El archivo oral de la Memoria

  TESTIMONIOS

13 de diciembre de 2019

El Archivo Oral de la Memoria

se compone de 100 testimonios

sobre el terrorismo de Estado

El Museo de la Memoria (MUME) y la Asociación de Amigos y Amigas del MUME realizaron este jueves la apertura al público del primer Archivo Oral de la Memoria del Uruguay, el cual se compone de 100 testimonios en registros audiovisuales de personas que se vieron afectadas de diversas maneras por el terrorismo de Estado.

Director del Museo de la Memoria, Elbio Ferrario; representante de la Asociación de Amigos y Amigas del MUME, Peter Kroch; historiadora, Cristina Pintos, y coordinadora del Archivo Oral de la Memoria, Ana Sosa. Foto: LARED21.

Más de la mitad de los testimonios pertenecen a sobrevivientes del centro clandestino de reclusión y tortura 300 Carlos o Infierno Grande, de sus familiares y vecinos.

Quien desee consultar el archivo deberá ingresar en la página web del MUME: http://mume.montevideo.gub.uy/

Allí se despliega una pestaña: “Archivo Oral”, donde hay una descripción de la entrevista.

A la vez, se debe llenar un formulario y se obtiene fecha y hora para poder consultar el material en forma presencial en el Museo de la Memoria (Avenida de las Instrucciones 1057).

Rescate de la memoria

La presentación estuvo a cargo del director del Museo de la Memoria, Elbio Ferrario; de la coordinadora del Archivo Oral de la Memoria, Ana Sosa; de la historiadora, Cristina Pintos; y del representante de la Asociación de Amigos y Amigas del MUME, Peter Kroch.

Kroch expresó que el proceso de trabajo del Archivo Oral coincide con las iniciativas de la formación de los Sitios de la Memoria, es decir aquellos lugares donde se realizaron actos de resistencia al terrorismo de Estado y donde se violaron los derechos humanos.

Remarcó que “el Archivo Oral de la Memoria es un pilar fundamental del relato, como también los son los Sitios de la Memoria, donde poder desarrollar políticas de memoria y transmitirlas a la sociedad, bajo el lema: Nunca más terrorismo de Estado”.

A su turno, Ana Sosa remarcó que se llegó a 100 entrevistas luego de tres años de trabajo, y subrayó que cada entrevista es un documento.

Dijo que el terrorismo de Estado “salpicó a toda la sociedad” y esa es la idea del Archivo Oral de la Memoria, es decir encontrar en cada una de las personas un documento testimonial para el estudio de la historia, antropología, la sociología u otras disciplinas.

La historiadora Cristina Pintos resaltó la importancia de la oralidad y del estudio de las emociones y las mentalidades, dentro del campo de la disciplina de la Historia.

Las fuentes no son sólo los documentos escritos, en formato papel, sino también la historia oral.

“Un archivo de historia oral es la vida en la disciplina científica, porque la oralidad, los testimonios orales de las personas comunes, son los que recrean la verdadera historia”, sentenció

Mientras que el director del MUME, Elbio Ferrario, expresó que un archivo oral es una forma de preservar lo ocurrido en un sitio, y promueve la reconstrucción de la historia reciente desde las memorias sociales.

“A través de los testimonios comenzamos a armar cómo eran los centros de reclusión y tortura como el 300 Carlos o Los Vagones, en Canelones”, indicó.

Manifestó que por un lado los arqueólogos no pueden trabajar solos si no están en relación con la memoria que surge de estos sitios y, por otro lado los testimonios comienzan a ser importantes para las actuaciones judiciales.

Dijo que el trabajo del archivo continuará con las próximas generaciones.

Futuro Monumento a las víctimasd del Infierno Grande, centro de torturas de la dictadura

“Memorias que conectan”… diferentes

generaciones.

Martín Varela Umpierrez

Este jueves pasado se realizó la apertura al público del Archivo Oral de la Memoria,

perteneciente al Museo de la Memoria (Mume) y de la Asociación de Amigas y Amigos del Mume (AAmume). Dicha celebración se realizó en el Salón Rojo de la Intendencia de Montevideo, fue moderada por la periodista Ana Maria Mizrahi y disertaron Peter Kroch como represetante de AAMume, Ana Maria Sosa -coordinadora del Archivo Oral del Mume-, Cristina Pintos, licenciada en historia y docente jubilada de Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; y Elbio Ferrario, director del Mume.

