Manini y Fiscalía : contradicciones…silencios…

 Manini Ríos ante la Fiscalía: contradicciones,

silencios y falta de pruebas

12 de septiembre de 2020 · 

Escribe Natalia Uval 

Ex funcionarios del Ministerio de Defensa y de Presidencia aseguran que Manini no informó sobre el caso Gomensoro; él dice que lo hizo verbalmente y “mano a mano” con el ministro.

El líder de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos, declaró ante la Fiscalía de Flagrancia a cargo de Rodrigo Morosoli que el ex ministro de Defensa Nacional Jorge Menéndez era un hombre “comprometido con la causa” de los derechos humanos. Sin embargo, en un discurso con contradicciones internas y diferencias sustanciales con los testimonios de otros interrogados, pretendió convencer a la Fiscalía de que Menéndez le ocultó deliberadamente a la Justicia la confesión de José Gavazzo ante los tribunales de honor referente a cómo se deshizo del cuerpo del militante tupamaro Roberto Gomensoro. Para deslindarse de su responsabilidad como funcionario público de denunciar delitos, Manini Ríos sostuvo que él le informó de esta confesión al ex ministro, pero en reuniones sin testigos y en ámbitos informales. “Llama la atención que nombre dos ocasiones públicas como fijando fechas y no nombra ningún testigo que avale esa declaración de una persona que, además, falleció”, le hizo notar el fiscal durante el interrogatorio. Con base en la información surgida de los interrogatorios ante la Fiscalía, a la que accedió la diaria y que en parte fue adelantada el miércoles por El Observador, este artículo contiene una cronología de los hechos sucedidos desde la conformación de los tribunales de honor de Jorge Silveira, José Gavazzo y Luis Maurente en 2017. Incluye los testimonios de los militares, pero también de asesores de los ministerios y de Presidencia, del secretario de la Presidencia Miguel Toma y del ex presidente Tabaré Vázquez. La información es relevante porque el 30 de setiembre el Senado votará el desafuero del líder de CA, y tanto ese sector político como el Partido Nacional y parte del Partido Colorado anunciaron que no darán sus votos para iniciar el proceso judicial contra Manini Ríos.

Año 2018: versiones encontradas y omisiones

El 1º de setiembre de 2017 se conformó un tribunal para evaluar las eventuales faltas al honor militar que cometieron Silveira, Gavazzo y Maurente, a raíz de los fallos judiciales adversos contra ellos en causas vinculadas a violaciones a los derechos humanos. Estuvo integrado por los generales Gustavo Fajardo, José González y Alfredo Erramún. En su primera comparecencia ante el tribunal, el 10 de abril de 2018, Gavazzo declaró que en 1973, todavía en democracia, un hombre –en su segunda declaración quedó claro que se refería a Gomensoro– fue detenido y falleció, y que el general Esteban Cristi ordenó deshacerse del cuerpo tirándolo al río Negro, “por temas de desprestigio del Ejército” y porque “no podía darse a conocer que había fallecido un hombre en un cuartel”, “porque iban a decir que lo habíamos matado”. Quien cumplió esa orden fue Gavazzo, según su propio testimonio.

El mismo día en que Gavazzo declaró ante el tribunal, su presidente, Fajardo, solicitó una entrevista con Manini Ríos, que le fue concedida al día siguiente. De esta forma cumplía con el artículo 77 del reglamento de los tribunales de honor, que dispone: “Cuando el Tribunal de Honor intervenga en cualquier asunto en el que exista la presunción de un delito, común o militar, su presidente comunicará de inmediato al superior que corresponda, suspendiendo las actuaciones del tribunal, hasta tanto el superior se pronuncie”.

Fajardo concurrió a la reunión junto con los otros dos integrantes del tribunal, Erramún y González. Ninguno de los tres tenía dudas, según sus testimonios, de que ameritaba pasar las declaraciones a la Justicia.

