De esta publicación uruguaya de alta calidad, reproducimos, su editorial y varios artículos que contienen excelentes materiales para nuestra base documental que permite seguir buscando, Justicia, Verdad, Memoria y Nunca más.
Editorial.
Herencias invisibles: el pasado reciente en el Uruguay actual
“Si me es dado elegir me pondré del lado del ‘exceso’ de historia, tanto más poderoso es mi terror al olvido que el temor de tener que recordar demasiado”
Yosef Yerushalmi
Los cultores del “dar vuelta la página” y del “no tener los ojos en la nuca” no están pasando por un buen momento. Su “pasado superado” anda muy activo, se les desborda. Hace poco supimos (de modo documentado) que luego de la dictadura los servicios de inteligencia del Estado han continuado infiltrando, vigilando y extorsionando a organizaciones y militantes sociales y políticos, como ha demostrado el semanario Brecha. Las tibias reacciones que tal revelación ha suscitado en el sistema político y judicial, muestran hasta qué punto, en Uruguay, la “democracia tutelada” es un consenso interpartidario e interinstitucional. En Argentina, la gendarmería, protegiendo los intereses de una multinacional, ha desaparecido al militante social Santiago Maldonado, al que antes había detenido por apoyar la lucha de los mapuches en defensa de sus tierras, contando para el crimen con el blindaje perverso de los principales medios de comunicación. Otra que efectos del pasado, es el Estado dando un mensaje claro: el pasado es el presente, porque lo puede ser en cualquier momento. Según la circunstancia, puede activar su maquinaria de matar y desaparecer con impunidad.
En estos dos ejemplos están los rasgos más ominosos de las relaciones de continuidad entre el pasado y el presente, en un continuo entre terrorismo de Estado y democracia tutelada, cuyos extremos más terribles se pueden activar en cualquier momento. Pero hay, también, efectos menos visibles, menos estudiados, y no menos participativos en la configuración de nuestro presente. Así, más pesado que pisado, nuestro pasado reciente se impone como tema de análisis para comprender nuestra sociedad actual, y sus caminos de transformación. Se impone como herida abierta, desde luego, toda vez que no haya en nuestro país verdad ni justicia. Toda vez que tengamos madres, padres, hermanos e hijos de desaparecidos que no saben dónde están sus familiares, qué les pasó, quiénes son los responsables. Se impone como problema del presente, en tanto los aparatos represivos y de inteligencia siguen operando con más continuidades que las sospechadas. Y se impone al modo de múltiples herencias invisibles, insuficientemente tematizadas, en los planos de la cultura, la economía y la subjetividad. En conjunto, parece claro que la Historia, como disciplina científica, y la Memoria, como elaboración permanente de los pueblos, lejos de ocuparse de temas superados, son necesarias para entender y acometer los problemas del presente.
En este número de Hemisferio Izquierdo nos preguntamos: ¿cuánto del Uruguay actual podemos explicar a través de nuestra historia reciente? No se trata sólo de visualizar las huellas y las marcas, sino también las herencias: las relaciones de continuidad en los proyectos económicos y de control social que, diagramados por la alianza militar-empresarial que engendró y sostuvo el Estado terrorista, operan aún hoy como lógicas, miedos introyectados, realidades naturalizadas, que no se pueden pensar, que no está permitido cuestionar.
Con los ojos en el futuro, como Yerushalmi, nos ponemos del lado del “exceso” de historia, para indagar sobre las “Herencias invisibles: el pasado reciente en el Uruguay actual”.