Colombia: triunfo de la izquierda, una esperanza popular

Colombia: histórico triunfo de

Gustavo Petro en la segunda

vuelta presidencial

19 de junio 2022

“Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria”, manifestó el político izquierdista tras su triunfosuscripciones.

Por primera vez, Colombia tendrá un gobierno de izquierda, después de que Gustavo Petro, candidato de la coalición Pacto Histórico, se impusiera en la segunda vuelta electoral sobre el derechista Rodolfo Hernández, quien era postulante por la Liga de Gobernantes Anticorrupción.

Según los datos oficiales del preconteo realizado por las autoridades electorales, con la información de más de 99,90% de las mesas, Petro consiguió 50,47% de los apoyos contra 47,28% de su oponente.

En votos absolutos, el futuro mandatario colombiano obtuvo 11.277.905 adhesiones y Hernández 10.565.106. El 2,2% de los ciudadanos votaron en blanco –501.815– y 271.654 sufragios fueron anulados. En esta segunda y definitiva instancia electoral fueron a votar 22.344.826 ciudadanos, cuando en la primera vuelta celebrada el 29 de mayo lo habían hecho 21.441.605. El total de ciudadanos habilitados para votar era de 39.002.239.

Cuando los reportes de las autoridades electorales indicaban que la tendencia era irreversible, Petro realizó su primera manifestación pública como presidente electo en un mensaje en su cuenta de Twitter. “Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria. Esta victoria para Dios y para el Pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas”, expresó Petro, quien horas más tarde brindó un discurso en el Movistar Arena de Bogotá ante miles de simpatizantes.

“Es historia lo que estamos escribiendo en este momento. Una historia nueva para Colombia, América Latina y el mundo. Lo que viene es un cambio de verdad”, dijo el futuro mandatario. “El cambio consiste en dejar el odio atrás. El cambio consiste en que seamos una Colombia, no dos Colombias. Para que eso pase, necesitamos la política del amor, como una política del entendimiento, del diálogo y comprendernos los unos a los otros”, agregó Petro.

Reconocimientos y felicitaciones

Tras ser derrotado, Rodolfo Hernández emitió un breve mensaje en una transmisión en Facebook en el que reconoció la victoria de Petro y le pidió que no defraude a quienes lo eligieron. “Colombianos: hoy la mayoría de ciudadanos que votaron lo han hecho escogiendo al otro candidato. Como lo expresé reiteradamente, acepto el resultado, como debe ser, si deseamos que nuestras instituciones sean firmes”, comenzó diciendo Hernández desde su casa, en la localidad de Piedecuesta, en el departamento de Santander.

De acuerdo a lo que informó el diario bogotano El Tiempo, el candidato perdedor dijo que espera que la decisión que tomó la ciudadanía sea beneficiosa y que el país se encamine hacia el cambio que predominó en el voto de la primera vuelta.

“Le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir al país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción y que no defraude a quienes confiaron en él”, expresó Hernández, quien antes de finalizar su discurso agradeció a quienes lo votaron.

También se manifestó luego de las elecciones el presidente Iván Duque, quien le pasará el mando a Petro el 7 de agosto, día en el que en Colombia se conmemora la Batalla de Boyacá, ocurrida en 1819, decisiva para la independencia del país.

“Llamé a Gustavo Petro para felicitarlo como presidente electo de los colombianos. Acordamos reunirnos en los próximos días para iniciar una transición armónica, institucional y transparente”, manifestó Duque en su cuenta de Twitter.

La misma herramienta utilizaron varios referentes políticos del continente para manifestarse sobre el histórico acontecimiento. Uno de ellos fue el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien escribió: “Felicito calurosamente a los compañeros Gustavo Petro y Francia Márquez y a todo el pueblo colombiano por la importante victoria en las elecciones de este domingo. Deseo éxitos a Petro en su gobierno. Su victoria fortalece la democracia y a las fuerzas progresistas de América Latina”.

Por su parte, el presidente chileno, Gabriel Boric, manifestó: “Acabo de hablar con Gustavo Petro para felicitarlo por su triunfo en la presidencia de Colombia junto a Francia Márquez. ¡Alegría para América Latina! Trabajaremos juntos por la unidad de nuestro continente en los desafíos de un mundo que cambia velozmente”.

