Recuerdo y homenaje a ex presos políticos

  RECUERDO Y HOMENAJE

Día de los ex presos políticos:

“Una auténtica vergüenza […] que solo

un puñado de terroristas estatales

hayan sido condenados

15.03.2019

MONTEVIDEO (Uypress) – Con un acto en el Memorial a los Desaparecidos ubicado en el Cerro de Montevideo, se conmemoró el 34º aniversario de la liberación de los últimos presos por parte de la dictadura militar. El colectivo de ex presos CRYSOL dio a conocer una proclama, que publicamos completa.

Bajo la consigna “Con justicia, nunca más terrorismo de Estado”, se realizó una sencilla ceremonia en el Memorial para recordar a los ex presos políticos y a los detenidos desparecidos.

La ceremonia comenzó con la entonación de las estrofas del Himno Nacional, tras lo cual Osvaldo Sardiña, en representación de la asociación de ex presos políticos del Uruguay, leyó una proclama, reseñó la jornada y reivindicó el compromiso con la democracia y la libertad.

Estuvo presente el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, ex preso él también, quien recordó a aquellos que dieron sus vidas por sus ideales: “Son un ejemplo para el país de cómo, democráticamente, debemos seguir mejorando”, dijo, y agregó que “hay que seguir buscando a los desaparecidos, la verdad y la justicia”, enfatizó.

Osvaldo Sardiña fue el encargado de leer la proclama, cuyo texto completo es el siguiente:

Compañeras y compañeros:

Se cumplen hoy 34 años de la liberación de los últimos presos políticos de la dictadura. Celebramos, nuevamente el Día de la y del ex preso político en este lugar emblemático de memoria, de homenaje a nuestros detenidos desaparecidos.

Lo hacemos como reafirmación de nuestra identidad de luchadores sociales y políticos,  como reivindicación de nuestro compromiso con la democracia y la libertad que ayudamos a forjar. Lo hacemos también como ratificación de nuestro compromiso actual con el futuro del país, con horizontes de cambios profundos por los que siempre batallamos y que obviamente, siempre incluyeron, y hoy más que nunca lo hacen,  la igualdad de género.

En las grandes luchas del siglo  pasado de nuestro pueblo, por luchar, por resistir,  fuimos presas y presos políticos, privados de nuestra libertad,  juzgados y condenados por tribunales militares sin garantías de ningún tipo luego de días, semanas o meses de torturas, de aislamiento y de incomunicación con el mundo exterior.

Estamos y seguiremos estando  orgullosos de ello, de haber sido parte de una epopeya colectiva que cristalizó y forjó el Uruguay actual, este Uruguay democrático  que tiene que seguir avanzando hacia una sociedad más justa, libre, igualitaria y solidaria.

Como sobrevivientes del horror,  de los centros de tortura y de reclusión, de lo peor y más degradante del terrorismo de Estado, hemos asumido la obligación moral de denunciar una y otra vez lo ocurrido, las atrocidades sufridas por miles de uruguayos, de mantener viva la memoria de los crímenes, de homenajear a las víctimas, y de promover el juzgamiento y el castigo penal  de los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos. Lo hacemos pensando en el futuro.

¡Es la única manera de  que ello nunca más vuelva a ocurrir!

Compañeras y compañeros:

En Uruguay, el Poder Judicial es el único órgano que tiene competencias plenas y totales para investigar, para allanar domicilios, tomar declaraciones compulsivamente y con el uso de la fuerza pública si es necesario, para acceder a los archivos, para requerir información, para sancionar.

Desde octubre de 2011 en que se restableció plenamente la pretensión punitiva del Estado bregamos para que el Poder Judicial cumpla con sus obligaciones básicas, las que estipulan las normas constitucionales vigentes, las que establecen la existencia de tres poderes independientes y atribuyen al Poder Judicial la facultad de investigar, esclarecer y sancionar.

Es una auténtica vergüenza de nuestro país, que a 39 años del histórico plebiscito en que el pueblo uruguayo masivamente dijo NO a la constitución propuesta por  las Fuerzas Armadas, a 34 años del retorno a la democracia,  solo un puñado de terroristas estatales hayan sido condenados y procesados, a diferencia de lo que ha ocurrido en países como Argentina y Chile, donde son centenares los condenados y procesados, aún con gobiernos de orientación claramente de derecha y alineados con las posturas guerreristas de Estados Unidos de América en los temas de actualidad.

La Suprema Corte de Justicia (SCJ) hasta ahora desconoce el carácter de crímenes de Lesa Humanidad de las atrocidades cometidas, tolera permisivamente todas las artimañas legales de los denunciados, permite, incluso, todas las prisiones domiciliarias que se solicitan, vulnerando la normativa vigente.

La creación de la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad ha sido un gran acierto. Ha permitido revitalizar las causas sepultadas y enterradas, pero no tiene la fuerza suficiente para movilizar al Poder Judicial si no cuenta con el firme respaldo y el accionar militante de la opinión pública, del movimiento sindical, del sistema político y del conjunto de la ciudadanía.

