Uruguay: la Justicia admite “dureza de carceleros”

Derecho de respuesta

para asesor de Guido Manini Ríos

es “un antecedente nefasto

para la libertad de expresión”,

según relator de la OEA

1 de octubre de 2019

Jueza obliga a los medios a publicar que los carceleros en dictadura tenían una conducta que “obviamente era firme”

El asesor en seguridad del candidato de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos, el coronel retirado Antonio Romanelli, fue capitán en el Penal de Libertad durante la dictadura. Según denunciaron 41 ex presos políticos en una carta pública, Romanelli se caracterizaba en aquella época por su “desenfadada saña represiva”, “hostigó brutalmente a centenares de prisioneros” y fue “un auténtico verdugo, especialmente con los que padecían enfermedades psiquiátricas, los más viejos y los más débiles, y muy especialmente –fiel a la ideología nazi que lo animó durante sus años de militancia en Secundaria– con los judíos”.

Romanelli no dio entrevistas a los medios de comunicación que informaron sobre la carta y que procuraron contactarlo, y en cambio, solicitó a Radio Uruguay, La República y Montevideo Portal publicar una misiva a modo de derecho de respuesta, en la que, entre otras afirmaciones, señala que “la conducta de los funcionarios” hacia los ex presos políticos en la mencionada cárcel durante la dictadura “obviamente era firme, como es de estatuto que sea, también para los funcionarios que trabajan hoy para el Estado en esos lugares”. “Pero no puede decirse que fuera rígida siquiera, lo cual no sería irreglamentario”, apunta.

Como los medios mencionados se negaron a publicar una carta en estos términos, Romanelli acudió a la Justicia, amparándose en el derecho de respuesta previsto en el artículo 7° de la Ley de Prensa N° 16.099, que da esa posibilidad a quienes se hayan sentido afectados por informaciones “inexactas o agraviantes”.

En la tarde del lunes, la jueza Dolores Sánchez de León le dio la razón al ex funcionario de la dictadura y resolvió que los medios deben publicar la misiva completa enviada por Romanelli, aunque el caso pasó al Tribunal de Apelaciones.

En su sentencia, Sánchez entiende que el derecho de respuesta es “un instrumento informativo y tiene la misma jerarquía que la noticia que se contradice, suponiendo una versión distinta a aquella y siempre con el objetivo de que el público se forme un juicio imparcial”. “La réplica se funda en el derecho a la verdad, pero no porque esa verdad la tenga el que responde, sino porque, presentando este su versión de los hechos, permite una confrontación de los elementos de juicio que facilitan acceder a la verdad acerca de los hechos”. Afirma que Romanelli no tiene necesidad de probar la verdad de lo que afirma y que basta con que se sienta agraviado. Además, la jueza confiesa que no logra “comprender el fundamento de la negativa en publicar la respuesta del actor, pero sí efectuarle una entrevista o haberlo intentado comunicándose con allegados para que lo hiciera”.

“Errores conceptuales”

La jueza hace referencia en su sentencia a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, dijo a la diaria que la sentencia contiene “errores conceptuales gravísimos” y que genera “una afectación clara a la libertad de expresión”. Explicó que la magistrada concibe el derecho de respuesta como “un derecho automático”, cuando en realidad se trata de una “restricción a la libertad de expresión” y, como tal, debe ser de carácter excepcional, siempre que se cumpla “una serie de requisitos y parámetros que la propia ley establece, que acá no se configuran”.

Lanza hizo notar que los medios se limitan a reproducir una carta y que esta misiva refiere a la actuación de una persona pública, y “nada menos que en relación a violaciones a derechos humanos” del pasado reciente. Sostuvo que Romanelli tiene “todos los medios a su alcance para rebatir esta versión” y que no fue silenciado por los medios denunciados, sino que estos le ofrecieron dar su propia versión en una entrevista, utilizando el derecho de los periodistas a repreguntar. “El derecho de respuesta es para el caso en que los medios no les dan a las personas la oportunidad de expresarse. En este caso, esas circunstancias no se dan. Él busca dos cosas que la jueza erróneamente le otorga, en desmedro de la libertad de expresión. En primer lugar, quiere generar un efecto inhibitorio: mandar el mensaje a los medios de que los va a llevar a juicio cada vez que lo nombren, y en segundo lugar, intentar imponer su versión, y eludir el debate público”, remarcó Lanza.

