Confesiones de Vázquez y desafuero a Manini, van unidos

 Actas de Gilberto Vázquez:

torturas, prisión negociada y planes

para asesinar al presidente en 2006

El exrepresor y su insólita fuga para “pasar a la clandestinidad”, realizar “atentados” y “matar gente”. La negativa a ir preso como parte de una negociación entre militares y el gobierno del Frente Amplio

28 DE AGOSTO DE 2020

El documento completo publicado por El Observador da cuenta de varios temas que se desconocían hasta el momento y que el coronel (r) Vázquez vertió ante el tribunal de honor.

“Tuve que matar y maté, y no me arrepiento”, dijo el coronel (r) Gilberto Vázquez en 2006.

Las actas -que se publicaron ayer en El Observador y hoy en La Diaria- se conocieron a raíz de un pedido de acceso a la información pública de “Madres y Familiares de Desaparecidos”.

El documento fue entregado por el Ministerio de Defensa. El titular de la cartera, Javier García, calificó como “atroces” los dichos del militar.

Allí quedan establecidas no solo las confesiones de Vázquez sobre su participación en delitos de lesa humanidad durante los años 70 tanto en Uruguay como en misiones en el exterior.

En el período entre 1974 y 1977, agentes de inteligencia uruguayos trabajaron en conjunto con sus pares argentinos para la captura de integrantes de grupos guerrilleros. En ese momento, el PVP había logrado realizar algunos secuestros extorsivos en Buenos Aires para hacer finanzas.

Gavazzo, Vázquez y otros represores lograron dar captura a la cúpula y para ello usaron las instalaciones clandestinas de la dictadura argentina como la automotora Orletti, entre otras. Nunca se supo qué pasó con los millones que recaudaron los guerrilleros.

El corolario de estos operativos fueron varios asesinatos y desapariciones, y el traslado hacia Uruguay de muchos militantes de esos grupos en lo que se dieron a llamar los “vuelos de la muerte”.

El exrepresor cuenta además las circunstancias de su fuga en un contexto en el que el comandante en jefe Bertolotti le pide a él y a otros oficiales que obedezcan a los resultados de una negociación con el gobierno de Tabaré Vázquez para que vayan presos por un lapso de 8 años.

Entre esos nombres de militares estaban Jorge “Pajarito” Silveira, Ernesto Ramas, Ricardo “El turco” Arab, José Gavazzo y él mismo.

El comandante del momento, Ángel Bertolotti, le dijo que era parte de un compromiso de Tabaré Vázquez con el presidente Nestor Kirchner, ya que Argentina estaba reclamando la extradición de varios de ellos.

Entre otras cosas, Gilberto Vázquez sostuvo que en algún momento de su fuga pensó en pasar a la clandestinidad para realizar atentados y “matar gente”. Entre sus posibles víctimas nombró al presidente de la República, Tabaré Vázquez.

8 AÑOS DE PRISIÓN COMO PARTE DE UN PACTO

El detenido explicó los motivos de su fuga. Relató sus conversaciones con el propio Bertolotti y otros militares como Carlos Díaz Tito, entonces jefe de División de Ejército I y quien luego ocuparía la comandancia.

En ese entonces el gobierno de Tabaré Vázquez se proponía negociar con los altos mandos una salida. Pero Gilberto Vázqez dijo que en Ejército había resistencia al punto que se pensó en sacarlos del país.

El exagente de inteligencia contó que fue convocado en 1989 -año en que se plebiscitó la Ley de Caducidad- la “junta de generales” lo hizo participe de una serie de atentados que se estaban planeando.

Dijo que se “marcó” a cuatro políticos. En las actas nombra a tres: Fernández Huidobro, León Lev y Hugo Cores. El cuarto no pudo recordarlo en la oportunidad.

Vázquez, que tenía trato directo con Fernández Huidobro, le dijo: “Si esto sale mal vos vas para arriba”.

El coronel retirado declaró ante un tribunal de honor poco después de protagonizar una insólita fuga del Hospital Militar. Fue detenido pocas horas después en el Barrio Sur. Llevaba puesta una peluca para evitar ser identificado.

