El accionar de las derechas

La derecha muestra sus garras…

Por Enrique Ortega Salinas.

11 ENERO, 2020 

El guionista de dios, del que tanto habla Darwin Desbocatti, tiene un humor negro de puta madre. No solo envió un tumor a los pulmones del enemigo más acérrimo del tabaco, sino que Ajuste Fiscal ganó el premio Pedro Ramírez. Apenas el equino cruzó la meta, Luis Lacalle Pou (que asistió al evento) habrá dicho a sus allegados: “¡Cómo me van a gastar en Facebook!”.

No, Luis… ¿Cómo se te ocurre?

Agarrate Catalina

Pocos días atrás, el diario de la dictadura publicó una entrevista realizada a Gerardo Zambrano en la cual el empresario manifestó sin pudor alguno lo que la oligarquía uruguaya espera del nuevo gobierno: “Las reformas van a causar dolores; pero hay que hacerlas sí o sí” y “si se ponen tímidos en las decisiones puede pasar lo de Argentina”

Si la primera mete miedo (por ser el argumento de Mauricio Macri cuando anunció las medidas que multiplicaron la pobreza en Argentina), la segunda frase produce horror, porque no les alcanza con imponer el plan macrista, lo quieren imponer con mayor crudeza. Para los neoliberales, Macri fracasó porque no fue más cruel aún.

Huelga decir, en cuanto a los dolores, que lo padecerán las clases media y baja, y no aquella a la cual él pertenece. Por el contrario, para las familias más poderosas, refiriéndose al sector agroexportador, exige apoyo: reducción de impuestos y aumento de beneficios y estímulos, lo que traducido al criollo significa “inviertan en nosotros; que se jodan los de abajo”. Hablamos del viejo, inmoral y desenmascarado mito de que si a los ricos les va bien, a todo el país le irá bien, porque sus almas generosas les llevarán a distribuir la riqueza sin que el Estado necesite presionarlos en modo alguno. Paraguay es un claro ejemplo de que se trata de una falacia. El país “creció” (si hablamos de PBI e inversiones), pero la inmensa mayoría de los paraguayos vive en la miseria. De hecho, en las áreas rurales, la pobreza extrema pasó del 9% al 10%.

Como suele ocurrir con la derecha más radical, esta deposición filosófica neoliberal, antisolidaria, antibattllista y anticristiana, proviene de alguien que ostenta una cruz de oro en el pecho, no por estar de acuerdo con lo predicado por el galileo, sino por superficialidad y coquetería.

Gerardo Zambrano ha hecho en su vida muchas cosas merecedoras de aplausos y sería digno de admiración si no fuera por su declarado egoísmo e ignorancia. Solo ha leído tres libros en la vida; pero el director de Zambrano & Cía y fundador de Plaza Rural, luchador incansable, creativo y audaz, fue uno de los principales impulsores de los remates virtuales, es decir, de la venta de ganado por pantalla.

Para el derechista confeso, el problema de la inseguridad se soluciona aplicando mano dura a los delincuentes. Plomo y picana, como afirma uno de los votantes de Lacalle en las redes sociales, y santo remedio. Vaya, era tan fácil y no nos dimos cuenta. De invertir más en rehabilitación, reinserción y disminuir las desigualdades sociales ni una palabra. De combatir el crimen respetando los derechos humanos, menos. Hay palabras como sensibilidad socialsolidaridad y derechos humanos que cuando no se usan nunca, se convierten en un grito en sentido contrario.

Reclama auditorías para todas las reparticiones del Estado porque asegura, sin presentar pruebas, que estamos inmersos en una gran corrupción. Obvio, nada dice de auditar a las intendencias blancas. Por ahí no, que hay espinas…

Con respecto al tema sindical, y en línea con el pensamiento de otros referentes derechistas, afirma en la mencionada nota: “Es la batalla que hay que dar, y ganar, porque es imprescindible para ordenar la casa”. Por su parte, Julio María Sanguinetti auguró el recorte de las políticas sociales. Leandro Grille lo cuenta en la nota “Desplumar a un pollo”: “Con una metáfora peculiar, el expresidente Julio María Sanguinetti anticipó la estrategia del gobierno de coalición para implementar el ajuste: desplumar un pollo, pluma por pluma, para que no grite tanto. Lo hizo en una cena con empresarios que festejaron ruidosamente la ocurrencia, entre aplausos y risotadas, a sabiendas de que el ‘pollo’ no son ellos y las ‘plumas’ no les pertenecen. Fue un momento de sinceridad y algarabía patronal, una misa de clase frente a un predicador de sus intereses, una liturgia exaltada con el viejo de la tribu”.

