Denuncian torturas durante la dictadura en San José

Ex presos políticos de San José

presentan denuncia por violación

a los Derechos Humanos

Un grupo de siete ex presos políticos de la ciudad de San José al que se podrían sumar mas testimonios, presentarán denuncia contra los oficiales que estaban al mando del Batallón de Infantería Número 6 durante los años de la dictadura cívico militar.

Fiscal Ricardo Perciballe

POR RICARDO POSE 

28 JUNIO, 2021 

Pablo Casartelli, uno de los denunciantes en diálogo con Caras y Caretas Portal narró que  integraba la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) y fue detenido junto a otros 20 militantes entre marzo y abril de 1975, por efectivos del Batallón de Infantería Número 6 con asiento en la ciudad maragata.

La mayoría de los militantes tenían entre 18 y 24 años y eran estudiantes u obreros.

Luego de un proceso de torturas en los  interrogatorios fueron procesados por la Justicia Militar, a pesar de lo cual entre los cuatro o cinco años que estuvieron presos, cumplieron la reclusión en la unidad militar y el último año en el Penal de Libertad.

De aquel grupo de 20 detenidos, presentarán denuncia siete ex presos políticos pero aspiran a que se sumen otros testimonios.

Por ahora decidieron no exponer los nombres de los oficiales denunciados, cuyos datos presentarán en la denuncia ante El Fiscal Letrado Penal Especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.

La iniciativa de la denuncia cuenta con el apoyo de Crysol y el Observatorio Luz Ibarburu (OLI) .

El Batallón de infantería número 6 se encuentra ubicado en Avenida Larriera y Ruta 3 y el Proyecto Sitios de la Memoria lo identifica como uno de los centros de detención y tortura.

DENUNCIA

29 de junio de 2021

Ex presos políticos de San José denunciarán a

oficiales militares por delitos en dictadura

Un grupo de ex presos políticos ex militantes de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) de la ciudad de San José denunciarán ante la Fiscalía, que durante los años 1975 y 1978 fueron víctimas de torturas, abusos sexuales y trabajos forzados por parte de oficiales militares que revestían en el Batallón de Infantería N° 6.

Batallón de Infantería N° 6 de San José

Se trata de siete ex militantes de la UJC, la mayoría de los cuales tenía entre 18 y 24 años y eran estudiantes o trabajadores, que fueron detenidos entre marzo y abril de 1975 por oficiales del Batallón de Infantería N° 6.

Tortura, abusos sexuales y trabajos forzados

La denuncia de los militantes políticos contra oficiales militares que pertenecían a dicha unidad del Ejército, con asiento en la ciudad de San José de Mayo, es porque fueron víctimas de “torturas, trabajos forzados y abusos sexuales” entre los años 1975 y 1978, es decir, en plena dictadura militar.

Según informó Caras y Caertas, la denuncia -que cuenta con el apoyo de la Asociación de ex presos políticos del Uruguay Crysol y del Observatorio Luz Ibarburu- será presentada en los próximos días ante la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, a cargo del fiscal, Ricardo Perciballe.

El Batallón de Infantería N°6 funcionó como un centro de detención y torturas durante la dictadura cívico-militar.

Entre varios testimonios de personas que permanecieron por meses o incluso años en los calabozos del cuartel, se encuentra un grupo de personas que habiendo sido secuestradas y torturas allí identificaron como un participante de las mismas al Dr. Vladimir Bracco, médico militar del Batallón. Fue denunciado ante la Comisión Nacional de ética Médica, según indicó en su momento Sitios de Memoria Uruguay.

Denuncian por tortura a 22 militares

que operaban en el Batallón

de Infantería de San José en 1975

28 de junio de 2021 · 

Exmilitantes de la UJC fueron víctimas de torturas, trabajos forzados y abusos sexuales entre 1975 y 1978..

Un grupo de ex presos políticos denunciarán ante la Fiscalía especializada en Crímenes de Lesa Humanidad torturas y abuso sexual en el ex Batallón de Infantería N° 6, donde estuvieron detenidos entre 1975 y 1978.

Se trata de siete exmilitantes de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), cinco hombres y dos mujeres, oriundos de San José, que fueron detenidos entre marzo y abril de 1975 por los integrantes de esa unidad del Ejército. La denuncia será presentada en la segunda semana de julio por la abogada del Observatorio Luz Ibarburu Fiorela Gambarino.

