Otro dolor de cabeza
Estas opiniones salieron de su perfil público de Facebook, el capitán opinó sobre los legisladores que eran una “pléyade de cerdos castrados” y “hienas cobardes usando ese lujoso coloso de mármol”. En ese mismo texto llamaba a “desterrar de una buena vez la escoria que nos trajo tanta miseria, dolor y privaciones”, en referencia al Frente Amplio.
Bianchi, “en una publicación del 16 de febrero dice que (el PCU) debería estar “hace rato proscrito como opción democrática en nuestro país”, además opinó que los médicos cubanos sirven a la inteligencia de Cuba, según publicó el semanario.
De Heber afirmó que “este tipo no está comprometido con ningún cambio, salvo aquel vinculado a su cuenta bancaria y bienes, por supuesto. Le importamos tres carajos los ciudadanos”.
También criticó al Poder Judicial al que tildó de “mamarracho”, “coimero” y “corrupto” y sobre los dirigentes sindicales afirmó que son “parásitos”, “lameculos” e “hipócritas”, entre otros epítetos.
Por otra parte defendió el silencio y el accionar corporativo de los militares, al escribirle al entonces ministro José Bayardi: “Si busca soplones y cobardes no mire en la interna de las Fuerzas Armadas, échele una ojeada a sus compañeros de cañerías, cuando décadas atrás hacían cola para señalarse unos a otros, en el tiempo que trataban de sacarle el culo a la jeringa. Tipos como usted me dan sincero asco”.
También se refirió a las mujeres que participan de los 8 de Marzo como “tocinos”, que ninguno “haya podido apreciar en el peor burdel portuario a lo largo y ancho del globo”.
Ante el revuelo que se generó los dichos de Bianchi, hace unas horas su grupo político decidió elevar “una nueva propuesta para ocupar el cargo de vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos, en sustitución del capitán Gastón Bianchi”. Su venia ya había sido votada esta semana por el parlamento para ser Vicepresidente de la ANP.
Vicepresidente de ANP dice que a Heber le
“importan tres carajos los ciudadanos” y solo busca cambios
“en su cuenta bancaria”
Al capitán de navío, Gastón Bianchi (Cabildo Abierto), le gusta compartir sus opiniones en su cuenta de Facebook. Muchas de las publicaciones contienen críticas políticas contundentes y es particularmente activo en las fechas patrias, días conmemorativos y aniversarios. Por ejemplo, el 18 de julio de 2019, fecha en que se conmemora la Jura de la Constitución, dedicó unas líneas a los legisladores.
“Con la actual pléyade de cerdos castrados mayoritariamente de nuestra cuasi inexistente oposición política, más otras hienas cobardes usando ese lujoso coloso de mármol —hoy convertido en panteón para el futuro de nuestros hijos, otrora albergando gente honorable (que hoy brilla por su ausencia)—, en fecha particular de nuestra patria, recordaremos el día que nos constituimos como país”, comenzaba. La publicación tenía un mensaje electoral que quedaba en evidencia en el desenlace, en el que sostenía que era momento de “desterrar de una buena vez la escoria que nos trajo tanta miseria, dolor y privaciones”, en alusión al Frente Amplio.
Este martes 9, el nombre de Bianchi llegó al “coloso de mármol” en uno de los más de veinte expedientes que ingresaron al Senado para recibir la venia y pasar a ocupar cargos de dirección en diferentes organismos. Producto de un acuerdo político, todos los nombramientos se aprobaron por unanimidad, treinta en treinta, sin discusiones. Bianchi es ahora el nuevo vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) gracias al voto de varios de los legisladores que apenas unos meses atrás calificaba como “cerdos castrados” y “hienas cobardes”.
Bianchi es un capitán de Navío de 65 años, marino militar, aviador naval y piloto comercial. En la Armada ocupó diversos cargos de responsabilidad como la Dirección de la Escuela de Aviación Naval y la Jefatura del Estado Mayor Aeronaval. Como parte de su formación profesional hizo cursos de aviación naval en Uruguay y Argentina, de piloto de patrulla marítima, de piloto de guerra antisubmarina y de transporte de mercancías peligrosas.
Entre las numerosas víctimas de la pluma del nuevo vicepresidente de la ANP en Facebook hay dos ministros del actual gobierno. A Pablo Mieres, ministro de Trabajo, lo calificó como un “roedor” en una publicación del pasado 24 de febrero, junto a la que compartió una nota de Montevideo Portal que explicaba por qué algunos legisladores cobraban subsidios tras abandonar sus bancas.
“¿Por qué motivo tipejos como Sendic y Michellini cobran años de subsidios o roedores como Mieres le exprimen al Estado hasta una quincena mientras hay ciudadanos decentes cobrando miserables remuneraciones luego de extensas jornadas laborales o una vida de trabajo?”, escribió.
Más duro fue todavía con el ministro de Transporte, Luis Alberto Heber, en una publicación del 26 de marzo. Ese día compartió la tapa de El Bocón, que tenía una foto de Heber y denunciaba que el flamante ministro había “acomodado” a su yerno en el Ministerio de Desarrollo Social. El semanario también cuestionaba los nombramientos de familiares de los veteranos integrantes del Partido Nacional, Ruperto Long y Gustavo Borsari. En ambos casos, sus familiares ocupan cargos en el Ministerio de Transporte: Rodolfo Long es el director de Vialidad y Santiago Borsari el director de Arquitectura.
