En el 45° aniversario del Golpe

EN EL 45° ANIVERSARIO DEL GOLPE DE

ESTADO CIVICO-MILITAR EN URUGUAY –

27 JUNIO – 2018

Quienes fueron los civiles que acompañaron a los militares en las horas más negras del Uruguay

Los civiles de la dictadura

A 45 años del golpe

Es un error común calificar al golpe de Estado y a la dictadura como militares. A la cuestión obvia de que el golpe lo dio, un civil, electo además por el Partido Colorado, Juan María Bordaberry, se suma que hubo cientos de civiles que apoyaron la dictadura, fueron su sustento técnico e ideológico y permitieron que el Estado fascista funcionara.

Cuando se habla de dictadura fascista, se hace justamente para categorizar con justeza lo que ocurrió en este país. Fue un golpe y un régimen sustentado por la oligarquía nacional, en especial por los representantes del capital financiero, el latifundio, los grandes capitales trasnacionales y los más retrógrados de los profesionales e intelectuales.

Eso se expresó en el apoyo al golpe de la Asociación Rural, la Asociación de Bancos, una parte no menor de las gremiales empresariales, por supuesto que la embajada de EEUU y los sectores más conservadores del Partido Colorado y el Partido Nacional.

EL POPULAR publica (1) un listado, incompleto por cierto, de 421 civiles que ocuparon cargos de confianza durante la dictadura: 74 en el Poder Ejecutivo, 113 del Consejo de Estado, 24 en el Poder Judicial, 16 en las Intendencias, 6 en la Corte Electoral, 35 en los Entes y los Servicios,  16 en los Bancos Estatales, 13 en la Enseñanza, 49 en la Universidad, 28 en el Cuerpo Diplomático y 47 en otras áreas del Estado.

Se reproduce casi textualmente un informe publicado en LA REPUBLICA el 28 de junio de 2000, que recogía a su vez, datos de investigaciones de Brecha, Zeta y Jaque.

Cabe señalar que, mediante la lucha de nuestro pueblo, la acción de la Justicia y la política desplegada por los dos gobiernos del Frente Amplio, hoy hay presos varios militares acusados de violaciones a los DDHH. Sin embargo, solo dos civiles fueron presos, por su participación en la dictadura: Juan María Bordaberry y Juan Carlos Blanco. Solamente el Sindicato Médico del Uruguay y la Udelar, realizaron cuestionamientos éticos y una depura-ción interna de los cuadros de la dictadura.

La mayoría de los civiles que se citan a continuación pertenecían o al Partido Colorado o al Partido Nacional, en ningún caso fueron expulsados de estas colectividades.

Son sintomáticos los casos de Etchegoyen, miembro del Directorio del Partido Nacional que pasó a presidir el primer Consejo de Estado de la Dictadura. O de Narancio, referente del diario El País, que pasó a ser el interventor de la Universidad. O de Danilo Arbilla, ex director de Búsqueda y hoy paladín de la libertad de prensa en nombre de las patronales de medios y de la SIP que fue director de información de la dictadura.

Nos pareció trascendente recordar o dar a conocer, para muchas uruguayos y uruguayos, estamos seguros que así será, la cara civil de la dictadura. De los que actuaron por convicción ideológica golpista y antidemocrática y de los oportunistas y arribistas, que nunca hubieran llegado por concurso a los cargos que detentaron, por el único mérito de ser serviles a una dictadura.

 

