Versiones contradictorias en la comparecencia
de Bayardi y el coronel Martínez en el
Senado por las actas de Gilberto Vázquez
14 de diciembre de 2020
Los senadores nacionalistas que integran la Comisión de Derechos Humanos se retiraron de sala cuando el ex subsecretario de Defensa estaba hablando.
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Leído por Andrés Alba
El ex ministro y subsecretario de Defensa Nacional José Bayardi y el coronel retirado Edgardo Martínez comparecieron este lunes ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado para brindar sus versiones sobre el manejo de las actas del interrogatorio a Gilberto Vázquez en un tribunal de honor militar de 2006, en las que el militar admitió que en dictadura el Ejército torturó y ejecutó prisioneros, y que se conocieron en agosto de este año a raíz de un pedido de acceso a la información pública que hizo Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Una vez que se conoció el contenido de las actas, Bayardi -que en 2006 era subsecretario de Defensa- aseguró que cuando las autoridades de la época recibieron el fallo del tribunal, un documento de 22 páginas, no se adjuntaron las actas del interrogatorio. Por su parte, el senador de Cabildo Abierto Raúl Lozano -segundo jefe del Departamento II (Inteligencia) del Estado Mayor del Ejército entre 2004 y 2007- aseveró que el coronel Martínez, director de Personal Militar del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) en 2006, le entregó “en mano propia” a Bayardi toda la documentación. Para conocer su versión de los hechos la comisión legislativa citó a Martínez, ante lo cual Bayardi pidió ser convocado para un “careo” con el militar, lo cual le fue negado, pero ambos asistieron en horarios diferentes para dar sus versiones.
A las 9.00 compareció Martínez y a las 9.30 el senador suplente del Frente Amplio, que según dijo a la diaria no accedió a lo declarado el militar antes de su propia presentación. “Aparentemente, dijo que me lo había entregado [el expediente] a mi pedido. Yo dije que el coronel Martínez a la altura de la carrera que estaba tenía claro que el subsecretario de Defensa, si está el ministro o ministra en funciones, no tiene ninguna potestad para hacer nada, porque no integra la línea de mando. No tenía autoridad para pedirlo. No me enteré de que el expediente estaba hasta después de que fue homologado”, afirmó Bayardi, quien ante los parlamentarios negó acordarse “siquiera de la cara del coronel Martínez”.
En su exposición, Bayardi se refirió a lo que él considera una “operación” que se desarrolló cuando se comenzó a discutir sobre el desafuero del senador de CA Guido Manini Ríos, para “fundamentar” el voto negativo de la coalición. “Yo tenía para decir lo que vengo diciendo hace rato: que acá hubo una suerte de operación y que el móvil de la operación había sido tratar de dar fundamento respecto al pedido de desafuero del senador Manini, diciendo que no correspondía porque esto ya había pasado en el año 2006”, manifestó.
En una nota que presentó Bayardi a la presidenta de la comisión, la senadora frenteamplista Amanda Della Ventura, el ex ministro argumenta que el expediente que fue entregado en agosto a Familiares por parte del MDN no estaba completo, sino que las autoridades tuvieron que solicitar una ampliación de la información al Comando General del Ejército, lo cual, en su opinión, demuestra que había “documentación faltante” vinculada a la detención de las actuaciones del tribunal que interrogó a Vázquez.
Bayardi atribuyó la falta de información a la intención de las jerarquías militares de ocultar lo confesado por Vázquez. “Los militares no querían que trascendiera lo que declaraban en los tribunales de honor, mucho menos lo que había declarado Gilberto Vázquez, porque si alguien que estuvo implicado en violaciones a los derechos humanos terminaba aceptando que hizo cosas que violaban los derechos humanos, era una forma de darles la razón a los miles de presos detenidos en este país que decían que esas cosas ocurrían”, reflexionó el legislador.
Senadores blancos se retiraron de sala
Los senadores nacionalistas Jorge Gandini y Gloria Rodríguez se retiraron de la sala en el momento en que Bayardi estaba exponiendo su versión sobre la “operación” para deslegitimar el desafuero de Manini. En diálogo con la diaria, Gandini afirmó que el invitado se “excedió ampliamente del tema” por el cual fue convocado y también en “el tono” que utilizó en su alocución.
Gandini señaló que se otorgó la entrevista a Bayardi porque se había convocado a Martínez, “aunque él [Bayardi] ya había estado horas en la comisión” hablando sobre este tema, por lo que le correspondía “dar respuesta sobre lo de Martínez”. En cambio, según opinó, “se dedicó a hacer conjeturas y a sustanciar una conspiración que llamó ‘operativos’, a atribuir intenciones y a nombrar personas”, y “se excedió ampliamente del tema, pero sobre todo en el tono”. “En un momento no dio para más y yo expresé mi desagrado con sus manifestaciones y me retiré”, apuntó Gandini.