Las presiones para que  el Poder Judicial no actúe son enormes y están a la vista de todo el mundo. Las campañas de prensa son notorias. Incluyen las amenazas nunca aclaradas ni debidamente investigadas contra quienes promuevan las causas o los activistas judiciales. Incluyen las recurrentes declaraciones de los centros militares o de jerarcas  pretendiendo victimizarse cuando han tenido todas, absolutamente todas, las garantías legales.

Para superar las secuelas del terrorismo de Estado, el modelo a seguir es la Resolución 60/147 de las Naciones Unidas, el cumplimiento de las recomendaciones de los Relatores Especiales de las Naciones Unidas en lo referido al pasado reciente y a las debidas reparaciones, la modificación del  Decreto 106/2007 y del 297/2010 y una ley que restituya plenamente  los derechos jubilatorios y pensionarios de todas y de todos los ex presos políticos a la mayor brevedad posible.

Compañeras y compañeros:

La dictadura cívico militar, el terrorismo de Estado, fue un proyecto global e integral  de país, en el marco de la injerencia constante y agobiante en el continente de Estados Unidos. Se comenzó a implementar desde el mismo momento  en que Pacheco Areco suspendió los Consejos de Salarios, impuso las Medidas Prontas de Seguridad el 13 de junio de 1968 y comenzó a militarizar gremios en conflicto.

Pretendió, y lo hizo, reestructurar la sociedad uruguaya en función de los intereses y las necesidades de las elites económicas, del campo y la ciudad. Empobreció al país y redujo el poder adquisitivo de los trabajadores, los jubilados y los sectores populares.

Tuvo, como no podía ser de otra manera, el apoyo de los grandes sectores del campo, del comercio, de la banca y de la prensa  como El País. Fue un proyecto de  nación en el marco de una estrategia continental diseñada e impulsada desde Estados Unidos, que abarcó muy especialmente al Cono Sur.

Fue una tragedia nacional que por el bien del país y de su gente, nunca más debe volver a repetirse. En esa batalla estamos y seguiremos estando, con el Pit Cnt, con Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones hermanas. La justicia, la actuación de la justicia, la condena a todos los involucrados, es clave para ello.

Compañeras y compañeros, para finalizar:

Como colectivo seguimos transitando y militando  con el recuerdo de todas y de todos los compañeros que ya no están, a quienes honramos y homenajeamos cada 14 de marzo. Por eso estamos y venimos todos los años acá, a este acto simbólico y militante. Venimos a decirles a todas y a todos ellos: ¡presente!

Siempre permanecen con nosotros,  siguen vivos en nuestros corazones,  aunque no los nombremos individualmente.  Del primero al último, marchan con nosotros en la lucha permanente y de todos los días.

Como decía el entrañable Eduardo Galeano, ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque  la historia continúa, más allá de nosotros y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Con nuestras banderas de lucha desplegadas al viento, compañeras y compañeros, 

Por Verdad, Justicia, Memoria y Reparación 

Con Justicia, ¡Nunca Más terrorismo de Estado!

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  34.° de las últimas liberaciones

Conmemoración del Día del

ex Preso Político

y recuerdo de los detenidos

desaparecidos. (*)

Imagen ampliada.

Chela Fontora convocando a realizar un minuto de silencio en homenaje a las ex presas
y a los ex presos políticos fallecidos y a todos los detenidos desaparecidos

El Memorial a los Detenidos Desaparecidos, ubicado en el Cerro de Montevideo, fue escenario, este jueves 14, del homenaje a los protagonistas de la lucha por la reconquista de la democracia. Bajo la consigna “Con justicia, nunca más terrorismo de Estado”, se realizó una sencilla ceremonia para recordar a los ex presos políticos y a los detenidos desparecidos.

A la 34.ª conmemoración de la liberación de los presos de la dictadura asistió el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro. La ceremonia comenzó con la entonación de las estrofas del Himno Nacional, tras lo cual Osvaldo Sardiña, en representación de la asociación de ex presos políticos del Uruguay, Crysol, leyó una proclama, reseñó la jornada y reivindicó el compromiso con la democracia y la libertad.

Murro recordó a aquellas personas que dieron su vida por sus ideales. “Son un ejemplo para el país de cómo, democráticamente, debemos seguir mejorando”, sostuvo. Reflexionó además sobre la necesidad de seguir luchando por la democracia, la reparación y el respeto a las instituciones. “Hay que seguir buscando a los desaparecidos, la verdad y la justicia”, enfatizó.

Por su parte, Osvaldo Sardiña señaló que en este nuevo aniversario se reivindica el compromiso con la democracia, la libertad y el futuro del país. “Estamos orgullo de haber sido parte de una epopeya colectiva que cristalizó y forjó el Uruguay actual, este Uruguay democrático que tiene que seguir avanzando hacia una sociedad más justa, libre, igualitaria y solidaria”, puntualizó.

“Como sobrevivientes del terrorismo de Estado, hemos asumido la obligación moral de denunciar una y otra vez lo ocurrido, las atrocidades sufridas por miles de uruguayos, de mantener viva la memoria de los crímenes, de homenajear a las víctimas y de promover el juzgamiento y el castigo penal de los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos”, subrayó.

(*) Gentileza de www.presidencia.gub.uy

Imagen ampliada.

Imagen ampliada.

Imagen ampliada.

Alocución de Osvaldo “Coqueiro” Sardiña 
a nombre de Crysol

 

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