El Poder Ejecutivo

 La dictadura tuvo cuatro presidentes: Juan María Bordaberry entre el 27 de junio de 1973 y el 12 de junio de 1976; Alberto Demicheli, entre el 12 de junio de 1976 y el 10 de setiembre de 1976; Aparicio Méndez, entre el 1 de octubre de 1976 y el 1 de setiembre de 1981 y Gregorio Alvarez entre el 1 de setiembre de 1981 y el 15 de febrero de 1985.
También hubo un presidente de transición, Rafael Adiego Bruno, que ocupó la primera magistratura durante los últimos 15 días de la dictadura.
Ocuparon la Secretaria de la Presidencia: Alvaro Pacheco Seré, Luis Vargas Garmendia y Angel María Scelza.
Un primer escalón de colaboradores civiles con la dictadura fueron los ministros. Aquí va una lista secretaria de Estado por secretaria de Estado.
El Ministerio del Interior, tuvo a su frente militares durante los 11 años y medio de dictadura, la militarización de la Policía, su integración a las Fuerzas Conjuntas y la utilización de esta como una fuerza de represión contra su propio pueblo, era un postulado central de la Doctrina de Seguridad Nacional y así se actuó. Los militares que ocuparon el cargo de Ministro del Interior fueron: Néstor Bolentini, Hugo Linares Brum, Manuel Núñez y Yamandú Trinidad.
Los titulares de Defensa Nacional fueron: Walter Ravenna y Justo M. Alonso. Los de Relaciones Exteriores: Juan Carlos Blanco, Alejandro Rovira, Adolfo Folle Martínez, Estanislao Valdés Otero y Carlos Maeso.
En Economía y Finanzas estuvieron: Moisés Cohen, Raúl Pazos, Alejandro Vegh Villegas, Valentín Arismendi, Walter Lusiardo, y nuevamente, Alejandro Vegh Villegas.
Los ministros de Ganadería y Agricultura fueron: Benito Medero, Héctor Albuquerque, Julio Aznárez, Estanislao Valdés Otero, Juan Carlos Cassou, Félix Zubillaga y Carlos Mattos Moglia.
En Trabajo y Seguridad Social estuvieron: José Enrique Etcheverry Stirling, Marcial Bugallo, Carlos Maeso y Luis Alberto Crisci (además del coronel Néstor Bolentini).
En Educación y Cultura: Edmundo Narancio, Daniel Darracq, Raquel Lombardo de Debetolazza, Juan Bautista Schroeder y Armando López Scavino.
En Industria y Energía: Luis Meyer, Adolfo Cardozo Guani, Francisco Tourreilles, Juan Chiarino Rossi y Felisberto Ginzo Gil.
En Salud Pública: Juan Bruno Iruleguy, Justo M. Alonso, Antonio Cañellas y Luis Givogre.
En Transporte y Comunicaciones y Turismo: Francisco Mario Ubillos (este ministerio se suprimió).
En Transporte y Obras Públicas: Eduardo Crispo Ayala y Eduardo Sampson.
En el Ministerio de Justicia, creado por la dictadura, estuvo como ministro inaugural Fernando Bayardo Bengoa y lo siguieron Julio César Espínola y César Frigerio.
Un segundo nivel de importancia de los cuadros civiles de la dictadura en el Poder Ejecutivo fueron las subsecretarias es decir los números dos políticos de cada ministerio. Esta lista, vale reiterarlo, no es completa, es la que se pudo rescatar y habrá que seguirla completando.
En el Ministerio del Interior: Roberto Augusto Neri, Luis Vargas Garmendia, y Jorge Amondarain Mendoza. En Defensa Nacional: Armando Chiarino Agurrire. En Relaciones Exteriores: Guido Michelin Salomón, Enrique Delfante, Julio César Lupinacci, Felisberto Ginzo Gil y Heber Arbouet. En Economía y Finanzas: Ernesto Rosso y Valentín Arismendi. En Ganadería y Agricultura: Lázar Gurevich, Juan Carlos Cassou y Tydeo Larre Borges. En Trabajo y Seguridad Social: Alfredo Baeza y Ramón Malvasio. En Educación y Cultura: Carlos Alberto Roca, Héctor Mario Artucio, Luis Antonio Menafra y Martín C. Martínez. En Industria y Energía: Elías Pérez. En Salud Pública: Mario Arcos Pérez, Jogen Nin Vivó y Luis Nicoletti Torchelo. En Justicia: José Calatayud Bosch, Heber Arbouet, Juan Pablo Shcroeder y Dante Barrios.

