Preservar la escena
Medidas cautelares para ex “Base Roberto”
Azul Cordo 4/10/2017
El equipo jurídico del Observatorio Luz Ibarburu (Oli) solicitó ante el Juzgado Letrado en lo Penal de 23º Turno una medida cautelar de no innovar en el predio de la Tablada, como parte de la causa que investiga la desaparición forzada de Miguel Ángel Mato Fagián, secuestrado en 1982 y visto por última vez en ese centro clandestino de detención que funcionó entre 1977 y 1983 bajo las órdenes del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (Ocoa).
La medida cautelar se presentó ante la justicia el pasado 28 de setiembre. El texto exhorta a que el predio de 82 hectáreas ubicado en Camino Melilla –que incluye el casco histórico, los corrales y los alrededores que llegan hasta el arroyo Pantanoso– “sea preservado en su integridad”, ya que “constituye un elemento de prueba fundamental” en la causa Mato, por ser el “escenario donde se desarrollaron los hechos investigados”.
El recurso solicita al juez la “prohibición de innovar en el lugar”. La decisión fue tomada luego de que las autoridades del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) anunciaran públicamente su proyecto de construir en ese predio un nuevo centro de reclusión para adolescentes e inaugurarlo a fines de 2018 (véase Brecha, 22-IX-17).
La nueva edificación para adolescentes infractores estaría ubicada a un costado de la construcción original, donde funcionó desde fines del siglo XIX hasta el 10 de enero de 1975 un hotel para hacendados que fue cerrado en esa fecha por decreto presidencial para ser ocupado enseguida por el Ejército. Desde el 77 hasta el 83 funcionó como centro de tortura y detención clandestina, y por él pasaron al menos 240 personas, según cálculo de los propios sobrevivientes y familiares de desaparecidos. A partir de 1988 fue un centro del Iname y entre 2002 y 2012 una cárcel para adultos.
El recurso jurídico establece que el megaproyecto arquitectónico del Inisa podría afectar las investigaciones judiciales y las excavaciones del grupo de antropología forense que deben continuar en ese sitio, considerando testimonios de ex soldados y vecinos que declararon haber visto traslados de cuerpos desde el edificio hacia el Pantanoso, o saber de cuerpos que eran tirados a “un pozo”, como parte de enterramientos clandestinos en lo que se conoce como el “Pabellón A”.
Asimismo, el texto señala que la preservación del lugar es “un imperativo de cumplimiento de los estándares internacionalmente aceptados en relación con estos sitios para mantener la memoria de las conductas cometidas por un Estado terrorista, cumpliendo así con garantizar la no repetición de tales violaciones”.
La presidenta del Inisa, Gabriela Fulco, y el director de Arquitectura de esa institución, Daniel Castro, aseguraron a Brecha que el casco histórico no volvería a utilizarse como celdario, pero consideraron que podrían instalar varias oficinas administrativas.
Este miércoles 4 Crysol elevó una carta al presidente de la República, Tabaré Vázquez, en la que solicita que el predio y las edificaciones de La Tablada sean “preservados” y se los destine como sitio de memoria “para trasladar a la ciudadanía el firme rechazo gubernamental al terrorismo de Estado y la voluntad de mantener viva la memoria de lo ocurrido, con el propósito de cimentar una sólida sociedad democrática, justa y solidaria”.
De aprobarse el anteproyecto de ley de sitios de memoria histórica del pasado reciente –redactado por organizaciones de la sociedad civil junto a la Inddhh– que por estos días se debate en la Comisión de Educación y Cultura del Senado, la ex Base Roberto cumpliría los requisitos para ser declarado como tal.