Sobre lo que sucedió en ese encuentro, por un lado están las versiones de los integrantes del tribunal, que son coincidentes respecto de que Manini desestimó las declaraciones de Gavazzo tratándolas de “chicana”. “Nosotros lo que le decíamos era que este era un caso para pasarlo a la Justicia. El comandante lo que nos decía a nosotros es: ‘Este hombre lo que está queriendo es que detengamos las actuaciones’”, declaró Erramún. Fajardo, en tanto, afirmó que Manini les dijo: “Mire: creo que esto es una chicana que está haciendo Gavazzo”, “vamos a parar, dejen que yo me hago cargo de esto, después los llamo y les digo qué hacemos”. En cambio, Manini Ríos no hizo ninguna referencia a las chicanas de Gavazzo cuando relató la reunión.

Por otra parte, Manini afirmó ante la Fiscalía que, en sus conversaciones tanto con los integrantes del tribunal de primera instancia como del tribunal de alzada, él aseguró que había hablado con el ministro Menéndez y que este le encomendó que siguieran con las actuaciones, pero ninguno de los integrantes de los tribunales recuerda que Manini haya mencionado expresamente el aval del ministro. Incluso, en el propio testimonio de Manini, este se contradice. Primero sostiene que llamó a Fajardo y le dijo: “Bueno, mire, lo hablé con el ministro, el ministro coincide –porque yo mismo se lo había dicho que para mí podía ser un acto dilatorio– en que esto es un acto, hay que seguir para adelante hasta fallar en el caso central del tema”. Y después dijo: “Al tribunal yo no le dije mi conversación con el ministro”.

La relación de Menéndez con Manini Ríos

Según testimonios de los asesores del ex ministro Jorge Menéndez, este no le tenía confianza a Manini Ríos, si bien su relación era “formalmente correcta”. “Menéndez no aprobaba muchas de las actitudes de Manini, declaraciones públicas, ni algunos casos muy cerca de violar normas constitucionales por los temas que planteaba”, declaró el ex director de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos del MDN Juan Delgado.

En setiembre de 2018, cuando el Poder Ejecutivo dispuso el arresto a rigor por 30 días de Manini Ríos por sus declaraciones contrarias a la reforma de la Caja Militar, Menéndez era en realidad partidario de destituirlo, y así lo manifestó en un Consejo de Ministros. “Menéndez dijo claramente que no le tenía confianza al comandante en jefe y que él pensaba que debía ser destituido”, manifestó Delgado ante la Fiscalía.

Yamandú Rodríguez, asesor de confianza política de Menéndez, relató que desde hacía mucho tiempo Menéndez tenía un “enfrentamiento muy grande con el comandante Manini”. “El ministro entendía que el comandante tenía que tener un perfil más bajo” y “el comandante, por su lado, iba in crescendo en acciones y en aclaraciones que iban molestando”, aseguró Rodríguez ante la Fiscalía.

El entonces comandante en jefe del Ejército les ordenó a los miembros del tribunal detener las actuaciones. Varios días después les pidió que retomaran el trabajo, según los testimonios de los integrantes del tribunal. La versión de Manini es diferente: le dijo a la Fiscalía que al día siguiente de la reunión que mantuvo con los integrantes del tribunal de honor ya le comunicó a Fajardo en un acto de la Escuela Naval que podía proseguir con las sesiones y que además los instó a citar nuevamente a Gavazzo para “profundizar en el punto”. Esto último, en cambio, no fue mencionado por los integrantes del tribunal.

El 8 de mayo de 2018 Jorge Silveira declaró ante los tribunales de honor que Gomensoro “se le muere a Gavazzo”. Además, agregó que “hubo un fallecido en Artillería 1, que Gavazzo lo gaseó”. Dijo que era el militante del MLN Eduardo Pérez Silveira, detenido en mayo de 1974.

Gavazzo fue interrogado nuevamente por el tribunal el 13 de junio de 2018. Allí ratificó lo dicho sobre Gomensoro, y en cuanto a Pérez Silveira aseguró que le arrojó una granada de gas lacrimógeno y que, como era asmático, tuvieron que derivarlo al Hospital Militar y no supo nada más de él.

