Senadora Bianchi: complotismo agudo

Bianchi dijo que el Poder Judicial

“está infiltrado”; fiscal de Corte, gremios

judiciales y el FA la cuestionan

6 Enero 2022.

Senadora del P.Nacional Graciela Bianchi

La senadora del Partido Nacional apuntó contra los fiscales y dijo que la Udelar es una “usina de adoctrinamiento”; para los funcionarios judiciales se trata de una “irresponsabilidad mayúscula” y Fernando Pereira dijo que “deja de ser una voz autorizada” para el debate político.

Los dichos en una transmisión en vivo de Twitter de la senadora del Partido Nacional (PN) Graciela Bianchi, que incluyeron variadas críticas contra el Poder Judicial y apuntaron a la Fiscalía como “un problema”, generaron este jueves el repudio de diversos actores judiciales, así como cuestionamientos de dirigentes de la oposición. Los gremios de funcionarios judiciales, defensores de oficio y fiscales, advirtieron sobre la gravedad de las acusaciones y pidieron pruebas, al tiempo que desde el Frente Amplio (FA) reclaman que se pronuncie el gobierno y advierten que se vulnera la separación de poderes.

El 28 de diciembre, en un encuentro con usuarios de Twitter afines a la coalición, en el que también participaron los senadores de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos y Raúl Lozano, la dirigente blanca habló de militantes de izquierda “infiltrados” en el Poder Judicial y de “intencionalidad” por parte de los fiscales. Según recogió el semanario Búsqueda en su edición del jueves, asoció lo antedicho con que no hubiera más condenados por presuntos delitos cometidos durante el período de gobierno frenteamplista. Agregó que la Universidad de la República actúa como una “usina de adoctrinamiento”.

Bianchi dijo que la Fiscalía “es un problema” que ha remarcado “hasta el cansancio”, y se refirió particularmente al ex fiscal general Jorge Díaz: “Valoremos las cosas positivas que hemos logrado. ¡No es casualidad! No se fue solito y porque quiso”, dijo en referencia a su renuncia meses antes de que se terminara el período.

Sobre los fiscales, la senadora insistió: “Miren que los fiscales y los jueces –ejercí casi 30 años la abogacía– tienen una percepción de quién está mandando, ¿eh? Entonces, de nosotros depende seguir insistiendo” en que se lleven adelante determinadas causas. En este sentido, comentó que hubo trabas para que se investigue la construcción del Antel Arena.

“Entonces, hay muchos mecanismos que están trancando la posibilidad de avanzar más” en la persecución penal de los posibles delitos cometidos en los gobiernos frenteamplistas, indicó Bianchi. A su turno, Manini Ríos dijo que “por supuesto” coincide “totalmente” con lo dicho, y opinó que hubo “cosas que hemos visto [que] nos llevan a pensar que hay cierta intencionalidad” en la actuación de jueces y fiscales.

“Irresponsabilidad institucional mayúscula”

“Si la senadora tiene la convicción de que hay un infiltrado en el Poder Judicial y tiene pruebas, tendría que ir a la Justicia y a la Fiscalía y hacer la denuncia correspondiente. Si no tiene pruebas y esto fue un exabrupto en una conversación, tendría que salir a aclarar sus dichos”, manifestó a la diaria Pablo Elizalde, secretario general de la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU).

Para Elizalde, si la senadora no tiene pruebas “actuó con una irresponsabilidad institucional mayúscula”. “El gran problema es que ese tipo de declaraciones no pueden salir al afuera sólo por un afán electoral o de dividir. Que dividan las ideas y no las personas”, dijo. A su vez, afirmó que desde AFJU están “muy impactados por las declaraciones” y que le “preocupa el hecho de que libremente opine con juicios tan categóricos de un poder del Estado siendo de otro poder del Estado”.

