICEN. Después de eso tuvimos una bipartita con ellos. Yo vine acá, me senté y les dije a los compañeros, en un zoom para todo el país, que cambiaron y estaba bueno, y ellos mismos en ese momento reconocieron que podíamos tener un intercambio y un diálogo como llegando a algo. Es cierto. Ahora, a los dos días nos sentamos con Primaria por eso de los comedores y nos dicen una cosa que nosotros transmitimos tal cual nos dijeron y mediáticamente a través de la prensa nos salieron a decir mentirosos. Empujamos mucho para que las reuniones se hicieran presenciales. Todos los maestros, todos los niños, las escuelas, los docentes, los funcionarios, todos trabajaron, menos las reuniones con Primaria, que seguían siendo a través de la pantalla. En un momento le dije a la directora de Primaria que si era por las vacunas, que no son obligatorias, yo tenía tres. Que si era por vacunas, íbamos y mostrábamos que estábamos vacunados, aunque no fuera obligatorio. Hasta a eso nos avenimos. Al final aflojaron, y ya tuvimos dos reuniones en las que nos pudimos sentar a conversar. Parto de la base lamentable de la desconfianza. Ojalá me equivoque mucho y la historia diga que qué espantoso lo que dijo Elbia en aquella entrevista. Pero siento eso, que desconfían de nosotros.

¿Se busca privatizar la educación pública?

Se abren muchas puertas, más de las que se estaban abriendo antes. Y acá hago hincapié. La puerta a la privatización ya tenía un sesgo de apertura y ahora se abre más, claro que sí. Se coloca a lo que es privado en un mismo nivel que la educación pública. Por otro lado, se coloca a la educación pública en una idea de crisis. En un momento, alguien me dijo que la LUC no hablaba de privatización. No, no lo dice, y no lo va a decir. Si realmente el propósito era ese, lo están logrando. Esto no quiere decir que los niños de las escuelas públicas vayan a pulular las escuelas privadas, porque esa no es la discusión. La discusión no es entre las escuelitas públicas y las privadas. No es eso. Va mucho más allá, va al sentido de lo público. Ese es el meollo. El sentido de lo que es para todos. Lo público es de todos, y esos son derechos, y nosotros partimos de esa ideología que es de derechos, y no de quién tiene más para poder pagar.

Una mejor educación.

No digo mejor, porque para mí no es mejor, Y no es por necedad. Está en los resultados. Escuelas de barrio. Yo, hija de un carpintero, en mi barrio fui a un colegio privado del barrio. Mi padre era el que hacía el mantenimiento de la escuela, y fui ahí, y no tengo ningún prejuicio contra la escuela privada. Ahora, los resultados educativos de una escuela privada de un barrio y de una escuela pública son similares. No lo digo yo, lo dicen las investigaciones. Si son similares, ¿por qué, entonces, voy a desprestigiar esto para dar oportunidad a lo otro? Es un modus operandi que no se da solamente en el Uruguay. Hay que mirarlo con más amplitud, pasa en otros países. Claro que el mercado educativo está golpeando las puertas. Y si tenías una hendijita en tu puerta y ahora te empujan para que eso se abra, por supuesto que va a entrar. Lo que sí dice la LUC, con la extensión del tiempo pedagógico, y eso hay que leerlo, dice que el tiempo de escuela va a seguir con la escuela pública, aunque no habla de pública, y el resto en ONG y otros. Entonces, ¿de qué me estás hablando? No me escondas lo que escribiste. La palabra privatización no la escribiste, pero que la puerta está abierta, y cada vez más, lo está. Estaba de antes, sí. Le habían sacado la llave.

¿No es necesaria una reforma en serio en la escuela pública uruguaya?

¿Y vos decís que la LUC es una reforma en serio?

¿No tenemos grandes carencias, viendo hacia dónde apunta el desarrollo de la sociedad a corto y mediano plazo?

