EMBATES CONTRA LA INSTITUCIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS
Me apuntan con el dedo
Enzo Adinolfi
28 agosto, 2020
Desde el inicio del gobierno, miembros del Poder Ejecutivo y legisladores de la coalición multicolor cuestionan el rol de la INDDHH. En diálogo con el semanario, el director Wilder Tayler advirtió sobre el incremento del nivel de «intolerancia» ante una mirada independiente que estos cuestionamientos revelan y valoró positivamente la pluralidad de opiniones que conviven en la Institución.
Vecinos del barrio Boix y Merino, en Malvín Norte, relatan los hechos ocurridos durante la represión policial y muestran los
perdigones empleados por la Republicana
La intensidad de los embates contra la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) por parte de actores del gobierno y del oficialismo es novedosa. Para Wilder Tayler, uno de sus cinco directores, el gobierno y algunos legisladores de la coalición multicolor desconocen para qué fue creada.
La defensa, promoción y protección en toda su extensión de los derechos humanos reconocidos por la Constitución y el derecho internacional son, a grandes rasgos, los cometidos que debe cumplir. Las obligaciones del organismo refieren a «sugerir medios correctivos, efectuar recomendaciones no vinculantes e intervenir en denuncias por violaciones a los derechos humanos, sin incursionar en las funciones jurisdiccionales, ejecutivas o legislativas que a los respectivos poderes correspondan».1
En diálogo con Brecha, Tayler señaló que si bien «ha habido un recrudecimiento de los ataques en estos últimos meses», incluso antes de instalado el nuevo gobierno se observaba la existencia de sectores en la sociedad y en la clase política que «no aceptan el concepto» del instituto.