En ese sentido, comentó que “los funcionarios judiciales ni para afiliarse al sindicato ni al Poder Judicial nos preguntan de qué partido somos”. Remarcó la posición de “defensa de la independencia del Poder Judicial, porque si no hay separación de poderes la democracia empieza a menoscabarse”.

En concordancia, Santiago Pereira Campos, abogado e investigador especializado en Derecho Procesal y Reforma de Sistemas de Justicia, profesor de la Universidad de Montevideo, contextualizó en diálogo con la diaria: “Uruguay tiene a nivel mundial los mejores estándares de posicionamiento de independencia del Poder Judicial”. Por esa razón, a la que se suman “valores de institucionalidad e imparcialidad importantes”, Pereira consideró que hay que ser “muy cuidadosos, porque una afirmación así puede generar un desprestigio del sistema de justicia”. Igualmente, reconoció que este “no es perfecto, tiene una cantidad de dificultades, pero que tienen que ver con la gestión y con los tiempos de resolución de conflictos”.

Pereira indicó que Bianchi debería denunciar si tiene pruebas, y que tanto las declaraciones como, hasta ahora, la falta de pruebas sobre las afirmaciones, son de “gravedad institucional, porque una senadora o un diputado son escuchados por la sociedad en general”.

En tanto, la Comisión Directiva de la Asociación de Magistrados del Uruguay emitió un comunicado en el que destacaron “el compromiso de los jueces y las juezas del Uruguay con los principios del debido proceso, independencia e imparcialidad”. Asimismo, recordaron que “quien considere que los mismos en algún caso no se han cumplido tiene a su alcance las vías legales pertinentes para hacer los reclamos que correspondan”.

“Esta Asociación manifiesta su total rechazo” a los dichos de Bianchi, expresó en un comunicado a la opinión pública la Asociación de Defensores de Oficio del Uruguay. “Sorprende que una integrante de uno de los poderes del Estado, representante de todos los ciudadanos de la República, realice afirmaciones sin ningún fundamento de hecho y agravie a todos los que, con mucho honor y honestidad, integramos el Poder Judicial”, agregó el gremio.

Fiscales: “Esta generalización no corresponde”

“Me consta que jueces y fiscales no nos guiamos por cuestiones ajenas a lo que uno tiene que resolver, que son casos concretos, que se resumen en la ocurrencia de un hecho, su prueba y la eventual acción que tenga que ejercer”, opinó, consultado por la diaria, el fiscal de Corte, Juan Gómez. Si bien afirmó que “en respeto a la libertad de expresión” Bianchi “está en su legítimo derecho de efectuar” sus opiniones, no comparte “lo sustancial de esos dichos” ni “las conclusiones a las que arriba”.

A modo de resumen, Gómez señaló que confía “profundamente en el sistema judicial uruguayo, me parece un orgullo para el país y confío plenamente en la objetividad de los fiscales”.

Por otro lado, el presidente de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay, Willian Rosa, sostuvo a la diaria que “es ostensiblemente comprobable que esta generalización no corresponde hacerse respecto de los operadores jurídicos del sistema, ya que la Fiscalía, por ejemplo, se trata de un organismo que debe obrar bajo la independencia técnica”. Para Rosa, la actuación de los fiscales a la hora de resolver un caso concreto debe prescindir de cualquier “presión”, tanto de la institución como de afuera. “Eso rige el principio de los fiscales”, añadió.

A su vez, Rosa explicó que si se quisiera realizar una “evaluación” del accionar de cada fiscal en determinados casos, “se puede hacer por parte de la sociedad civil organizada en un ámbito de transparencia como es la Fiscalía: se puede acceder a lo que hacen, y si quieren pruebas o evidencias de un mal accionar por parte de los fiscales se puede recurrir a todos los procedimientos jurídicos para solicitar y procurar sancionar a los fiscales”.

Pereira: “Deja de ser una voz autorizada”

Ante los comentarios de Bianchi varios actores políticos cuestionaron los argumentos de la senadora. El senador frenteamplista Charles Carrera comentó en Twitter que “la senadora Bianchi hace apología de la presión a la Justicia por parte del gobierno de turno y subestima al sistema judicial de nuestro país”.

