La mirada de Francesca Lessa
a propósito del Plan Cóndor
Verdad y Justicia: el compromiso de las generaciones jóvenes
15 de Julio del 2021
Francesca Lessa
La italiana Francesca Lessa, doctora en Relaciones Internacionales, trabajaba en Uruguay en su proyecto de investigación del Plan Cóndor. Sin embargo, al ser una de las víctimas amenazadas por el autodenominado “Comando Barneix” ya no pudo retornar a nuestro país. En entrevista con Portal APU.uy habla del fallo de la Corte de Italia.
El Plan Cóndor fue una coordinación represiva de las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, en coordinación con Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que consistía en el intercambio de información y en el traslado de detenidos de un país a otro sin ningún tipo de garantías. Las fuerzas armadas de los distintos países participantes borraron fronteras para secuestrar, desaparecer o asesinar a quienes consideraban “sospechosos” de actividades “subversivas”.
Según se despende de documentos desclasificados, el mismo fue ideado tras una reunión realizada en Chile entre el jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras, brazo ejecutor policial y secreto de la represión instaurada por Augusto Pinochet, y los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina Bolivia, Paraguay y Uruguay. El entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, habría sido el ideólogo de esa acción represiva, valiéndose del apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Escuela de las Américas.
En la investigación de este plan de coordinación represiva trabajaba la investigadora italiana Francesca Lessa, doctora en Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford, hasta que el autodenominado “comando Barneix” amenazara de muerte a trece autoridades y personas vinculadas a derechos humanos, entre las que se encontraba Lessa.
El comando tomó su nombre del general Pedro Barneix, que se suicidó en 2015 cuando iba a ser detenido por el asesinato de Aldo Perrini en 1974. El mensaje advertía que “no quedará impune, no se aceptará ningún suicidio más por injustos procesamientos. Por cada suicidio de ahora en más, mataremos a tres elegidos azarosamente de la siguiente lista”, y esa lista estaba integrada por el ministro de Defensa de aquel momento: Jorge Menéndez (ya fallecido), el entonces fiscal de Corte, Jorge Díaz, la ex fiscal Mirtha Guianze, la ex vicecanciller Belela Herrera,los abogados Óscar López Goldaracena, Pablo Chargoñía, Juan Errandonea, Federico Álvarez Petraglia, Juan Fagúndez y Hebe Martínez Burlé, el jurista francés Louis Joinet, el activista brasileño Jair Kirshke y la investigadora italiana Francesca Lessa que por decisión de la Universidad de Oxford no retornó a Uruguay desde entonces.
Eso no supuso, sn embargo, que Lessa se retirara del trabajo para esclarecer este Plan Cóndor que, recientemente, tuvo una instancia histórica cuando la Corte Suprema de Casación de Italia emitió su fallo de cadena perpetua a los imputados en este caso, dando fin a un juicio luego de más de 22 años.
Ver al respecto: https://apu.uy/noticias/el-plan-condor-finaliza-su-vuelo-en-italia
“Los delitos de lesa humanidad nunca prescriben, no tienen fecha de caducidad y no tienen ninguna prescripción”.
Lessa manifestó “gran satisfacción” por esa sentencia histórica porque reconoce la existencia del Plan Cóndor y porque se condenó a cadena perpetua a cada uno de los imputados “por su papel en la perpetración de 38 homicidios”. Repasó también los escasos avances registrados en Uruguay, a lo largo de los años, en el esclarecimiento de las muertes y desapariciones y el papel de los distintos gobiernos en este tema. A su vez reconoció el trabajo incansable de los familiares y de los activistas de los Derechos Humanos.
La gran mayoría de las denuncias siguen impunes, recordó Lessa, y afirmó que el Estado uruguayo se expone a más sanciones, como la del “caso Gelman” debido a situaciones de desapariciones forzadas como el asesinato de “las Muchachas de Abril” que permanecen sin resolver.
Respecto a los intentos de “dar vuelta la página” y dejar estos temas sin más análisis, Lessa recuerda que ya quedó demostrado que no es posible dejar estos temas sin resolver, porque “los delitos de lesa humanidad nunca prescriben, no tienen fecha de caducidad y no tienen ninguna prescripción” y puso como ejemplo las víctimas de la Guerra Civil española.
En esa línea se refirió al compromiso de las nuevas generaciones: “cómo se ve en cada marcha del 20 de mayo está asumiendo los reclamos de verdad y justicia porque quieren vivir en un Uruguay que sea definido por valores como la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición”.