Juan Carlos Blanco y Martín Recaredo Etchegoyen

El Parlamento decorativo 

En sustitución del Parlamento la dictadura nombró, como supuesto órgano legislativo, al Consejo de Estado. El primer Consejo de Estado fue designado por el dictador Juan María Bordaberry y entró en funciones el 19 de noviembre de 1973.
Luego y mediante un acta institucional, se creó el Consejo de la Nación, que integraban los 25 Consejeros de Estado y los 21 oficiales generales de las tres ramas de las Fuerzas Armadas. Este órgano, emblemático de la nueva institucionalidad creada por la dictadura por su integración de civiles y militares, tenía entre sus cometidos designar a los Consejeros de Estado y ocupar las vacantes que se fueran produciendo.
El primer Consejo de Estado, el designado por el dictador Bordaberry, tuvo la siguiente integración: doctor Martín Recaredo Etchegoyen (presidente), doctora Aurora Alvarez de Silva Ledesma, Gladys Freire de Addiego, María Luisa Coolighan Sanguinetti, doctor Alberto Demichelli, doctor Aparicio Méndez, doctor Hamlet Reyes, doctor Emilio Siemens Amaro, doctor Julio César Espínola, José Antonio Varela, Jesús Rubio, doctor Daniel Rodríguez Larreta, Juan Rodríguez López, doctor Mario Arcos Pérez, Rodolfo Saccone, doctor Alfredo Lamaison, doctor Mario Gaggero, arquitecto Raúl Clerc, doctor José Francisco Franca, doctor Osvaldo Soriano, doctor Enrique Viana Reyes, Alfredo Cardoso Arrarte, ingeniero Eduardo Praderi, ingeniero Mario Jorge Coppetti y Jorge Spangenberg.
El 1º de setiembre de 1976 se procesó la primera renovación importante del Consejo de Estado y quedó así: doctor Hamlet Reyes (presidente), doctora Aurora Alvarez de Silva Ledesma, doctor Mario Arcos Pérez, ingeniero Mario Jorge Coppetti, doctor Julio César Espínola, doctor José Francisco Franca, doctor Mario Gaggero, ingeniero Eduardo Praderi, doctor Daniel Rodríguez Larreta, doctor Osvaldo Soriano, doctor Enrique Viana Reyes, doctro Jorge Laborde Bercianos, doctor Martín C. Martínez, doctor Willy Patocchi, profesora Blanca Amorós De León de Dutra, profesor José Carlos Brun Cardoso, doctor Marcial Bugallo, ingeniero Eduardo Crispo Ayala, doctor José Enrique Etcheverry Stirling, ingeniero químico Bertrand Gruss, doctor Rafael Ravera Giuria, contador Pedro P. Rivero, contador Alberto Rodríguez Marghieri, ingeniero agrónomo Jorge Seré del Campo e ingeniero Alejandro Vegh Villegas.
Quienes figuran en los primeros 11 lugares de la lista integraban el Consejo de Estado desde su creación y permanecieron en esta segunda versión; los 3 siguientes se habían incorporado antes de noviembre de 1976 y fueron avalados, los 11 restantes fueron designados en esa fecha. El Consejo de la Nación debía designar 5 suplentes, pero sólo logro acuerdo para designar a 3, que fueron: el profesor José Luis Vadora Rozier, Edgardo Héctor Abell y el doctor Buenaventura Caviglia Cámpora.
Un año después, en 1977, dejaron sus cargos Mario Gaggero, Blanca Amorós de León de Dutra, Osvaldo Soriano y José Etheverry Stirling. Ocuparon esas plazas: José Luis Vadora Rozier, Buenaventura Caviglia Cámpora y el arquitecto Gustavo Nicolich.
El Consejo de la Nación designó 5 suplentes, esta vez se pusieron de acuerdo, y fueron distinguidos con el cargo: el profesor Batutista Etcheverry Baggio y los doctores Francisco Paternó, Carlos Maeso, Orlando Benia Comas y Raimundo Abella.
Cuando el teniente general Gregorio Alvarez asume como dictador se vuelve a renovar el Consejo de Estado. A través del acta institucional 11, del 28 de julio de 1981, se aumentó el número de 25 a 35. De la integración inicial de 8 años antes solo quedaron Hamlet Reyes y  Eduardo Praderi . Mantuvieron sus cargos en la institucionalidad fascista Marcial Bugallo y Federico García Capurro. Todos los demás, que acompañaron el ascenso al poder de Gregorio Alvarez, eran nuevos: la nueva camada de colaboracionistas de la represión y el terrorismo de Estado.
Entre los nuevos había intendentes de la dictadura, pertenecientes al Partido Colorado y el Partido Nacional, como Belvisi, Benachín, González y Gutiérrez; otros eran militares retirados, como Bolentini y Bendahan e incluso había algunos que habían sido parlamentarios antes del Golpe, como Craviotto y Cérsosimo, ambos del Partido Colorado.
La nómina completa del Consejo de Estado que acompañó a Gregorio Alvarez es la siguiente: Hamlet Reyes (presidente), doctor Marcial Bugallo, doctor Federico García Capurro, ingeniero Eduardo Praderi, arquitecto Walter Belvisi, Norberto Bernachín, Gervasio González, ingeniero agrónomo Adolfo Gutiérrez, coronel Néstor Bolentini, escribano Pedro W. Cersósimo, profesor Wilsno Craviotto, brigadier general Raúl Bendahan, Alberto Aguiar, Hugo Amondarain, Fernando Assucao, Bernardo Barrán, Daniel Barreiro, Domingo Burgueño Miguel, Juan J. Burgos, Eduardo Carrera Hughes, Rodolfo Ciganda, Luis A. Crisci, Waldemar Cuadri, Alfredo De Castro, Milton de los Santos, doctor Eduardo Esteva, doctor Juan Santana Etcheverrito, Antonio Gabito Barrios, escribano Manuel Gastelumendi, doctor Carlos A. Gelpi, Alfonso Greissing, Irma Lamana, profesor Ricardo Milessi, Genaro Perinetti García y Ruben Riani.
En total fueron Consejeros de Estado de la dictadura 113 hombres y mujeres. En la etapa final de la dictadura ingresaron al Consejo de Estado en diferentes momentos: el doctor Jorge Amondarain Mendoza, la doctora María Ruth Andrade de Ochoa, el doctor Enrique Arocena Olivera, el doctor Dardo Casas del Río, Alberto del Pino Borrallo, Luis O. Dini, Juan P. Ferreira, profesor Werther Martínez, doctor Miguel Pereira Serra, doctor Cesalino Silveira, Armando Barhaburu Bagalciague, Jorge Borlandelli, Gilver Cagnone, Francisco Cantou, Eduardo  Galagorri Bruche, contralmirante ® Víctor González Ibargoyen, Antonio Guerra, Hugo Manini Ríos, Julio César Michelli, Pablo Millor, Daniel Ordoñez, Víctor Otriz, Miguel Peirano, doctor Ricardo Reily Salaverry, Emilio Sader, Nelson Simonetti, Atanasildo Viera y Ariel Villar.