Por su parte, el sector Convocatoria Seregnista-Progresistas ‒integrado por Asamblea Uruguay, Fuerza Renovadora y otros siete grupos‒ emitió una declaración en la cual considera “sumamente preocupante” que Bianchi “opine con semejante liviandad, desconociendo la separación de poderes”. “Es gravísimo que se acuse a la Justicia de estar amañada e infiltrada con propósitos políticos partidarios, y más grave aún, que se insinúe que no se investiga por hacer mandados políticos”, añade el mensaje. Además, pide “que se investigue la intromisión aludida por Bianchi al declarar como un logro del gobierno” la salida de Jorge Díaz de la Fiscalía.

Para los seregnistas, la senadora efectuó “un llamado” para “presionar al sistema judicial”, y convoca a los partidos socios de la coalición a manifestarse al respecto.

En tanto, el presidente electo del FA, Fernando Pereira, dijo en diálogo con la diaria que “es bochornoso que se ataque a la institucionalidad uruguaya con tanta liviandad”. Sobre lo dicho por la senadora, valoró: “Por supuesto que cualquiera puede estar contradiciendo un fallo judicial, lo que no se puede plantear es que hay una cooptación, porque además de ser un delirio, le hace mal al sistema democrático, le hace mal a la separación de poderes”.

También opinó que el ataque a la Universidad de la República es “un agravio a nuestra cultura universitaria, a nuestra forma de entender la nación”. “Una cosa es la opinión y otra cosa es romper todo”, aclaró.

“Parto de la base de que con estos exabruptos deja de ser una voz autorizada en la política uruguaya. Estos disparates desautorizan la voz de alguien que está actuando en el primer nivel de la política”, sentenció Pereira. Adelantó que “en términos políticos” entiende que “el FA tiene que desautorizar esa voz, no es una voz que pueda interpelar al FA, porque acusa sin fundamentos ni pruebas; no es la primera vez que pasa”.

Para el presidente electo de la fuerza política, el Partido Nacional “se tiene que hacer cargo” de los dichos de Bianchi y “pedir disculpas en nombre del partido, si ella no lo quiere hacer”.

Bianchi retrucó tras las críticas

Luego de las repercusiones que generaron los dichos que difundió Búsqueda, Bianchi respondió algunos mensajes críticos por medio de Twitter. “Comunicado a los que me agreden: ¿Qué nombre tiene el Salón de Actos de la Facultad de Arquitectura de la UDELAR [Ernesto “Che” Guevara]? Eso es una prueba irrefutable; una en cientos”, escribió, y luego respondió a Charles Carrera, del Frente Amplio: “Ustedes no pueden hablar de democracia porque no creen en ella. La peor manera de atacar al Poder Judicial es no darle recursos (no incrementar el Presupuesto) durante los 15 años de gobierno del FA. Y destruir la educación pública: todo bajó de nivel”.

El alma expuesta de la coalición

Graciela Bianchi durante sesión en Camara de Senadores en el Palacio Legislativo.

POR LEANDRO GRILLE 

7 ENERO, 2022 

Algunos dirigentes de la coalición cumplen una función reveladora hacia la sociedad. Despojados de inhibiciones racionales, expresan la filosofía íntima que los convoca sin eufemismos ni sujeciones diplomáticas. No conviene considerar sus dichos como desviaciones incidentales de un cauce mayormente moderado, porque no lo son. Actúan con arreglo a fines concertados, en el marco de un cuerpo de tareas para el que fueron elegidos con cuidados e investidos con cierta pompa.