“Yo era un soldado e hice lo mejor que pude”, explicó al tribunal militar. “Tuve que torturar y torturé, con el dolor en el alma, y me cuesta muchas noches dormir acordándome de los tipos que cagué a palo, pero no me arrepiento”.

Vázquez integró el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) durante la dictadura.

Fue condenado a 25 años de prisión por delitos cometidos en el marco del Plan Cóndor –28 casos de homicidios especialmente agravados– y a 30 años por participar en el secuestro y desaparición de María Claudia García, madre de Macarena Gelman.

Sobre este caso, puntualizó: “Tengo que ver con el segundo vuelo, con el primer vuelo, con casi todas las cosas que pasaron allá (en Buenos Aires), menos la Gelman. Esas porquerías no las hubiera permitido de ninguna manera. No hubiera permitido de ninguna manera esa porquería”, dijo Vázquez.

“El caso Gelman, no sé para qué carajo la trajeron, porque argentino que agarrábamos lo mandábamos para allá; uruguayo que agarrábamos que servía, que le podíamos salvar la vida lo traíamos para acá y sino arriba, y algún otro trajimos”.

María Claudia Irureta Goyena de Gelman fue secuestrada y traída por la fuerza al Uruguay mientras estaba embarazada. Los testimonios la ubican en la sede del Servicio de Información de Defensa (SID) en Bulevar Artigas casi Palmar.

Macarena nació en cautiverio y fue entregada a la familia de un policía. Su paradero fue conocido durante el gobierno de Jorge Batlle, a través de la actividad de la Comisión para la Paz.

Se estima que María Claudia, de 19 años, fue asesinada poco después. Por otra parte, los restos del esposo, Marcelo Gelman, aparecieron tiempo después flotando dentro de un tanque en el Riachuelo.

PRISIÓN DOMICILIARIA

Actualmente, con 75 años, Vázquez cumple prisión domiciliara en el departamento de Rivera.

Durante la comparecencia ante el tribunal de honor confesó que fue al Hospital Militar “no por dolencia” sino utilizando una estratagema para fugar.

“Lo llamé al médico, como ya había pasado otras veces. Lo empaqueté: le dije los mismos síntomas por los que otras veces me habían internado. Cuando el tipo me ve, ya es una rutina, y se lo dije con la idea de que me internara. Fue premeditado como acto preparatorio”.

En su declaración, dio su particular visión sobre la actividad represiva del Estado durante la dictadura.

“Ahora no dicen ‘ejecutar’, dicen ‘asesinar’, nos dicen ladrones y nadie dice nada. Entonces, yo ahora estoy diciendo ‘no, señor, es la verdad: nosotros ejecutamos’, no asesinamos, que son cosas muy diferentes. Nosotros no torturamos; nosotros apremiamos porque no había más remedio; el mínimo imprescindible para sacar la verdad, porque no había otra forma de combatir, y estoy orgulloso de lo que hice”.

Para él, los militares se “rompieron el culo”, dejando a “los camaradas muertos” y a “las viudas y los muertos tirados ahí”, y se “callaron la boca”.

Ante el Tribunal de Honor, Vázquez aceptó su responsabilidad en el caso de Adalberto Soba, militante del Partido por la Victoria del Pueblo que fue secuestrado el 26 de setiembre de 1976 en Buenos Aires. Dijo haber estado dos años en Argentina en procura de capturar militantes de izquierda. por aquellos años el objetivo era liquidar al PVP, un sector que se fundó en 1974 e intentaba reagruparse en Argentina para reinstalar la resistencia armada en Uruguay.

FISCALÍA

El fiscal de Corte, Jorge Díaz, recibió este viernes del Ministerio de Defensa todos los antecedentes del Tribunal de Honor de 2006 al coronel retirado Gilberto Vázquez. Díaz resolvió enviar los documentos al fiscal de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.

