Entrevistas con el motivo de los 10 años del Museo de la Memoria
Abandonar la lucha sería traicionarnos a nosotros mismos”
El próximo 19 de abril la Asociación de Amigas y Amigos del Museo de la Memoria cumple 10 años. Por qué y para qué seguir, cuáles son los desafíos, qué sueños quedan pendientes, fue lo que cuatro de sus miembros fundadores comparten en esta entrevista.
En 10 años mucha gente pasó por la Asociación, aquí recuperamos la mirada de cuatro de los integrantes históricos. Luz Labat, Jorge Voituret, Carmen Pereira y Efraín Olivera comparten opiniones y vivencias sobre el trabajo de esta década: cómo fundaron el Museo, cuáles son las deudas pendientes y qué los motiva a seguir. Cuatro preguntas, cuatro voces.
1. ¿Cuales son las conquistas más importantes logradas por la Asociación en estos 10 años?
Luz: la más importante fue conseguir el predio de la Quinta de Santos para que ahí funcionara el Museo de la Memoria, porque si bien la Asociación nace oficialmente el 19 de abril del 2007, ya hacía varios años que veníamos construyendo la Asociación y soñando con el Museo. Para mi, esa fue la más importante.
Carmen: para mi lo más importante que hemos logrado es hacer del Mume una institución que ha acumulando
Memoria y ocupando un lugar, atrayendo gente y haciendo conocer el pasado reciente.
Efraín: creo que otra conquista es poder funcionar como funcionamos, en la que hay una parte municipal, donde el Estado pone buena parte de la plata, y otra parte, el grupo nuestro, que permite que el Museo tenga un dinamismo, apertura y cambios, a mi me parece muy importante eso.
Jorge: para mi lo primero es que seguimos, que permanecimos y seguimos trabajando después de 10 años. La otra cosa que también me parece que hay que tomar en cuenta es que la Asociación de está indisolublemente unida a la institución.
CARMEN PEREIRA
La Asociación es la reunión de distintas personas e instituciones que trabajamos por el tema de la memoria y los derechos humanos. La Asociación nutre y alimenta el quehacer del Museo, desde hace 10 años y antes.
Otro tema importante, ha sido que el Mume se ha transformado prácticamente en la única política pública sobre Memoria. Eso ha sido por el trabajo conjunto de la Asociación, del Mume, su director Elbio, sus investigadoras, investigadores y todos los que trabajaron y trabajan hoy en el Museo.
En términos más concretos en estos años hemos realizado cantidad de actividades.
Hemos jugado como articuladores de otros lugares de Memoria de América, nosotros hemos organizado el primer encuentro de Museos y Sitios de la Memoria aquí en Uruguay, que lo realizamos en abril de 2008.
Luz: también es importante aclarar que de todas esas personas que formábamos parte ese núcleo que luchaba por la memoria Elbio (Ferrario, director del Museo) formaba parte de ese grupo. Somos nosotros quienes lo proponemos primero como coordinador del Museo y es aceptado por la Intendencia. En esos primeros años, en la primera gestión, el Museo trabajó sin presupuesto. Nosotros conseguimos presupuesto del Ministerio de Economía y Finanzas para montar el Museo y así lo echamos a andar. También logramos que la Intendencia nos entregara en comodato la Casa Rosada, que aún no la explotamos lo suficiente.
Carmen: no debemos olvidarnos tampoco de lo que ha significado sacar el Mume al interior, porque lo hemos llevado a cantidad de departamentos, llevando las exposiciones, haciendo visitas. No solo está montado en Montevideo, pero tomando contacto con el resto del país. Aún queda mucho por hacer.
2. ¿Qué aporte creen que la Asociación de Amigas y Amigos del Museo de la Memoria hizo a la sociedad uruguaya?
C: pienso que fuimos sembrando lentamente, con corazón y razón, todos los temas inherentes a los Derechos Humanos, a la Memoria, tratando de abarcar cada día espacios más amplios, para que no solo llegue a un grupo selecto de personas sino para que se haga masivo. No lo hemos conseguido pero estamos en eso y seguimos adelante.
LUZ LABAT
L: para mi también lo importante es que si bien nosotros nos reuníamos y nos veíamos, y compartíamos, no hablábamos de lo vivido en las cárceles.
A partir de esto y de otros movimientos pudimos exteriorizar lo vivido y contarlo masivamente, públicamente. Había una especie de pudor y logramos vencerlo, o estamos camino de lograr vencerlo.
Por otro lado, también todos esos pequeños recuerditos que para nosotros eran recuerditos, sacarlos, desprenderse y mostrarlos (en el Museo), hace que la sociedad vaya conociendo lo que vivió América Latina durante un período lo suficientemente largo como para dejar mella.
E: creo que falta mucho por hacer, que es llegar con el tema Memoria a gente que no era como nosotros… que no está cerca de la cosa. Al Museo va mucha gente que no sabía de la dictadura, y creo que lo que más importa es salir de un círculo más reducido.