Cuando yo fui a la escuela, la escuela te brindaba lengua, matemática, hacías un dibujo los viernes a última hora en la hoja de garbanzo y la tierra de colores antes de irte para tu casa. No mucha cosa más. ¿Estaba mal? Capaz estaba bárbaro para su momento. El Uruguay tuvo una mirada mucho más integral de lo que son los aprendizajes y la educación de las personas. Para mí el Uruguay tuvo una mirada muy clara en que no solamente aprendemos matemática, lengua, un dibujo los viernes antes de irnos y a veces un profesor de Educación Física, si tenías suerte. Eso se amplió, en programas, en proyectos, más allá de que estemos de acuerdo o en desacuerdo en cómo se aplicaron. Esa es otra discusión. Pero hasta hace poco había Educación Física.

¿Y ahora?

El otro día les preguntamos qué pensaban, a ver si iban a llamar a concurso para avanzar en este tránsito. Nos dijeron que lo estaban pensando. Esa fue la respuesta. ¿Esto forma parte de una educación integral? Sí. Arte, todo lo que tiene que ver con arte, con cultura artística. Se hicieron, por ejemplo, escuelas de tiempo extendido. De mañana están con las talleristas, y de tarde con lo curricular. Se extiende el tiempo pedagógico a una mirada mucho más integral basada en el derecho, dentro de lo público. No importa si lo podés pagar. No era para todas las escuelas, y todo lo que quieras, pero se avanzó. Estaba, el Uruguay seguía mirando eso. Llegó la robótica a las escuelas. El Plan Ceibal, con todos los cuestionamientos que pudo haber tenido en su momento. Llegó, se quedó, y todos los niños tuvieron la oportunidad de acceder a un conocimiento por igual. Me parece que hacer un corte y preguntar si es necesario reformar… No sé si utilizaría la palabra reformar. Hablo solamente de Primaria. Sí es necesario seguir para adelante cuando tenés políticas educativas que tienen que ser políticas de Estado que trasciendan a los gobiernos. Y no es lo que está pasando. La política educativa se está convirtiendo en una política de gobierno y no de Estado. ¿Qué va a pasar con el Uruguay en el 2024, cuando tengamos elecciones? Si se sigue la misma línea, se profundizará lo que se crea mejor en esa línea. ¿Y si cambia?

“Venimos a cambiar el ADN de la educación”.

La generación que hoy está en primer año de escuela va a estar en quinto cuando termine el gobierno. Este tramo, que es muy importante en la vida de los niños, con el primer contacto con la educación formal, va a cambiar de otra manera, con otra perspectiva, yendo a otro lugar. Para mí tenés que mirar la educación en términos mucho más amplios que atados a un gobierno. Si no, te va a pasar esto. El Uruguay del para adelante para atrás, donde cada uno que venga va a ver algo que no está bien y lo va a querer cambiar. A todo esto son generaciones de gurises a los que muchas cosas les van a quedar por el camino. Claro, ahora tenés encima dos años de pandemia. Los gurises iban a los campamentos. En nuestro proyecto en servicios del que les hablaba, nosotros tenemos colonias de vacaciones. En la década del 90, una que es con convenio con el Ministerio de Transporte, donde la contraparte social que la Federación convino con ellos fue que todas las escuelas públicas llevaran sus niños. Es importante la recreación, la convivencia. Esos espacios son educativos. Ahora la pandemia puso un paréntesis, pero mientras en Lavalleja, donde hay una colonia de Primaria, tuvimos que estar a los tironeos con los cargos que allí estaban radicados. ¿Por qué? Claro. Esto va atado al ajuste en el presupuesto.

Es una promesa de campaña.

Es un compromiso de campaña. Y ellos están cumpliendo con ese compromiso. ¿Pero quiénes lo pagan? La generación. Porque lo pagamos nosotros los trabajadores, con nuestro salario, y está bien reivindicar eso. Pero, ¿quién lo paga en materia educativa? Los chiquilines. Este es el período de cinco años que vive un niño que ingresa con seis y egresa con doce. Es mucho tiempo para un niño, en la vida de una persona.

