Óscar Otero, director de Inteligencia de Sanguinetti, es el primer militar que reconoce el espionaje en democracia
Por Ignacio Martinez
Ayer llegó el tan esperado día para la comisión que investiga el espionaje militar y policial en democracia. Uno de los tres ex directores de Inteligencia que comparecieron al edificio anexo del Palacio Legislativo no sólo reconoció la existencia del espionaje militar que se ejerció sobre partidos políticos y organizaciones sociales, sino que planteó que era una actividad que hacían “por costumbre”, según señaló en rueda de prensa el diputado del Frente Amplio (FA) Gerardo Núñez, presidente de la comisión investigadora.
Núñez no reveló quién fue el militar retirado que admitió el espionaje, porque la comisión trabaja bajo reserva, pero indicó que sus afirmaciones son “absolutamente rechazables”, porque, ya sea “por costumbre o como se lo quiera llamar”, se violentaron “los derechos y las libertades de los uruguayos”. Núñez agregó que el ex militar dijo que la información “se juntaba para tenerla y utilizarla en algún momento”. “Nosotros pensamos que esta información, una vez analizada, implicaba elementos de control, para generar coerción y poder, y perpetuar escenarios de impunidad como existieron y existen en el país”, indicó el diputado.
Además, Núñez señaló que entre los documentos de espionaje hay una lista “de todas aquellas personas que hicieron denuncias vinculadas a los derechos humanos”. A juicio del presidente de la comisión, había un seguimiento de las denuncias para preparar los escenarios posibles a nivel judicial, y así “mantener con total impunidad los crímenes cometidos en el pasado reciente”.
El diputado agregó que en las próximas semanas citarán a militares que estuvieron al frente de los departamentos de inteligencia y que la comisión realizó una consulta al Ministerio de Relaciones Exteriores para que la embajadora de Estados Unidos también pueda comparecer, ya que existen documentos que muestran una “injerencia muy fuerte que desarrolló la CIA en nuestro país pagando informantes, que brindaban información de aspectos internos de Uruguay”.
La comisión va a seguir trabajando hasta diciembre. Al final harán una evaluación sobre los pasos a seguir. Núñez ya adelantó que “la inmensa mayoría” de los que integran la comisión tienen la “profunda convicción” de que la investigación debe seguir en la Justicia.
Satélites espías
A todo esto, la diaria pudo saber que el militar que reconoció el espionaje fue el contralmirante (r) Óscar Otero, quien estuvo al frente de la Dirección General de Información de Defensa entre mayo de 1995 y abril de 1996, durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti. A su salida de la Comisión, Otero se negó a hablar con la prensa, alegando la “reserva” con la que se trabaja en la investigación.
Algunos de los documentos de espionaje de ese período muestran, por ejemplo, la nómina de integrantes del FA que concurrieron a una reunión con Fidel Castro, el 14 de octubre de 1995, cuando el líder cubano llegó al país en visita oficial –al lado de los nombres de los dirigentes se adjuntaban sus números de teléfono–. Otro documento del mismo mes y año consignaba los ciudadanos uruguayos que participaron en el Foro de San Pablo, “en calidad de periodistas, delegados u observadores”.
Un “resumen de información” de junio de 1995 indicaba que en un programa de Radio Nacional se había realizado un homenaje a Liber Seregni, y citaban las opiniones de dos personas que se identificaron “como oficiales en actividad del Ejército”. También se informaba que la Unión de Trabajadores del Azúcar de Artigas había organizado un festival folclórico, y además de indicar qué artistas se presentaron, destacaban que la publicidad del evento estuvo a cargo del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros (MLN).
Un resumen de junio de 1995 mostraba infiltraciones en el Partido Colorado y en diversos sindicatos, como en la Asociación de Maestros, la Asociación de Empleados Bancarios y la Asociación de Funcionarios de Pluna. Luego había un apartado dedicado a las “fuerzas generadoras de conflictos”, en el que se destacaba un “espacio marxista” del Partido Comunista del Uruguay y un “espacio radical” del MLN.
Tampoco faltaban los capítulos dedicados a “hechos que afectan a las fuerzas armadas”, que implicaban espionaje sobre personal militar. En un documento de Inteligencia de 1995 se señalaba que un capitán, en días previos a las elecciones nacionales, “habría repartido listas del Encuentro Progresista”.
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Espionaje militar en democracia era una práctica sistemática, dijo Núñez
Declaraciones confirmarían espionaje contra partidos políticos y organizaciones sociales.
Diputado Gerardo Nuñez
El espionaje por parte de inteligencia militar y policial en democracia era una costumbre y una práctica sistemática, sostuvo el diputado frenteamplista Gerardo Núñez luego de la comparecencia de tres altos cargos militares de entonces.
Este lunes la Comisión investigadora de Diputados sobre los posibles actos de inteligencia de Estado, violatorios de la normativa legal y constitucional, llevados a cabo por personal policial o militar desde 1985 a la fecha, recibió al contralmirante (r) Óscar Otero, el contralmirante (r) Carlos Magliocca y el brigadier general (r) José Mayo Hirigoyen.
Luego de sus comparecencias, Núñez señaló que de las declaraciones se desprende que el espionaje a partidos políticos y organizaciones sociales en democracia era una práctica habitual y sistemática.
“Se arrojaron datos importantes teniendo en cuenta que algunos de los que participaron en la comisión no negaron las acciones que se llevaron a cabo por parte de inteligencia militar, espionaje sobre partido políticos y organizaciones sociales y además las plantearon como un ejercicio de costumbre”, expresó el legislador comunista.
