Un documento de hace
casi 80 años revela los nombres
de 12.000 nazis en Argentina
que enviaron dinero a Suiza.
marzo 5, 2020
El Centro Simon Wiesenthal tiene el texto y solicita acceso a los archivos de la firma Credit Suisse, para saber si hay “dinero saqueado de las víctimas judías”.
La organización judía de derechos humanos Centro Simon Wiesenthal anunció la revelación de 12.000 nombres de personas que estuvieron afiliadas al nazismo en Argentina, muchas de las cuales enviaron fondos a Suiza antes de 1943, y se cree que podría tratarse de dinero robado a familias judías bajo el régimen de Adolf Hitler.
El documento histórico fue entregado al Centro por el investigador argentino Pedro Filipuzzi, quien halló ese escrito en una antigua sede nazi de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el diario La Nación señala que en verdad habría obtenido el papel en manos de un superior suyo, que lo encontró en una biblioteca del Banco Nacional de Desarrollo (Banade). Además, aquel medio local ubica temporalmente esa situación en los primeros meses del Gobierno de Raúl Alfonsín, apenas restaurada la democracia, a partir de diciembre de 1983. Así, este listado aparece como otra evidencia de la influencia fascista en el país del Cono Sur.
Varios de los individuos que allí figuran transfirieron dinero al banco Schweizerische Kreditanstalt en una o más cuentas, cuya entidad financiera luego se convirtió en el Credit Suisse, con sede en Zúrich (Suiza). Por su parte, el Centro solicita a esa firma que le permita el acceso a sus archivos «en nombre del número cada vez menor de sobrevivientes del Holocausto», señala el comunicado.
Sede del Credit Suisse en Zúrich (Suiza).
En otras palabras, la organización sospecha que pueden tratarse de sumas quitadas a los damnificados bajo la legislación impuesta por Hitler en sus territorios dominados: «Creemos que es muy probable que estas cuentas inactivas contengan dinero saqueado de víctimas judías, bajo las leyes de ‘arianización’ de Núremberg de la década de 1930″, sostuvieron en una carta enviada al vicepresidente de la compañía, Christian Küng. Hasta ahora, el banco no respondió el pedido.
Los documentos sobre el fascismo argentino
La presencia nazi en Argentina comenzó a crecer durante la década del 30, bajo el Gobierno de facto del militar José Félix Uriburu. De hecho, en abril de 1938 se produjo un importante acto afín al régimen europeo en el Luna Park, un mítico estadio de la capital que actualmente se usa para recitales, y tuvo la presencia de miles de personas.
En esa oportunidad se celebraba la anexión de Austria a Alemania, y muchos lo reconocen como el acto más importante del nazismo fuera del país germánico. En los alrededores, hubo movilizaciones estudiantiles para repudiar el mitín, respondida con un fuerte operativo policial que finalizó con dos muertes.
Por esos días, la sede argentina del Partido Nacional Socialista Alemán Organización Extranjera contaba con 1.400 miembros. A su vez, la Unión Alemana de Gremios del país sudamericano, calificada como agrupación nazi, tenía 12.000 afiliados, sumado a 8.000 integrantes de otras asociaciones simpatizantes del fascismo alemán.
Shimon Samuels, uno de los directores del Centro Simon Wiesenthal, subraya que entre esas organizaciones se encontraban empresas como IG Farben, a cargo de proveer a las autoridades nazis el gas Zyklon-B, utilizado para matar judíos y otras víctimas en los campos de exterminio. También estaban el Banco Alemán Transatlántico y el Banco Germánico de América del Sur, que «aparentemente sirvieron para transferencias nazis en el camino a Suiza», señala.
Edificio del Centro Simon Wiesenthal, en Los Angeles (EE.UU.).
Ese mismo año, en 1938, asumió la Presidencia Roberto Marcelino Ortiz, y bajo su administración se conformó la Comisión Especial para la Investigación de Actividades Anti-Argentina, con el fin de frenar aquella tendencia extremista. Así, durante una intervención en la Unión Alemana de Gremios, aquel ente obtuvo el documento donde figuraban sus 12.000 integrantes. Después, entre 1941 y 1943, la Cámara de Diputados utilizó ese listado para emitir un informe que mostraba las transferencias bancarias que hicieron muchos nazis desde Argentina hacia Suiza.
Sin embargo, en 1943 el militar Pedro Pablo Ramírez, referente del Grupo de Oficiales Unidos (GOU), de corte fascista, ocupó el Ejecutivo dando inicio a otra administración de facto. Acto seguido, determinó disolver la Comisión y ordenó quemar los informes, incluso la lista de nazis confeccionada por el Congreso.
Ahora, unos 77 años después, la copia de ese documento sale a la luz: «Muchos de los nombres enumerados estaban relacionados con compañías pro-nazis incluidas en la lista negra de EE.UU. y el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial», destaca Ariel Gelblung, referente del Centro sobre asuntos de América Latina.
Con este marco, resta por ver si el Credit Suisse brinda consideraciones ante la inquietud de los sobrevivientes.