Fallecimiento de
Saúl Ibargoyen Islas
Con gran tristeza comunicamos que el miércoles 9 de enero de 2019, falleció el querido compañero Saúl Ibargoyen Islas, destacado poeta y escritor, militante revolucionario incansable, Presidente de nuestro Comité del Frente Amplio de Uruguay en México por la Izquierda.
Desde muy joven se integró a las luchas populares de nuestro pueblo, participando activamente dentro del Partido Comunista y el Frente Amplio en Uruguay, y posteriormente tuvo gran participación en la lucha contra la dictadura, realizando desde México y diferentes países del mundo, una incansable labor de difusión a través de sus escritos, poemas y obras literarias, donde supo hacer de su pluma un arma de combate.
Despedir a un militante como Saúl no es tarea fácil; nos hará falta su claridad de ideas, su facilidad y sencillez para transmitirlas, su vocación de luchador inquebrantable.
Su ejemplo seguirá presente en las batallas venideras.
Hacemos llegar a su compañera, a sus hijos y familiares, nuestro abrazo fraterno en estos momentos.
La lucha sigue.
Hasta la Victoria Siempre querido Saúl!
COMITÉ DEL FRENTE AMPLIO DE URUGUAY EN MÉXICO POR LA IZQUIERDA
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Saúl Ibargoyen, poeta que amasó
su obra “con sueños y sangre”
Saúl Ibargoyen “fue un poeta que amasó su obra con sueños y sangre”, con “indagaciones a fondo de lo humano”, en la senda de grandes autores latinoamericanos como César Vallejo. El poeta argentino Jorge Boccanera escribe sobre su amigo uruguayo, que murió en México, donde estaba radicado, el 9 de enero.
En su obra se pueden hallar exploraciones estéticas cuando trata temas como el tiempo, los afectos más cercanos, la distancia con la tierra de origen, pero siempre con la referencia de fondo, afirma Boccanera, del anhelo de dignidad y justicia.
Saúl Ibargoyen nació en Montevideo, en 1930. Sus primeras publicaciones datan de la mitad del siglo XX, cuando en Uruguay tenía visibilidad la denominada “Generación de la crisis”, con la que se lo identificó. Salió al exilio, a México, en 1976, mientras su país estaba sometido por la dictadura cívico-militar.
Escritor muy prolífico, fue también narrador, ensayista, traductor y crítico, con cuarenta y cinco libros publicados y textos traducidos al alemán, árabe, esloveno, francés, inglés y portugués.
Su conexión con México, cuya nacionalidad adoptó, alcanzó profundidad y se reflejó en la actividad literaria, como jefe de redacción y subdirector de la revista Plural, editor de la Revista de Literatura Mexicana Contemporánea y maestro de la Sociedad General de Escritores de México. En 2002 obtuvo el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer por su libro “El escriba de pie”.
Jorge Boccanera, poeta ganador del Premio Casa de las Américas de Cuba y del Casa de América de España, entre otros reconocimientos, autor de varias antologías y ensayista, envió a La Poesía Alcanza el texto que sigue, conocida la noticia de la muerte de Ibargoyen:
Un luchador por la vida y la libertad
Se nos fue un hermano y compañero apenas comenzaba este 2019, mientras armaba algún proyecto para sumar a su extensa y variada obra literaria. El 9 de enero falleció Saúl Ibargoyen Islas, uruguayo con una larga vida en México, tierra que lo acogió como exiliado.
Poeta, narrador, periodista, crítico literario, traductor y coordinador de numerosos talleres literarios, había sido homenajeado en 2018 en un Festival Internacional de Poesía realizado en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, donde escritores llegados de diferentes latitudes desglosaron “Palabra por palabra” –como tituló a una de sus muchas compilaciones-, una obra marcada por una búsqueda estética en la que lo formal va del brazo de una mirada lúcida e indoblegable sobre el acontecer social de nuestra América. Esa vasta producción ya había sido elogiada por autores destacados como José Saramago, quien señaló sobre la novela”Toda la tierra”: “En verdad, hoy no son muchos los escritores a quienes el hombre real, interese tanto”, mientras Juan Gelman se refirió a los textos de “Basura y otros poemas” como “versos sorprendentes y hondos” dentro de “un lenguaje de limpidez espléndida”.
“Leí la poesía de Saúl antes de conocerlo personalmente. Fue, por medio del poeta bonaerense Oscar Raúl Fernando García, quien mantenía correspondencia con el oriental. Cuando el exilio nos reunió en 1976 trenzamos una férrea amistad que duró 42 años, en los que compartimos redacciones de diarios y revistas, la coordinación de varias antologías de poesía latinoamericana, viajes, cantinas, y sobre todo un diálogo constante, que si bien tenía un eje en el plano del pensamiento y la creación, nunca estaba exento de informalidad y de humor. Sobra decir que de ese diálogo que a veces se convertía en debate de ideas, siempre salí favorecido por la erudición de Saúl, inficionada por su experiencia política y su arraigo en la “cultura popular”.
Fue un poeta que amasó su obra con sueños y sangre. Un poeta que amasó su obra con indagaciones a fondo de lo humano, tal cual lo hicieran grandes poetas latinoamericanos, empezando por César Vallejo. Eso significa Saúl para mí, un maestro que a través de la amistad, destilaba sabiduría.
En 2018 cumplió sesenta años su libro “El otoño de piedra”, considerado el primer título donde cobra espesor su voz; lo abro al azar como suelo hacer cuando quiero mitigar el sinsentido y un verso suyo que me interroga (“a quién debo mi sangre”) basta para devolverme la esperanza. Es el poeta que intuye que su voz es un modo de sentir, es furia, es amor y reclamo; en suma, es “sangre” que circula más allá de los sonidos y las palabras.
Alguna vez escribí que uno de sus títulos, “Poesía militante”, es la metáfora del hacer consecuente del poeta, aquel que realiza, a mi entender, la entrevista más a fondo a una realidad que contiene a la imaginación. Así, Saúl interpela a la realidad en distintas exploraciones estéticas que bucean en temas como el tiempo y lo efímero, la figura del padre, el tembladeral de una errancia continua, las ciudades caóticas y la humedad de un eros siempre a tientas sobre la página desnuda; pero por sobre todo la lucha por la dignidad, por la justicia.
Se acaba de ir un amigo, un autor y una obra que, desgajada en varios géneros -poesía, novela, cuento, testimonio, ensayo, crónica periodística y literatura infantil- se alza como una enciclopedia del desgarro; con su visión nada complaciente y con preguntas que nos abisman en ese “barro confuso” que el poeta no deja de escarbar.
Las palabras que recoge de un amasijo de tierra, hablan del despeñadero diario, pero también de una idea de comunidad basada en lazos solidarios, de reciprocidad y justicia. Hermano, compañero, cuate, gracias por tanta vida compartida.
Por Jorge Boccanera
El escritor argentino (ganador de premios Casa de las Américas de Cuba y Casa de América de España)
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