La senadora Graciela Bianchi, que no huelga subrayar que es la tercera en la línea de sucesión presidencial, es como el alma desbocada del gobierno. En términos psicoanalíticos, personifica el ello multicolor, una voz abisal organizada por pulsiones límbicas, sin sofreno civilizatorio. Cuando habla Bianchi, habla el elemento sustantivo y desnudo de la derecha uruguaya, una voz precursora, el alma podrida que habita en el lodazal siniestro de la verdadera ideología de la clase que representa. Un odio sin ambages, químicamente puro.

Esa reunión virtual acontecida el 28 de diciembre y reseñada por el semanario Búsqueda, en la que confluyeron la senadora Bianchi y los senadores de Cabildo Abierto, Rául Lozano y Guido Manini Ríos, por lo que se sabe de su contenido, fue un ágape de monstruos de literatura fantástica. Ahí develaron sus objetivos básicos que, como ya no se puede esquivar más, nada tienen que ver con las políticas para el desarrollo del país, sino con la persecución y el castigo a un universo opositor que extienden hasta límite inconcebibles: la izquierda, los movimientos sociales, la Universidad, el Poder Judicial, magistrados y fiscales. En todos lados encuentran enemigos, incluso en las instituciones del Estado, que deliran pobladas de quintas columnas, como si cada funcionario público fuese un infiltrado de un ejército partisano que copa desde la clandestinidad.

Bianchi no es un persona de cuidado por su inteligencia, que no destaca, sino por su transparencia. Y el cuidado emite señales de peligro, porque es evidente que no obedece a un impulso estrictamente personal, sino a un a estrategia de grupo donde ella es un personaje de reparto, pero los protagonistas son otros.

En una una conversación descarnada, el cónclave de bestias se jacta de la renuncia anticipada del fiscal de Corte, Jorge Díaz, al que odiaban con todas sus fuerzas, como si fuese un logro de una operación encubierta y no el fruto de una decisión personal del exfiscal motivada por causas no condicionadas por acciones del gobierno. Vale aclarar este punto, ya no solo por la reputación del exjefe de los fiscales, sino por un puro reflejo republicano, o es que acaso se debe soslayar sin escándalo que senadores del gobierno se atribuyan desplazamientos forzados de jerarcas elegidos con arreglo a derecho en el marco de un Estado democrático, donde rige la separación de poderes.

En la reunión insisten con la voluntad de meter a todos presos, de proceder a una purga penal de exautoridades de los gobiernos del Frente Amplio, en una demostración palmaria de que no pretenden avanzar sobre la base de la lucha de ideas, sino de la eliminación de sus adversarios mediante ofensivas judiciales, que hallan posibles porque en sus años de ejercicio profesional han detectado que jueces y fiscales tienen una “percepción de quién está mandando” (Bianchi dixit). Por lo tanto, la senadora Bianchi y sus contertulios coinciden en la noción de que obtener procesos condenatorios de sus archirrivales no depende de consideraciones jurídicas, sino de que los encargados de promover las causas y juzgarlas, es decir, fiscales y jueces, perciban con claridad la voluntad del poder y actúen orientados por su demanda. ¡Mirá vos, qué democrático todo!

Es obvio que a Lozano o a Manini estas aberraciones de Bianchi no les puede haber llamado la atención, ni en su autoría ni en su contenido: cualquiera de los dos recuerda bien el tiempo de la prisión política generalizada de los militantes de izquierda, cuando no desenlaces peores. Pero lo dramático es que, evidentemente, no es solo en Cabildo donde hay quienes evocan esos tiempos con nostalgia.

Me parece una ingenuidad creer que Bianchi es una loca suelta, o que estos senadores representan un bastión de ultraderecha en un gobierno de la Olímpica, como dice Lacalle Pou. No tengo ganas de regalarle nada al partido del odio, pero el odio se los comió desde el primero a último de los dirigentes multicolores. Algunos lo manifiestan con naturalidad y sin cortapisas, otros recubren su discurso con una pátina de mesura, pero jamás salen a batirse en público con las prédicas de agravio y autoritarismo que exhiben los presuntos halcones de un gobierno donde no hay palomas ni por asomo.

 

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