 Una razón más para el desafuero de Manini

29 de agosto de 2020 · 

Todo indica que el Senado resolverá la semana próxima sobre el pedido de desafuero de Guido Manini Ríos, planteado por el fiscal Rodrigo Morosoli el 1º de noviembre del año pasado, para imputarle al conductor de Cabildo Abierto (CA) un delito de omisión de denuncia. En junio de 2018, José Nino Gavazzo dijo ante un Tribunal de Honor militar que en 1973 había arrojado al río Negro el cadáver de Roberto Gomensoro, muerto durante torturas, para ocultar el crimen. En ese momento, Manini era comandante en jefe del Ejército, y se le informó sobre esa confesión, pero él decidió que no fuera trasladada a la Justicia.

Este es el tema central, al que se agregan muchos otros: entre ellos, el de la divulgación, esta semana, de otras actas de un Tribunal de Honor del Ejército en las que un represor afirmó que había cometido violaciones de los derechos humanos, sin que esto fuera puesto en conocimiento del sistema judicial. Ese otro tribunal actuó en 2006, para juzgar a Gilberto Vázquez por haberse fugado, pero cuando le tomó declaraciones el coronel retirado se refirió a su participación en numerosos delitos gravísimos, durante la dictadura y en los años posteriores.

Desde la salida de la dictadura, en las Fuerzas Armadas ha prevalecido el criterio de callar, disimular y encubrir. Sería muy saludable que, de una vez por todas, quedara claro que esa conducta mafiosa es un delito y conlleva una pena.

Hay interesados en entreverar la baraja, como si la omisión de denuncia en 2006 le quitara gravedad a la de 2018, o de algún modo la compensara. Muy por el contrario, aquel antecedente subraya la necesidad de que los fueros de Manini sean suspendidos, para que comparezca ante la Justicia, se determinen sus responsabilidades y asuma las consecuencias.

Desde la salida de la dictadura, en las Fuerzas Armadas ha prevalecido el criterio de callar, disimular y encubrir. Sería muy saludable que, de una vez por todas, quedara claro que esa conducta mafiosa es un delito y conlleva una pena.

En 2006, Gilberto Vázquez insistió ante los integrantes del Tribunal de Honor, generales Héctor Islas y Juan Giorello, en que se había fugado porque, a diferencia de lo que había ocurrido antes con otros represores (incluyendo, en aquel momento, a los responsables del secuestro y el asesinato de Eugenio Berríos en 1992), a él no se lo estaba amparando para que siguiera impune por “las cosas de la guerra”. En esa línea de razonamiento invocó sus antecedentes criminales, presentándolos como méritos.

Los dos generales sabían muy bien que estaban obligados a dar cuenta de esto, e incluso lo mencionaron al comienzo del interrogatorio, pero en todo momento trataron de que Vázquez hablara sólo de su evasión, sin indagar sobre lo demás, y en el acta de fallo no dejaron constancia de esa confesión de delitos de lesa humanidad. No sabemos si consultaron o no al entonces comandante en jefe del Ejército, Carlos Díaz.

Sí sabemos que quienes integraban el Tribunal de Honor de 2018 le informaron a Manini sobre lo que había dicho Gavazzo, y que el ahora senador les ordenó seguir adelante sin prestarle atención al asunto.

Este tipo de conductas es la que debe ser juzgada, para emitir un claro mensaje hacia quienes aún custodian la impunidad e impiden, con su silencio, que se sepa la verdad y haya justicia. Depende de los senadores oficialistas que así sea.

 Ex ministro José Bayardi dijo que

los militares del Tribunal de Honor

nunca informaron al gobierno sobre las

declaraciones de Gilberto Vázquez

28 de agosto de 2020 

Pretender que hubo responsabilidad sobre un acto que no se conoció es absolutamente equivocado”, afirmó.

El ex ministro de Defensa Nacional, José Bayardi (Frente Amplio) dijo que los militares integrantes del Tribunal de Honor que juzgó al coronel retirado Gilberto Vázquez nunca informaron a las autoridades sobre las confesiones de Vàzquez sobre violaciones a los derechos humanos.