Finalmente, el relator hizo notar que la jueza cita erróneamente a la CIDH, ya que esta protege la libertad de expresión en estos casos, y principalmente cuando los discursos refieren a los funcionarios públicos. Además, los agravios deben ser injustos o carecer de rigor. “O la jueza prueba que hay una falsedad o imprecisión, o protege el derecho de los medios a preguntarle. Discrepo absolutamente con la afirmación de que alcanza con que la persona se siente agraviada, porque esto deja el conflicto librado a la decisión de una de las partes, y de la parte más poderosa en general”, imponiendo una versión “que puede ser incluso falsa”, alertó Lanza.

El relator concluyó que se trata de un “antecedente nefasto para la libertad de expresión en Uruguay: imagínense que cualquier persona que ejerza un cargo público y se sienta ofendida va a tener derecho a imponer su versión a los medios”.

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  DENUNCIAS

02 de octubre de 2019

Ex presos políticos piden a Romanelli

que tenga el coraje de reconocer

los maltratos que cometió

El asesor en seguridad de Cabildo Abierto es el coronel (r) Antonio Romanelli (El Pisahuevos), capitán ayudante en Barracas en el EMR N° 1 (Penal de Libertad) durante 1978 – 1979

“Háganos un juicio por difamación. Pida un careo con cada uno de nosotros y díganos en la cara que mentimos, diga que mentimos cuando demos detalles, diga que mentimos cuando gente que hace 40 años que no se ve, coincide en la versión de sus acciones represivas. O, mejor aún, tenga algo de coraje alguna vez y reconozca lo que hizo”, manifiestan 94 ex presos políticos que denuncian haber sido víctimas de distintos maltratos -en el marco de la pasada dictadura militar-, por parte del coronel retirado Antonio Romanelli, asesor de seguridad de Cabildo Abierto.

Días pasados, un grupo de ex presos políticos durante la pasada dictadura militar (1973-1985) difundieron una carta en la que expresaron que Romanelli, les aplicó distintos tipos de hostigamientos, cuando se desempeñaba como guardia en el Penal de Libertad entre los años 1978 y 1979.

A raíz de ello, Romanelli inició un proceso judicial contra radio Uruguay, La República y Montevideo Portal por publicar dicha carta, la cual también fue difundida por otros medios de comunicación, entre ellos LARED21.

Por su parte, el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAINFO) emitió un comunicado a través del cual repudia el inicio de procesos judiciales contra varios medios de comunicación, por parte de Romanelli.

Este miércoles 2 de octubre, 94 ex presos políticos emitieron una nueva carta a través de la cual rechazan los procedimientos de Romanelli de amedrentar a los medios de comunicación y, además, le piden un careo y que tenga el coraje de reconocer lo que hizo durante la pasada dictadura cívico-militar.

He aquí el texto de la carta de los ex presos políticos

“Romanelli y la tradición de no hacerse cargo de lo que hicieron.

Hace pocos días un grupo de ex reclusos del Penal de Libertad publicamos una carta que describe muy sintéticamente las acciones de Antonio Romanelli, por entonces desempeñando tareas como carcelero en el Sector Barracas de esa infame prisión.

Dijimos que el entonces alférez Antonio Romanelli practicó todo tipo de abusos contra los que estábamos detenidos por la dictadura en ese lugar.

La carta, en uno de sus pasajes dice: “En ese contexto represivo, inolvidable para todos quienes lo padecimos, el entonces alférez Antonio Romanelli, actuando como capitán ayudante del Sector Barracas durante el período 1978 – 1979, se caracterizó por su desenfadada saña represiva. Hostigó brutalmente a centenares de prisioneros en las cinco Barracas, 10 sectores, 40 reclusos por sector, durante su permanencia.

Fue un auténtico verdugo especialmente con aquellos que padecían enfermedades psiquiátricas, con los más viejos, con los más débiles y muy especialmente, fiel a la ideología nazi que lo animó durante sus años de militancia en Secundaria, durante el año 1972, con quienes eran judíos.

