Estados Unidos entregó
a Argentina nuevos documentos
desclasificados sobre el Plan Cóndor
15 de abril de 2019
Se suman elementos que desmienten las declaraciones de Jorge Silveira en el Tribunal de Honor del Ejército que evaluó su conducta.
Cuando el coronel Jorge Pajarito Silveira compareció por segunda vez ante el Tribunal de Honor del Ejército, el 13 de junio del año pasado, parte de su relato fue que no existió un Plan Cóndor con el objetivo de la “persecución de la gente, matarla y todo”. Lo que hubo, dijo, fue el “Sistema Cóndor”, que era “legal” y fue creado para el “intercambio de información” entre las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile Paraguay y Uruguay, a fin de “contrarrestar el trabajo de la Junta Coordinadora Revolucionaria [JCR, integrada por organizaciones político-militares de Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay], que tenía una fuerza de la gran flauta y que pensaba hacer atentados por todos lados”.
Estas declaraciones de Silveira chocaban contra numerosos documentos hallados en América Latina o desclasificados por Estados Unidos en las últimas décadas, en los que consta que el Cóndor, coordinación entre aparatos represivos latinoamericanos, tuvo desde su comienzo, en 1972, la finalidad de capturar y matar a “enemigos”, que no eran sólo los integrantes de grupos guerrilleros, y que en su marco se perpetraron numerosas desapariciones forzadas. Por el Plan Cóndor, además, se lleva adelante desde hace años un juicio en Roma, promovido por representantes de víctimas que tenían nacionalidad italiana. En ese juicio, que está actualmente en fase de apelación, fueron condenadas en primera instancia ocho personas, entre ellas, el ex canciller uruguayo Juan Carlos Blanco.
Como si esto fuera poco, nuevos documentos desclasificados estadounidenses, que fueron entregados el viernes al ministro de Defensa de Argentina, Germán Garavano, no sólo ratifican la existencia del Plan Cóndor y sus propósitos, sino que también indican que en su marco se reunieron en Santiago de Chile, en mayo de 1976, los jefes de Policía de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, para crear una unidad especial conjunta, denominada Teseo, con la tarea de asesinar a izquierdistas latinoamericanos allí donde se los ubicara. Esa unidad contaría con una sede central en Argentina, equipos de inteligencia, equipos operativos y equipos de reserva.
Según se indica en los documentos, el procedimiento para decidir los homicidios era que el representante de cada país presentara “el objetivo de su elección en la forma de una propuesta” y que la selección entre las propuestas se realizara “mediante votación y sobre la base de una mayoría simple”.
El acuerdo firmado en esa ocasión, al que tuvo acceso la CIA, estableció que el gobierno dictatorial de cada uno de los países participantes debía aportar inicialmente 10.000 dólares para un fondo común (con el que se reponía lo gastado después de cada operación) y una cuota mensual de 200 dólares, para financiar los costos operativos de las misiones en el marco de ese plan, estimados en “3.500 dólares por persona para diez días, con un monto adicional de 1.000 dólares la primera vez para el pago de ropa” en el país donde se realizara el asesinato político, además de “armas y municiones, explosivos y accesorios, documentación” falsa, “equipos electrónicos, equipos de comunicaciones y otros”.
En aquel momento, según los documentos desclasificados, las autoridades de la CIA expresaron su preocupación porque el Plan Cóndor tenía planes de asesinar a los integrantes de la JCR, y temían que esto tuviera “ramificaciones políticas adversas” para el propio organismo de inteligencia estadounidense si este era acusado de participar en la organización de los homicidios.
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Peligro de engaño
La periodista Stella Calloni emitió un alerta sobre la cesión de archivos desclasificados de EEUU sobre crímenes de la dictadura. “Los que conocemos el tema de los archivos desclasificados sabemos que hay algunas verdades y otras que hay que tomar con pinzas. Ojo que no sea una maniobra de Trump y Macri”, advierte la autora.
Quiero hacer una llamada de alerta sobre los archivos desclasificados de la Operación Cóndor.
