La derecha española contra las
movilizaciones de mujeres y el paro
feminista
8 de marzo de 2019
Escribe: Stephanie Demirdjian
Los partidos conservadores marcan su oposición en plena efervescencia feminista en el país.
“Sin nosotras ni se produce, ni se reproduce” es la consigna que eligieron en España cientos de organizaciones de mujeres, aglutinadas en la llamada Comisión 8M, para convocar al paro feminista, que estará acompañado de distintas movilizaciones en varios puntos del país por el Día Internacional de la Mujer. La convocatoria está basada en cuatro pilares: paro de cuidados, estudiantil, laboral y de consumo. El objetivo es visibilizar el trabajo no remunerado y en algunos casos invisible que pesa de manera desproporcionada sobre las mujeres.
El movimiento feminista ha ganado fuerza en los últimos años en España, impulsado por casos de violencia de género que tuvieron gran repercusión mediática, como el de La Manada. El fallo judicial sobre este caso generó el año pasado movilizaciones masivas de mujeres organizadas contra una Justicia que califican de patriarcal. Por eso, para hoy se preveía una adhesión histórica a todas las convocatorias.
El gobernante Partido Socialista Obrero Español fue uno de los primeros en asegurar que apoyaría las movilizaciones. El martes, la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, confirmó que el gobierno respaldará además los paros de dos horas por turno que fueron convocados por las principales centrales sindicales de España. La alianza de izquierda Unidos Podemos es la única organización política que apoyará la huelga de 24 horas, además de participar en las marchas.
Del otro lado del espectro ideológico, las posturas son bien distintas. En un momento en el que España está en plena campaña electoral de cara a las elecciones del 28 de abril, los partidos que se oponen a los reclamos feministas quisieron dejar marcadas sus posturas. La principal organización política de la derecha española, el Partido Popular (PP), organizó ayer un encuentro de su líder, Pablo Casado, con una veintena de candidatas a las elecciones municipales como un acto “con motivo del Día Internacional de la Mujer”. Pero el acto se convirtió rápidamente en una plataforma para que Casado cuestionara a los colectivos que integran la Comisión 8M.
El líder conservador criticó al “feminismo de izquierda” que, según él, convocó a las movilizaciones y a la huelga de hoy porque busca “enfrentar a los hombres con las mujeres”. Casado dijo que cree en un “feminismo” que sea entendido como “la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres” y que no “intente colectivizar a la sociedad por su sexo, religión, orientación sexual o creencias”.
Un día antes, el martes, Casado había anunciado que las tres mujeres del PP que inicialmente iban a participar en la marcha en Madrid no acudirían porque la proclama está “politizada”. Justificó: “Es sencillamente inadmisible […] No podemos compartir una pancarta que habla de un país colonial, de unas instituciones prácticamente dictatoriales o de asignaturas sexuales para niños”.
Por su parte, la dirección de Ciudadanos sí estará representada en la manifestación callejera –por primera vez en la historia–, para apoyar “la igualdad de las mujeres”, según afirmó el líder de este partido, Albert Rivera. Sin embargo, aclaró que Ciudadanos no apoya la huelga. “No somos anticapitalistas”, argumentó. Rivera insistió en que Ciudadanos “no comparte” el hecho de “confundir la reivindicación del 8 de marzo con la obligatoriedad de hacer huelga [paro] general”.
Ciudadanos ha sido objeto de críticas en los últimos días por parte del movimiento feminista después de que, el fin de semana, la vocera del partido, Inés Arrimadas, presentó un “decálogo del feminismo liberal” que “está dirigido a la sociedad en su conjunto” y reivindica que “nadie reparta carnés de feminista” ni “patrimonialice la lucha por la igualdad”. Un feminismo “plural y abierto a todas las mujeres y hombres que no excluya a nadie en una lucha que nos afecta a todos”, agregó Arrimadas. El martes, la ministra Calvo le respondió: “La libertad de unas pocas no es feminismo”.
Para sorpresa de nadie, el partido de extrema derecha Vox también rechaza las movilizaciones del 8M y repudia el paro. En un video difundido en redes sociales, la presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, asegura que las españolas tienen “todos los derechos reconocidos en la Constitución” y son “iguales que los hombres ante la ley”, por lo que el camino es “defender la verdadera igualdad educando y no adoctrinando en la desigualdad”. La dirigente también dice que no quiere una “doctrina” que la enfrente a su “padre o hermano, sólo por ser hombres”, y exige que “se respete el derecho de los niños a ser educados y no adoctrinados en ideas totalitarias y anticientíficas como el feminismo”.
El partido ultraconservador, que en el último año creció en número de simpatizantes, tiene entre sus objetivos electorales derogar las leyes de violencia de género e igualdad; desmontar los mecanismos públicos de igualdad y sustituirlos por organismos de protección a la “familia tradicional”; eliminar cualquier ley que permita la interrupción del embarazo, y acabar con la “ideología de género”.