También expresó su beneplácito por el triunfo del candidato izquierdista el presidente venezolano, Nicolás Maduro. “Felicito a Gustavo Petro y a Francia Márquez por la histórica victoria en las elecciones presidenciales en Colombia. Se escuchó la voluntad del pueblo colombiano, que salió a defender el camino de la democracia y la Paz. Nuevos tiempos se avizoran para este hermano país”, escribió desde Caracas.

Gustavo Petro: el economista

que propone un cambio de

modelo en Colombia

19 de junio 2022

Fue alcalde de Bogotá hace una década y guerrillero en su juventud, y este año se convirtió en el presidente más votado de la historia del país.

Gustavo Francisco Petro Urregi, el presidente electo de Colombia, nació el 19 de abril de 1960 en Ciénaga de Oro, Córdoba. Es descendiente de inmigrantes italianos. De profesión economista, en su juventud militó en el Movimiento 19 de Abril (M19), un grupo guerrillero urbano, que se desmovilizó en 1990 y pasó a ser la Alianza Democrática M-19. Por esta alianza Petro fue electo diputado en 1991. En 2006 fue electo senador por el Polo Democrático Alternativo, cargo al que renunció para presentarse por primera vez como candidato a la presidencia de Colombia, en 2010. Entre 2012 y 2015, con Progresistas, fue alcalde de Bogotá, la capital del país, y en 2018 volvió a ser candidato a la presidencia. Durante su mandato como alcalde, fue destituido del cargo por la Procuraduría, y luego restituido, tras un fallo a su favor del Tribunal Superior de Bogotá.

Tras la conformación, bajo su liderazgo, del Pacto Histórico, Petro ganó la consulta interpartidaria y volvió a ser candidato a la presidencia, siendo el más votado en la primera vuelta, celebrada el 29 de mayo.

Petro está casado con Verónica Alcocer, con la que tiene dos hijas, Sofía y Antonella. Pero además tiene otros tres hijos con parejas anteriores. Alcocer y sus hijas tuvieron una activa participación en la campaña electoral, algo que fue destacado como novedoso por los medios colombianos.

Entre las principales propuestas de gobierno de Petro están el cambio del modelo económico con el impulso de la producción agropecuaria y una reforma agraria, el cambio de la matriz energética para cuidar el ambiente, medidas para promover la paridad de género, cambios en las Fuerzas Armadas y una reforma tributaria para que paguen más las grandes fortunas.

Petro ha recibido el apoyo de los principales referentes de la izquierda latinoamericana. El expresidente José Mujica dijo previo a las elecciones del domingo que Petro es “un hilo de esperanza para la sociedad colombiana y para los pueblos, sobre todo los humildes y las clases medias de América Latina”.

El domingo, el presidente chileno, Gabriel Boric, saludó en Twitter el triunfo de Petro y prometió trabajar “juntos por la unidad de nuestro continente”.

Francia Márquez: mujer,

afrodescendiente y protagonista

de un cambio histórico

19 de junio 2022

Entrevistada en 2021 por la diaria, dijo que resolvió sumarse al Pacto Histórico porque es “la hora de los pueblos” y de “romper con la política tradicional”

“Soy parte de un proceso, de una historia de lucha y resistencia que empezó con mis ancestros traídos en condición de esclavitud. Soy parte de la lucha contra el racismo estructural, soy parte de los que luchan por seguir pariendo la libertad y la justicia. De quienes conservan la esperanza por un mejor vivir, de aquellas mujeres que usan el amor maternal para cuidar su territorio como espacio de vida, de quienes alzan la voz para parar la destrucción de los ríos, de los bosques, de los páramos”. De este modo se define la vicepresidenta electa de Colombia, Francia Márquez, en su sitio en internet. Como parte de un proceso colectivo que comenzó hace cientos de años y que continuará cuando ella ya no esté.

“Hoy se levanta la voz de los que ya no están”, escribió este domingo en Twitter, tras conocerse el triunfo de la fórmula del Pacto Histórico.

En agosto del año pasado, en entrevista con la diaria, opinaba que la élite de su país no ha aprendido a construir en la diversidad. “Al que piense diferente buscan cómo destruirlo de cualquier manera”, decía.