Aparece como si fuera la primera vez- primero que es falso- que aparecen cómo se formó, cuando esto está registrado, los registros están en los archivos del Paraguay, donde está el documento clave en que se firmó la Operación Cóndor. De manera que hay una deliberada idea de desviar todo lo que se ha hecho, inclusive los juicios sobre la Operación Cóndor, porque estos documentos desclasificados fueron logrados por un fiscal de Estados Unidos que investigó el crimen de Orlando Letelier en Washington, el asesinato en 1976, que el propio fiscal llevó a juicio, incluso teniendo que enfrentar a los obstáculos que le imponía la CIA.
Entonces, no es cierto que con esto se descubre lo que es Cóndor. No es cierto que las dictaduras pagaban doscientos dólares. ¿Hay que imaginar que las dictaduras iban a pagar doscientos dólares cada una para mantener una sede? No se podía mantener una sede Cóndor con esa plata. Hay muchas cosas que son de verdad y muchas cosas que no son ciertas. Cuidado porque no vemos archivos tachados como todos los desclasificados que hemos tenido en nuestras manos hasta ahora.
Entonces, cuidado. Me pareció grave que se empezara a publicar sin cruzar con las informaciones que ya se tenían porque esto tiende a confundir a la gente. Y son muchos autores. Muchos autores norteamericanos, autores paraguayos, autores chilenos, autores de todo el mundo que han tenido acceso a los primeros documentos del Cóndor que aparecieron.
Esto no es ninguna revelación. Además de no ser una revelación, la idea que tenemos los que conocemos el tema de los archivos desclasificados es que hay algunas verdades y otras que hay que tomar con pinzas. Ojo que no sea una maniobra de Trump y Macri. Porque da la casualidad que ahora se decidieron a entregar por primera vez los archivos que no tienen ninguna tachadura. Hay que estar alerta, hay que rescatar lo que parece serio y que se puede constatar con otra serie de documentación. Pero los archivos de Paraguay fueron encontrados de manera espontánea por Martín Almada y los demás.
No podemos seguir actuando de manera ilógica y vamos a ir ordenadamente registrando lo que hay en los archivos. Y ojo con la utilización predeterminada, porque ya se sabía que frente a lo que surgía como verdad, los archivos desclasificados, ya se planeaba empezar a mandar a todo el mundo una serie de archivos que causaran confusión en la población.
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CARTAS EN EL ASUNTO
Gobierno analizará
documentos desclasificados de
Estados Unidos sobre el Plan Cóndor
A través de Cancillería pedirá a Argentina que envié los archivos vinculados a los casos uruguayos sobre violaciones a Derechos Humanos.
18.04.2019
El gobierno analizará, a través de la Secretaría del Pasado Reciente, los documentos públicos que Estados Unidos envió a Argentina sobre violaciones a Derechos Humanos en dictadura y la existencia del Plan Cóndor en el Conosur.
Los documentos fueron entregados por el gobierno estadounidense al ministro de Defensa argentino, Germán Garavano, y de ahí surgen revelaciones sobre el Plan Cóndor.
Miembros de la ONG Archivo Nacional de Seguridad, que se dedicada a estudiar actas históricas, analizaron algunos de los 40.000 documentos desclasificados entregados por Estados Unidos, y algunas revelaciones recientes vinculadas a Uruguay fueron: la investigación de la CIA a grupos de Derechos Humanos en democracia, la relación de Héctor Gutiérrez Ruiz con el MLN-T y la confirmación del asesinato de Gerardo Gatti y León Duarte, dirigentes del PVP.
La directora de Derechos Humanos de la Cancillería uruguaya, Dianela Pi, explicó a Informe Nacional, programa de Radio Uruguay, que ambos países tienen firmado un convenio de cooperación para el intercambio de información que se aplica en estos casos.
“Habrá que analizar qué tipo de información tenemos para ver de qué manera se pide esta información con la que cuenta el gobierno argentino”, señaló Pi. Además, una vez analizados los textos se determinarán qué datos son nuevos y para qué causas pueden utilizarse.