Todos recordamos los “plantones”, “los malones”, “los islazos”, las requisas, los insultos, las amenazas, la destrucción sistemática de las manualidades, las sanciones injustificadas, las privaciones de todo tipo, el clima de angustia y terror.”

Publicada esta carta por varios medios, Romanelli elije el camino de amedrentar a tres de esos medios por cumplir con su función: publicar información. No era un editorial, no era un trascendido, fueron notas periodísticas e informaciones proporcionadas por los involucrados.

Si ya era grave que un individuo acusado de estas prácticas figure como asesor de un presidenciable, si es despreciable la actitud de negar sus acciones, por estas fechas asistimos a una nueva manifestación de la impunidad: amedrentar al medio que publica. No nos asombra, es la continuación de sus acciones en dictadura, y, como entonces, le pronosticamos un tremendo fracaso.

Igual que no consiguió cambiar nuestra convicción de que la dictadura tenía que caer, ahora no conseguirá que los periodistas dejen de informar por miedo a sus amenazas.

Romanelli, los que estamos diciendo lo que hizo, somos nosotros, gente que usted maltrató y quiso aterrorizar. Ud. esgrime el argumento de que nunca antes fue denunciado. Ante esto, debemos aclarar a la ciudadanía, sobre todo a los más jóvenes, que materialmente es imposible realizar denuncia penal de todas las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura: no habría sistema judicial en el mundo que pudiera procesarlas.

Sin embargo, algo muy distinto es cuando alguien tan identificado y reconocido por sus víctimas se expone públicamente amparado en aquella imposibilidad y tal vez pretendiendo que sus acciones deplorables hayan sido olvidadas.

Los abajo firmantes decimos ¡No! No nos hemos olvidado de usted Romanelli. Está vivo en nuestra memoria y ahora más que nunca, cuando su imagen reaparece ante nosotros: hágase cargo de su exposición pública y sus intenciones políticas absolutamente coherentes con su vocación represiva.

Háganos un juicio por difamación. Es más, pida un careo con cada uno de nosotros y díganos en la cara que mentimos, diga que mentimos cuando demos detalles, diga que mentimos cuando gente que hace 40 años que no se ve, coincide en la versión de sus acciones represivas. O, mejor aún, tenga algo de coraje alguna vez y reconozca lo que hizo”.

Siguen las firmas y cédulas de identidad de 91 presos políticos.

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TODO TIPO DE ABUSOS

Caso del carcelero Antonio Romanelli

 

  Ex presos políticos reiteran su

denuncia por malos tratos contra

asesor en seguridad de

Guido Manini Ríos 

3 de octubre de 2019 

Escribe: Mariana Cianelli

91 personas aseguran que practicó “todo tipo de abusos” durante la dictadura y lo instan a que desmienta “cara a cara” lo denunciado.

A principios de setiembre, un total de 41 ex presos políticos firmaron una carta pública en la que denunciaron a Antonio Romanelli, asesor de seguridad del presidenciable de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos, por practicar “todo tipo de abusos” contra los detenidos, mientras fue guardia en el Penal de Libertad durante la dictadura. Este miércoles, los ex presos políticos publicaron una nueva misiva, firmada por 91 personas, en la que reiteran que el ahora asesor político fue capitán ayudante del sector Barracas del centro de reclusión durante 1978 y 1979 y “hostigó brutalmente a centenares de prisioneros”.

Luego de la publicación de la primera carta, Romanelli se negó a dar entrevistas a los medios que informaron el asunto y que lo contactaron y envió una carta para que fuera publicada por Radio Uruguay, Montevideo Portal y La República. Ante la negativa de los medios a publicar la carta, Romanelli los denunció ante la Justicia penal, solicitando que se le otorgue el derecho de respuesta previsto en la Ley de Prensa. La jueza Dolores Sánchez falló a favor del asesor del presidenciable de CA y los medios apelaron la sentencia.