El tiempo completo tendría que ser una cuestión generalizada.

¿Y qué te van a dar? Depende de la escuela de tiempo completo.

En el mundo la tendencia son escuelas de seis, siete, ocho horas.

Una cosa es la cantidad de horas que se permanece en una escuela, y otra cosa son las escuelas de tiempo completo, que responden a un programa, que tiene determinadas características.¿Y para eso qué precisás? Docentes, aulas.

Una reforma educativa con todos los recursos que se necesitan.

Creo que sí. Creo que hay que contemplarlo, porque además contempla algo muy controversial dentro del magisterio y que es el tema cuidados. Esto no implica que las maestras seamos cuidadoras de los niños, lo digo con todas las letras. Pero el tema cuidados hay que ponerlo sobre la mesa, y va de la mano con el tema del género.

Con una escuela de cuatro horas la madre no puede laburar.

No puede.

La clase media, o la clase alta, hoy opta por la escuela privada, por los horarios.

Lo dijo públicamente el presidente del CODICEN, cuando le preguntaron por qué mandaba a sus hijos al Elbio Fernández.

La democratización de la educación pasa, entonces, por la posibilidad de que todos puedan tener ese tipo de formación.

Sí, las mismas oportunidades. Porque no solamente es la madre de clase media la que no puede trabajar. Las de La Boyada tampoco pueden. Quedan en la calle, esa es la diferencia. Nosotros hacemos un esfuerzo titánico y pagamos a alguien que nos vaya a dar una mano si no tenés a los abuelos. Pero en otros lugares, donde no hay esas posibilidades, los niños quedan en la calle.

Secretaria general del PIT-CNT. Es la primera vez que una mujer tiene ese cargo.

Sí, es la primera vez.

¿Qué te va a implicar? ¿Qué impronta le vas a dar? El que labura es el secretario general.

Lo tengo claro.

Fernando era la cara visible y Marcelo laburaba. Ahora hicieron un enroque.

Es distinto.

No le pidas laburo a Joselo, porque nunca laburó.

No te voy a seguir en eso porque no es lo políticamente correcto. Yo no le tengo miedo al trabajo. La única diferencia que veo, por lo menos al inicio, es que ellos sí tienen experiencia ahí adentro y yo no. La figura y la construcción desde la Secretaría General la tengo que aprender, y para eso la tengo que construir, y construirla me va a llevar un poquito más de tiempo. Hoy, si me preguntan cuáles son los objetivos primarios, te diría que el primero es aprender.

Te van a jopear todo el tiempo, al principio.

Por supuesto, tengo claro que es así. Tengo claro que la Secretaría General tiene que tener un papel de coordinación del resto de las secretarías, porque la vida de la central pasa por la Secretaría General y no por la Presidencia.

Dentro de la central, el sindicato policial llegó para quedarse.

Llegó para quedarse siempre y cuando todos, o la mayoría, como pasó en el congreso, lo entendió de esa forma como clase trabajadora. Desde ahí, y mientras como cualquier otro sindicato se mantenga la igualdad de clase, creo que el sindicato policial, o la FUM, o FUECYS, AEBU, o cualquier otro, estaría. También creo que no es un sindicato cualquiera, por sus limitaciones, por su rol, por su desempeño. Pero me parece que no es el sindicato al que le tengamos que poner el ojo en la nuca todo el tiempo. Si no, es difícil de construir. Y los compañeros son relativamente nuevos en la organización sindical, y en eso hay que sacarse el sombrero porque tienen una organización creciente en número, muy pujante, con militancia y con ganas de militar. Como cualquier otra organización sindical que llega al PIT-CNT, y acaban de ingresar también los compañeros de la UTEC, que también se organizaron y pidieron la afiliación, por lo cual son bienvenidos. Ojalá se mantengan todos en esta central única.

¿Cómo vas a manejar la lucha de tendencias que hay?

No sé tejer (risas). No sé hacer esa actividad manual propiamente adjudicada a las mujeres.

Pero cocinar sabés.