Por otra parte, el senador blanco consideró que “Martínez dejó clarísimo cuál era su vínculo con el subsecretario, que era su superior, y las reuniones que tuvo con él”, pese a que “Bayardi dice que no le conoce la cara a esta persona”. Según explicó Gandini, Martínez “detalló cómo fue la solicitud por parte de Bayardi del interrogatorio, sino cómo lo seleccionó, lo fotocopió, dónde se lo entregó, cómo se lo entregó, la segunda llamada telefónica”, y “describió una reunión [con el ex subsecretario] que calificó de desagradable”. Gandini agregó que el militar retirado no presentó evidencia de estas reuniones porque fueron “telefónicas y personales”. En su opinión, “es muy difícil creer que Bayardi, que se mete en todos los temas y es curioso a fondo, no conociera a nada menos que el director de Personal Militar”.
Bayardi: “Una operación de
contrainteligencia para evitar
desaforar a Manini”
El choque de los dos relatos con respecto a la entrega o no de las declaraciones de Gilberto Vázquez tuvo lugar el lunes 14 de diciembre en el Senado con un altercado verbal entre el exministro Bayardi y el senador Gandini. A raíz de ese incidente, por un instante la sociedad uruguaya salió de la preocupación del crecimiento de la pandemia para recordar que las responsabilidades sobre la violación a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado aún siguen vigentes.
POR RICARDO POSE
20 DICIEMBRE, 2020
José Bayardi fue citado a la Comisión de Especial de Derechos Humanos, Equidad y Género del Senado donde también había sido citado el Coronel (r) Edgardo Martínez, quien había sostenido haber entregado las actas en 2006 al exministro de Defensa. En esa sesión los diputados nacionalistas Jorge Gandini y Gloria Rodríguez se retiraron de la comisión.
¿Tu habías solicitado concurrir a la comisión a un careo con Martínez?
Cuando me enteré de lo declarado por Martínez, yo tenia intención de concurrir cuando él fuese citado por la comisión para realizar un careo, en el sentido que el entraba, daba su versión y yo delante de él respondía lo que entendiera necesario. La comisión desestimó eso porque no le parecía de orden, entonces me convocó a mí media hora después que estuviera él.
Yo llego, me siento y no había preguntas. Dice la senadora Gloria Rodríguez que ella había llevado preguntas, pero que había optado por escuchar mi intervención. Entonces expuse lo que vengo sosteniendo hace rato, de lo que yo menciono como una operación y cuál era el objetivo de esa operación. El objetivo de esa operación donde participan militares es dar argumentos para que no se vote el desafuero de Manini. Expliqué que en el pasado hubo cantidad de operaciones de contrainteligencia y cuando estaba explicando ese concepto, el senador Gandini se “trabajó un caliente”. Pero mi idea era ubicar a Martínez en el contexto, y lo que dice Martínez es que se acuerda con claridad deque yo lo llamé para pedirle las actas, pero del resto no se acuerda nada, si se lo pidieron con urgencia o no, no se acuerda del personal militar y no se acuerda quién fue que guardó el medio idóneo que para la época puede haber sido la microfilmación, pero tampoco lo recuerda, que podría haber sido una fotocopia también.
Es obvio que Martínez fue a convalidar la hipótesis de que se me había entregado ese material a mí en el año 2006, cuando yo no integraba la línea de mando, porque la línea de mando era la doctora Usher en un expediente que hizo en un día y ahora Martínez le agrega para invalidarme una situación de manejo de viáticos y de desautorización de la ministra Berruti, porque esto es una operación de contrainteligencia. En su lógica militar, están dirigidas a salvar los intereses estratégicos del Estado contra posibles agresiones, pero acá se cambia al Estado por “salvemos a Manini de su desafuero y de que tenga que presentarse a la Justicia”, y lo otro que busca la operación de contrainteligencia es el objetivo de enchastrar a quien esta deschavando ésto, y cuando yo empiezo a manejar lo de la operación primero sale Álvaro Alfonso en un programa a desacreditarme y luego lo plantea en la sesión donde se discute el desafuero de Manini el Coronel retirado y hoy senador Lozano que en aquel momento trabajaba en el Departamento 2 que es Inteligencia del Estado Mayor del Ejército, agregando incluso que yo desconocía lo que implicaba un tribunal de honor para un militar.