Sobre las empresas públicas, Zambrano manifiesta su decepción porque no pudieron venderlas bajo el lacallato (1990-1995): “En el gobierno de Lacalle, cuando se votó el plebiscito para privatizar las empresas públicas, Sanguinetti [Julio María] no lo apoyó y votó con el Frente. O sea, negó las posibilidades de cambio y crecimiento del país durante ese gobierno blanco. Espero que se subsanen esas diferencias”.

Difícil leer toda la nota sin sentir náuseas… Se queja de los altos salarios (añora la época en que tenían a los peones trabajando de sol a sol por tres monedas) y quiere volver a enviar a la cárcel a las mujeres que abortan… a las pobres, porque las de su entorno abortaban pagando bien y jamás pisaban un penal.

Se queja de la lucha de clases cuando en cada oración manifiesta su odio visceral hacia las clases menos favorecidas. Para él, todo fue negativo con el FA. Sin embargo, Uruguay tiene el ingreso per cápita más alto de América Latina y el Caribe, el Salario Mínimo Nacional más alto, democracia plena, es el de menor corrupción y mayor velocidad de acceso a internet, está entre los que atrae a más inversores y no hay día que organismos internacionales no lo muestren como ejemplo. Es el país con menor pobreza e indigencia, pero, claro, a él solo le importa aumentar la fortuna de su familia.

Un desastre envidiable

Dice el portavoz del pensamiento multicolor que los del Frente Amplio han sido los peores gobiernos de la historia del país. Esa derecha multicolor ganó pintando al país como un desastre; desastre que ya quisieran tener que “padecer” varios países.

Las exportaciones uruguayas finalizaron 2019 con un crecimiento de 2,2%, lo que implica 164 millones de dólares más de ganancias que en 2018. De hecho, las exportaciones se han cuadruplicado desde que el Frente Amplio es gobierno. En 2004 exportábamos 4.000 millones de dólares; ahora estamos muy por encima de los 16.000 millones. Las iniciativas del sector privado fueron respaldadas por un gobierno que abrió mercados internacionales: se negoció un acuerdo de libre comercio con Chile, se profundizó el convenio con México y se concluyeron las negociaciones del acuerdo de asociación estratégica Mercado Común del Sur-Unión Europea y del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), así como negociaciones con la República de Corea, Canadá y Singapur.

Uruguay está entre los tres primeros receptores de inversión de la región, junto con Chile y Costa Rica.

En solo una década, se ha triplicado el monto de las exportaciones por servicios turísticos, de 800 millones de dólares en 2007 a 2.300 millones en 2017. En Maldonado, una inusual e histórica afluencia de turistas brasileños salva por ahora la temporada, amenazada por las restricciones impuestas a los turistas argentinos en su país. En cuanto al turismo uruguayo, en diciembre (y con relación al año anterior) aumentó 25% la cantidad de compatriotas que viajaron al exterior.

El salario mínimo está ahora en $ 19.875. Las empleadas domésticas, que con la derecha estaban fuera del sistema de previsión social y ganando por debajo del SMN, acaban de recibir un aumento de 3,5% y, más importante, la mayoría comprendió que tiene derechos y está dispuesta a denunciar la explotación laboral e incumplimientos de sus patrones. Los gobiernos frenteamplistas han logrado disminuir drásticamente el nivel de evasión de los aportes patronales y la subdeclaración para los trabajadores del sector doméstico. Dudo que eso siga igual con un gobierno de derecha.

Hasta 2005, el estado uruguayo no financiaba medicamentos de alto costo; ahora, el Fondo Nacional de Recursos financia 56 medicamentos para 39 enfermedades, sin necesidad de copagos, algo único en América Latina. Nuestra cobertura universal de salud, inexistente en la mayoría de los países, es un privilegio que los uruguayos no valoramos como debiéramos.

Y Graciela tenía razón…

El FA recibió un país en ruinas, quebrado y saqueado. Ahora lo entrega como modelo para el mundo. Esperemos que en cinco años se lo devuelvan, por lo menos, en las mismas condiciones y no como Macri devolvió Argentina.

El problema no es lo que piensa y dice Gerardo Zambrano. Ni siquiera es que todo el arco derechista piense como él; aunque no todos los confiesen públicamente. El problema es que hay muchos uruguayos que no pertenecen a la oligarquía y jamás pertenecerán a ella, pero defienden con su voto a quienes la representan. Poco tiempo hizo falta para que la frase de Graciela Villar (la que espantó a propios y extraños) fuera consagrada por los hechos. La cosa, efectivamente, era, es y será entre oligarquía y pueblo.

Tanto Zambrano como Lacalle se han manifestado claramente contra el aumento del salario real de los trabajadores. Pese a ello, la derecha contó con el voto de estos.

Tal como ha dicho el periodista boliviano Ricardo Ragendorfen: “El invento más eficaz del capitalismo es la fabricación de pobres de derecha”.

 

 

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