Dos militares en prisión por asesinato a golpes en 1973

Dos militares a prisión por asesinar

a golpes a Fernández Mendieta en 1973:

les llevó 40 minutos

 

Por Georgina Mayo

10 agosto 2021

Gustavo Aureliano Mieres Ultra, Alberto Ballestrino Valls y Líber Morinelli Hernández, son los tres militares responsables del homicidio muy especialmente agravado del militante del Partido Comunista Revolucionario, Óscar Fernández Mendieta. El pedido de procesamiento del fiscal Ricardo Perciballe se extendía a los tres militares pero la jueza Isaura Tórtora procesó este martes solo a los dos últimos. La justicia de primera instancia supo, según se consigna en la resolución a la que accedió 25siete, que Morinelli- agente de inteligencia del cuartel de Caballería de Durazno en 1973-, murió recientemente.

Ballestrino y Mieres fueron procesados, además, por privación de libertad y abuso de autoridad contra los detenidos.

El homicidio de Fernández Mendieta se perpetró en mayo de 1973 cuando la víctima tenía 26 años. Fernández era trabajador rural y fue detenido cuando cumplía tareas en la medianera de un campo de Durazno. Fue trasladado al Cuartel de Regimiento Pablo Galarza de Durazno donde fue torturado.

La víctima murió el mismo día que fue detenido por Mieres y Ballestrino. Una vez que llegó al cuartel de Caballería, Morinelli lo esperaba en el sótano para interrogarlo. Mieres, Ballestrino y Daniel Blanco Fenocchio (éste también ya muerto) golpearon a Fernández Mendieta hasta matarlo y, al día siguiente, se lo informaron a la familia.

Gustavo Mieres reveló que la orden de detención de Fernández Mendieta la dio Líber Morinelli. Mieres relató que Morinelli ordenó que lo trasladaran al sótano chico y que lo interrogaran y le sacaran todos los datos filiatorios.

La resolución de la jueza Isaura Tórtora -a la que accedió 25siete– señala que el militar retirado que declaró como testigo Jesús Augusto Fagúndez Dominzain relató que el día que mataron a Fernández Mendieta vio las luces de la parte del comando encendidas. Sería 01:30 o 2:00 de la madrugada cuando el guardia le comentó que había muerto un detenido y que en el interrogatorio estuvieron presentes Mieres, Ballestrino y Blanco. Ballestrino se presentaba ante los presos políticos como cinturón negro.

Otro de los testigos militares, soldado de segunda en la época, describió que Fernández Mendieta tenía una baldosa en la cabeza y otra en los pies y que así lo tiraron para abajo hacia el sótano donde fue finalmente interrogado y torturado. El testigo indicó también que Ballestrino estaba presente y que la víctima gritó toda la noche. Otro de los soldados testigos de esta causa describió que vio las torturas infringidas contra Fernández Mendieta.

A pesar de esto, el certificado de defunción de la época describió que la causal de muerte fue infarto de miocardio politraumatizado, tras la autopsia practicada por el jefe de servicio de la unidad Julio César Rossi Salinas.

La esposa de la víctima Graciela Ferreira solicitó a médicos de confianza que revisaran el cuerpo una vez que los militares se lo entregaron, constatando profusas lesiones en todo el cuerpo: hematomas en hombros, rodillas, labios, abdomen y cráneo. También la revisión del médico de la familia consignó quemaduras de cigarrillos en la frente.

Destacado torturador

La jueza Tórtora recaba en la sentencia legajos militares que describen el compromiso de Morinelli y lo destacan como un hombre con iniciativa, tacto, sentido práctico e inteligencia y que como S2 despliega una intensa e inteligente tarea hasta altas horas de la madrugada obteniendo resultados muy positivos.

El militar retirado Juan Alberto Saravia Madera. quien en la época era teniente, declaró que era ayudante de Morelli, y que cuando llegó al cuartel supo que un detenido había muerto y que le dieron orden de presenciar la autopsia junto a tres médicos. Saravia indicó que tenía golpes en todo el cuerpo. El policía médico retirado Hugo Luis Bosch Suárez también declaró que hubo maltrato excesivo con esa víctima.

Morinelli dijo, según consta en la la resolución judicial, que habría pasado unos 40 minutos entre que el detenido llegó al cuartel y que muriera.

La jueza Isaura Tórtora consideró en su pronunciamiento que el Derecho Penal tiene como objetivo principal resolver conflictos en la sociedad y en aras de esa finalidad el pronunciamiento, aunque sea mínimamente, contribuirá a la paz y equilibrio de la sociedad, lo que redundadará sin atisbo de duda en beneficio de las generaciones venideras.

