Juan Sartori: la búsqueda de
desaparecidos “es un tema ideológico”
que “cada vez es menos relevante”
15 de diciembre de 2018
Escribe: Ignacio Martínez
Todo el mundo lo sabe: el empresario de 37 años Juan Sartori, que, entre otras cosas, es dueño del club Sunderland de Inglaterra y accionista de Union Agriculture Group, el martes lanzó oficialmente su precandidatura a la presidencia por el Partido Nacional (PN), luego de varias semanas de campaña de expectativa. Su amplia sonrisa nos recibió en una oficina de Punta Gorda, y fuimos directo al grano.
¿Cuáles son los tres o cuatro problemas que tiene Uruguay?
Mi preocupación principal es la situación del trabajo y el empleo. Veo que eso se está degradando. Estamos llegando a un momento distinto de la economía y del país, y es lo que más preocupado me tiene a mí y a la gente. Porque una mezcla de un país que se ha vuelto muy caro, donde la gente llega justito a fin de mes, y donde de repente la economía baja y la desocupación empieza a subir, puede ser una combinación muy peligrosa para una sociedad desde el punto de vista económico. Después, una preocupación de muy corto plazo es la inseguridad, que no es ideológico, y es un problema a resolver ya. El uruguayo que tiene miedo de salir a la calle o de que lo roben no puede esperar un día más. Entonces, eso es una solución concreta e inmediata que hay que aportar. No creo que nadie pueda pasar esta campaña sin proponer algo muy concreto en el tema de seguridad . Otra preocupación, de más largo plazo, pero tan importante como las otras, es la educación. Yo lo sentí porque tuve la suerte de recibir una educación del más alto nivel internacional, entonces el planteo es cómo hacer para que en Uruguay cualquier niño, nazca donde nazca, tenga acceso a la mejor educación del mundo. Eso es posible porque hoy el mundo está más conectado, por las tecnologías. Sobre todo hay que generar igualdad de oportunidades, sin diferencia entre la escuela pública y la privada.
¿Qué propone para solucionar esas tres cosas?
Yo voy a ir proponiendo a medida que vaya escuchando de la gente no sólo los problemas y las preocupaciones, que es lo que vengo haciendo hasta ahora. Recorrí el país para entender cuáles eran los problemas a resolver. Y voy a seguir recorriendo porque creo que muchas veces la solución es pragmática, de sentido común, la conoce la gente. Entonces, mi plan no va a ser de Sartori ni de un gurú de la seguridad o de la educación sino el que recibamos de la gente, elaborado de una manera profesional y bien concreta. En los próximos tres meses vamos a presentar propuestas muy específico en cada tema, y de acá a marzo o abril, un programa de gobierno muy completo.
O sea que decidió ser precandidato a presidente sin antes tener las soluciones.
Las soluciones nunca van a ser mías. Justamente, a mí lo que no me gusta es el político que viene y dice “yo lo sé todo, yo tengo claro cómo hay que hacer las cosas”. Me gusta más el político que escucha y que trata de participar en lo que está pasando. Por eso a veces hablo del concepto de “burbuja”: esas dirigencias encerradas en sí mismas y que piensan que todo es fácil, que todo tiene una solución y se van desconectando de la gente.
¿Cuáles son algunas de esas soluciones que planteó la gente?
Me han dicho de todo, pero no hay duda de que la situación de los servicios de salud… Ya no son lo que fueron. Hay algunos proyectos de infraestructura que quizás son buenos y que cuestan el doble o el triple de lo que deberían costar. Ahí hay problemas. En la seguridad, más allá de todo lo que se está intentando, no hay duda de que no está funcionando. Esas certezas están ahí. Denme un poco de tiempo para ir evolucionando en propuestas concretas y pragmáticas. Yo veo a mucha gente enfrentada por temas ideológicos o históricos, que quizás hoy no sean tan importantes. Entonces, me gustaría escuchar a todos y tener planes para todos, pero no planes teñidos de mucha ideología.
Hace mucho énfasis en la ideología. ¿No tiene ideología?
Soy una persona pragmática que quiere resolver problemas.
Juan Sartori con la presidenta del Directorio del Partido Nacional, Beatriz Argimón, el viernes 7, cuando presentó su candidatura en la casa del partido.