En la misiva publicada este miércoles, los ex presos políticos sostienen que Romanelli elige el “camino de amedrentar” a estos tres medios por cumplir con su función. “Romanelli, los que estamos diciendo lo que hizo, somos nosotros, gente que usted maltrató y quiso aterrorizar”, se afirma la carta. Baldir Tabárez, integrante de Crysol, dijo a la diaria que “si Romanelli puede demostrar que no es cierto lo que decimos, que nos denuncie a nosotros, no a los medios”. Destacó que es “absolutamente cierto” lo que informaron y planteó que si el ex funcionario de la dictadura puede “rebatir” lo que “90 tipos” denuncian, que lo haga. Tabárez contó que los ex presos entendieron que había que transparentar “quién es” y, luego de la primera carta, otros ex presos políticos se sumaron para poner sus nombres en el nuevo comunicado. “No es que el resto fuera amable, pero él era un verdugo. Se dedicaba a tratar mal a compañeros judíos, viejos, con problemas psiquiátricos. Era un personaje siniestro”, aseguró. la diaria intentó comunicarse con la jefa de prensa de CA, pero no tuvo respuesta.

“Usted, Romanelli, está vivo en nuestra memoria y ahora más que nunca, cuando su imagen reaparece ante nosotros: hágase cargo de su exposición pública y sus intenciones políticas absolutamente coherentes con su vocación represiva”, agrega la carta. Los firmantes lo instan a que les haga un juicio por difamación y pida “un careo con cada uno” de los ex presos y les diga “en la cara” que mienten, si es que tiene pruebas. “Diga que mentimos cuando demos detalles, diga que mentimos cuando gente que hace 40 años que no se ve coincide en la versión de sus acciones represivas. O, mejor aún, tenga algo de coraje alguna vez y reconozca lo que hizo”, culmina la misiva.

Romanelli y la tradición de no hacerse cargo de lo que hicieron

Uno de los firmantes, Waldir Tabárez, que estuvo recluido en dicho penal entre 1975 y 1982, dijo a Informe nacional que Romanelli “siempre tuvo una especial preocupación por maltratar compañeros, iba siempre un poco más allá de lo que podrían haber sido órdenes”.
Añadió que tenía “particular animosidad” contra enfermos psiquiátricos, los más viejos, los más débiles y “una predilección por maltratar a los compañeros de origen judío”.

Una vez más, Informe nacional intentó comunicarse con Romanelli para que pueda brindar su opinión al respecto, sin poder lograr una respuesta.

https://radiouruguay.uy/wp-content/uploads/2019/10/informe_191002_carta_presos.mp3?_=1

Hace pocos días un grupo de exreclusos del Penal de Libertad publicamos una carta que describe muy sintéticamente las acciones de Antonio Romanelli, por entonces desempeñando tareas como carcelero en el Sector Barracas de esa infame prisión.Dijimos que el entonces alférez Antonio Romanelli practicó todo tipo de abusos contra los que estábamos detenidos por la dictadura en ese lugar.La carta, en uno de sus pasajes dice “En ese contexto represivo, inolvidable para todos quienes lo padecimos, el entonces alférez Antonio Romanelli, actuando como Capitán Ayudante del Sector Barracas durante el período 1978–1979, se caracterizó por su desenfadada saña represiva.Hostigó brutalmente a centenares de prisioneros en las 5 Barracas, 10 sectores, 40 reclusos por sector, durante su permanencia.

Fue un auténtico verdugo especialmente con aquellos que padecían enfermedades psiquiátricas, con los más viejos, con los más débilesy muy especialmente, fiel a la ideología nazi que lo animó durante sus años de militancia en Secundaria, durante el año 1972, con quienes eran judíos.Todos recordamos los “plantones”, “los malones”, “los islazos”, las requisas, los insultos, las amenazas, la destrucción sistemática de las manualidades, las sanciones injustificadas, las privaciones de todo tipo, el clima de angustia y terror.”Publicada esta carta por varios medios, Romanelli elije el camino de amedrentar a 3 de esos medios por cumplir con su función: publicar información. No era un editorial, no era un trascendido, fueron notas periodísticas e informaciones proporcionadas por los involucrados.

