JUSTICIA
12 de junio de 2020
Preocupación por mensaje del Gobierno sobre
procesamiento de un militar
El integrante de la asociación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, Ignacio Errandonea, defendió la decisión de la Justicia de procesar con prisión al militar (r) Leonardo Vidal Antúnez por el homicidio del militante del MLN-T, Nelson Berreta, hecho que ocurrió en 1972, y manifestó su preocupación por el mensaje del Ejecutivo referido a que el fallo puede afectar las tareas de las Fuerzas Armadas en las fronteras o en las misiones de paz.
En las últimas horas la Justicia procesó con prisión al militar (r) Leonardo Vidal Antúnez por el homicidio del militante del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-T) Nelson Berreta, ocurrido el 15 de julio de 1972.
El procesamiento había sido solicitado en 2018 por el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.
Las abogadas Rossana Gavazzo y Estela Arab, defensoras del militar (r) Leonardo Vidal Antúnez, plantearon como argumento la “obediencia debida”, lo cual rechazó la jueza del caso porque “los mandatos delictivos no son obligatorios”.
Diferencias
Luego de conocerse la decisión de la Justicia, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, se reunió con el presidente, Luis Lacalle Pou.
“Hace 48 años esta persona, un soldado raso, recibiendo una orden en un operativo en la calle, utilizó su arma, disparó y murió una persona que estaba detenida. Respetamos el pronunciamiento judicial, pero estamos muy preocupados. El fallo puede afectar las tareas de las Fuerzas Armadas en las fronteras o en las misiones de paz”, dijo el secretario de Estado.
Agregó: “¿Qué puede razonar un soldado si sabe que cumpliendo una orden que le da el Estado, que le dan sus jerarquías, en el día de mañana termina preso?”.
García indicó que el militar (r) Vidal Antúnez tiene 72 años, vive en una zona carenciada, tiene una enfermedad y estaba por ser operado.
Por su parte, el integrante de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, Ignacio Errandonea, aclaró a Radio Uruguay que la asociación aún no se ha expedido sobre la decisión de la Justicia. De todos modos indicó que le preocupa el mensaje que está dando el Ejecutivo.
“El soldado ha sido procesado por un crimen que cometió. Además está establecido que la obediencia debida no exime de responsabilidades en materia de violaciones a los derechos humanos”, dijo Errandonea.
Remarcó que la decisión de la Justicia va en la “dirección correcta porque puede haber una orden, pero si ella es aberrante no debe ser cumplida”.
“Cuando el soldado disparó, lo hizo a una persona que estaba esposada, era prisionero. Fue una ejecución. Entonces es responsable quien dio la orden y quien la cumplió. Ello está establecido en el Código Penal”, remarcó.
Agregó que en la nueva Ley Orgánica Militar se establece claramente que frente a una orden que implica violar los derechos humanos, el subordinado tiene derecho a no cumplirla.
“¿Qué diríamos si mañana un oficial le diera la orden a un soldado de ejecutar a un narcotraficante al que ya lo detuvieron? Estaría mal. Lo deseable como sociedad es que todos los crímenes sean analizados por la Justicia y sancionados”, sentenció Errandonea.
Por su parte, la Asociación ex presos políticos de Uruguay, Crysol, expresó que el adecuado funcionamiento del Poder Judicial es un pilar básico del sistema democrático. “Ningún oficial de las Fuerzas Armadas puede ordenar matar o ejecutar sumariamente a un detenido indefenso y esposado».
Los hechos
En el informe del Equipo de Investigación Histórica de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de Presidencia de la República, consta que la muerte de Nelson Berreta, de 30 años, ocurrió el 15 de julio de 1972 en Capitulares, barrio Conciliación de Montevideo.