Los integrantes del tribunal de honor volvieron a solicitar entrevista con Manini Ríos, quien se las concedió para el 15 de junio. En esa segunda reunión, y según las declaraciones coincidentes de los tres integrantes, le entregaron a Manini Ríos una copia de la transcripción de las declaraciones de Gavazzo. “Se lo entregamos al comandante en jefe del Ejército, en el entendido de que eso, en algún punto del proceso, iba a ser puesto en conocimiento de la Justicia”, explicó González, integrante del tribunal. Sin embargo, cuando la Fiscalía le consultó a Manini si recibió esa copia, sus declaraciones fueron confusas: “Sí, la leí o me la contaron, y si me la dieron, me alcanzaba con que me lo contaran, pero yo supe lo que había dicho Gavazzo”. Tampoco recordó que los integrantes del tribunal le habían dicho que las declaraciones de Gavazzo eran inéditas, e incluso pretendió discutir su grado de novedad, hasta que el fiscal le recordó que el propio Gavazzo admitió que jamás le había dicho eso a la Justicia.

Por otra parte, los integrantes del tribunal sostienen que Manini se expresó en la segunda reunión casi en los mismos términos que en la primera: “Esto debe ser una chicana que está haciendo este hombre para que el tribunal no termine de fallar. Nosotros tenemos que terminar en el tribunal. Pero bueno, paren, vamos a parar las rotativas. Déjenme la documentación, detengan el tribunal. Después yo los llamo a ver qué hacemos”, les dijo el comandante en jefe, según el testimonio de Fajardo.

Lo llamativo es que ninguna normativa establece que la actividad del tribunal de honor deba detenerse cuando se envían los antecedentes de un presunto hecho delictivo a la Justicia. Es más: la normativa establece expresamente que los ámbitos de actuación de la Justicia penal y de los tribunales militares son independientes.

Guido Manini Ríos saliendo del juzgado de la calle Juan Carlos Gómez 

El 15 de setiembre, el tribunal de honor determinó el pase a situación de reforma de Gavazzo y Silveira y exoneró de responsabilidad a Maurente. Los dos primeros apelaron, y el 1º de octubre de 2018 Manini Ríos elevó un oficio al Ministerio de Defensa Nacional (MDN) indicando qué generales estaban en condiciones reglamentarias de integrar el tribunal de alzada. En este documento escrito no menciona nada respecto de las declaraciones de Gavazzo y Silveira.

El 3 de octubre de 2018 se conformó un tribunal de alzada integrado por los generales Claudio Romano, Carlos Sequeira y Alejandro Salaberry. Según las versiones de los tres militares, Manini les pidió que no prestaran atención a las declaraciones de Gavazzo y Silveira y que se centraran en la argumentación presentada en la recusación. “Nos dio dos precisiones: una, que había declaraciones de Gavazzo y de Silveira, que no nos detuviéramos en ellas, que él ya tenía conocimiento y que estaba actuando al respecto”, declaró Romano. “A nosotros nos dijeron que lo actuado allí estaba en conocimiento. Esas son las palabras del máximo jerarca. Nosotros estamos sometidos a jerarquía”, manifestó Sequeira, y agregó que Manini Ríos no les mencionó que hubiera hablado con Menéndez sobre este tema.

El tribunal de alzada no tomó nuevas declaraciones y ratificó los fallos de primera instancia.

14 de febrero de 2019: reunión entre Menéndez y Manini Ríos

Manini Ríos se reunió con Menéndez el 14 de febrero de 2019 en el ministerio para entregarle el expediente con las actuaciones de los tribunales, al que adjuntó una nota de ocho carillas cuestionando a la Justicia por su actuación en las causas de violaciones a los derechos humanos en la última dictadura. En palabras del propio Manini en su testimonio ante la Fiscalía, en ese escrito quiso expresar “la percepción generalizada en la fuerza a mi mando de que la Justicia muchas veces, en muchos casos, no actuó como justicia, sino que actuó como venganza”. “Ahí [en la carta] le enumero nueve casos en los que a mi entender la Justicia actuó como venganza y no como justicia, y no le dio las garantías necesarias a los imputados para defenderse”, indicó. Agregó que no mencionó en ese escrito las confesiones de Gavazzo porque “me pareció que no le agregaba nada a ese escrito, al espíritu del escrito”.