Dos militares retirados fueron

procesados con prisión por

el homicidio de Fernández Mendieta

11 de agosto de 2021 · 

El trabajador rural y militante del PCR murió bajo torturas el 24 de mayo de 1973, cuando tenía 26 años.

La jueza penal de 23º turno, Isaura Tórtora, procesó con prisión a los militares Gustavo Mieres y Alberto Ballestrino, por el homicidio del trabajador rural y militante del Partido Comunista Revolucionario Óscar Fernández Mendieta, quien murió torturado en el Regimiento de Caballería Nº 2 de Durazno el 24 de mayo de 1973.

En 2018, el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, había pedido el procesamiento de Mieres por homicidio muy especialmente agravado en calidad de autor y de Ballestrino por el mismo delito y abuso de autoridad contra detenidos. También estaban imputados los ahora fallecidos Daniel Blanco y Líber Morinelli, por un delito de homicidio muy especialmente agravado; y en el caso de Morinelli, que era el enlace de inteligencia del Regimiento de Caballería Nº 2, también por los delitos de privación de libertad y abuso de autoridad contra detenidos.

La jueza Tórtora dispuso el procesamiento con prisión contra Mieres y Ballestrino por los delitos de homicidio muy especialmente agravado en calidad de autores, según informó el portal 257 y confirmó la diaria. Ballestrino también fue procesado por abuso de autoridad contra detenidos.

La sentencia, a la que accedió la diaria, señala que fue Morinelli quien dio la orden de detener a la víctima e interrogarlo en el sótano del cuartel, y los entonces alférez Blanco, Mieres y Ballestrino, quienes lo torturaron hasta matarlo.

En la causa testificaron dos víctimas del terrorismo de Estado que fueron detenidas y torturadas en el Regimiento de Caballería Nº 2, donde fueron sometidos a golpizas, plantones y submarino, e identificaron a Morinelli como su torturador. Una de las víctimas denunció un intento de violación por parte de Morinelli.

La causa también cuenta con el testimonio de cuatro militares que vieron o escucharon el momento de la detención y las torturas que recibió Fernández Mendieta.

“Tenía una bolsa en la cabeza y otra en los pies, lo tiran para abajo y bajaron unos oficiales y un instructor mío, que era Ballestrino, que también bajó al sótano con otro oficial. Se sintió gritar toda la noche al hombre; exacto cuando se murió, no sé, vi el cajón que estuvo en la guarda”, declaró el entonces soldado de segunda José Pedro Rodríguez.

“Yo estaba a cinco metros y escuché los gritos desgarradores. No sé qué preguntas le hicieron. Se veían los apremios físicos, yo los vi, lamentablemente. Todas las personas que trabajaban en el cuartel podían tener conocimiento de que los detenidos eran sometidos a tratos crueles e inhumanos”, señaló el soldado de 1ª Ademar Silveira, quien dijo que Fernández Mendieta fue sometido a una gran golpiza y submarino.

A pedido de la esposa de la víctima, el médico de la familia realizó una observación externa del cuerpo de Fernández Mendieta, quedando constatadas las lesiones por las torturas que le causaron la muerte, entre ellas contusiones en el cráneo, tórax y cuatro miembros, además de quemaduras de cigarrillo. La versión oficial de la época planteó que Fernández Mendieta había muerto tras caer varias veces de la escalera que daba al sótano donde fue torturado, en reiterados intentos de fuga. La autopsia realizada por el jefe de servicio de sanidad de la unidad militar, Julio Cesar Rossi, informó que Fernández Mendieta había fallecido a causa de un infarto de miocardio. Tenía 26 años.

Fernández Mendieta era militante del Partido Comunista Revolucionario y fue detenido el 24 de mayo de 1973 a las cinco de la tarde, en su domicilio ubicado sobre Ruta 5 a la entrada de Durazno.

El caso reveló la escalada de violencia de la represión militar previa a la disolución de las cámaras. En el Parlamento, los senadores Juan Pablo Terra, Enrique Erro, Zelmar Michelini y Enrique Rodríguez realizaron un pedido de informes al Ministerio de Defensa y luego llamaron a sala al ministro Walter Ravenna para conocer las circunstancias de la muerte.

“El derecho penal tiene como objetivo resolver conflictos de la sociedad (…) en aras de esa finalidad y en ejercicio de la función que nos compete, que es la de impartir justicia mediante la aplicación de las normas aplicables al caso concreto, dada la naturaleza del tema en estudio (…) el presente pronunciamiento -aunque sea mínimamente- contribuirá a la paz y equilibrio de nuestra sociedad, lo que redundará sin atisbo de dudas en beneficio de las generaciones venideras”, concluye el fallo.

 

 

 

 

 

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