Si hay alguien a quien le interesa saber lo que se declara en un tribunal es a inteligencia militar que claramente estaban al tanto de lo que se había declarado y había interés en ocultarlo porque en el ocultamiento, ningún comandante en jefe y los que estuvieron en la primera línea de represión iban a convalidar las denuncias de los expresos políticos y de los familiares de detenidos desaparecidos sobre las cosas que se hicieron.
¿Por qué reacciona Gandini y no, por ejemplo, Lozano, que integra la misma comisión?
Yo diría que hay una suerte de oportunismo por parte de legisladores del Partido Nacional en tratar de deslegitimar lo que ha hecho el Frente Amplio en materia de investigación de violaciones a los derechos humanos, los procesamientos, los hallazgos. Es un camino peligroso desde el punto de vista institucional porque convalida cierta política interna dentro de la corporación militar que le hace daño a la propia corporación y a los cuadros nuevos que están ingresando.
¿La entrega de esa información por parte del ministro Javier García a Madres y Familiares es parte de esa operación de contrainteligencia?
No tengo elementos para implicar en la operación a las autoridades civiles en primera instancia, pero no es la primera vez que operaciones de estas características utilizan a autoridades civiles. Por ejemplo, fue una operación de contrainteligencia aquella foto de Eugenio Berríos en la Embajada uruguaya en Milán para que las autoridades civiles y del Parlamento sostuvieran que Berríos estaba vivo, cuando ya había sido enterrado en El Pinar. En este caso de la entrega de documentación del ministro García tengo elementos para decir que autoridades civiles estaban previamente al tanto de la existencia de esa información.
Cambiando el eje, tú actualmente integras la Comisión de Balance y Autocrítica del Frente Amplio.
Sí, la integro por la Vertiente y participé en la elaboración del material que se esta discutiendo y está en desarrollo para ser discutido ahora en diciembre.
Una vez aprobado se deberá seguir trabajando en dicho material para en marzo ser aprobado por el congreso.
Hay un elemento en la autocrítica que es el relacionamiento de la fuerza política con las organizaciones sociales y una suerte de divorcio con las mismas. En el marco de las definiciones de impulsar la derogación de algunos artículos de la LUC y donde se ha debatido si es “seguidismo político” que las organizaciones sociales impulsaran lo que resolviera el FA, ¿el Frente toma en cuenta lo que analizó críticamente?
El documento lo que plantea es que ese vínculo de la fuerza política con las fuerzas sociales fue sustituido por el gobierno. Porque muchas veces el movimiento social organizado realizaba planteos directamente al gobierno, por ejemplo al Ministerio de Trabajo y que tiene cierta lógica porque muchos de los actores de gobierno gestionaban de puertas abiertas al movimiento social organizado. En la discusión del referéndum contra la LUC claramente hay un proceso de negociación entre el Frente y las organizaciones sociales que ya se definió y el Frente esta dispuesto a acompañar algunos planteos de derogación de artículos que incluso votó en el Parlamento. Ahora una cosa es la organización política y otra cosa es la organización social, que cumplen papeles distintos en la sociedad.
¿Qué implica la muerte de Tabaré para una fuerza política que viene de una derrota electoral y una etapa de desmovilización producto de la pandemia?
Estamos en un momento de transición de los referentes por una cuestión de biología. Esto va a implicar muchísima responsabilidad para construir colectivamente los posicionamientos, dejando de lado los perfilismos. Esa es la historia del Frente Amplio.
Si en su etapa fundacional, los fuertes referentes que lo construyeron, referentes que incluso venían de los partidos tradicionales hubieran priorizados los perfilismos sobre la construcción colectiva, no hubiera habido Frente Amplio. Una lección del pasado vigente para el hoy.
¿O sea que debe ser un proceso colectivo a pesar de las referencias que han nacido en torno a algunas candidaturas?
Debe ser un proceso colectivo sin negar la importancia de los individuos. Recordemos el crecimiento de la figura del general Seregni desde la creación del Frente Amplio en el 71 hasta la llegada de la dictadura militar y no es que no existieran distintos posicionamientos, pero se priorizó la síntesis colectiva
Pero era un Frente Amplio en la oposición que no había pasado por la gestión institucional. En estos años ha pasado que algunos integrantes del Frente han creado nuevos grupos políticos a partir de algunos “éxitos” de gestión.
Yo considero muy negativa la atomización basada en personalismos, no se condice con la historia de síntesis colectiva del Frente Amplio. Siempre se apuntó a la síntesis desde el punto de vista político. Esto tiene que estar incorporado a la agenda.