La Justicia secuestrada

Con el acta institucional Nº 8 se creó el Ministerio de Justicia y se suprimió, por completo, la independencia del Poder Judicial. Esta ya se había recortado y vulnerado al darle potestad a los Tribunales Militares para juzgar a civiles en el marco de la represión, durante los gobiernos de Partido Colorado, encabezados por Jorge Pacheco Areco y Juan María Bordaberry.
Para entender algunas cosas del presente y la importancia que le dio la dictadura a la penetración al sistema de Justicia baste recordar las declaraciones de quien fuera Ministro de Justicia de la dictadura, Rafael Adieggo Bruno, quién dijo luego de recuperada la democracia, que “de los 190 jueces, de paz, penales y de los tribunales de apelaciones, 180 fueron designados o ascendieron durante el régimen de facto” (Revista Jaque, 26 de junio de 1985).
Durante la dictadura los jueces, al asumir, debían jurar respeto a las Actas Institucionales y no sólo a la Constitución.
En una lista obligatoriamente parcial, que debe hacerse más exhaustiva, cabe recordar que de los actuales 5 miembros de la Suprema Corte de Justicia 4 ingresaron al Poder Judicial durante la dictadura, publicamos los nombres de la Corte de Justicia de la dictadura y del Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
En la Corte de Justicia (la dictadura le sacó el nombre de Suprema) estuvieron en 1977: Francisco Jas Marcora, Rómulo Vago, Carlos H. Dubra, José Pedro Gatto de Souza y Sabino Dante Sabini. En 1984 sus integrantes eran: Rafael Addiego Bruno, José Pedro Gatto de Souza, Ramiro López Rivas Sara Fons de Genta y Juan José Silva Delgado. Integraron en otros momentos de la dictadura la Corte Suprema de Justicia: Eric Colombo y Enrique V. Frigerio.
En 1977 integraban el Tribunal de lo Contecioso Administrativo: Miguel Fernández Viqueira, César Canessa Etcheverry, Alberto Reyes Terra, Ramiro López Rivas y  Victor Maestro Toletti. En 1984 estaba compuesto por: Víctor Maestro Toletti, Orlando Olmedo, Francisco D´Angelo, Héctor Clavijo y José Julio Folle. También lo integró en otros momentos  Hilda Moltedo de Espíndola.