Efraín Olivera
C: Es importante el trabajo con jóvenes y niños, que vayan haciendo su propia experiencia con las charlas, las visitas guiadas. Al principio nosotros hacíamos charlas y compartíamos nuestra experiencia con ellos.
J: la articulación que la Asociación ha intentado de hacer con la sociedad. Una muy importante es el vinculo que tenemos con las instituciones de la educación.
Al museo van 4000 o 5000 chiquilines de Escuelas, de UTUs y del Liceos, todos los años.
Eso genera conocimiento y un diálogo con los docentes. Así vamos logrando que se haga más carne en la currícula. Porque qué hizo la dictadura, cortó el diálogo intergeneracional, por eso la Memoria es uno de los elementos principales de la lucha ideológica en todo el mundo. Qué se ofrece hoy a la gente en el mundo: consumo y desideologización, o sea, nada de ideología y mucho consumo para no pensar.
Cómo es posible entender en presente, si no entendemos lo que pasó. Cómo podemos proyectar hacia un futuro, si no entendemos el pasado. Por eso es importante el vínculo con las instituciones escolares, y fue una iniciativa de la Asociación llegar a estos espacios.
Además el tema de Derechos Humanos no se restringe solo al pasado reciente, por eso nosotros ofrecemos otras cosas también: cursos de todo tipo, ciclos de cine sobre Derechos Humanos, talleres de cerámica, de huerta, de serigrafía, de escultura, música, danza.
En eso también articulamos con la sociedad. Hay muchas cosas que están vinculadas con el barrio: la Sociedad de Fomento, la Alcaldía, la Reina de Carnaval de la zona se celebra en el predio del Museo. Nosotros tenemos una tienda donde vendemos libros y objetos donde difundimos sobre esta temática sobre Uruguay y Latinoamérica. También están los vínculos internacionales que tenemos como Asociación y Museo, contribuye a que la sociedad reconozca que eso que sucedió aquí también pasó en Perú, Paraguay, Argentina, Chile.
3. ¿En lo personal, por qué siguen formando parte de la Asociación aún 10 años después?
C: para mi es una obra personal, que aún no he concluido. Es como que estoy haciendo una estatua en arcilla y que año a año, mes a mes, día a día, le voy incorporando cosas, la voy moldeando. Voy dándole parte de mi vida.
Para mi el Museo refleja parte de la vida de nosotros. No le damos el tiempo que nos sobra, sino que le damos el tiempo que para nosotros merece y ojalá pudiéramos darle más.
J: como parte de una generación creo que comparto una característica, que es: no abandonar las cosas que empezamos, creo que es una de las cosas que hemos aprendido, uno de los valores que tenemos, esta generación de luchadores sociales. Cuando empezamos a trabajar para que existiera el Museo, teníamos una historia, que era de compromiso y lucha contra las injusticias, la dictadura, contra todo lo que significó ese período del `68 al `85.
Así fuimos conformando un cuerpo de ideas y prácticas concretas, que las expresamos en esto y en otras actividades que desarrollamos nosotros. El tema de solidaridad y defensa de valores está desvalorizado, hablar de ideología es como mala palabra hoy. Nosotros tratamos de ser portadores de esas ideas, de ese trabajo, porque nuestro trabajo diario es colaborar en el sentido de la formación de nuestra gente, de nuestro pueblo, que significa una pelea diaria y constante contra las ideas que tratan de imponernos.
Jorge Voituret
Hoy hace más falta que cuando empezamos esto, eso a nosotros nos motiva mucho esa necesidad. Luchar por los Derechos Humanos de la sociedad es una tarea permanente, no podemos abandonarla, sería renunciar a lo que somos nosotros, sería traicionarnos a nosotros mismos. Sin hablar del vínculo que nosotros tenemos con todos nuestros compañeros y compañeras que ya no están, que perdieron la vida en esta lucha. También por nuestros hijos, nuestros nietos y los que vendrán, porque no queremos que vuelva a pasar lo que pasó.
4. ¿Qué sueños aún quedan pendientes como Asociación?
C: para mi es que se conozca nuestra historia de lucha y compromiso, no solo de esta ultima etapa sino desde que Uruguay se transformó en un país, porque sobre ese pasado cabalgamos nosotros. Porque somos una generación profundamente artiguista, internacionalista, solidaria y apegada a todas las luchas populares. Pienso que si nosotros soslayamos eso, estamos amputando la memoria.
E: poder contribuir a la creación de una cultura de principios, las cosas pasan cuando se permite que pasen, tenemos que contribuir a la construcción de una cultura de solidaridad, compañerismo en los trabajos.
J: creo que uno de los desafíos es la incorporación de nuevas generaciones, otro es darle mayor alcance nacional a nuestro trabajo. Hemos desarrollado actividades en muchos departamentos, hemos ido con actividades del Museo y hemos apoyado las actividades que realizan, otra cosa que falta en el relato del Museo es la presencia de la historia de los trabajadores contra de la dictadura. También estrechar más los lazos con organizaciones que trabajan sobre Memoria en Latinoamérica. Otro desafío es volver a reeditar nuestra revista “No te Olvides”, porque es otra forma de hacer público lo que pensamos y hacemos.