En su carta, Manini “embestía terriblemente” contra la Justicia, sostuvo Toma en su testimonio, y añadió que esta forma de expresión es “extraordinariamente anormal” en un comandante en jefe del Ejército. “Tan extraordinariamente anormal que el presidente determinó que ese hecho era incompatible con la función que estaba desempeñando”, añadió. Además, Toma señaló las “incongruencias” de Manini Ríos, porque “se despacha libremente contra el Poder Judicial, contra las pruebas que la corte había juzgado como abrumadoras pruebas”, “sin embargo, cita sentencias que revisaron sentencias que afectaron a militares”. “A Manini le sirve el Poder Judicial cuando revoca una sentencia que afecta a un militar, sin embargo el Poder Judicial es la última escoria cuando decide el homicidio agravado de 28 personas”, manifestó Toma en el interrogatorio en Fiscalía.

Según el testimonio del ex director de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos del MDN Juan Delgado, Manini incluso llega a decir en su carta que fue a hablar con los entonces ministros de la Suprema Corte de Justicia Jorge Chediak y Elena Martínez por el procesamiento del coronel Rodolfo Gregorio Álvarez, sobrino del dictador Gregorio Álvarez. “Incursionó por otros lugares que no le correspondía hacer por la sujeción que tiene”, declaró Delgado.

Tras la reunión con Manini Ríos, Menéndez les solicitó a sus asesores que leyeran detalladamente el expediente y realizaran un informe. El ministro quería tener este balance antes de la sesión del Consejo de Ministros que se realizaría el 18 de febrero en Pueblo Centenario, para comentarle al entonces presidente Tabaré Vázquez. Menéndez ese día “tenía muy claro que se trataba de un tema de una gravedad política, institucional y también jurídica trascendente”, pero no comentó “ningún aspecto que tuviera que ver con una eventual repercusión penal, que a su vez le hubiera alertado por parte del comandante Manini”, declaró Alfredo Maeso, asistente letrado adjunto en el MDN.

Según consta en prueba documental, Maeso le informó por primera vez al ministro sobre las declaraciones de Gavazzo en un correo que le envió el 15 de febrero. Según el testimonio de Maeso, en la reunión de Menéndez con sus asesores valoraron que “llamaba poderosamente la atención” que al tribunal de honor no le hubiesen merecido también “la misma consideración de gravedad” las declaraciones de Gavazzo. “El ministro tenía muy claro que había que dar noticia criminal del hecho”, aseguró Maeso.

La destitución de Manini Ríos, según Tabaré Vázquez

El 12 marzo de 2019, en la residencia de Suárez y Reyes, el ex presidente Tabaré Vázquez se reunió con el entonces comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos. El encuentro había sido solicitado por Manini, para explicar los comentarios vertidos en la carta que elevó junto a los fallos del tribunal de honor. “Viendo lo que había escrito sobre la Justicia, para mí era totalmente inaceptable que un integrante del Ejecutivo y nada más ni nada menos que un comandante en jefe del Ejército se despachara como se despachó contra la Justicia, diciendo que la Justicia era parcial, que era una Justicia para el enemigo, que cobraba al grito de las tribunas… para mí era inaceptable”, relató Vázquez.