Berreta fue detenido el 14 de julio de 1972, en Casavalle esquina Coronel Raíz. En el marco de operaciones de inteligencia las Fuerzas Conjuntas lograron ubicar el lugar donde Berreta iba concurrir, siendo detenido. A partir del 8 de julio se había desplegado un operativo represivo por el que fueron detenidos integrantes de la columna N° 7 del MLN-T a los que Berreta estaba vinculado orgánicamente.
Posterior a su detención y durante el interrogatorio, Berreta intentó “burlar a sus captores y ofreció colaborar, buscando una oportunidad para darse a la fuga”.
En tales circunstancias fue trasladado en una camioneta hacia dos supuestos locales del MLN-T.
“En el primer lugar al que concurren no aconteció ningún hecho y fue trasladado a la calle Capitulares Nº 1377, donde solicitó descender del vehículo, siendo autorizado. Berreta bajó esposado, comenzando a caminar mientras era seguido por los custodias. En ese momento se lanzó a correr mientras gritaba ‘déjenme ir, no quiero volver’, recorriendo aproximadamente 30 metros, circunstancia en el que teniente 1º Sergio Velazco (hoy fallecido) ordenó abrir fuego, recibiendo Berreta una ráfaga de ametralladora, por lo que fue conducido al Hospital Central de las Fuerzas Armadas, donde se certificó su muerte”, se detalla en el documento oficial.
También se expresa que a su vez, en el informe elevado por el Jefe de la Unidad, teniente coronel Alfredo Rubio, al jefe de la Región Militar Nº 1, “surge una variante respecto del relato anterior. En el mismo se afirma que una vez llegado a la calle Capitulares Nº 1377 Berreta descendió del vehículo para intentar reconocer el local, lo que dio resultado negativo, y cuando volvió a subir al mismo ‘dio un puntapié, empujando a uno de sus custodias y dándose de inmediato a la fuga’”.
MENSAJES
Errandonea, de Familiares, preocupado por
el mensaje dado por el ministro García:
el soldado “fue procesado por un crimen cometido”
12.06.2020
MONTEVIDEO (Uypress) – Ignacio Errandonea, de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, manifestó su desacuerdo con el mensaje emitido por el ministro de Defensa respecto al procesamiento de un militar por el homicidio en 1972 del militante tupamaro Nelson Berreta Hernández.
La Justicia resolvió procesar con prisión al militar retirado Leonardo Vidal Antúnez, responsable del homicidio en julio de 1972 del militante del MLN Nelson Berreta Hernández.
Ante este hecho, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, manifestó su preocupación -y la del presidente Lacalle Pou- por esta decisión de la Justicia que se remonta a un hecho acaecido hace 48 años.
Vidal Antúnez asesinó por la espalda y mientras intentaba huir esposado a Berreta, por orden de su superior Sergio Velazco. La defensa alegó “obediencia debida”, lo cual fue desechado por el juez actuante.
Esto preocupó sobremanera al ministro García, que cuestionó cómo podría influir la decisión en la actitud de los soldados que custodian la frontera en caso de recibir una orden de abrir fuego.
Ignacio Errandonea, de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, manifestó a título personal que lo que preocupa primero era el mensaje que estaba dando el ministro.
En declaraciones a Informe Nacional de radio Uruguay, Errandonea manifestó que “este soldado fue procesado por un crimen cometido. Está claramente establecido que la obediencia debida, en lo que respecta a derechos humanos, no exime de responsabilidades”.
“Creo que el mensaje de la Justicia va en la dirección correcta. Puede haber una orden, pero si esta es aberrante no debe cumplirse”, dijo.
“Primero que nada, en uruguay no tenemos pena de muerte. Cuando este soldado dispara, lo hace a una persona esposada, era un prisionero. Fue una ejecución. Es responsable quien da la orden y quien la cumple”, agregó el referente de Familiares.
Dijo también que en la nueva Ley Orgánica militar se establece claramente que una orden que implica violar los derechos humanos da derecho al subordinado a no cumplirla, y concluyó que “lo deseable como sociedad es que todos los crímenes sean analizados por la Justicia y sancionados”.