Lo insólito del gobierno uruguayo, Ministro, deudor “perdido” por el BRU

EL SUBSECRETARIO DE DEFENSA FIGURA COMO DEUDOR IRRECUPERABLE EN EL BANCO REPÚBLICA

Mala reputación

Rosario Touriño
30 octubre, 2020

Rivera Elgue, viceministro de Defensa, figura en la Central de Riesgos Crediticios del Banco Central como deudor «irrecuperable» por un préstamo que recibió del Banco República. En virtud de la pésima nota, el banco estatal lo sancionó con una multa de 8 mil dólares, que, a agosto de este año, tampoco había cancelado. El dato llama la atención por el buen nivel de ingresos del coronel retirado –que acumula cerca de 400 mil pesos mensuales gracias a su cargo de subsecretario y a su jubilación­–, y abre consideraciones éticas sobre las buenas prácticas de un servidor público, integrante del círculo de mayor responsabilidad del nuevo gobierno.

 

Guido Manini Ríos y Rivera Elgue en el acto final de la campaña de Cabildo Abierto para las elecciones. 

La austeridad, la transparencia y el buen manejo de los dineros públicos fueron latiguillos utilizados con recurrencia por el general Guido Manini y también por la coalición que se impuso en las últimas elecciones nacionales. A tono con la retórica de quienes vienen desde afuera del sistema a sanear la política, de quienes manejan códigos éticos diferenciales de la desgastada clase política tradicional, Cabildo Abierto (CA) transita por los conceptos de la honestidad y el culto al comportamiento del buen vecino, el que trabaja a sol y sombra, paga sus impuestos y honra sus compromisos. Sin embargo, tras bambalinas, la situación crediticia de uno de los dirigentes de máxima confianza de Manini –de hecho fue su jefe de campaña durante 2019– dista de ser la mejor.

Rivera Elgue Do Campo está calificado con la peor categoría como deudor del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU). De acuerdo a la Central de Riesgos Crediticios del Banco Central del Uruguay (BCU), el coronel retirado mantiene una deuda de categoría 5 por 261.498 pesos con la alguna vez llamada «banca país», es decir, con el Estado. Esta calificación es categorizada como una «deuda irrecuperable» por el sistema financiero y es la que desciende hasta el fondo de una escalera de siete categorías. Se trata de los casos de «clara evidencia de incobrabilidad» –consigna la Central de Riesgos– con atrasos mayores de seis meses en los pagos y de más de cuatro en la presentación de información. Para decirlo de otro modo, son adeudos que vienen de muy atrás y que suelen superar los tres años de antigüedad.

Pero esto no es todo, porque no sólo hay atrasos de larga data, sino que el propio BROU ya le aplicó al subsecretario de Defensa Nacional un castigo por atraso –así se califica en el mundo bancario– de casi 422 mil pesos. De este modo, de acuerdo al último parte oficial emitido, la deuda con el República ya bordea los 700 mil pesos. Hay que complementar el dato con el detalle de que si bien Elgue posee garantías, estas no son autoliquidables, por lo cual el acreedor –en este caso el BROU– no las puede descontar de ningún fondo y si se decidiera a cobrar la deuda por una vía compulsiva, debería recurrir al camino judicial.

De todos modos, esta calificación grado 5 no es la única negativa que posee el militar retirado en el sistema bancario. Elgue también posee otras dos notas negativas por un préstamo con el Banco Hipotecario de 6.121.355 pesos y por otro crédito de ANDA por 24 mil pesos. En estos últimos dos casos, la calificación es de grado 3, la que comprende a deudores con «capacidad de pago comprometida». En estas situaciones se trata de personas que evidencian problemas importantes y atraso de menos de 120 días en los pagos. Allí puede ocurrir que existan atrasos importantes con ambas instituciones o que la pésima calificación con el Banco República haya motivado esas otras malas notas, ya que esto es lo que suele hacer el resto de las entidades bancarias o financieras cuando hay un juicio negativo de una casa colega.

El militar posee, en el caso de la deuda con el Hipotecario, garantías computables por 6.093.970 pesos, las que probablemente correspondan al valor del inmueble prendado, y garantías no computables por 1.643.150 pesos. Esta es la información vigente y pública, consignada en la Central de Riesgos del BCU a agosto de 2020. De todas formas, más allá de eventuales actualizaciones, en función del castigo por morosidad que ha tenido Elgue puede inferirse que es una situación que viene de muy atrás y que por lo menos no regularizó en sus primeros seis meses como viceministro de Defensa y funcionario de gobierno.