Contó que, durante el encuentro, Manini estuvo 20 minutos cuestionando a la Justicia. “Yo lo escuché atentamente. Cuando ya terminaba, me dice: ‘Señor presidente, como yo no quiero perjudicarlo voy a dar un paso al costado, voy a renunciar. Lo que sí no sé si voy a renunciar ahora, dentro de una semana o dentro de un mes’. Entonces yo le dije: ‘¿Terminó, señor comandante?’. ‘Sí’. ‘Usted no va a renunciar, porque desde este momento yo lo estoy destituyendo’. Bueno, él había programado para ese mismo día 12 de marzo una reunión a la tarde con todos los generales y me dijo: ‘Bueno, yo tengo programada esta reunión con los generales’. Le digo: ‘Bueno, usted está destituido’. Dice: ‘¿Yo me puedo despedir de ellos?’. Le digo: ‘Sí, ¿cómo no?, despídase, no hay problema’. Y ahí terminó mi conversación con Manini”.

19 y 20 de febrero de 2019: las instrucciones del presidente

En el Consejo de Ministros realizado en Pueblo Centenario el 18 de febrero, según el testimonio de Tabaré Vázquez, este le preguntó a Menéndez cómo estaba, en referencia a su situación de salud. El ex ministro le respondió: “Estoy más o menos, pero estoy muy preocupado porque tengo el fallo del tribunal de honor del caso Gavazzo, Silveira y Maurente, por los cuales pasan a reforma a Gavazzo y a Silveira, no pasan a reforma a Maurente, pero además hay una carta o un escrito del comandante en jefe Manini, que es muy fuerte y muy crítico hacia la Justicia”.

Vázquez se reunió con Menéndez en la residencia de Suárez al día siguiente, y allí el entonces presidente le pidió al ministro que coordinara con el secretario de la Presidencia un encuentro para instrumentar las decisiones que ya tenía tomadas: homologar los fallos de Silveira y Gavazzo, pero discrepando con los motivos; no homologar el fallo de Maurente y enviar a la Justicia penal los hechos confesados por Gavazzo y Silveira.

Menéndez le dijo a Vázquez en la reunión del 19 de febrero, según el ex presidente, “que Manini no había comunicado nada previamente” sobre las confesiones de Gavazzo y Silveira, “y que a él le había llamado la atención que ante las declaraciones de Gavazzo y Silveira no se hubieran detenido las actuaciones del tribunal de honor” ni “se hubieran pasado a la Justicia los antecedentes”.

La reunión entre Toma y Menéndez, a la que se sumaron los asesores del ministro Josefina Nogueira y Alfredo Maeso, se realizó el 20 de febrero en la Torre Ejecutiva. Según los testimonios de Toma, Nogueira y Maeso, había total acuerdo en enviar el expediente a la Justicia, y además había una orden directa del entonces presidente Tabaré Vázquez. Las discrepancias giraban en torno a otros puntos. Por ejemplo, Menéndez era partidario de no homologar los fallos de Silveira y Gavazzo. “El ministro de Defensa Nacional era de la postura de que había que rechazar íntegramente el tribunal. Le comentó al doctor Toma su postura personal, política, en el sentido de que él entendía inconveniente absolutamente, que había que actuar con principismo”, declaró Maeso. Vázquez afirmó que Menéndez le decía que para él no había que homologar los fallos. Pero explicó su postura favorable a homologar: “Si yo no homologo el fallo que pasa a reforma a Gavazzo y Silveira van a quedar libres, sin problemas, van a seguir perteneciendo al Ejército, y yo lo que creía, y creo, es que había que echarlos”, dijo Vázquez a la Fiscalía.

Además, había una discrepancia entre los asesores jurídicos de Menéndez: Nogueira sostenía que debía declararse la nulidad de los tribunales, porque “no se podía tolerar que [los militares] vinieran a menoscabar la Justicia o a decir que los crímenes no existieron”, según el testimonio de Toma.

20 de febrero-1º de abril de 2019: el trámite del expediente y una filtración oportuna

El expediente entregado a Toma el 20 de febrero permaneció en la Torre Ejecutiva hasta el 12 de marzo. Toma se lo entregó el 22 de febrero a la asesora de Presidencia Mariana Errazquin, y le encomendó que redactara dos resoluciones: la de homologación de los fallos de Silveira y Gavazzo, y la no homologación del fallo de Maurente; y, por otro lado, que diera “instructivos al Ministerio de Defensa para que diera cuenta a la Fiscalía General de la Nación o a la Justicia”, según relató la propia Errazquin ante Fiscalía. Entre el 27 de febrero y el 6 de marzo, Errazquin y Toma estuvieron haciéndoles ajustes a los borradores de resolución.

