SEGUNDO INFORME SOBRE DETENIDOS DESAPARECIDOS
Buscarlos en todas partes
Mauricio Pérez
9 octubre, 2020
La búsqueda de restos de detenidos desaparecidos se concentra, por estas horas, en tres predios militares. Sin embargo, el avance de la investigación apunta a nuevos lugares, incluidos predios privados. También se retomará la investigación de posibles enterramientos clandestinos en cementerios.
Hace poco más de un año, en la trinchera 3896, sobre los fondos del Batallón 13, en las márgenes del arroyo Miguelete, fueron hallados los restos del militante comunista Eduardo Bleier. Fue el quinto hallazgo de restos desde el comienzo de la búsqueda de detenidos desaparecidos en predios militares en 2005; el primero en siete años. El hallazgo de Bleier renovó la ilusión de una búsqueda compleja, con escasa información.
En un intento por revertir esta falta de información, la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), que tiene a su cargo la investigación sobre el destino de los detenidos desaparecidos, inició un paciente trabajo de recopilación de información para acelerar la búsqueda. Este trabajo se centra en la aparición de nuevos testimonios, así como en el análisis de documentación de archivos oficiales, en procura de datos relevantes para la búsqueda. En este sentido, la INDDHH comenzó a recibir los documentos en poder de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, que funciona en la órbita de Presidencia. El traspaso comenzó el 25 de setiembre, con prioridad en documentación considerada de especial interés para la búsqueda.
Sin embargo, los trabajos en el terreno siguen adelante. Desde marzo de 2005 hasta setiembre de 2020 se excavaron más de 209 mil metros cuadrados en siete predios militares.1 La información casi siempre fue escueta. Según el segundo informe sobre la búsqueda de detenidos desaparecidos de la INDDHH, esa falta de información conlleva dificultades: «La negativa de los perpetradores o testigos directos a proporcionar información veraz sobre la ubicación de los restos de los detenidos desaparecidos obliga a definir amplias extensiones de terreno para excavar en función de informes indirectos, y a destinar mayores recursos humanos y financieros durante más tiempo».
La sistematización de toda la información sobre detenidos desaparecidos es clave para dejar de buscar a ciegas y apuntar a áreas específicas que permitan una mayor eficacia. Actualmente, y con distinto nivel de avance, la búsqueda de restos se concentra en tres predios: el antiguo Batallón 13 (actual servicio de Transporte del Ejército), el Batallón 14 y la Brigada de Comunicaciones 1.
En el Batallón 14 se trabajó en tres áreas cauteladas por orden judicial en diciembre de 2019. La primera ya fue excavada en su totalidad. Se trata de una zona de 3.840 metros cuadrados, que fue marcada por un testigo hace un año; este testimonio derivó en un abordaje específico, sin producir ningún hallazgo. La segunda área –que cubre unos 14 mil metros cuadrados, en las cercanías del arroyo Meireles– está siendo excavada; se trata de un área de sumo interés para la búsqueda, ya que allí fueron hallados los restos de Julio Castro (en 2011) y de Ricardo Blanco (en 2012). La tercera –cuya superficie es de 17 mil metros cuadrados– está próxima a ser terminada.
Sin embargo, la investigación en el extenso predio militar de Toledo podría ampliarse. Sobre fines de setiembre, testigos con identidad reservada ingresaron al Batallón 14 y aportaron nuevos datos sobre posibles lugares de enterramiento. A raíz de estos testimonios, se dispuso una medida cautelar sobre tres nuevas áreas que serán excavadas.
En el antiguo Batallón 13 los trabajos están cerca de terminar. Allí funcionó el centro clandestino de detención 300 Carlos, una de las bases operativas del Servicio de Información de Defensa (SID), y allí fueron hallados los restos de Bleier (en 2019) y del contador Fernando Miranda (en 2005). Entre 2017 y 2020 fueron excavados 94.923 metros cuadrados en el predio, la mayoría del área cautelada. También se completó la excavación sobre las márgenes del arroyo Miguelete, área de interés tras el hallazgo de Bleier; en este caso, la Justicia decidió levantar la cautela de varias de estas zonas, luego de completarse las tareas de búsqueda de restos sin resultados.
En tanto, el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) inició el martes 6 los trabajos de excavación en la Brigada de Comunicaciones, ubicada a los fondos del entonces Batallón 13. En este predio hay dos zonas cauteladas. La primera es un área de 25.460 metros cuadrados, que atraviesa buena parte de la unidad militar. El abordaje en esta área se realiza a partir de información de larga data, que señala ese lugar como una zona de enterramientos. La segunda es un área de 3.720 metros cuadrados, que refiere a información nueva, aportada por un testigo a los equipos de la INDDHH.
Sin embargo, el informe de la INDDHH detalla que la búsqueda de restos podría extenderse a otras zonas. En efecto, el organismo recibió nuevos testimonios respecto a posibles áreas de interés en diferentes unidades militares, así como también en sitios no militares ubicados en Montevideo y Canelones. Esto incluye al menos un predio privado, dijeron fuentes de la investigación a Brecha. Toda esta información está en proceso de análisis para determinar su verosimilitud y definir si amerita realizar tareas de excavación. Esto incluye la información aportada por el ministro de Defensa, Javier García. En uno de estos casos, «se lleva adelante una investigación en profundidad», afirmó la INDDHH, pero aún no se pidieron medidas de protección en la zona señalada.
El segundo informe de la INDDHH detalla la búsqueda de información sobre uruguayos detenidos desaparecidos en Argentina. Para esto se iniciaron contactos a fin de acceder a documentación de las nuevas investigaciones sobre centros clandestinos de detención y tortura en ese país. Particularmente, se apunta al centro clandestino El Jardín, ubicado en la calle Bacacay, en la misma manzana donde funcionó Automotores Orletti. En ese lugar fueron privados de libertad varios uruguayos que aún permanecen desaparecidos (véase «El lento desmonte de la mentira», Brecha, 10-VII-20).
Asimismo, se retomó la investigación sobre la hipótesis de enterramientos clandestinos de personas no identificadas (NN) en distintas necrópolis del país. Desde 2007, el GIAF recibió testimonios sobre eventuales enterramientos en cementerios rurales en el Interior, así como de cuerpos NN provenientes de las costas del Río de la Plata y de las costas oceánicas, que podían pertenecer a detenidos desaparecidos. Esto llevó a la apertura de nichos en los cementerios de Rocha, Mercedes (Soriano) y Nueva Palmira (Colonia), así como en el cementerio rural Los Álvarez, en Cerro Largo, sin resultados.
Durante años también se recibieron testimonios sobre enterramientos clandestinos en cementerios, donde los restos de detenidos desaparecidos habrían sido llevados para ser «mezclados» con los existentes en el lugar. Este procedimiento de ocultar restos en cementerios existentes fue un patrón utilizado regularmente en Argentina, Brasil y Chile durante la coordinación represiva del Plan Cóndor. El informe oficial elaborado por las Fuerzas Armadas en 2005 señala la existencia de estas prácticas en Uruguay; ese informe establece, por ejemplo, que los restos de Eduardo Pérez Silveira fueron enterrados en los tubulares del Cementerio del Norte. En este marco, el objetivo es retomar la investigación sobre estas hipótesis, de forma de sistematizar la información con la que se cuenta para definir una eventual búsqueda en estos lugares, dijeron fuentes de la investigación a Brecha.