Bayardi dijo que el Tribunal de Honor, “que no tenía que ver con violaciones a los derechos humanos”, no informó sobre las declaraciones del coronel Gilberto Vázquez, “dando la noticia de algún hecho de carácter delictivo”.

El ex ministro aseguró que Azucena Berrutti, ministra de Defensa Nacional en el momento en el que se llevó adelante ese tribunal, tampoco tenía conocimiento sobre las declaraciones, por eso lo homologó.

“Pretender que hubo responsabilidad sobre un acto que no se conoció es absolutamente equivocado”, afirmó.

Este mediodía, “Familiares de Detenidos-Desaparecidos” se pronunció sobre el documento que le entregó el Ministerio de Defensa en las últimas horas con las actas del tribunal militar del año 2006 con declaraciones del exrepresor Gilberto Vázquez, procesados por delitos de lesa humanidad en dictadura.
Ignacio Errandonea señaló que las revelaciones de Vázquez no dejan dudas sobre la necesidad de cambios en las Fuerzas Armadas en su papel dentro de la sociedad democrátca.
Citó como ejemplo la actitud del tribunal militar, que en el interrogatorio estaba más preocupado por las circunstancias de la fuga que por las serias revelaciones que el agente de inteligencia estaba desarrollando ante ellos.
Uno de los jueces le reprochó al coronel retirado las repercursiones que su fuga -con peluca- iba a tener en la imagen de las Fuerzas Armadas.

Mientras eso sucedía, Gilberto Vázquez contaba su participación en los vuelos de la muerte, una causa de la que el propio Errandonea es denunciante.
“No le preguntaron nada”, observó y dijo que es una muestra más de la “vocación de impunidad” de los militares que llega hasta la actualidad.

“Estas actas revelan la mentira, de todos los mandos militares de los comandantes en jefe desde la salida a la democracia hasta la actualidad, de que buscan la verdad, es mentira”, comentó.
Elena Zaffaroni dijo que “Familiares” reclama al Parlamento que se levanten los fueros para el senador Guido Manini Ríos, quien ha criticado continuamente los fallos de la justicia contra militares involucrados en delitos de lesa humanidad en los años 70.

La activista recordó que el excomandante en jefe está citado a declarar en la justicia acusado por ocultar estas actas y en especial -ya como comandante- las que transcribieron las declaraciones de José Gavazzo sobre su participación en la muerte del militante Roberto Gomensoro Josman.

Este último testimonio fue el que desencadenó la destitución de Manini.
Zafffaroni y Errandonea señalan que Manini ahora, desde su puesto de senador, sigue reivindicando la actuación de las Fuerzas Armadas en dictadura.

“Lo que va a votar el parlamento en el desafuero de Manini es el lugar en la impunidad en la democracia”, dijo Zaffaroni, aunque reconoció que será difícil que esto ocurra dado que el Partido Nacional adelantó que no dará los votos.
“El Parlamento no decide responsabilidades, eso lo decide la justicia”, afirmó.

 UNA JUGADA PARA MANINI

Bayardi sobre Tribunal de

Honor Militar: «nunca llegaron

las actas de declaración»

Entrevistado por el diario El País, el ex ministro de Defensa, José Bayardi, califica la aparición de las actas del Tribunal de Honor a Gilberto Vázquez como «una operación»

29 AGOSTO, 2020 

José Bayardi, el último ministro de Defensa del gobierno de Tabaré Vázquez fue, durante el primer período de gobierno frenteamplista, subsecretario de la cartera que entonces dirigía Azucena Berrutti.

Este sábado en entrevista concedida al diario El País, a propósito de las declaraciones que han tomado estado público, de Gilberto Vázquez cuando era juzgado por un Tribunal de Honor de las Fuerzas Armadas, ha definido la “aparición” de estas informaciones como una “operación” que puede traer como resultado una negativa a aceptar se apruebe el desafuero del senador de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos.

“La divulgación de estas actas en este momento puede tener un componente de operación”, expresó Bayardi, quien no adjudica a ningún partido político la autoría de la “operación” que señala.

