Justicia chilena contra asesinos de Frei

  JUSTICIA AL FIN

Seis colaboradores de Pinochet

condenados por homicidio del

expresidente Eduardo Frei

Una investigación que duró poco más de quince años determinó que fue envenenado por allegados al dictador chileno Augusto Pinochet.

31 de enero de 2019

En un fallo considerado histórico, la Justicia chilena condenó este miércoles a seis colaboradores del dictador Augusto Pinochet por haber asesinado al expresidente Eduardo Frei Montalva en 1982.

Las penas van entre los 3 y los 10 años dependiendo de la gravedad de los delitos comprobados en cada uno y el caso se llevó a la corte tras quince años de investigación. Esto fue posible porque en Chile -como en muchos países- los delitos de lesa humanidad no proscriben nunca.

Los seis acusados fueron partícipes necesarios de cometer el delito de “homicidio luego de una intervención quirúrgica” a la que se sometió el expresidente Frei (1964-1970) en la clínica Santa María de Santiago, el 22 de enero de 1982, en plena dictadura, indicó un comunicado del Poder Judicial.

La familia Frei celebró la sentencia de primera instancia y dijeron que es “histórica” porque se trata de la primera condena en la historia de Chile por el homicidio de un jefe de Estado.

“Tenemos que alegrarnos que, después de una larguísima investigación, se ha dictado una sentencia condenatoria en un crimen inédito en Chile”, declaró Nelson Caucoto, abogado de la familia Frei.

Ordenado por la dictadura

La cúpula militar de la dictadura chilena de Augusto Pinochet ordenó por medio de estos seis individuos la muerte de Frei, quien fuera uno de los más aguerridos críticos del régimen instaurado a través de un golpe de Estado en 1973.

En el fallo de más de 800 páginas, el magistrado condenó a una pena efectiva de 10 años al médico Patricio Silva Garín como autor del delito de homicidio calificado, por encabezar la operación para propinarle veneno a Frei hasta causarle la muerte a sus 71 años de edad.

También se condenó a siete años de cárcel a Luis Becerra Arancibia, chofer personal del mandatario e informante de la inteligencia de la dictadura, y a Raúl Lillo Gutiérrez, agente civil de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), como coautores del mismo delito.

Otro docto, Pedro Valdivia, fue condenado a cinco años de prisión como cómplice, y los médicos forenses Helmar Rosenberg y Sergio González, a tres años de cárcel en calidad de encubridores, pena que podrán ejecutar de forma condicional.

Frei fue una de las figuras políticas más importantes del país y cabeza del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que fue por décadas el más importante de Chile. Su hermana Cármen -exsenadora- y su hijo Eduardo Frei Ruiz-Tagle -quien fue también mandatario entre 1994 y el 2000- siempre pidieron que se buscara justicia sobre su muerte.

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  La Justicia chilena condenó a seis

personas por el asesinato del ex

presidente Frei Montalva

1 de febrero de 2019

Según la sentencia, el magnicidio fue ordenado por la dictadura de Pinochet.

El juez Alejandro Madrid concluyó que el ex presidente chileno Eduardo Frei Montalva, que gobernó de 1964 a 1970, fue asesinado en 1982 por orden de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). En su sentencia, emitida después de casi 16 años de investigación, Madrid condenó a seis personas a penas de entre tres y diez años de prisión como responsables o cómplices del magnicidio.

Por entonces, Frei era dirigente de la Democracia Cristiana y una figura destacada de una oposición que era perseguida y eliminada. Poco antes de su muerte, el ex presidente se sometió a una cirugía porque sufría una hernia gastroesofágica. Según el fallo, citado por el diario La Tercera, Frei hizo varias consultas antes de decidir someterse a ese tratamiento. Tenía miedo de que la internación, en ese contexto político, implicara un riesgo para su vida.