Los intendentes de la dictadura

La dictadura reservó para sus coroneles el preciado botín de las intendencias intervenidas. Pero los civiles colaboradores también obtuvieron participación y más de 15 fueron designados para este codiciado cargo, que permitía acceso a recursos y manejo de cuotas de poder.

Todos los civiles que se desempeñaron como intendentes de la dictadura fueron blancos y colorados. En Montevideo estuvieron los doctores Víctor Rachetti y Juan Carlos Paysée. En Artigas, Basilio Bargato; en Canelones, Gervasio González; en Cerro Largo, Juan José Burgos; en Flores, Pedro Ramos Mañé; en Lavalleja, Juan Salaberry Olascoaga y Oribe Pereyra Parada; en Paysandú, Walter Belvisi; en Rivera, Ariel Pereyra y Adolfo Gutiérrez; en Rocha, Milton de los Santos; en Salto, Néstor Minutti; en San José; Juan Chiruchi; en Tacuarembó, Norberto Bernachín y en Treinta y Tres, Ruben Silveira Zuolaga.

Corte Electoral, ¿para qué?

Una Corte Electoral en una dictadura no es un organismo con mucho uso, salvo para controlar y por supuesto, para beneficiarse de un cargo, un sueldo y las prebendas de ser funcionarios del régimen. En la Corte Electoral estuvieron: Nicolás Storace Arrosa (presidente interventor), Camilo Pereyra Urueña y Nelson Vicens Alegre

(1) – Esta nota fue publicada en el Semanario El Popular N° 230.-

Para leer el original del Semanario “El Popular”, toque la imágen

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45 años del golpe de Estado y de la Huelga General

27 de junio de 2018

Foto: Aurelio González

Habrá varios homenajes y conmemoraciones por la Huelga General que inició la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) inmediatamente después de que se conoció la decisión de disolver el Parlamento por parte del entonces presidente Juan María Bordaberry, en 1973. La medida de lucha masiva se prolongó hasta el 11 de julio en medio de una dura represión, muertes, desapariciones, prisión y despidos. A las 11.00 en la plaza Libertad se inaugurará una exposición con material fotográfico de Aurelio González sobre la huelga. Se podrá ver en el lugar justamente hasta el 11 de julio. A la misma hora, en el anfiteatro de la Unidad 6 de Punta de Rieles (Camino Dionisios s/n entre Camino Punta de Rieles y Camino Chacarita de los Padres) se dará una charla sobre el golpe de Estado y la Huelga General, y a las 14.00, en el polideportivo de la unidad se oirá el concierto didáctico “Nuestros instrumentos”.

A las 11.00, en Bulevar Artigas 1532 y Palmar, se realizará la apertura de la exposición inaugural del primer Sitio de Memoria recuperado de Uruguay, la ex sede del Servicio de Información de Defensa. La actividad estará a cargo de la Institución Nacional de Derechos Humanos y la Comisión del Sitio de Memoria, a 45 años del golpe de Estado.