El pragmatismo es una ideología.
A lo que me refiero por ideologías es a las utopías recesivas: “A mí me gusta este país de los años 60”, “el desarrollo industrial de Europa en tales años”. No se puede tomar formatos del pasado y tratar de aplicarlos a hoy porque el mundo y la sociedad son distintos. Hay muchas cosas que cambiaron. Y también la política es distinta. Que sea posible que alguien sea candidato a la presidencia sin tener ni una historia, ni una familia política ni participación de muchos años es bueno para el sistema, porque es lo que está pasando en el mundo entero con la sociedad: ya no hay pocos que controlan la información, sino que la participación es mucho más horizontal.
¿Por qué no escuchar a la gente y tomar sus ideas en el Partido Colorado, por ejemplo?
Porque uno tiene que decidir en qué partido participa. No me parece bueno el antisistema absoluto, los partidos políticos todavía tienen vigencia y valores importantes. Estudiando la historia me sentí en más sintonía con el PN. Me identifico con su historia y con su proyecto político hoy. Por eso decidí hacer mi carrera política ahí.
Hablaba de la seguridad: ¿cómo ve la gestión del ministro del Interior, Eduardo Bonomi?
No creo que todo sea malo. Todo el mundo intenta hacer lo mejor posible en función de lo que ve. Los resultados están a la vista de todos: hoy la situación de seguridad es desastrosa y hay que acabarla ya. Entonces, prefiero pensar en el futuro y decir cómo hacemos. Tenemos seis meses de campaña, por lo menos de la [elección] interna, para tratar de tener una propuesta muy clara y que tenga efectos inmediatos. Porque en ese tema no se puede esperar.
¿El gobierno del Frente Amplio [FA] hizo algo bien?
La diversificación de la matriz energética. Me gusta que hayamos pasado a un país que es casi 100% energía renovable, y eso se hizo con inversión uruguaya y extranjera, hecha de manera sustentable a largo plazo, que generó empleo y que además hoy nos pone en la vanguardia de muchos países en un tema que es importante.
¿Qué asesores tiene?
Yo no tengo estructura, no empiezo con una estructura de muchos años, con técnicos en los que confío, sino que empiezo hablando directamente con la gente; entonces, andá a saber si mi propuesta de educación no surge de una conversación que yo tenga con alguien que me parece que tiene sentido. No es que no quiera contestar, sino que mi visión y mi camino son distintos, de no pensar que las soluciones son mágicas y que alguien sabe más que otro.
Pero supongo que tendrá un entorno, personas de confianza, con las que charla estas cosas, algo parecido a un asesor.
Claro, pero yo empecé formalmente hace una semana, y recién hace tres meses empecé a organizarme para participar en la vida política. Entonces, denme un poco de tiempo para ir confirmando todos los lugares importantes, la gente del equipo que sea complementaria, y vamos a ir anunciando. Quizás ya en enero podamos ir organizando los grupos de trabajo en cada tema.
¿Le gustaría incursionar en la política del fútbol uruguayo?
El fútbol es una pasión que siempre voy a tener. Te digo que sí y de qué manera: el fútbol tiene que tener propuestas de gobierno, para mí es un tema importante para el Estado y la sociedad uruguaya. No sé bien en los otros programas cómo está, pero en mi programa va a haber propuestas muy concretas sobre cómo desarrollar la industria del fútbol en Uruguay, porque es mucho más que algunos clubes, es un potencial que tenemos como país que es extraordinaria, por eso me gustaría ponerle un poco de pensamiento y propuestas.
¿Cuáles son algunas de esas ideas?
Bueno, siempre lo mismo… Dame 30 días. Los otros empezaron hace 20 o 30 años.
Pero para eso no precisa a la gente, es dueño de un club de fútbol inglés, puede sacar alguna idea de ahí.
Hoy la materia prima que generamos en Uruguay por eso que llevamos adentro, que es inexplicable, es algo que está en gran demanda. Los grandes clubes del mundo precisan gente con nuestra garra y talento. ¿Qué pasa que hay demanda y que aquí hay tantos jugadores con talento que no llegan? ¿Cómo conectar el talento que tenemos en Uruguay con las oportunidades que están afuera? Ahí es que hay que trabajar.
¿Qué opina de los Consejos de Salarios?