El Archivo Oral (como le decimos nosotres) comenzó a gestarse en el marco de un proceso de puesta en valor y creación de sitios de memoria. En noviembre de 2015, el Mume junto al Espacio para la Memoria y los DDHH Casa de las Mujeres “Quica” Salvia (Intendencia de Canelones) y la Fundación Zelmar Michelini (FZM) organizó el seminario Sitios de Memoria y Territorio. Intercambio de experiencias Uruguay – Argentina. En este encuentro fue valiosísima la participación de Memoria Abierta, “ alianza de organizaciones de derechos humanos argentinas que promueve la memoria sobre las violaciones a los derechos humanos del pasado reciente”. Además de realizar un espacio de debate y disertación por parte de otras instituciones públicas y organizaciones sociales, se organizaron recorridos por diferentes lugares que funcionaron como centros represivos durante la última dictadura cívico militar. Así, las personas que participamos de este seminario pudimos conocer lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención de detención y tortura(CCDT), cárceles políticas u otros espacios vinculados a la represión como el Servicio de

Material y Armamento / Batallón 13, lugar donde funcionó el 300 Carlos / Infierno Grande; Cárcel de Punta de Rieles; ex CCDT Los Vagones en Canelones; predio del Batallón de Infantería Paracaidista Nº14 en Toledo donde aparecieron los restos de Julio Castro y Ricardo Blanco. En estos recorridos fueron surgiendo testimonios de las personas que habían estado detenidas en esos lugares.

Por otra parte, al pensar en la concreción de sitios de memoria comenzó a vislumbrarse la necesidad de recopilar datos y memorias sobre las vivencias en estos lugares. Por tal motivo, en junio de 2016 el Mume, AAMume y FZM organizaron la primera instancia de formación en torno a testimonios y memoria. El taller del Archivo Oral fue dictado por Alejandra Oberti, investigadora argentina en estudios de memoria, integrante de Memoria Abierta; y participaron otras instituciones públicas y organizaciones sociales. A partir de esta instancia de formación, en el Mume comenzamos a gestar un archivo oral propio, un gran anhelo presente en las personas que trabajaron en la creación del museo allá por los años 2006-2007. La creación del Archivo no fue sencilla por su importancia y complejidad.

Durante varios meses se realizaron muchas reuniones para pensar temas tales como los objetivos, el alcance, la metodología, las preguntas a realizar, o incluso el nombre. En esta primera etapa, el Archivo se nutrió del aporte de profesionales y estudiantes de diferentes disciplinas académicas como la historia, antropología, arqueología, archivología, psicología, derecho, museología y arquitectura. Asimismo, formaron parte de esta tarea militantes en derechos humanos y ex-presas y ex presos políticos, quienes aportaron desde su experiencia y vivencias personales. Por otra parte, durante la etapa de formación del archivo se realizaron una serie de reuniones con profesionales de diferentes disciplinas académicas -historia, arqueología, psicología, ciencias políticas- quienes se comprometieron a actuar como asesores voluntarios, aportando sugerencias y comentarios.

El equipo de trabajo del Archivo Oral y la dirección del Mume habían establecido una metodología de trabajo: historias de vida mediante entrevistas semi dirigidas donde la entrevistadora o entrevistador realiza una serie de preguntas a modo de guía para construir la memoria de la entrevistada o entrevistado, registrando el testimonio en formato audiovisual por parte de una camarógrafa o camarógrafo.

A su vez, hacia fines de ese mismo año el Mume solicitó colaboración a la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) para brindar acompañamiento terapéutico para el grupo del archivo oral. Desde esa fecha hasta fines de 2018 se desarrolló un encuentro periódico para intercambiar reflexiones y resolver problemáticas 

  1. En octubre de 2016 se realizaron las primeras entrevistas agrupadas en torno a un eje central: el 300 Carlos / Infierno Grande. En una primera etapa, todas las entrevistas fueron realizadas a personas que estuvieron secuestradas en este CCDT que funcionó entre noviembre de 1975 y hasta abril de 1977 aproximadamente. Fue uno de los centros represivos más importantes de la última dictadura cívico militar ya que fue utilizado por el Organismo Coordinador de Operativos Antisubversivos (OCOA) para detener a cientos de militantes políticos -principalmente del Partido Comunista del Uruguay (PCU), la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) y del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), además de sindicalistas y militantes de otros grupos-. En este lugar fueron vistos por última vez Eduardo Bleier Horovitz, Juan Manuel Brieba, Fernando Miranda Pérez, Carlos Pablo Arévalo Arispe, Julio Gerardo Correa Rodriguez, Otermín Laureano Montes de Oca Doménech, Elena Quinteros Almeida, y Julio Escudero Mattos.