“Esto les servirá a muchos para justificarse y no votar el desafuero de Guido Manini Ríos. Algunos dirán ‘por qué le vamos a votar el desafuero ahora al senador cuando hubo otros generales que tuvieron las mismas responsabilidades y además ustedes que estuvieron enterados de todo no dieron cuenta a la Justicia’. Puede tener un componente de operación”, refiere en la entrevista el ex ministro de Defensa.

Con relación a lo actuado por la organización de Familiares, Bayardi afirmó que hicieron “lo que tenían que hacer seguramente cuando les dijeron o alguien se le ocurrió pedir todo lo que tenía que ver con Tribunales de Honor relativo a violadores de los derechos humanos. No es responsabilidad de Familiares” y describió cómo había sido el relacionamiento con respecto a las solicitudes que los mismos realizaran anteriormente:

“Familiares me pidió a mí cuando yo estaba como ministro actas de Tribunales de Honor y yo les pasé todas las que tuvieran que ver con violaciones a los derechos humanos. Ni siquiera las pedían por acceso a la información. Las pedían con una nota y yo se las daba firmando una nota de recibido. El 27 de febrero pidieron tener acceso a otros Tribunales de Honor, que no tenían que ver con hechos vinculados a la violación de derechos humanos, sino con las personas que habían estado involucradas. El 27 de febrero ya nos estábamos yendo y les dijimos que lo pidieran por la ley de acceso a la información pública. Con la pandemia demoraron y lo presentaron recién en junio”, expresó.

Consultado sobre dónde veía las señales de una operación, el ministro dijo “Esto fue un encuentro al azar o se encuentra lo que se busca y se busca lo que se sabe”.

Bayardi descartó que hubiera mérito, en la fecha de la realización de dicho Tribunal de Honor para que se solicitaran las actas y aclaró “Ese Tribunal de Honor (sobre Vázquez) era por haberse fugado estando en una detención administrativa y haber dejado expuesto el compromiso que el comandante en jefe de la época había hecho con la jueza Aída Vera Barreto de que le permitieran cumplir la detención en unidades militares y no policiales. Entonces como él se evadió dejó expuesto al comandante en jefe”, ratificando también que no consideraba un error haber homologado lo actuado por el mencionado Tribunal de Honor Militar.

“Para nada fue un error porque a él le daban D2, la más grave de las sanciones, a un tipo que ya se sabía de antes que había estado entreverado en violaciones a los derechos humanos. ¿Qué nos iba a preocupar que le dieran D2? (…) hasta ese momento todavía no habían empezado los juicios por violaciones a los derechos humanos. Recién estaban las acusaciones en curso y el Poder Ejecutivo del Frente Amplio los había excluido de la ley de caducidad. Todavía no estaba condenado”.

Respecto a lo que se ha afirmado sobre la falta de voluntad política de avanzar, con más celeridad y compromiso, con las situaciones que involucraban a los militares acusados de violaciones a derechos humanos, el ex ministro recordó: “En este país hay procesados con largas condenas por violaciones a los derechos humanos porque hubo una fuerza política que se llama Frente Amplio que lo posibilitó. En este país se entró a los cuarteles y se encontraron los cuerpos de cinco compatriotas que estaban enterrados clandestinamente en unidades militares porque el Frente Amplio lo habilitó. ¿Se podría haber hecho más? Es probable. ¿Qué más? A veces no se puede forzar a la gente que haga cosas”.

Consultado sobre la posibilidad de que se hubiera elegido leer las actas del Tribunal de Honor, Bayardi respondió: “El expediente de los Tribunales de Honor estaba bajo reserva. Si mandaron las actas de deliberación al Ministerio de Defensa; nunca llegaron las actas de declaración” y a continuación defendió la posición de la entonces ministra de Defensa, Azucena Berrutti de no pedir las actas de la declaración ya que se trataba de “un Tribunal de Honor en el que debía responder por que se fugó del hospital”.