Finalmente fue intervenido con buenos resultados, pero días después de salir de la clínica Santa María sufrió complicaciones y debió volver al mes siguiente, en diciembre de 1981. Se le practicó otra cirugía y todavía estaba internado allí en enero de 1982, cuando murió a causa de un shock séptico.

“Hubo un cúmulo de circunstancias anormales, dolosas” en la atención médica que recibió Frei que afectaron a su salud, dijo el juez en una entrevista publicada por el Poder Judicial en su página web. Entre esas irregularidades, afirmó Madrid, hay informes “de paneles de expertos que dijeron que no debió ser intervenido en la forma en que lo fue cuando ingresó a la clínica Santa María” por segunda vez. Además, “en los numerosos peritajes también existió una sustancia química que evidentemente colaboró a la situación definitiva que tuvo el ex presidente”.

De acuerdo con el fallo, cuando Frei fue internado en diciembre, en la clínica “se recibió un aviso, por parte de cercanos a la familia del enfermo, acerca de que este pudiera estar siendo envenenado”, pero “sólo se tomaron medidas para impedir el acceso de extraños a las dependencias donde estaba” alojado, “sin que [se] realizara ningún tipo de exámenes que pudieran determinar la efectividad de lo señalado”.

El juez afirma que “del contenido de las declaraciones de alguno de los integrantes del panel de expertos conformado en el servicio médico legal, aparece como no descartable la presencia de talio [un elemento utilizado en la fabricación de insecticidas] en las muestras obtenidas de los restos del ex presidente”. El fallo agrega que “aunque ello por sí solo, no fuera capaz de producir la muerte, resulta que pequeñas dosis de dicha sustancia, han sido capaces de producir la sintomatología que llevó al reingreso del paciente a la clínica Santa María”.

Cuatro médicos que atendieron al ex presidente fueron condenados: Patricio Silva, a diez años de prisión como autor del delito de homicidio; Pedro Valdivia, a cinco años como cómplice; y Helmar Rosenberg y Sergio González, a tres años como encubridores. Sin embargo, sólo Silva debe cumplir prisión efectiva.

A ellos se suman dos condenados como coautores del asesinato. Recibieron una pena de siete años de prisión Raúl Lillo, un ex funcionario de la Central Nacional de Informaciones (CNI), y el chofer de Frei, Raúl Becerra, que además era informante de esa policía política de Pinochet. También el médico Valdivia trabajaba para la CNI y para la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina).

En el fallo, el juez afirma que entre los indicios de colaboración y de “desarrollo de las actividades dolosas de los autores del delito”, se encuentra el dato de que se mantuvo en la clínica Santa María “a un facultativo que, paralelamente a sus actividades profesionales como médico cirujano, prestaba servicios a los organismos antes revelados”, y que según testigos “deambulaba por la clínica e ingresaba donde no debía preguntando por la evolución del estado de salud del ex presidente”.

“Hoy para la historia de este país queda sentado que Frei Montalva fue asesinado”, dijo uno de los abogados de la familia Frei, Luciano Fouillioux. Dos de los ocho hijos de Frei se dedicaron a la política: el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle y la ex senadora Carmen Frei Ruiz-Tagle. La dirigente manifestó, al conocer el fallo de Madrid, que deja establecido que su padre “fue asesinado por la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet”, que recurrió al “asesinato, la desaparición de personas, la tortura y el exilio”. A su vez, el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle dijo que “leer el fallo es un golpe duro, pero la batalla por establecer la verdad completa del asesinato de Frei no se detiene aquí”, y agregó: “Conocer las responsabilidades políticas será nuestra próxima tarea”.

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Cuatro momentos en la

historia de la autoayuda.

La justicia reconoce en Chile el homicidio del ex presidente Eduardo Frei Montalva.