El 12 de marzo, el expediente fue devuelto al MDN. Según la asesora jurídica del MDN Josefina Nogueira, nunca hubo dudas respecto de que el ministerio debía presentar la documentación a la Justicia, sólo que se buscó ordenar la información antes de hacerlo. “El expediente eran más de 800 fojas. Hoy –con el diario del lunes, lo hemos discutido– hubiéramos hecho fotocopia de las 800 hojas y las hubiéramos remitido a la Fiscalía y nos despreocupábamos de este tema. Y no. El ministerio comienza a hacer un cruzamiento de datos y comienza a buscar causas [judiciales]”, explicó Nogueira, y también señaló que ese trabajo lo hizo ella sola porque el expediente era reservado. Nogueira alegó que intentó “facilitarle a la Justicia de la manera más adecuada” la información, separándola por causas. A esa altura Menéndez, que sufría un cáncer terminal, estaba muy mal de salud y pasaba la mayor parte del tiempo en Durazno.

El 30 de abril el diario El Observador publicó información de las actas del tribunal de honor. Había dos copias del expediente: una estaba en poder de Nogueira, y la otra, en el Comando General del Ejército.

Cuando se publican las actas en la prensa, Vázquez llama inmediatamente a Toma y le pregunta si habían realizado la denuncia penal. Allí Presidencia se entera de que en realidad el expediente seguía en el MDN desde el 12 de marzo. Toma habla con Josefina Nogueira y, según su testimonio, esta le manifestó que estaba “trabajando en el tema”, que lo estaba haciendo sola y que era necesario “trabajar en disecar el expediente con tanta información”. El lunes 1º de abril, Vázquez ordena que en 45 minutos el expediente esté en Presidencia, que lo traiga Nogueira personalmente, y finalmente, ese día, Presidencia de la República remitió el expediente a la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad y a la Fiscalía de Flagrancia de 13 turno.

“El presidente quedó muy angustiado por el hecho de que no se hubiera dado cuenta [a la Justicia]; en lo que me es personal, creo que ellos estaban trabajando, pero estaban trabajando en hacer todo ordenadamente, esa puesta en conocimiento de la denuncia”, declaró Toma.

Vázquez dijo a la Fiscalía que él dio “por descontado que todo había salido según las decisiones” que había tomado y que comunicó a Menéndez el 19 de febrero, entre ellas, el pasaje a la Justicia del expediente.

El 1º de abril, en el Consejo de Ministros, Tabaré Vázquez solicita la renuncia al ministro y al subsecretario de Defensa, y anuncia que pedirá la venia de destitución de todos los generales que participaron en los tribunales de honor. En ese Consejo, Vázquez, según el entonces subsecretario de Defensa Daniel Montiel, “volvió a insistir en que este documento ya tenía que estar en la Fiscalía”. Montiel, que estuvo presente en ese consejo, contó que Vázquez se mostró “contrariado” y les dijo que prácticamente no había dormido por este tema.

La defensa de Manini Ríos y sus contradicciones

La defensa de Manini Ríos intentó argumentar ante la Fiscalía que “no es lógico” que todos los militares supieran de las confesiones y que en cambio Menéndez no se hubiera enterado.

El hoy líder de CA, en el interrogatorio que le realizaron, afirmó que le informó a Menéndez de las confesiones de Gavazzo sobre el caso Gomensoro en dos oportunidades. Una de ellas fue, según Manini, en un acto en la Escuela Naval que se realizó el 11 de abril de 2018. “En una parte le digo al ministro: ‘Mire que ayer o anteayer Gavazzo, en una declaración, mencionó un muerto, pero no hay más detalles. Yo entiendo que lo mejor es citarlo de vuelta y que dé los detalles’. Y el ministro totalmente de acuerdo. Me dijo: ‘Sí, señor, estoy de acuerdo. Cuando tenga esos detalles me informa’”.