No me gusta ver a la sociedad como un enfrentamiento constante entre empresarios y sindicatos, entre este partido y el otro. Entonces, para mí cualquier instancia que sea de encontrar un consenso, estudiando realmente la situación, me parece que está bien. El tema está en cómo se organizan y se regulan, y en cómo generamos un clima de confianza. Porque muchas veces ese es el problema: perfiles distintos, opiniones distintas, terminan en una pérdida de confianza y de diálogo, y ahí sufre la sociedad. Lo vemos todos los días, cuando no hay consenso ni un camino en común se paran los servicios y todo el mundo sufre.
Juan Sartori el viernes 7, después de su reunión con Beatriz Argimón en la casa del Partido Nacional.
¿Los dejaría tal cual?
No, para nada, pero no tengo todavía la solución mágica. Trataría de generar un diálogo que funcione y que permita la continuidad de todo de la mejor manera. En las propuestas concretas vamos a poner ideas, pero por ahora te doy mi visión y mi opinión. Y ahí también, ¿qué mejor que hablar con la gente que participa y que me explique por qué no funciona o cómo podría funcionar mejor?
El lema del PN, “Somos idea”, no lo toma tan literal.
Creo que hay que tener ideas, ejecutar las cosas, hay que organizarlas y hacerlas realidad. A mí siempre me gustó una frase que dice “la visión sin ejecución es alucinación”. Hay que tener ideas pero asentadas en la realidad, y para mí lo importante es resolver los problemas. Entonces, eso es lo que puedo aportar al PN: “Somos ideas, transformémolas en realidades”.
¿Habilitaría el voto en el exterior?
Tengo una experiencia personal: yo no pude votar porque estaba en el exterior. Pero no quiere decir que no entienda que el uruguayo en el exterior no siempre vive las mismas realidades que los que están acá. Hay caminos, no estoy de acuerdo ni con uno ni con el otro. Por ejemplo, en Italia los italianos del exterior eligen a un diputado. Entonces, hay que encontrar una manera de considerar ese voto pero teniendo en cuanta que la realidad la viven los que están en el país.
¿Nunca vino a votar?
No, nunca pude, porque estaba trabajando.
¿Qué piensa de las reivindicaciones del movimiento Un Solo Uruguay?
Soy muy consciente de que el sector agrícola está pasando por un momento horrible, de costos muy altos, de problemas de rentabilidad. Esa preocupación la siento y creo que hay que atenderla. Eso es más allá de los movimientos. El sector agrícola es el más grande de Uruguay si uno mira el porcentaje del producto interno, entonces a esa situación hay que atenderla como prioridad, porque afecta a la economía.
¿Bajar impuestos sería una solución?
O bajar el precio de los combustibles. ¿Por qué Uruguay tiene el combustible más caro de la región y de muchos países del mundo? El combustible es el insumo número uno no sólo del sector agrícola sino también de cualquier trabajador que pone nafta en la moto para ir a su trabajo. El precio de los combustibles es una ineficiencia que no hay duda que está afectando negativamente a toda la sociedad.
¿Cómo evalúa el trabajo del gobierno del FA con el tema de los desaparecidos?
Eso es un tema ideológico que venimos cargando desde hace tantos años… y cada vez es menos relevante. ¿Cuántas personas que votan habían nacido en esa época? A mí me gusta enfocarme y hablar de qué vamos a hacer mañana. No me gusta en general meterme a revisar la historia, o ver qué lado tenía razón, qué lado hizo las cosas bien o mal. Para mí son temas que no son de actualidad y que no son prioridad.
¿La búsqueda de los desaparecidos es un tema ideológico?
Lo transforman todo en un tema ideológico. Entonces, hoy no es para nada la prioridad de acción, el tema en el cual hay que enfocarse o pasar tiempo discutiendo. Yo soy de otra generación, hay cosas que me ocupan más. Mi visión es esa. Estamos redondeando. ¿No?
¿A cuánto está el litro de leche?
El otro día fui al supermercado y mi mujer encontró que estaba más caro acá que en muchos lugares del mundo. El pan cuesta más caro acá que en Nueva York. El costo de vida es más alto, y eso no puede ser. De vuelta, me vas a preguntar: “Entonces, ¿qué hacemos?”. Dentro de un mes te contesto.