“Una vez analizado el contenido de los documentos se derivarán a las causas en curso para reforzar las pruebas de los juicios que aún están abiertos”, concluyó.
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REVELACIONES
Documentos desclasificados
acusan a Héctor Gutiérrez Ruiz de
cooperar con el MLN-T
Documentos descubiertos por Estados Unidos continúan revelando detalles de la cooperación entre dictadura uruguaya, Washington y Argentina.
18.04.2019
El programa Informe Nacional, emitido por Radio Uruguay, tuvo acceso a nuevo material con fecha del 18 de junio de 1976, un mes después del asesinato de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. En ese material se acusa a Gutiérrez Ruiz de haber suministrado información al MLN-T para el secuestro de diplomáticos en Montevideo.
En referencia a Zelmar Michelini, la información establece que el legislador fue señalado por Argentina como parte de la Junta de Coordinación Revolucionaria, una organización que según Washington coordinaba el accionar de diversos grupos de izquierda en la región.
Al pie de los documentos se lee el nombre del exembajador de Estados Unidos en Uruguay entre 1973 y 1977 Ernest Siracussa.Otro documento que publica Informe Nacional, que es del 27 de mayo de 1976, da cuenta de la aparición de 10 cuerpos “a lo largo de la costa uruguaya” y agrega: “se consultó sobre la posible relación entre estos cuerpos y la supuesta desaparición de cuatro personas de la prisión de Libertad y otras seis personas, varias de las cuales habrían sido arrestadas y posteriormente desaparecidas”.
En los documentos desclasificados se indica que los cadáveres fueron arrojados por helicópteros argentinos después del interrogatorio realizado por las autoridades del vecino país.
“Creemos que es posible que los cuerpos que se encuentran aquí, descritos como asiáticos en su mayoría, provengan de este grupo de personas”, indica el documento.
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DOCUMENTOS DE LA CIA
Europa buscó consejo en
dictaduras sudamericanas para
“una Operación Cóndor”
contra la izquierda de los 70
Documentos desclasificados de la CIA revelan cómo espías de gobiernos europeos recibieron formación sobre los métodos de las dictaduras sudamericanas
Espías de Francia, Reino Unido y Alemania Occidental buscaban “implantar una organización antisubversiva similar a la Operación Cóndor”
La Operación Cóndor fue un programa secreto de las dictaduras de Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador para secuestrar y asesinar a miembros de grupos guerrilleros de izquierdas
Imagen del documento de la CIA desclasificado que describe la visita de los servicios de inteligencia europeos a la secretaría de coordinación del Plan Cóndor.
Los servicios de inteligencia del Reino Unido, Alemania Occidental y Francia, el corazón de lo que entonces era la incipiente Comunidad Económica Europea, buscaron el consejo de las sangrientas dictaduras sudamericanas de los años 70 para combatir la “subversión” de izquierdas, según documentos de la CIA recién desclasificados.
Los gobiernos europeos querían aprender de la Operación Cóndor, un programa secreto de las dictaduras de Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador de colaboración para secuestrar y asesinar miembros de los grupos guerrilleros de izquierdas en sus territorios. Cientos de personas en Sudamérica murieron como resultado de esta coordinación entre dictaduras. Según un documento de la CIA con fecha del 7 de abril de 1978, los espías europeos estaban interesados en saber cómo funcionaban sus programas e importarlos a sus países.
El documento asegura que “representantes de los servicios de inteligencia de Alemania Occidental, Francia y el Reino Unido visitaron la secretaría de coordinación de la Operación Cóndor en Buenos Aires durante el mes de septiembre de 1977 para discutir sobre métodos para establecer una organización antisubversiva similar a la Operación Cóndor”.
“La amenaza terrorista y subversiva en Europa ha llegado a niveles tan peligrosos que creen que sería mejor aunar sus recursos de inteligencia en una organización colaborativa, como se lleva a cabo según la Operación Cóndor”, dijeron los europeos a la secretaría del Plan Cóndor en Buenos Aires, según el documento de la CIA.
