Un ejemplo: el capitán Lebel

  “Yo soy el capitán de navío

Óscar Lebel. Abajo la dictadura”

Colocan placa homenajeando al militar que fue símbolo de resistencia al golpe de Estado del 27 de junio de 1973

La Comisión Especial de Reparación instala este viernes una placa recordatoria en honor al capitán de navío Óscar Lebel por su acto de resistencia a la dictadura instaurada el 27 de junio de 1973.

Una vez ocurrido el golpe de Estado Lebel salió uniformado al balcón de su residencia (en La Gaceta y 26 de marzo, barrio Pocitos) y colocó los pabellones patrios junto a un cartel que decía “Yo soy el capitán de navío Óscar Lebel. Abajo la dictadura”.

Después del hecho permaneció unos días detenido y tras ser liberado no recuperó su puesto de trabajo. En 1977 fue pasado a retiro obligatorio.

En junio de 2001 fue ascendido de forma retroactiva al igual que otros militares que habían sido destituidos por la dictadura. Falleció el 3 de febrero de 2016, a los 90 años.

El presidente de la Comisión Especial de Reparación, Nicolás Pons, recordó que el acto del militar fue “de las primeras señales de resistencia, a horas de haberse instalado la dictadura”.

Pons indicó que el homenaje realizado a Lebel es también para el resto de militares y civiles que resistieron y se opusieron a la dictadura finalizada en 1985.

Escuchar informe de Iván Antúnez

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  Homenajearon al contralmirante Óscar Lebel

con la colocación de una placa

Fue donde vivía en 1973 y colocó un cartel que decía “Abajo la dictadura”

Se colocó ayer una placa en homenaje al contralmirante Óscar Lebel, que siendo capitán de navío de la Armada Nacional, el 27 de junio de 1973, día del golpe de Estado, colocó en su casa, ubicada en La Gazeta 1206 esquina 26 de Marzo, un cartel que decía: “Soy el capitán de navío Óscar Lebel. Abajo la dictadura”, con la bandera uruguaya de un lado y la de Artigas del otro, y esperó uniformado y armado a que lo fueran a detener. Era un militar defensor de la Constitución, que había votado en 1971 al Frente Amplio y tenía contacto con el general Liber Seregni. Estuvo en prisión hasta 1977, año en que fue liberado y pasado a retiro obligatorio y debió acudir a trabajar en la marina mercante, lo que aprovechó para servir de mensajero entre los dirigentes del Partido Nacional Carlos Julio Pereyra, que estaba proscripto en Uruguay, y Wilson Ferreira Aldunate, exiliado en Inglaterra. En 2001, ya retirado, fue ascendido al grado de contraalmirante. Publicó varios libros: El viejo Günter. Entre la tierra y el mar (2001), El cocinero del rey (2002), ANCAP. Una visión geopolítica del Uruguay en el mundo del petróleo (2003), La muerte del lobo (2008) y Biografía de un hombre que perdió el miedo (2010).

La placa se colocó en el marco de la aplicación de la Ley 18.596, de reparación a las víctimas de la actuación ilegítima del Estado en el período comprendido entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985.

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