Si ya era grave que un individuo acusado de estas prácticas figure como asesor de un presidenciable, si es despreciable la actitud de negar sus acciones, por estas fechas asistimos a una nueva manifestación de la impunidad: amedrentar al medio que publica.No nos asombra, es la continuación de sus acciones en dictadura, y, como entonces, le pronosticamos un tremendo fracaso.Igual que no consiguió cambiar nuestra convicción de que la dictadura tenía que caer, ahora no conseguirá que los periodistas dejen de informar por miedo a sus amenazas.Romanelli, los que estamos diciendo lo que hizo, somos nosotros, gente que usted maltrató y quizo aterrorizar.Ud. esgrime el argumento de que nunca antes fue denunciado.

Ante esto, debemos aclarar a la ciudadanía -sobre todo a los más jóvenes-que materialmente es imposible realizar denuncia penal de todas las violaciones a los ddhh durante la dictadura: no habría sistema judicial en el mundo que pudiera procesarlas.Sin embargo, algo muy distinto es cuando alguien tan identificado y reconocido por sus víctimas se expone públicamente amparado en aquella imposibilidad y tal vez pretendiendo q sus acciones deplorables hayan sido olvidadas.

Los abajo firmantes decimos No! No nos hemos olvidado de Ud. Romanelli. Está vivo en nuestra memoria y ahora más que nunca, cuando su imagen reaparece ante nosotros: hágase cargo de su exposición pública y sus intenciones políticas absolutamente coherentes con su vocación represiva.Háganos un juicio por difamación. Es más, pida un careo con cada uno de nosotros y díganos en la cara que mentimos, diga que mentimos cuando demos detalles, diga que mentimos cuando gente que hace 40 años que no se ve, coincide en la versión de sus acciones represivas.O, mejor aún, tenga algo de coraje alguna vez y reconozca lo que hizo.

             

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Silencio del Comité Central Israelita

Silencio total del sionismo que representa .
La comunidad judía tan sensible ante actos antisemitas, no dice nada?

La jueza Dolores Sánchez falló a favor

de Antonio Romanelli.

Insistimos, no dimos información inexacta, publicamos una denuncia pública firmada con nombre, apellido y cédula por 41 ex presos políticos contra Romanelli. Buscamos su palabra y no quiso declarar. Aceptar una “rectificación” de información es aceptar que mentimos. No lo vamos a aceptar. Vamos al Tribunal de apelaciones.

Pero además Romanelli ni siquiera dice “dar su versión de los hechos”, pretende que digamos que la información no era verdadera, que rectifiquemos y afirmar que lo que él sostiene es la verdad “los hechos como realmente ocurrieron”.
Como no quiero darle por este medio difusión a su respuesta, sólo comparto tres párrafos, para que sepan de lo que hablamos.

“Un auténtico verdugo”

La lista de denunciantes ahora se ha ampliado a un total de 91, siendo todas estas personas ex reclusos de las barracas de Libertad entre 1978 y 1979.
En una carta pública suscrita por todo ellos, dicen: “El entonces alférez Antonio Romanelli, actuando como capitán ayudante en el sector barracas en el periodo 1978 – 1979, se caracterizó por su desenfadada saña represiva”.
El documento continúa diciendo que Romanelli “hostigó brutamente a centenares de prisioneros” y fue “un auténtico verdugo, especialmente con los que padecían enfermedades psiquiátricas, los más viejos y los más débiles, y muy especialmente -fiel a la ideología nazi que lo animó durante sus años de militancia en Secundaria- con los judíos”.
“Todos recordamos los plantones, los malones, los islazos, las requisas, los insultos, las amenazas, la destrucción sistemática de las manualidades, las sanciones injustificadas, las privaciones de todo tipo, el clima de angustia y terror”, agrega la misiva.
“Los abajo firmantes, todos ex reclusos, sobrevivientes de dicho período, a 40 años de los hechos, lo recordamos perfectamente como una auténtica lacra social, potencial candidato sin excusas de ningún tipo, únicamente, a la mayor condena y repudio del conjunto de la sociedad”, termina.

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  EL CARTERO LLAMA DOS VECES

Expresos a Romanelli:

“Pida un careo con cada uno de nosotros

y díganos que mentimos”

Expresos políticos redoblan la apuesta con asesor de Manini: “Los que estamos diciendo lo que hizo somos nosotros, gente que usted maltrató”.