“Éramos unos 20, teníamos entre 18 y 25 años. Durante los primeros tres o cuatro meses fuimos sometidos a interrogatorios durísimos con torturas, tanto hombres como mujeres, y las compañeras fueron sometidas a vejámenes desde el punto de vista físico por los que tienen secuelas hasta ahora”, dijo a la diaria Pablo Casartelli, uno de los denunciantes.

Casartelli informó que la mayoría de las víctimas estuvo detenida en el Batallón de San José tres años y medio, y luego un año y medio en el Penal de Libertad, aunque él y Miguel Muyala, otro de los denunciantes, volvieron a ser detenidos a principios de 1980.

“Hicieron toda una campaña y volvieron a recapturar a gente que había estado presa y después fue liberada. Nos armaban pequeñas provocaciones, pero la mayoría no entrábamos en eso, hacía un año que habíamos salido de la cárcel”, comentó.

En su caso, volvió a ser detenido el 18 de mayo de 1980 en un baile en San José: “Era fecha patria y empezaron a tocar el himno. No tuvieron mejor idea que inventar que yo no me había parado y me encerraron un año y pico más”.

Casartelli dijo que después de esa segunda detención lo llevaron junto a Muyala unas cinco veces a un centro de torturas: “Nos hacían preguntas que ni entendíamos, como qué día iba a llegar el submarino ruso a San Javier, y a partir de esa pregunta estaban media hora reventándote”.

“Yo me daba cuenta de que por la demora y la distancia nos llevaban a Montevideo, nos escuchamos las voces con Miguel Muyala, y después llegamos a la conclusión de que estuvimos en La Tablada”, comentó.

Los denunciantes acusan a 22 militares que operaron en el batallón, entre ellos cinco que actuaban como enlace de inteligencia y un médico que también participaba en los apremios físicos, además de chequear la resistencia de los detenidos para seguir torturándolos.

Uno de los denunciantes, que tenía 22 años cuando fue detenido, recuerda que el médico lo despertó “a puñetazos en la espalda y en el pecho” luego de que se desmayara mientras era sometido a submarino: “Fui atado en una tabla, decúbito ventral. Lo único que sobresalía era la cabeza, nos encapuchaban con una capucha de tela muy fina, era casi imposible respirar, la tabla era levantada desde los pies y la cabeza se sumergía en el tacho”.

“Me quedaron secuelas físicas y fundamentalmente psíquicas, […] siempre sueño que estoy preso y que me van a torturar nuevamente”, relató uno de los denunciantes, que sufre “miedo indefinido ante cualquier actividad política o viaje, y lo inevitable de transmitir a los hijos esta afrenta”.

Los ex presos políticos recuerdan que la situación fue aún más cruel a partir de octubre de 1975, cuando los obligaban a trabajar casi sin comer ni tomar agua: “Estábamos haciendo zanjas, se acerca [uno de los denunciados] y tomando su pistola decía: ‘qué lástima que haya gente que no los quiera matar’”, en referencia a una discusión interna en las Fuerzas Armadas.

Las mujeres que participan en la denuncia fueron víctimas de abusos sexuales durante la tortura y sometidas a manoseos y burlas fuera de las salas que se utilizaban para los interrogatorios.

“Sentían orgullo de hacer lo que hacían”, señaló una de las denunciantes, que recuerda que uno de los militares, en estado de ebriedad, le levantó la capucha “para que viera su cara y no la olvidara”.

“No teníamos armas, no lastimamos a nadie, sólo pensábamos diferente y denunciábamos a un régimen injusto y prepotente. Por eso terminaron con todos nuestros sueños y afectaron la vida de cientos de personas, la de nuestros familiares y amigos, y la nuestra”, expresó una de las víctimas en la denuncia.

Esta es la segunda vez que parte de las víctimas intenta llevar ante la Justicia este caso, que fue archivado cuando estaba en vigencia de la ley de caducidad por uno de los juzgados de San José. “Con toda esta apertura y el trabajo del fiscal [Ricardo] Perciballe, al ver que las causas están saliendo adelante, decidimos hacer un esfuerzo, juntarnos, y logramos presentar la causa”, comentó Casartelli.

 

 

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