Tampoco, ni me gusta. Si se espera de mí que yo sea Fernando Pereira, no lo soy.

Sos mucho más frontal, más de ir a choque.

Soy distinta, soy más directa.

Si tenés que encarar el debate, lo encarás.

No tengo ningún problema y no me importa de dónde venga. No agarré a palos a nadie, porque eso nunca lo hago.

Queda feo decir que Fernando era indirecto.

No era indirecto. Tejía, cocinaba, bordaba, y lo hacía espectacularmente bien. Yo no estoy ni cerca de poder hacer lo que Fernando hacía, porque ni cocino ni tejo ni bordo ni plancho. Actividades puramente femeninas. Fernando las hacía a la perfección. Tenía una personalidad que fue construyendo y creciendo, por supuesto. Insisto en que hay cosas que hay que aprender, y yo voy con esa humildad. No siempre es fácil pasarme por arriba, pero es claro que en muchas cosas me van a pasar. Hoy fue la primera mesa representativa y creo que con Marcelo Abdala tenemos los dos más que claro dónde está ubicado cada uno. Vamos a trabajar bien. Por ahora voy a dividir mis tiempos, de mañana estoy allá, hasta las dos de la tarde. Acá hay un equipo de trabajo que se construyó hace mucho tiempo. Trabajamos de taquito. Allá no, por lo cual allá tengo un espacio para construir, que es necesario que se haga, y lo voy a ir haciendo de acuerdo a los tiempos que necesite. Y me equivocaré más de lo que acertaré. Creo que van a ser más errores que aciertos, pero no me asustan los errores.

¿Es bueno o es malo que Fernando pase a la presidencia del Frente Amplio?

No califico las acciones ni de un gran dirigente ni de un amigo.

No para él, sino para el movimiento sindical.

Para el movimiento sindical es un cambio. Creo que ahora ya lo procesamos, pero en el primer momento creo que no había uno que no le dijera que no se fuera. Porque claramente Fernando tenía un manejo, una conducción, tenía su vida dedicada al movimiento. Era el que uno puede entender como imprescindible, aunque nadie sea imprescindible. Es difícil, sí. Pero creo que las cosas han madurado y el movimiento sindical tiene que madurar, y los cambios son buenos.

¿Qué pasa si se pierde el referéndum?

Creo que hay que barajar y dar de nuevo. Así como se ganó con la juntada de las firmas, si se pierde el referéndum, que es una posibilidad, y de acuerdo a las encuestas está muy peleado, no va a ser nada sencillo. Pero creo que si se pierde, hay que barajar y dar de nuevo, en cuanto a dónde nos vamos a parar y con qué perspectiva. No va a ser lo mismo si llegamos a meter este gol que si no lo hacemos. Igualmente, insisto en algo: yo venía del Ministerio de Trabajo con un excelentísimo trabajo con el ministro, con acercamientos. No nos vamos a poner de acuerdo en todos los temas, pero por lo menos creo que esas instancias están. Fernando dejó canales abiertos, los canales que supo construir. Creo que tenemos el desafío de mantenerlos, sin abusar y sin restringir. Tenemos el desafío de seguir siendo los confiables en ese aspecto, y en esto saco a la educación, a lo que califiqué de otra manera. Pero en términos de gobierno me parece que el movimiento sindical tiene un grado de prestigio.

Es un interlocutor válido.

Totalmente, y creo que hay que mantenerlo.

Más allá del resultado del referéndum no es el fin del Uruguay.

Por supuesto que no.

A veces parece que se polarizara, de un lado y del otro, como si se jugara la copa del mundo.

Por supuesto que no. Cuando hablé de barajar y dar de nuevo me refería a las líneas del accionar. Porque si esto es en marzo, como se prevé, estar en julio en una campaña, porque vamos a recuperar la dirección en un Consejo, transformando la dirección general en un Consejo, y vamos a estar abocados en esa dirección. No es la primera vez que el movimiento sindical se enfrenta a no lograr su objetivo. No es el fin del mundo, claro que no lo es.

 

 

 

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