“Sin embargo, enfatizaron que si se estableciera una organización similar (en Europa), todas las operaciones contra los subversivos se coordinarían de tal forma que el servicio de inteligencia de un país no operara unilateralmente en otro país”, escribió la CIA.
El documento forma parte de un sorprendente archivo secreto estadounidense de 47.000 páginas relacionado con la sangrienta dictadura argentina de 1976-83 que se ha conocido el viernes pasado.
El archivo, que consiste principalmente en documentos de la CIA y el FBI, saca a la luz las oscuras operaciones de la dictadura militar argentina y los espantosos métodos que utilizó para aniquilar a miles de personas, la mayoría de ellas jóvenes.
“Estos documentos son muy importantes”, señala Gastón Chillier, del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), un organismo de derechos humanos. “Hay documentos de seis o siete agencias de inteligencia estadounidenses diferentes. Esperamos encontrar información que nos ayude en los juicios que hay abiertos contra los criminales de la dictadura”.
Cadáveres en la costa
Actualmente, 977 exmilitares y colaboradores están presos por crímenes relacionados con la dictadura, según la Dirección General de Derechos Humanos de la Procuración General argentina.
Este tipo de crímenes están descritos en los documentos con detalles escabrosos. En uno se explican los salvajes intentos de los militares argentinos de deshacerse de los cuerpos de sus víctimas después de que algunos cadáveres llegaran a las costas de Uruguay durante el segundo mes de la dictadura.
“El Gobierno uruguayo ha sido informado de forma privada por las autoridades argentinas de que ocho de los diez cuerpos encontrados en la costa uruguaya son resultado de operaciones antiterroristas argentinas”, afirma un cable del Departamento de Estado de mayo de 1976. “La fuente asegura que los cuerpos fueron lanzados al Río de la Plata desde helicópteros tras los interrogatorios llevados a cabo por las autoridades argentinas”.
Más tarde, la dictadura argentina perfeccionó sus métodos, drogando a las víctimas para después abrirles el abdomen y lanzarlas desde aviones al Océano Atlántico
Protesta por las víctimas de la Operación Cóndor.
En otro documento, Robert Scherrer, agregado de asuntos legales del FBI en Buenos Aires con muchos contactos entre los militares argentinos informó a Washington en octubre de 1976 sobre cómo se deshicieron de los cuerpos de dos agentes de seguridad cubanos.
Jesús Cejas Arias y Crescencia Galanena Hernández fueron secuestrados y asesinados por la dictadura argentina en agosto de 1976. “Sus cuerpos fueron unidos con cemento a un gran depósito cilíndrico que luego fue arrojado al río Luján”, afirmó Scherrer. “Como Cejas y Galanena habían sido inmersos en agua durante bastante tiempo para facilitar una descomposición rápida, es improbable que puedan ser identificados”.
Un detallado documento de la CIA de diciembre de 1976 describe cómo muchos supuestos “enfrentamientos” con grupos guerrilleros de izquierdas fueron en realidad “invenciones de las autoridades para explicar el asesinato de prisioneros que estaban detenidos”.
Otro cable del Departamento de Estado tiene fecha de julio de 1978, un mes después de que Argentina fuera sede del mundial de fútbol de la FIFA y ganara la copa. El documento dice que diplomáticos del Vaticano informaron a la embajada estadounidense de que “a mediados de junio (justamente durante el Mundial), una mujer psicóloga fue secuestrada por las fuerzas de seguridad y detenida durante 15 horas”. Durante su detención, la psicóloga, víctima de la polio y en silla de ruedas, fue torturada e interrogada con una picana eléctrica para que revelase el paradero y las actividades de uno de sus pacientes.
Los documentos entregados son la respuesta a una solicitud formal hecha por Argentina en 2016 con motivo del 40º aniversario del golpe militar, durante una visita de Estado del entonces presidente Barack Obama al país.
Esta tercera entrega de documentos marca el fin del Proyecto de Desclasificación para Argentina. Las dos primeras entregas se realizaron durante el gobierno de Obama.
Traducido por Lucía Balducci
Gracias por tu aportación. Feliz semana.