Núñez cuestionó esta “costumbre”, al decir que “eran prácticas planificadas, sistematizadas. que tenían un objetivo claramente político”, e indicó que ahora la Comisión deberá evaluar si esto debe ser trasladado a la órbita judicial.
Además señaló que hubo otros jerarcas militares “que optaron” por no concurrir a la Comisión.
Escuchar el informe de Andrea de Armas
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Buscan más archivos de inteligencia militar en democracia
Para el diputado comunista Gerardo Núñez el Archivo Berrutti encontrado en dependencias del Ministerio de Defensa podría estar incompleto. “Seguramente haya más que habrá que buscar y encontrar”, señaló
Cuando comenzó a trabajar la Comisión Investigadora sobre espionaje militar en democracia, el diputado Gerardo Núñez recibió en forma anónima un documento con el inventario de los archivos de inteligencia militar, encontrados en dependencias militares durante el primer gobierno del presidente Tabaré Vázquez.
En ese documento, falta información sobre los primeros 100 rollos, que tampoco fueron encontrados, comenzando a partir del 101. Según informaron al legislador, que presidente la Comisión Investigadora, cuando encontraron los archivos también había papeles que referían a los rollos del uno al cien, pero los rollos no estaban.
“Tenemos la firme convicción de ir con esto hasta el final, porque ir hasta el final es defender la democracia, no se puede permitir en un Estado como el nuestro el avasallamiento tan irracional y absoluta de derechos tan elementales”, señaló semanas atrás, el legislador comunista.
Para Núñez los archivos en los que trabaja la comisión son “una parte de los archivos de Inteligencia militar”. “Seguramente haya más que habrá que buscar y encontrar”, agregó. Si bien los otros archivos de Inteligencia que fueron encontrados en la casa del coronel Elmar Castiglioni están en manos de la Justicia, bajo secreto de presumario, el diputado obtuvo el informe de los peritos que trabajaron en la causa, que dan cuenta de temáticas similares, por lo que no puede descartarse que se complementen.
Ayer, la Comisión recibió al contralmirante retirado Óscar Otero, al también contralmirante retirado Carlos Magliocca y al brigadier general retirado José Mario Hirigoyen. Uno de ellos admitió que se trataba de una práctica de costumbre en Inteligencia.
Si bien ningún ministro de Defensa, ni del Interior citado reconoció haber ordenado o conocido las tareas de Inteligencia militar, varios legisladores del Frente Amplio coinciden en que tienen responsabilidades, dado su deber de controlar los gastos y las actividades de sus rubros.
“No corresponde lavarse las manos frente a su responsabilidad del control frente a esto. Todas las direcciones de inteligencia militar dependieron del Ministerio de Defensa”, señaló Núñez.
La semana pasada, el diputado del Partido Po la Victoria del Pueblo, Luis Puig, planteó que se está evaluando llevar el caso a la Justicia cuando termine el trabajo de la comisión:”Acá hubo violación a la ley, claramente existen delitos que van a quedar comprobados”, agregó.
Montevideo Portal
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Sanguinetti aseguró que su gobierno “nunca jamás” ordenó un espionaje
Ignacio Martínez
Como publicó la diaria el martes, el contralmirante retirado Óscar Otero fue el primer militar que reconoció la existencia de espionaje en democracia ante la comisión investigadora de la Cámara de Representantes que estudia el tema. Otero estuvo al frente de la Dirección General de Información de Defensa entre mayo de 1995 y abril de 1996, durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti. Por esa razón, la diaria llamó al ex presidente para preguntarle sobre el tema.
–No sé si usted ha seguido las noticias de la comisión investigadora del Parlamento que está tratando el espionaje militar y policial en democracia.
–La verdad es que lo he seguido, pero no ha sido buena la información. Esa del comandante de la Armada que salió no la entendí bien. Yo no vi una transcripción más o menos textual.
–Pero más allá de lo que dijo Otero, están todos los documentos que se filtraron del “archivo Berrutti”, que la mayoría muestra que hubo espionaje desde 1985 hasta 1999; entonces, como usted fue presidente en dos períodos durante esos años, quería saber…
–Bueno, mire, esto es muy claro. Nosotros como gobierno y Poder Ejecutivo nunca jamás ordenamos un espionaje de nadie ni de nada. De modo que eso es muy claro mirado desde el ángulo político. Cosas que pueden haber ocurrido ahí adentro habrán escapado a toda idea de contralor o de conducción política.
–Pero más allá de que lo ordenaran o no, ¿usted tampoco tenía conocimiento de que se daban esas actividades? Porque son dos cosas diferentes…
–Por supuesto que no. Si hubiéramos tenido noticias, obviamente que hubiéramos actuado.
–¿Cómo le cae que eso haya pasado en democracia?
–Naturalmente, siempre es motivo de preocupación, y revela una vez más las dificultades que tienen todos los estados para especializar gente. Porque, desgraciadamente, los que se especializan en inteligencia terminan desarrollando una mentalidad que a veces suele ir más allá de lo lógico. Y si se rotan demasiado, siempre están en estado de aprendizaje.
–Lo que trascendió es que Óscar Otero dijo que el espionaje era una “costumbre”.
–Pero él habla de una costumbre de reconocer información abierta. Eso es lo que entendí yo en el diario; no sé si es así o no. Información abierta de lo que ocurre en la violencia en el fútbol o en cualquier lado. Me parece que eso es normal; pero si es eso lo que dijo. No confundamos las palabras…
–En caso de que la comisión investigadora llame a los ex presidentes por este tema, ¿usted estaría dispuesto a ir?
–Sí, yo siempre estoy dispuesto a ir, por supuesto. Pero no creo que pueda agregar nada más que lo que le estoy diciendo a usted.