En el final de la entrevista el ex secretario de Defensa, rechazó asumir una autocrítica con respecto a lo que entonces se actuó a nivel del ministerio de Defensa: “De este Tribunal de Honor en particular ninguna, porque repito que era por un tema subsidiario y menor, y le habían dado con el máximo rigor del código. Yo no iba a salir a defenderlo para que no le den el máximo. Si nadie informó sobre esa declaración, ni el Ejército ni la Jurídica del ministerio, quedaba como que lo sancionaban por fugarse del hospital y punto”.

 EL QUE ATRASÒ EL RELOJ

juan pedro ciganda

No es buena cosa que la pandemia que azota al planeta nos inyecte virus como el de la desmemoria, la pasividad ante presencias nuevas de viejas teorías – aunque la palabra “teoría” es un poco excesiva – o nos lleve a dos tipos de prescindencias.

Una frente a los asuntos del país y de la sociedad que no se toman licencia por más cubrebocas que utilicemos y mantenimiento de dos metros de distancia.

  1. Hay que preocuparse y ocuparse de entuertos bien concretos que están a la vuelta de la esquina: por ejemplo, las normas urgentes y presupuestales que en materia económica llevarán a los uruguayos a pasarla peor, a perder conquistas y a vivir un proceso en que los más infelices serán los más perjudicados. Habrá sobradas oportunidades para conversar de esto.
  2. Hay un segundo asunto que no debe dejarse, en forma ingenua, olvidado a la vera del camino porque está aquí, entre nosotros y nos impone pensar. No hay que hacer como los niños que se tapan la carita con la mano y dicen que el sol no existe. La nueva vieja derecha dice presente sin disimulos ni ambages. De esto quiero empezar a hacer algún apunte hoy.

La nueva vieja derecha está expuesta. No se esconde, sino que hace a diario esfuerzos para ser visualizada, exponiendo lo que piensa, lo que impulsa, lo que ataca. Orgullosa de sí misma. Es mejor que así sean las cosas. No hay que hacer deducciones inteligentes. Simplemente basta leer los diarios u ojear la televisión.

Cabildo Abierto es un integrante de la coalición multicolor que gobierna por el voto ciudadano y tiene una especificidad notoria: su incierta vocación democrática. Es importante para el gobierno pues sus votos son decisivos para aplicar un determinado plan. Del plan charlaremos en otras notas. Mas Cabildo merece una reflexión especial.

Tampoco, por ahora, me refiero a la trayectoria del hoy Senador Manini y su desempeño a lo largo de dos gobiernos del Frente Amplio, comandando las fuerzas armadas. Es otro capítulo aparte.

Me resulta interesante hacer unos breves apuntes (a cuenta de mayor cantidad) sobre los “asuntos de ideas” que se ponen sobre la mesa por parte del nuevo sector.

Genuflexiones, importaciones de ideas, novelerías, conspiraciones judiciales, cipayismo apátrida” …son algunos de los tópicos que el Senador Manini y su gente ponen sobre la mesa.

Esta derecha que al compás de Manini reaparece hoy con energía en la sociedad uruguaya no es una rara avis recién llegada al país. Estuvo presente a lo largo de todo el siglo veinte, con grados diversos de incidencia que se explican – como todo fenómeno – en la lógica de cada momento histórico.

En particular, el Senador Manini pertenece a una familia con una larga tradición política que cruzó todo el siglo pasado destacándose por su rol de integrante apreciable del Partido Colorado en las expresiones anti batllistas del mismo (independientes, riveristas).

Es sin duda un error hacer una síntesis que habilite hablar de la “derecha” política en el país como algo consistente, con un ideario inequívoco. Es más pertinente hablar de “las derechas”.

Mas insisto que Manini es parte de una larga tradición en ese terreno dentro del espectro político nacional. Y no es bueno caer en la trivialidad de imaginarnos a esa presencia como una casualidad. Hubo y hay un sector de nuestra sociedad que se ha sentido y se siente identificado con esa derecha. Sobran los datos que avalan lo antedicho.

Cabildo Abierto realiza una campaña sistemática contra el sistema de Justicia. Lo hace atacando fiscales, jueces, al Poder Judicial en su conjunto a texto expreso. Sin eufemismos ni indirectas.