Sin contar con documentación oficial sobre los detenidos en ese lugar, la coordinadora del Archivo comenzó un trabajo de hormiga para armar un listado de personas que pasaron por ese lugar. Luego, el contacto personal con esas personas para contarles el proyecto e invitarlos a dar su testimonio.

En 2017, el Archivo comenzó a engrosar sus contenidos con la inclusión de otro tipo de testimonios: familiares de las personas detenidas en el 300 Carlos; otros lugares de detención como La Tablada o la Dirección Nacional de Información e Inteligencia; familiares de detenidos desaparecidos; exiliadas/os; etcétera. Así, se comenzaron a crear nuevas subseries con el objetivo de archivar y organizar mejor los documentos audiovisuales.

En este recorrido, el Archivo Oral de la Memoria se ha nutrido con el aporte de personas de diversas disciplinas y de diferentes generaciones. Cabe mencionar que durante todo este proceso, gran parte del equipo estuvo conformado por mujeres, quienes han participado en forma activa en los diferentes roles -coordinación, entrevistadoras, camarografas, archivólogas-. Por otra parte, en el último año de trabajo ingresaron a trabajar muchas jóvenes estudiantes y profesionales. Actualmente, el equipo está conformado por personas

que no vivieron durante la última dictadura cívico militar. En lo personal, este es el punto más valioso del proyecto y el que más destaco como integrante del equipo: la participación activa de las jóvenes. A su vez, como joven que trabajo en pasado reciente desde hace varios años, es un orgullo y un placer entrevistar a personas que sufrieron y resistieron la violencia estatal durante los años más oscuros de nuestro país. Escuchar los relatos de ex presas y presos, con exiliadas y exiliados, con personas que participaron de la Huelga General, la creación de la CNT, las movilizaciones estudiantiles en los años 50 y 60, que militaron barrios, lugares de trabajo y estudio; es mágico realmente. Sin embargo, nuestra escucha no es pasiva. En las entrevistas se genera un espacio de intercambio, de diálogo, de preguntas reflexivas que hacen pensar a la entrevistada, charlas que hacen emocionar al entrevistado… Las entrevistas se convierten en encuentros únicos, íntimos, donde entrevistador/a, entrevistado/a y camarógrafa/o circulan por más de 50 años de vida personal pero también política, social y cultural, guiados por la empatía, por un deseo de registrar esa memoria para difundirla. Ese rol activo del entrevistador/a genera un nivel de compañerismo y amistad con el entrevistado/a que queda reflejado cuando nos volvemos a cruzar con ellas/os en diferentes instancias vinculadas a la temática. Ayer, el lanzamiento al público del Archivo Oral de la Memoria fue una excusa para volvernos a encontrar y unirnos ante presentes y futuras críticas o censuras hacia nuestras memorias.

Para cerrar, quiero mencionar los nombres de todas las personas vinculadas al Archivo: Lucía Barragán, Dahiana Barrales, Isabel Cedres, Laura Díaz, Paula Duffour, Noela Fernández, Elbio Ferrario, Chiara Forneris, Martina García, Rodrigo García, Malena Laucero, Sofía de León, Silvia Maresca, Octavio Nadal, Marcos Olveyra, Vanesa Olmos, Rossana Passeggi, Ana Clara Puig, Gonzalo Rodríguez, Macarena Rodríguez, Ana María Sosa, Mirta Toledo, Martín Varela, Romina Verrua, Antonia Yañez.

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1 Este espacio fue coordinado por María Celia Robaina, Mariana Risso y Ariadna Cheroni, psicólogas de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. También se gestionó el apoyo terapéutico para las personas entrevistadas que lo requieran.

 

 

 

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