La segunda instancia, según Manini, fue en una reunión a solas que tuvo con Menéndez el 15 de junio en el ministerio. En ese encuentro, según el ex comandante en jefe, Menéndez le habría dicho: “Pero en este caso [en la causa de la muerte de Gomensoro] Gavazzo fue sobreseído”. “Como diciendo: ‘¿será para darle curso a esto?’. Porque implicaba parar las actuaciones del tribunal, que era lo que yo le consultaba a él, ¿qué hacemos, paramos las actuaciones, pasamos a la Justicia todo este tema? Esto implicaba meses y meses, seguramente, capaz que no tanto… […] Y el ministro quería que esto se terminara en su mandato, ¿no?”, relató Manini. Y ahí, supuestamente, Menéndez le dijo que tenía que consultar a Toma. El 21 de junio, en el Instituto Militar de las Armas y Especialidades, y siempre según el relato de Manini, Menéndez lo llama y le dice: “Hablé con el doctor Toma y él coincide en que esto puede ser un acto dilatorio de Gavazzo, porque aparte este caso ya fue sobreseído, entonces vamos a seguir con las actuaciones”.

Manini Ríos no tiene testigos que avalen lo afirmado. En cambio, todos los interrogados civiles aseguraron que ni Menéndez ni sus asesores estaban al tanto o no manifestaron estar al tanto de las declaraciones de Silveira y Gavazzo. Según Toma, ni Menéndez ni Vázquez dijeron que Manini los puso al tanto de la información. Incluso, en un par de ocasiones, el director de Asuntos Jurídicos, Notariales y Derechos Humanos del MDN Juan Delgado le preguntó específicamente a Menéndez por la marcha de los tribunales de honor, y este no le pudo dar detalles porque no los conocía. “Eso lo tratan exclusivamente los integrantes de los tribunales de honor, presumo que también el comandante de cada fuerza, pero no hay adelantos a los jerarcas, al ministro”, afirmó Delgado. “El ministro actuó con total honestidad, con total hidalguía, trabajando hasta que se estaba muriendo y diciendo siempre la verdad”, aseguró por su parte Maeso ante la Fiscalía.

El 4 o 5 de abril, pocos días antes de la muerte de Menéndez, Montiel fue a visitarlo a Durazno. “Le pregunté si en algún momento, por parte del mando, en este caso de Manini, obviamente, si había recibido o le habían dicho en forma verbal o de algún modo que había este tipo de novedad dentro del expediente [en referencia a las declaraciones de Gavazzo sobre el caso Gomensoro]. Y él me dijo que no”, declaró Montiel.

En su declaración ante la Fiscalía, Manini Ríos aseguró que había una “presión permanente” de Menéndez para que el tribunal fallara. “A mí me daba la sensación […] de que él estaba presionado también para que el tribunal de una vez por todas fallara, que a él alguien le estaba dando púa para esto”, deslizó el hoy líder de CA.

Por su parte, la defensa de Manini Ríos afirmó que el Poder Ejecutivo de la época tenía “motivaciones políticas para provocar esta instancia judicial”, que “estaba interesado en esconder las actas” porque no quería “escándalos políticos”. “Menéndez venía ocultando las actas desde 2018”, Menéndez “quería ese logro personal, quería ese logro político para el Partido Socialista”, fueron algunas de las afirmaciones de la defensa del militar devenido político que el próximo 30 de setiembre, según indica la correlación de fuerzas en el Parlamento, será exonerado de someterse a la Justicia.