  • Sería irresponsable aseverar que no le gusta la democracia al sector en cuestión. Mas su funcionamiento regular – con división de Poderes -no parece ser de su agrado.
  • Surge de las expresiones del Senador que en el Uruguay no vivimos una dictadura sino “un lamentable periodo de fractura y desencuentro entre los orientales”.
  • Los organismos internacionales a los que Uruguay está integrado tampoco son del agrado del Senador, dado que – para él – aceptar sus reglas de juego importa un acto de agravio a nuestra soberanía. Reniega de los compromisos asumidos por el Estado uruguayo con organismos internacionales.
  • No ha tomado nota que “Los crímenes siguientes son imprescriptibles, cualquiera que sea la fecha en que se hayan cometido…: los crímenes de lesa humanidad cometidos en tiempo de guerra como en tiempo de paz, según la definición dada por el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, del 8 de agosto de 1945, y confirmada por las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 13 de febrero de 1946 y del 11 de diciembre de 1946…”
  • Merece destacarse la versión renovada de “romances viejos”. Ha vuelto el problema de lo foráneo. ¡Qué problema con lo foráneo! En especial para los noveles – antiguos nacionalistas. Para el sector en cuestión son novedades o novelerías “de la “izquierda caviar” la agenda de derechos que en Uruguay ha tenido importantes avances en la última década. No se ha enterado Cabildo que las luchas feministas – por ejemplo- en este solar tienen más de un siglo, por lo menos, de rica historia.
  • No han tomado nota los cabildantes – autoproclamados artiguistas – del ideario de los franceses iluministas y revolucionarios, de los norteamericanos insurrectos de 1776 que informan parte del pensamiento y la lucha de José Artigas y sus más cercanos colaboradores. Es inolvidable el humor de Paco Espínola afirmando alguna vez que él nunca había visto a Adam Smith tomando mate. Acaso los cabildantes pertenecen a la corriente de pensamiento que hizo un mausoleo para Artigas, borrando del proyecto inicial toda mención a sus ideas. No vaya a resultar que además de cenizas y bronce…ese revolucionario del siglo XIX tuvieras ideas. Y, ¡Dios nos guarde!……ideas que acaso fueran un poco foráneas. No habían nacido en la Banda Oriental. Como el liberalismo, el federalismo, la justicia social, los proyectos de reforma agraria, la democracia, la idea de representación. Es más, pensándolo bien, ni la Iglesia Católica era nacional. Era importada.

Alguna vez se ha señalado que la historia no se repite. O en todo caso que sucesos o procesos que han significado en determinado momento una tragedia, si vuelven, lo hacen bajo la forma de comedia, de sátira, de payasada.

Es una verdad a medias. Solamente a medias.

Estamos en un minuto de la historia en que, en el orbe y el continente americano en particular, el sistema hegemónico genera personajes como Bolsonaro o Trump, que habrían sido inimaginables hace apenas un par de décadas, en cuanto mandatarios de naciones muy relevantes en la escala internacional.

La barbarie, el racismo, la xenofobia, la homofobia, el belicismo, el desprecio a la democracia, tienen rostro humano…y presidencialista. Lo peor del asunto no son los individuos, sino que hay pueblos que los han convocado.

Por ello es bueno seguir reflexionando acerca del presente uruguayo de algunas expresiones. Esto nos puede llevar al humor o a la preocupación..

En los años cuarenta un médico llamado Alberto Deluca, más conocido popularmente como el cantor de tangos Alberto Castillo generó un éxito con una pieza llamada “El que atrasó el reloj”. Con liviandad podríamos señalar que a esta altura del siglo XXI hay gente que tiene esa nostálgica vocación.

No obstante, prefiero recordar a Bertolt Brecht quien en los mismos tiempos observaba el esplendor del fascismo, llevando al planeta al desastre..

Brecht terminaba “La Resistible ascensión de Arturo Ui” diciendo: “Cuidado señores, no cantar victoria, que aún es fértil el vientre, que dio vida a esta escoria”.

La seguimos.

Juan Pedro Ciganda
Exdirigente sindical, licenciado en historia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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