Florencia Rovira

1 febrero, 2019

Fue un duro crítico de la dictadura y por eso pagó un alto precio. El largo brazo de Augusto Pinochet alcanzó a quien fuera presidente de Chile entre 1964 y 1970. Eduardo Frei Montalva murió a los 71 años en 1982, en plena dictadura, por las secuelas de una cuestionable intervención quirúrgica. Casi cuatro décadas más tarde un juez estableció que su muerte no fue producto de causas naturales, sino un homicidio en el que participaron agentes de inteligencia de la dictadura chilena. De esta manera Chile reconoció el primer asesinato de un ex jefe de Estado en su historia.

La causa judicial de la muerte del ex presidente, cuya investigación se inició junto con la causa Berríos, se abrió en 2002 por iniciativa de su familia. Este miércoles el juez Alejandro Madrid condenó, por su calidad de autor del homicidio, al médico Patricio Silva Garín –quien, según estableció el fallo, “mantuvo una relación de confianza y amistad con el ex mandatario y, simultáneamente, una dependencia jerárquica del Ejército de Chile en su calidad de oficial de Sanidad”– a diez años de prisión.

El juez consideró que el médico “contrarió” las reglas de la lex artisconstituidas por un conjunto de prácticas médicas aceptadas generalmente como adecuadas para sanar a los enfermos”, lo cual provocó la muerte de Frei Montalva, según la sentencia.

Además fueron condenados a siete años de presidio como coautores del delito Luis Becerra Arancibia, chofer personal del ex mandatario y colaborador de la Central Nacional de Informaciones (Cni), y Raúl Lillo Gutiérrez, agente civil de la Cni. El médico Pedro Valdivia Soto fue condenado, en calidad de cómplice, a cinco años de prisión, y los tanatólogos Helmar Rosenberg Gómez y Sergio González Bombardiere a tres años de cárcel, por encubridores.

La Cni funcionó en Chile entre 1997 y 1990 con agentes militares y civiles como el centro de inteligencia más importante del Estado, con una gran infraestructura de centros secretos de detención, interrogación y tortura.

En una entrevista difundida en el canal de Youtube del Poder Judicial de Chile (30-I-2019), el juez Madrid explicó que “no fue posible acreditar” la utilización de “un veneno o una premeditación”, pero que sí quedaron “explicitadas” en el fallo “seguimientos al ex presidente” e “intercepciones telefónicas de que fue víctima”, e indicó que “la participación política que tenía en ese tiempo, en unión con dirigentes gremiales, (…) un discurso que pronunció cuando se realizó un plebiscito para aprobar la Constitución de 1980”“todo eso, indudablemente, (…) produjo una serie de circunstancias que, lamentablemente, concluyeron en el desenlace que todos sabemos”.

El fallo fue considerado un paso histórico contra la impunidad de los crímenes de la dictadura chilena, pero hubo muchos que señalaron que sólo habían sido condenados los autores materiales del crimen y no sus autores intelectuales. El abogado de la familia de Frei, Nelson Caucoto, señaló además que las penas dictadas eran muy bajas y que esto se explica por la tipificación del crimen como un homicidio simple, mientras la parte querellante afirma y argumentó que se trató de “un homicidio calificado, premeditado, por vía de elementos tóxicos, y eso califica la figura de homicidio, lo que indudablemente eleva enormemente las penas” (Radio UChile, 30-I-19).

El ex presidente chileno Ricardo Lagos Escobar (2000-2006) afirmó que la muerte de Frei Montalva no pudo haberse producido sin la orden de los más altos mandos de la dictadura: “Eso no lo hace la Cni por su cuenta”“Augusto Pinochet, en definitiva, es el que ordena un magnicidio de esta envergadura”, declaró en entrevista con Radio Cooperativa.

El juez Madrid no halló culpable de encubrimiento a Luis Castillo, actual subsecretario de Redes Asistenciales, aunque en el fallo señaló que su actuación como director de la Red de Salud UC “puede ser cuestionada”. El fallo establece que en el año 2000 Castillo no informó a la familia del ex presidente que el centro de salud había hecho peritajes sobre el cuerpo de Frei Montalva, pese a que tenía conocimiento de esto.

 

 

 

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