Creció en una familia numerosa en el municipio de Suárez, en una zona rural del suroccidente colombiano. Su militancia política comenzó desde el ambientalismo, en lucha contra los proyectos extractivistas y minero-energéticos de la localidad donde nació. También se vinculó, desde joven, con el Proceso Comunidades Negras, una de las organizaciones que reivindican la lucha por los derechos étnicos y territoriales de los pueblos afrodescendientes. “Y me descubrí negra. Porque uno crece en un territorio racializado, colonizado, tiene ataduras del racismo y el colonialismo que hacen que no se reconozca, que no se sienta orgulloso o digno de lo que es”, dijo en la mencionada entrevista.

Resolvió convertirse en candidata del Pacto Histórico porque había llegado el momento, según dijo. Era hora de los pueblos “oprimidos, excluidos, violentados”. “Es romper con la política tradicional, pero además es quitarles poderío a las mafias electoreras. También es la oportunidad de hacer una agenda legislativa que ponga en el centro la vida, que priorice los intereses colectivos”, expresó.

El líder del Pacto Histórico le ganó el ballottage al empresario Rodolfo Hernández

Gustavo Petro, electo presidente

de Colombia: “Llegó el gobierno de la esperanza”

En su primer discurso, el nuevo mandatario progresista hizo hincapié en la necesidad de lograr un reencuentro social y político en su país. 

Por Marco Teruggi

20 de junio de 2022 –

Gustavo Petro y Francia Márquez a la hora del festejo..

Desde Bogotá

Gustavo Petro es el nuevo presidente de Colombia. Con 99.91 del preconteo realizado por la Registraduría el candidato del Pacto Histórico ganó con el 50.46% para un total de 11.278.437 votos, convirtiéndose en el mandatario más votado de la historia del país. Su contrincante Rodolfo Hernández, por su parte, obtuvo el 47.29% con 10.569.258 votos. La noticia se confirmó una hora y media después de cerrar las urnas en un domingo cargado de expectativas, tensiones y una participación alta para Colombia: 57.88% del padrón electoral, tres puntos más que en la primera vuelta.

“Hoy es un día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria. Esa victoria para Dios y para el Pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas”, escribió Petro en su cuenta de Twitter al confirmarse la tendencia irreversible de su victoria.

La noticia fue vivida con júbilo por quienes votaron por Petro. No solamente por la victoria, sino por el rápido reconocimiento del presidente saliente Iván Duque y también de Rodolfo Hernández, quien escribió: “llamé a Gustavo para felicitarlo por el triunfo y ofrecerle mi apoyo para cumplir con las promesas de cambio por las que Colombia votó hoy”. La aceptación de la derrota disipó las posibilidades de un escenario de tensión que recorría algunos análisis en días previos.

No era el único elemento de preocupación puertas adentro del Pacto Histórico, también lo eran las denuncias por la parcialización de la Registraduría, y la falta de auditoría de los softwares. Las últimas horas antes de las elecciones se habían cargado de denuncias sobre posibles fraudes, algo que también había sido señalado en la primera vuelta, en este caso amplificado por la posibilidad de una elección disputada por pocos votos como marcaban las diferentes encuestas. El resultado, en horas tempranas de la tarde, fue de un festejo en todo el país, con epicentro en el estadio Movistar Arena de Bogotá, donde se esperaba a Petro y Francia.

El cambio para Colombia

“Sí se pudo, sí se pudo”, coreó el estadio ante la llegada del nuevo presidente y la nueva vicepresidenta. “Este día que indudablemente es histórico, es historia lo que estamos escribiendo en este momento, para Colombia, para América Latina, para el mundo, una historia nueva porque indudablemente aquí lo que ha ocurrido hoy con estos 11 millones de electores (…) es un cambio, un cambio real”, señaló Petro.

“El cambio significa la bienvenida a la esperanza, la posibilidad de abrir un futuro, el cambio significa abrir las oportunidades para todos y todas las colombianos y colombianas, que esa esperanza pueda llenar todos los rincones del territorio nacional, el cambio significa que llegó el gobierno de la esperanza”, afirmó, en un discurso que hizo hincapié en numerosas oportunidades en la necesidad de lograr un reencuentro social, político, en el marco de un país que volvió a expresar grandes divisiones que recorren Colombia.

“No es el momento de los odios. Este gobierno que va a iniciar el 7 de agosto es un gobierno de la vida. ¿En qué consiste un gobierno de la vida? Primero en la paz, segundo en la justicia social, tercero en la justicia ambiental, la paz como eje de un gobierno de la vida”, señaló, acompañado por su hija Sofía Petro y su esposa Verónica Alcacer.