El lugar permanecerá abierto al público hasta las 18.00. Luego, se podrá visitar los miércoles de 15.00 a 18.00 y los viernes de 10.00 a 13.00. Se podrán coordinar visitas grupales por el teléfono 1948 interno 706 o escribiendo a sitiomemoria@inddhh.gub.uy. En tanto, a las 17.30 en la Federación del Vidrio (Laureles 578, La Teja) se reunirá una Mesa Representativa del PIT-CNT simbólica.

 

45 AÑOS

27 de junio de 2018

Remarcan importancia de reclamar verdad y justicia a 45

años del golpe de Estado

El secretario de Derechos Humanos, Nelson Villarreal, subrayó la importancia de reclamar verdad y justicia para crear convivencia y no para buscar venganza, en el marco de los 45 años del golpe de Estado.

Este miércoles 27 de junio se cumplen 45 años del golpe de Estado en Uruguay hecho que dio inicio a una dictadura cívico-militar que se prolongó por poco más de once años.

En tal sentido, Villareal dijo que a 45 años del golpe de Estado lo más importante es “hacer memoria de lo que sucedió para que no vuelva a ocurrir”, y remarcó la importancia de reclamar “verdad y justicia para crear convivencia y no para buscar venganza”.

“Verdad y justicia para las víctimas y familiares de los actos ilegales que emprendió la dictadura”, lo cual es una forma de “garantizar que no se repita”.

La muestra que se inauguró este mediodía en la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, ex sede del Servicio de Información y Defensa (SID), o la implementación del Plan Nacional de Derechos Humanos generado por el sistema educativo uruguayo “son aportes en ese sentido”, aseguró.

Impunidad y el terrorismo de Estado

Asimismo, dijo que el Estado debe ser capaz de “reconocer que instituciones como el Ejército y la Policía no deben valerse de su poder para violentar la dignidad de las personas”.

“La impunidad y el terrorismo de Estado nos violentan a todos, no solamente a quien lo sufrió, sino a toda la sociedad y en especial al que los ejerce”, remarcó Villareal.

También expresó que el Estado uruguayo “siga saneando sus instituciones en una lógica de democratización y no impunidad enfatizando en la conciencia de los derechos es una manera de que la memoria sea para lograr un futuro mejor”.

 

 

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Nunca más dictadura

28 de junio de 2018 |

Con motivo de cumplirse ayer los 45 años del golpe de Estado y del inicio de la Huelga General en su contra, se organizaron varias actividades conmemorativas. En la Unidad 6 de Punta de Rieles hubo una charla sobre el tema, en la ex sede del Servicio de Información de Defensa se inauguró el primer Sitio de la Memoria recuperado de Uruguay, y en el local de la Federación del Vidrio, en La Teja, donde se decidió la medida de lucha contra la dictadura, el PIT-CNT reunió una Mesa Representativa simbólica.

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“El golpe de Estado me agarró dentro

del Palacio Legistivo”,

contó fotógrafo

Aurelio González recordó su trabajo como reportero gráfico en aquellos tiempos

 

A mí me agarró el golpe dentro del Palacio Legislativo”, en la madrugada de aquel día, recordó Aurelio González, quien por entonces era fotógrafo del diario El Popular.

Sus fotografías de aquella jornada “son las únicas que hay de la última sesión” del Parlamento Nacional previo al golpe de Estado, explicó.

“Fue una sesión complicada, con mucho nerviosismo y senadores que entraban y salían”, dijo a Visión nocturna.

Con motivo de cumplirse el 45 aniversario del hecho, se realizará una exposición fotográfica con material del archivo de González en la Plaza Cagancha.

Las fotos estarán allí hasta el 9 de julio, es decir durante el mismo período que duró la huelga general decretada por la central sindical.

“Fue heroica”, afirmó el reportero gráfico.

“Las fotos de la huelga general nunca fueron publicadas en El Popular, que yo recuerde”, explicó.

Escuchar entrevista
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Poster del artísta gráfico uruguayo CARLOS PALLEIRO que reside en México

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DICTADURA

28 de junio de 2018

Sara Méndez lamenta el desinterés político de

lograr la verdad sobre lo que ocurrió en

dictadura

La militante por los derechos humanos Sara Méndez lamentó que desde la apertura democrática, Uruguay no ha contado con gobiernos que tengan realmente interés político en llegar al fondo de la verdad sobre lo que ocurrió en dictadura y que tomen el tema con la importancia que lo merece.

