Argentina: tentativa de “dar vuelta la historia”…

Críticas al municipio de Morón por organizar un acto escolar en la Base Aérea

La militarización de la promesa a la bandera

basemoronPadres y docentes se quejaron porque la intendencia decidió cambiar la celebración que se hacía en plazas. El lugar fue un centro clandestino pero no fue señalizado.

Por Alejandra Dandan

La Base Aérea Militar de Morón funcionó durante la dictadura como centro clandestino de detención ilegal y entre 1977 y 1979 fue cabecera de la subzona 16, de la que dependió la represión sobre el circuito oeste del territorio bonaerense. Su funcionamiento fue denunciado como CCD ya en 1984, durante el trabajo de la Conadep.

La gobernadora María Eugenia Vidal prepara su mudanza a una casa de esa Base, pero al parecer no será el único destino. Su ex esposo e intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, envió un carta a establecimientos escolares del distrito en la que anuncia que allí se realizará el próximo 22 de junio el acto de promesa de la bandera de los niños y niñas de las escuelas del distrito.

Este reingreso a un espacio que es símbolo de la ocupación militar en la zona y a la vez es pensado en clave de “protección militar” para los civiles, como sucedió entre los sectores medios previos a la dictadura –tal como lo plantea la ex directora del Centro Ulloa Fabiana Rousseaux– es por estas horas duramente criticado por los educadores nucleados en Suteba y los organismos de derechos humanos locales. El bloque de concejales del Frente para la Victoria pidió la “revisión” de la medida.

“No a la promesa a la bandera de niños de cuarto grado de Morón en un ex centro clandestino de detención”, dice un afiche de H.I.J.O.S. La noticia se conoció la semana pasada, cuando el comunicado de la municipalidad comenzó a llegar a las casas. Enseguida fue cuestionada por la Asociación Seré por la Memoria y la Vida, por HIJOS La Matanza y el bloque de concejales del Frente para la Victoria de Morón, que presentó un proyecto de repudio. “No existe ninguna duda de que la Base Aérea de Morón fue un centro clandestino, consideramos inapropiado que la promesa a la bandera que realizan los niños en su cuarto grado de escuela se realice en una institución militar”, dice el proyecto firmado por María Cristina Rodríguez y Hernán Sabbatella en el que piden al intendente que “revea” la localización de ese acto.

Desde Suteba plantearon su “enorme preocupación por el camino que ha elegido la actual gestión municipal en Morón para tomar la decisión del espacio físico geográfico en nuestro distrito para la realización de este acto”. Los docentes explicaron en un comunicado que la decisión fue tomada por el gobierno local “sin consulta ni diálogo, ni contraposición de distintas propuestas”.

Aclararon que no hubo argumentos, ni búsqueda de consensos y se tomó “a puertas cerradas para simplemente comunicar a la comunidad la decisión tomada”. En ese escenario, manifestaron su “repudio a la próxima realización de dicho acto” en un “espacio que fuera centro de detención, exterminio, tortura y muerte, en el marco del terrorismo de estado implementado por la última dictadura cívico-militar” porque entienden que es un “lugar manchado con la sangre” sobre “el cual todavía no ha habido debido proceso para esclarecer aquellos hechos, no puede ser el lugar más apropiado para convocar a la comunidad educativa para celebrar una fecha patria, que pertenece al pueblo, a sus trabajadores y a sus futuras generaciones”.

El acto se haría si no llueve, según la invitación, el 22 de junio a las 13.30. La carta a las escuelas explica la organización de los micros. Y advierte que si hay mal tiempo la promesa se hará más tarde. Desde 2003, mientras la localidad estuvo gestionada por Nuevo Encuentro, esos actos dejaron de hacerse a puertas cerradas, dentro de las escuelas, para recuperar los espacios públicos. Hasta el año pasado, cuando el acto se hizo en el estadio del Club Morón, las promesas se hicieron en la plaza San Martín, ubicada en el centro de la localidad, en un celebración de la que participaron músicos como Teresa Parodi. El tono de fiesta popular buscaba establecer nuevos vínculos con la idea de lo nacional, la bandera y la democracia, explicaron a este diario desde ese espacio. Ahora, el nuevo gobierno decidió hacer un repliegue.

Según voceros de Tagliaferro, la opción de la plaza central no les pareció adecuada porque se trata de una celebración de cinco mil niños. Explicaron que ese movimiento les plantea “un dilema” por la seguridad, el traslado de micros y los padres que quieren hacer fotos. “La Base de Morón y del Palomar –explican– son los dos únicos pulmones verdes que tiene el municipio. Y la pista de la Base de Morón nos daba esta posibilidad de hacer el acto, porque además tiene el cemento que es más protector que el pasto que en esta época da mucho frío.”

En uno de sus párrafos, el comunicado de Suteba también da una respuesta a este falso dilema. La celebración, dice, “se ha vuelto parte de la importante tradición democrática del pueblo moronense”. Concurren los alumnos, maestras, personal directivo de las escuelas, padres, amigos “pero también representantes de las Fuerzas Armadas de la democracia”. Ese acto es para los docentes “una comunión de profundo valor democrático, a la Promesa de Lealtad a la Bandera Nacional que realizan esos alumnos y alumnas en esta fecha”.

Es en este juego de contrastes donde este acto pone en escena los símbolos de la construcción democrática. “Cuando el espacio sobre el que se hace esa celebración es un símbolo de la actuación de las Fuerzas Armadas durante la dictadura, en bruto, dice Fabiana Rousseaux, la promesa a la bandera cambia de encuadre. “La señalización de estos espacios no son hechos cualquiera –dice– porque están diciendo que los recupera la sociedad civil poniendo una marca nueva, tomándolo como un sitio donde se va a hacer conmemoraciones y ubicar lo ocurrido ahí.

Un lugar como éste, que no se señalizó o que aún esta en ‘crudo’ como sitio del horror y no de memoria, donde la gobernadora va a ir vivir como para ‘protegerse’ en clave de ‘seguridad’, creo que no es un dato menor porque ubica a la cuestión en la confrontación de la sociedad civil y los militares mostrando a ese universo militar como un espacio donde ella se va a sentir protegida. Otra vez aparece la ‘protección militar’ en el medio, que es lo más complejo de todo esto. Es un tema además vinculado a las clases altas con el imaginario de las Fuerzas Armadas.”

 

 

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