“La oposición que tendremos, bajo los liderazgos que sean, será siempre bienvenida en el Palacio de Nariño para dialogar sobre los problemas de Colombia (…) En este gobierno que se inicia nunca habrá persecución política, persecución jurídica, habrá respeto y diálogo, es así como podremos construir el Gran Acuerdo Nacional, que ya se comenzó a construir entre 11 millones de colombianos y colombianas, pero tiene que ser con toda la sociedad colombiana”, indicó, en relación al Acuerdo anunciado el día viernes junto a dirigentes políticos provenientes en muchos casos del centro político.

“Si me preguntan para qué es un Acuerdo Nacional diría para construir los máximos consensos para alcanzar las reformas que hagan que las personas tengan una vida mejor”, afirmó el ahora presidente, quien se refirió a las grandes transformaciones necesarias para Colombia, como la transición energética hacia las energías limpias, la justicia social, o la paz.

Un llamado a la paz

“La paz es que la sociedad colombiana tenga oportunidades, es que alguien como yo pueda ser presidente, o alguien como Francia pueda ser vicepresidenta, la paz es que dejemos de matarnos los unos a los otros. Desde el gobierno que se iniciará el 7 de agosto comenzará la paz integral en Colombia, a partir primero del gran diálogo nacional entre la sociedad colombiana toda, y, en segundo lugar, a partir de lograr que las armas dejen de disparar”.

El ahora electo presidente también se refirió a la política internacional: “me han llamado casi todos los presidentes de América Latina, y creo que sí podemos proponer, ahora, sobre este triunfo que nos ha dado el pueblo colombiano, un diálogo en las Américas sin exclusión de ningún pueblo, de ninguna nación, en la diversidad de América Latina”. Su discurso al respecto estuvo centrado en la necesidad de lograr acuerdos de cara a la transición energética:

“Creo que es el momento de sentarse con el gobierno de los Estados Unidos y hablar, dialogar, sobre lo que significa el hecho de que en todo el continente americano que compartimos, allá se emita como en casi ningún otro país gases de efecto invernadero, y aquí los asumimos, los absorbemos a partir de nuestra selva amazónica.”

El triunfo y alegría en tantas personas en el Movistar Arena dejó ver la importancia histórica del resultado, en particular luego de los tres años pasados consecutivos de grandes protestas, represiones y persecuciones. Petro se refirió al hecho al pedirle al Fiscal General que sean liberados los jóvenes injustamente detenidos en particular los últimos días, cuando se denunciaron arrestos ilegales de jóvenes que habían sido protagonistas del estallido del año pasado, como en la ciudad de Cali.

Colombia comienza una nueva época, que como recordaron Petro y Francia, proviene de la larga historia de resistencias que los antecedieron y de la cual forman parte. El país, que viene de más de 70 años de conflicto armado y 30 de neoliberalismo está ahora ante la posibilidad de un gobierno que proponga cambiar el statu quo conservador, desigual y sistemáticamente violento. El 7 de agosto marcará el inicio de una nueva oportunidad para un país que tanto la ha buscado.

Opinión

Petro, una victoria histórica

Por Atilio A. Boron

20 de junio de 2022 –

 Con poco más del 98 por ciento de las mesas escrutadas se confirmó el triunfo de Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia. Petro reunía el 50.51 por ciento de los votos contra 47.22 de su rival. Se trata de una victoria extraordinariade proyecciones no sólo nacionales sino continentales. Lo primero, porque se produce en un país sometido durante largas décadas al arbitrio de una de las derechas más brutales y sanguinarias de América Latina. El crepúsculo de su predominio se vislumbró en la primera vuelta electoral cuando el uribismo, como personificación de aquellas nefastas fuerzas políticas, no pudo siquiera garantizar que uno de sus varios candidatos pudiera llegar al balotaje. Por eso debieron recurrir a un personaje de opereta como Rodolfo Hernández, en quien volcaron todo su apoyo y trataron de presentarlo como si fuera un estadista cuando en realidad era un bufón, y fracasaron en su empeño. Los candidatos del Pacto Histórico debieron luchar contra un establishment que controla todos los resortes del poder en Colombia, y lograr derrotarlo. Un mérito que, sin duda, debe ser saludado por todas las fuerzas democráticas de Latinoamérica y el Caribe.