Sara Méndez fue secuestrada en julio de 1976 en Buenos Aires, en un operativo encabezado por José Nino Gavazzo. Fue separada de su hijo de tres semanas, Simón Riquelo, y torturada en el centro clandestino Automotores Orletti.

Luego fue trasladada a Uruguay y liberada en 1981. Desde entonces emprendió la búsqueda de Simón.

La Justicia argentina confirmó en 2002 que el joven Simón Riquelo es su hijo y Sara se reencontró con él tras 25 años de búsqueda.

“Aún hay miedo en la Educación para que las nuevas generaciones estudien la verdad”, dijo Sara Méndez en entrevista exclusiva con LARED21.

Publiée par Lared21 sur Jeudi 28 juin 2018

En el marco de la reciente apertura de la muestra inaugural del primer Sitio de la Memoria recuperado en Uruguay, LARED21 conversó en forma exclusiva con Sara Méndez, quien lamentó que desde la apertura democrática Uruguay no ha contado con gobiernos que tengan realmente interés político en llegar al fondo de la verdad sobre lo que ocurrió en dictadura y que tomen el tema con la importancia que tiene.

“Un cuerpo torturado va a llevar siempre las marcas de la tortura, pero es la sociedad entera, cuando vive en dictadura, la que es torturada, porque es reprimida y se le niegan derechos. Esas heridas sociales, que son la pérdida de valores o el poco crédito en la Justicia, es lo más grave que se pierde y lo que tenemos que recuperar”.

Remarcó que la apertura de la muestra inaugural del primer Sitio de la Memoria recuperado en Uruguay donde en dictadura funcionó el Servicio de Información y Defensa (SID) es algo que puede ayudar a las nuevas generaciones a conocer la verdad.

“Mi hijo Simón fue ubicado después de una larga lucha de casi 26 años, en la que participó mucha gente en Uruguay y en el exterior, entre ellos 15 parlamentarios europeos apadrinaron el caso”, recordó.

“Fue un movimiento que también nos mostraba los límites que teníamos, porque en Uruguay yo no podía acceder a ningún medio televisivo y en cambio, sí había estado en la RAI y en múltiples medios de comunicación extranjeros. Pero en Uruguay el silencio aún seguía”, lamentó.

Han transcurrido 45 años del golpe de Estado, el cual se encontró con la resistencia de la población y con la huelga general. Sin embargo, luego hubo una “política sistemática de ocultamiento, de desmoralización, de olvidar o dar vuelta la página”, dijo.

Reivindicó las iniciativas del PIT-CNT que en todas sus consignas ha incluido el tema de los derechos humanos, la verdad y la justicia. “Pero no ha sido así desde los sectores de gobierno y el Estado”.

“El Estado fue avasallado y pisoteado y es el que tiene que dar la primera muestra de ponerse al frente en la recuperación, cosa que acá está faltando. Ello ocurrió por una complicidad en la forma de salir de la dictadura, porque una salida pactada condiciona buenos procesos y ya han pasado muchos años”, lamentó.

Méndez dijo que Argentina avanzó más cuando hubo una voluntad política y centralista del Estado. “En el gobierno de Kirchner, simbólicamente se ingresó a la ESMA a bajar los cuadros de los represores, y ello mostró una voluntad política de llegar a fondo del tema desde el Estado”.

27-J en las escuelas

Del 27 de junio de 1973, fecha del golpe de Estado, se tendría que estar hablando en todas las escuelas, expresó Sara Méndez.

“Pero no sé si se está haciendo, ni si los maestros tienen material y están capacitados para hacerlo, porque aún pesa una gran cuota de miedo”, expresó.

Agregó que parecería que se viola la laicidad si se habla de la dictadura, de los secuestros, del terrorismo de Estado y de lo que significó la disolución del Parlamento. “No habido un trabajo especial en niños y adolescentes”.

También indicó que la historia no siempre ha demostrado que la verdad triunfará y a veces demora siglos en el marco del corto plazo de vida humana.