03.10.2019 

La carta que 41 expresos políticos publicaron sobre Antonio Romanelli, asesor de seguridad de Cabildo Abierto y excapitán ayudante en el sector Barracas del penal de Libertad en 1978 y 1979, provocó que el coronel retirado llevara a audiencia judicial a tres de los medios que la reprodujeron (entre ellos Montevideo Portal).

Pese a esta instancia judicial, en la que Romanelli solicitó la publicación de una retractación, los expresos redoblaron la apuesta en una nueva carta, que además es firmada ahora por 91 personas.

“Romanelli y la tradición de no hacerse cargo de lo que hicieron”, indica la misiva. “Hace pocos días un grupo de exreclusos del Penal de Libertad publicamos una carta que describe muy sintéticamente las acciones de Antonio Romanelli, por entonces desempeñando tareas como carcelero en el Sector Barracas de esa infame prisión”, aclaran.

“Dijimos que el entonces alférez Antonio Romanelli practicó todo tipo de abusos contra los que estábamos detenidos por la dictadura en ese lugar”, señalan, y repiten el siguiente fragmento de la carta.

“En ese contexto represivo, inolvidable para todos quienes lo padecimos, el entonces alférez Antonio Romanelli, actuando como Capitán Ayudante del Sector Barracas durante el período 1978 – 1979, se caracterizó por su desenfadada saña represiva. Hostigó brutalmente a centenares de prisioneros en las 5 Barracas, 10 sectores, 40 reclusos por sector, durante su permanencia. Fue un auténtico verdugo especialmente con aquellos que padecían enfermedades psiquiátricas, con los más viejos, con los más débiles y muy especialmente, fiel a la ideología nazi que lo animó durante sus años de militancia en Secundaria, durante el año 1972, con quienes eran judíos. Todos recordamos los plantones, los malones, los islazos, las requisas, los insultos, las amenazas, la destrucción sistemática de las manualidades, las sanciones injustificadas, las privaciones de todo tipo, el clima de angustia y terror.”

“Publicada esta carta por varios medios, Romanelli elige el camino de amedrentar a tres de esos medios por cumplir con su función: publicar información. No era un editorial, no era un trascendido, fueron notas
periodísticas e informaciones proporcionadas por los involucrados”, indican los expresos.

“Si ya era grave que un individuo acusado de estas prácticas figure como asesor de un presidenciable, si es despreciable la actitud de negar sus acciones, por estas fechas asistimos a una nueva manifestación de la impunidad: amedrentar al medio que publica. No nos asombra, es la continuación de sus acciones en dictadura, y, como entonces, le pronosticamos un tremendo fracaso”, indican.

“Igual que no consiguió cambiar nuestra convicción de que la dictadura tenía que caer, ahora no conseguirá que los periodistas dejen de informar por miedo a sus amenazas. Romanelli, los que estamos diciendo lo que hizo, somos nosotros, gente que usted maltrató y quiso aterrorizar”, continúa la misiva a la que accedieron Montevideo Portal, radio Uruguay y La República

“Ud. esgrime el argumento de que nunca antes fue denunciado. Ante esto, debemos aclarar a la ciudadanía -sobre todo a los más jóvenes- que materialmente es imposible realizar denuncia penal de todas las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura: no habría sistema judicial en el mundo que pudiera procesarlas. Sin embargo, algo muy distinto es cuando alguien tan identificado y reconocido por sus víctimas se expone públicamente amparado en aquella imposibilidad y tal vez pretendiendo q sus acciones deplorables hayan sido olvidadas”, explican.

“Los abajo firmantes decimos ¡No! No nos hemos olvidado de usted, Romanelli. Está vivo en nuestra memoria y ahora más que nunca, cuando su imagen reaparece ante nosotros: hágase cargo de su exposición pública y sus
intenciones políticas absolutamente coherentes con su vocación represiva. Háganos un juicio por difamación. Es más, pida un careo con cada uno de nosotros y díganos en la cara que mentimos, diga que mentimos cuando
demos detalles, diga que mentimos cuando gente que hace 40 años que no se ve, coincide en la versión de sus acciones represivas. O, mejor aún, tenga algo de coraje alguna vez y reconozca lo que hizo”, concluyen.

 

 

 

 

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