“¡Entiendan que los uruguayos estamos podridos de gentuza así! Si esta noticia no es cierta, entonces que las autoridades nacionales, a quienes confiamos nuestro voto con el interés de hacer honor a su propia palabra, desmientan esto de una buena vez”, reclamó Bianchi.
Al intercambiar comentarios con sus seguidores fue todavía más contundente respecto a Heber. “Este tipo no está comprometido con ningún cambio, salvo aquel vinculado a su cuenta bancaria y bienes, por supuesto. Le importamos tres carajos los ciudadanos”, escribió en uno de ellos. Un usuario intentó terciar diciendo que muchas veces esos cargos se daban como retribución a la militancia y que no lo veía mal. Bianchi no dio margen: “Te garantizo que este tipo, Gallinal y Penadés cambiados por aquello, perdés plata y muy feo”, zanjó.
Bianchi desconfía también del Poder Judicial. En su opinión, el sistema actual es un “mamarracho” que “solo sirve y actúa como defensoría legal de los coimeros, corruptos y ladrones”. A los dirigentes sindicales, en tanto, los considera “parásitos” que no tienen “hábitos de trabajo” y que pretenden “tener influencia política sin gozar del apoyo brindado en las urnas y usando como escudo a los sectores más frágiles”. En otra publicación del 29 de febrero directamente los llama “lameculos”, “hipócritas” y “poligriyos”, y dice que deberían estar “todos presos”. Bianchi estaba molesto por un comunicado del PIT-CNT que repudiaba la presencia del presidente brasileño Jair Bolsonaro en el acto de asunción de Luis Lacalle Pou.
El nuevo vicepresidente de la ANP también siente rechazo por el Partido Comunista. De hecho, en una publicación del 16 de febrero dice que debería estar “hace rato proscrito como opción democrática en nuestro país”. Considera que aceptarlo dentro de la democracia equivale a “aceptar también al Nacional Socialismo (Nazi)”.
Una lógica similar sigue la visión crítica que tiene Bianchi de los inmigrantes cubanos. En una publicación del 1º de abril desarrolló su teoría de que los médicos que vienen a trabajar a Uruguay pueden ser infiltrados del “G2 cubano”, nombre con el que se conocía a la dirección de inteligencia de ese país.
“Cuidado con lo que ha ingresado desde el Caribe en los últimos años, que en Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Chile no fueron otra cosa que un ejército de ocupación encubierto. La pregunta es ¿por qué nosotros seremos la excepción debiéndole creer a un gobierno de corte comunista nacional, que ya reconoció desde sus bases que en el pasado tenían armas para alcanzar su objetivo, que eso no es así? ¿Cuántos de esos profesionales ingresados que nuestro gobierno subvenciona por ello poseen título universitario en lugar de un ‘cartoncito’ usado como salvoconducto? ¿Cuántos de ellos ingresaron como soporte del ‘G-2 cubano’ inyectados en estos tres periodos anteriores para afianzarnos como un nuevo satélite comunista?”, se preguntó.
En diciembre, en una publicación dedicada al exministro de Defensa, José Bayardi, Bianchi defendió el silencio y el accionar corporativo de los militares. “Si busca soplones y cobardes no mire en la interna de las Fuerzas Armadas, échele una ojeada a sus compañeros de cañerías, cuando décadas atrás hacían cola para señalarse unos a otros, en el tiempo que trataban de sacarle el culo a la jeringa. Tipos como usted me dan sincero asco”, escribió.
El 9 de marzo, un día después del Día de la Mujer, Bianchi hizo una extraña reflexión en su cuenta, a la que quiso darle un tinte humorístico. El texto se titula Del feminismo y de otras especies del género humano y comienza recordando su juventud como militar. A partir del refrán “para el buen pobre no hay pan duro”, cuenta lo que vivían los cadetes y grumetes que por mal comportamiento eran castigados con la pérdida de la licencia. El encierro, cuenta, hacía que dejaran de lado “preconceptos sobre la forma de apreciar la belleza femenina” y empezaran a mirar con otros ojos a mujeres que califica como “congrios” (peces que llegan a medir dos metros y tienen un cuerpo casi cilíndrico) y “bagres”.
A pesar de estar castigados, esos militares tenían habilitada una vez al mes una salida que llamaban “licencia higiénica” y tenía el objetivo de que dieran “rienda suelta a la libido”. Esos jóvenes, a los que Bianchi poéticamente llama “náufragos sin isla”, regresaban con una “sonrisa entre dientes” que guardaba “el secreto de las fechorías (algunas salvajes)”.
Llegado a ese punto, Bianchi desemboca en una sorprendente reflexión en la que vincula sus recuerdos de joven militar con la realidad social actual y el feminismo. Sostiene que, “después recorrer el mundo y ver tantas cosas”, está convencido de que lo que hacían en las salidas higiénicas con esas mujeres eran “picardías de novato” comparado con la posibilidad de “‘arponearse’ a uno de estos ballenatos o cachalotes aparecidos en las marchas feministas mostrando sus dudosos encantos biológicos”.
“Nada justifica hincarle el diente a estos tocinos entrados en carnes, con higiene deficitaria e indomables modales, como seguramente ninguno lo haya podido apreciar en el peor burdel portuario a lo largo y ancho del globo. Un verdadero festín bizarro, exclusivo para los entendidos del mal gusto, un caldo del retrete con delirio de la fina lavanda francesa, pero por sobre todas las cosas una oda al mal gusto y un miserable desagravio al pobre vecino que vive oculto en el subsuelo y cada tanto solicita se le atienda como a un ‘amigo necesitado’, no como un prisionero de guerra condenado a haber perdido todos sus derechos”, remata.