Esta situación crediticia de un funcionario público que integra la elite de los cargos de mayor responsabilidad del actual gobierno dispara además otras interrogantes. Sin entrar primero en consideraciones éticas, que tendrían que ver con las buenas prácticas de un servidor público y con el detalle de que los dineros no pagados son fondos públicos y adeudados por un subsecretario de Estado, la primera cuestión que surge es: ¿cómo Elgue puede presentar ese grado de morosidad con el nivel de ingresos que tiene?

DOBLE SUELDO

El cálculo de la situación de ingresos del coronel retirado, por lo menos los correspondientes a salarios y jubilaciones, no sería muy complejo. En primer lugar, su salario mensual como número dos en el Ministerio de Defensa es de 235.276 pesos nominales. Pero a esa entrada hay que sumarle la jubilación que posee como retirado, que también oscilaría en una cifra cercana a los 200 mil pesos nominales. Habría que recordar en este punto que los militares pasan a cobrar una jubilación del 100 por ciento del sueldo del grado inmediato superior (en este caso, general) y que además el promedio de edad con el que cesa un coronel suele oscilar entre los 50 y los 55 años. Además de estas ventajas, sin topes sobre la pasividad máxima pasible de ser cobrada y sin las exigencias de antigüedad que pesan sobre la mayoría de la población civil, esta jubilación precoz permite a los retirados complementar ese ingreso con otras remuneraciones, dado que pasan a la categoría de pasivos a una edad relativamente joven que les permite trabajar por un tiempo más.1

No es posible acceder a la cifra precisa de la pasividad cobrada por Elgue a través del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, institución que, a modo de ejemplo, en 2015 negó la información solicitada por Brecha a través de un pedido de acceso de información pública,ya no sobre casos concretos, sino sobre los promedios cobrados por los distintos grados militares. Los montos promediales tuvieron que ser estimados mediante fuentes periodísticas y se conocieron, en parte, bastante tiempo después, cuando el gobierno anterior lanzó el debate por una reforma de la llamada caja militar, que se tradujo en leves cambios, aunque de todas formas irritantes para la familia militar. Precisamente, el hoy subsecretario de Defensa supo ser director y subdirector del Servicio de Retiros de los militares, coordinador del Equipo de Seguridad Social Militar, asesor en este rubro de Manini cuando ocupó la jefatura del Ejército y uno de los voceros más activos en contra de la reforma de la caja en nombre de los clubes de los retirados. Hoy, el militar egresado de la Escuela Militar, en 1979, de la promoción «9 de febrero de 1973» (fecha del primer acuartelamiento de las Fuerzas Armadas anterior al golpe), ocupa un privilegiado lugar en el ministerio en el que planifica las políticas de defensa, pero además es el especialista en seguridad social militar de CA.

Pero, volviendo a la reputación crediticia y al nivel de ingresos de Elgue, hay que considerar que a la remuneración que le suele corresponder a un coronel retirado se le computan otras compensaciones por cumplir jefaturas en misiones de paz de las Naciones Unidas o por haber ejercido la docencia en las instituciones militares. Elgue cumple con las dos condiciones, ya que fue jefe de batallones en el Congo, observador en siete misiones y también tuvo a su cargo cursos en el Estado Mayor del Ejército.

Con la llegada de la coalición multicolor al gobierno, el cobro simultáneo de dos ingresos públicos beneficia no sólo a Elgue, sino a una buena cantidad de militares retirados que forman parte de CA y que pasaron a desempeñar cargos en diferentes dependencias públicas, tal como consignó Búsqueda en su edición del 15 de octubre pasado. En el artículo titulado «Cabildo Abierto plantea topear salarios públicos, mientras militares retirados “cobran doble”: jubilación y sueldo por cargos», se enumeran 13 casos (los que cobrarían los ingresos más abultados serían los retirados que asumieron en la Agenda Nacional de Vivienda).

En su cruzada por la austeridad, Manini decía en plena campaña que no podían existir en el Estado «sueldos de ricos» en un país «endeudado y pobre». La realidad es que ha colocado en el Estado a un militar que ahora recauda un sueldo propio del quintil de mayor ingreso de Uruguay, moroso –a la luz de la información oficial–, con la peor calificación crediticia y que retiene fondos que deberían estar en las arcas públicas, cuando a la vez es servidor de ese mismo Estado, nada menos que como viceministro.

  1. Véase a propósito el informe «Botín de guerra», Brecha,12-XI-15.

 

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