Decíamos también que se trata de una victoria de proyecciones continentales porque reafirma los vientos de cambio que retomaron brío en la región, luego de un breve interregno de la derecha, con la elección de Andrés Manuel López Obrador en México en Julio del 2018, seguida al año siguiente por las victorias de Alberto Fernández en Argentina y de Evo Morales en Bolivia, frustrada ésta última por la conspiración maquinada por la OEA, la Casa Blanca y la derecha fascista boliviana. No obstante, con la victoria de Luis Arce en 2020 se retomó el rumbo provisoriamente abandonado a causa del golpe y, posteriormente las victorias de Daniel Ortega en Nicaragua, Pedro Castillo en Perú, Xiomara Castro en Honduras y Gabriel Boric en Chile, a las que se suma la del Pacto Histórico en Colombia reafirmaron la voluntad de cambio que cada vez con más fuerza se respira en éste, el continente más desigual del planeta. Se constituye así un promisorio telón de fondo sobre el cual se librará la gran batalla de las elecciones presidenciales en el Brasil el próximo mes de octubre, donde todo parece indicar que Luiz Inacio “Lula” de Silva debería alzarse con la victoria. En ese caso tendríamos nuevamente una Latinoamérica mayoritariamente teñida de rojo -un rojo pálido, sin duda- pero rojo al fin y que abre las puertas para renovadas oleadas transformadoras.

Obviamente la trágica historia colombiana nos obliga a ser cautos. Se supone que Petro debería asumir la presidencia el 7 de agosto, cuando se conmemora un nuevo aniversario de la batalla de Boyacá. Hay por lo tanto que remontar una cuesta de casi dos meses antes de que el candidato del Pacto Histórico se aposente en el Palacio de Nariño. La historia latinoamericana es pródiga en ejemplos de elecciones robadas, magnicidios y toda clase de estratagemas destinadas a burlar la voluntad mayoritaria de la población. No podemos olvidar lo ocurrido en Chile, cuando tras el triunfo de Salvador Allende el 4 de septiembre de 1970 la derecha se lanzó con todas sus fuerzas –con el enfático apoyo de Nixon desde la Casa Blanca- para impedir que el Congreso Pleno ratificara la victoria del candidato de la Unidad Popular. Y en ese afán no dudaron en asesinar a René Schneider Chereau, militar constitucionalista y ​​comandante en jefe del Ejército, que había manifestado la vocación legalista del arma. 

En un país como Colombia, lastrado por una sucesión de “narcogobiernos” que forjaron una sólida alianza entre el paramilitarismo, el narco y los aparatos de seguridad del Estado no sería de extrañar la existencia de sectores ultraderechistas dispuestas a cualquier cosa con tal de impedir la asunción de Gustavo Petro y Francia Márquez y, de no ser eso posible, maniatarlo una vez en el cargo para que no pueda gobernar. No nos olvidemos que en términos sociopolíticos en los últimos años Colombia se convirtió en un protectorado norteamericano, con al menos siete bases militares de ese país instaladas en su territorio y sería ingenuo pensar que esta noche los oficiales estadounidenses estarán brindando por el triunfo de Petro. Por lo tanto, el Pacto Histórico tiene que redoblar su actitud de permanente vigilancia para evitar que su victoria sea birlada por la poderosa derecha colombiana –que controla la riqueza, el Poder Judicial y los grandes medios de comunicación – y sus patrocinadores establecidos en Washington. Y para ello será fundamental contar con “el otro poder” alternativo al del establishment: el pueblo consciente, organizado y movilizado. Lo peor que podría pasarle a la buena y noble gente nucleada en el Pacto sería pensar que la tarea ha concluido y que es hora de regresar a sus casas. Por eso es alentador saber que hace pocas horas Petro escribió en un tuit que “hoy es el día de las calles y las plazas”. Agregaría, no obstante, que de ahora en más todos los días deberán ser de calles y plazas porque es la única, exclusiva, garantía que tiene un gobierno popular. No es un consejo de este modesto analista sino la tesis central de Nicolás Maquiavelo al indagar sobre los fundamentos de la estabilidad política de los gobiernos populares. Ojalá que Petro, Francia y toda su gente tomen muy en cuenta lo que escribiera el padre de la ciencia política moderna.