  • 1º de setiembre de 2017. Se conforman los tribunales de honor.
  • 10 de abril de 2018. Primera confesión de José Gavazzo ante el tribunal de honor.
  • 11 de abril de 2018. Primera reunión de los integrantes del tribunal de honor con Guido Manini Ríos.
  • 8 de mayo de 2018. Declaraciones de Jorge Silveira ante el tribunal de honor.
  • 13 de junio de 2018. Segunda comparecencia de Gavazzo ante el tribunal de honor.
  • 15 de junio de 2018. Segunda reunión del tribunal de honor con Manini Ríos.
  • 15 de setiembre de 2018. Se emiten los fallos del tribunal de honor.
  • 3 de octubre de 2018. Se conforma el tribunal de alzada.
  • 1º de febrero de 2019. El tribunal de alzada emite su fallo.
  • 14 de febrero de 2019. Manini Ríos concurre al despacho del ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, a informar sobre los fallos.
  • 19 de febrero de 2019. Reunión entre Tabaré Vázquez y Menéndez.
  • 20 de febrero de 2019. Reunión entre el secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma, Menéndez y sus asesores. El expediente queda en la Torre Ejecutiva.
  • 12 de marzo de 2019. El expediente pasa al Ministerio de Defensa Nacional. Tabaré Vázquez destituye a Manini Ríos.
  • 30 de marzo de 2019. La prensa publica las actas del tribunal de honor.
  • 1º de abril de 2019. Presidencia presenta el expediente a la Justicia. Vázquez pide las renuncias de Menéndez y el subsecretario Daniel Montiel, y resuelve destituir a los militares que participaron en los tribunales de honor.

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 LA MIRADA DE AEBU SOBRE EL CASO MANINI

Cuestión de honor

Tras las confesiones de militares, el sistema político debe cerrar filas y entregar a la Justicia todos los elementos para procesar a los criminales de la dictadura.

13 SEPTIEMBRE, 2020 

Es muy valioso que salga a la luz el reconocimiento de Gilberto Vázquez de la ejecución material de numerosas personas, así como del secuestro y apremio a otros seres humanos. Y es trascendente que afirme que ha recibido felicitaciones de los altos mandos del Ejército por sus acciones. El reconocimiento de que ejecutaban y torturaban en forma metódica y sistemática es prueba ineludible de que Uruguay vivió el terrorismo de Estado, y eso no es cuestión de relatos.

Importa confirmar que los Tribunales de Honor militares registraron declaraciones inequívocas, confirmatorias de cómo operaba el aparato terrorista: mediante el rapto y la tortura de personas. Y aún lo es más constatar que mantuvieron el silencio y el ocultamiento con la negación reiterada de las prácticas que asumió el Ejército durante la dictadura.

También es fundamental la comprobación de que todas esas declaraciones y acciones del Tribunal de Honor estuvieron en conocimiento de los respectivos comandantes en jefe, desde Carlos Díaz hasta Guido Manini Ríos, quienes como máximos jefes del Ejército extendieron la culpabilidad sobre toda la institución y obstruyeron el avance de la Justicia.

Por supuesto que los recientes sucesos abren un capítulo especial de investigación que llega hasta la Presidencia de la República, para establecer si el gobierno fue parte del silencio o víctima de operaciones de inteligencia destinadas a convalidar el ocultamiento. Saber, por ejemplo, si las actas estuvieron siempre en el Ministerio de Defensa o si fueron parte de anexos escondidos a las autoridades civiles. Conocer si su aparición en este momento es parte de una operación tendiente a desvirtuar la discusión sobre el desafuero del senador Manini o si existen estamentos del Estado que mantienen un compromiso para limitar la verdad. Todo ello también importa.

Lo verdaderamente trascendente en esta etapa es la constatación -sin lugar a dudas- del ocultamiento de las Fuerzas Armadas de todos sus crímenes, situación que se perpetúa hasta el presente. Está dada la prueba de que todo lo realizado se hizo con la aprobación de los más altos mandos y las órdenes precisas de toda la cadena jerárquica. Ha quedado demostrado el carácter institucional que tuvo la represión durante el terrorismo de Estado. Por ello, hoy más que nunca, la responsabilidad institucional de todo el sistema político radica en dar paso a la Justicia.

 

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