MARCHA VIRTUAL
13 de mayo de 2021
Marcha del Silencio 2021:
“¿Dónde están? No al silencio ni a la impunidad.
Memoria, Verdad y Justicia”
Ana María Mizrahi
Por la emergencia sanitaria, la Marcha del 20 de mayo será virtual, al igual que en 2020. Respecto a la aparición de archivos en el Grupo de Artillería Nº 5, Zaffaroni afirmó “no creo que los hallazgos sean azarosos, los archivos están en sus muebles, en sus dependencias, los tienen las FFAA. El año pasado (2020), le presentamos al Presidente Lacalle Pou documentos sobre la posible ubicación de los archivos de las operaciones de la OCOA. Son archivos voluminosos. Todavía no obtuvimos respuesta”, subrayó Zaffaroni.
Un año más de Pandemia ¿qué características tendrá este próximo 20 de mayo?
No dudamos que la marcha sería “virtual”, llegamos a mayo, y es un momento muy difícil y complicado para el país. También llegamos con el “calorcito” del mayo anterior (2020), recuerdo que teníamos miedo de si iba a ser posible la manifestación, y fue aún más grande, y permitió más espacios. No tuvimos esa marcha gigante, que es muy fuerte y muy importante que no la perdamos. La gente se hizo presente en todo el país, nos desbordaron las iniciativas y ahora nos llegan “millones” de mensajes, de todo lo que se está organizando. Nosotros lo que pedimos es confluir en nuestra consigna. El 19 haremos una conferencia de prensa y el 20 a las 19:30 horas emitiremos un video, esperamos que todos se “cuelguen” de nuestra plataforma. Este año no pedimos la cadena, porque el año pasado se nos dijo que no se daría a ninguna iniciativa social. Lo que sí pedimos, es en los medios públicos, para que nuestro mensaje sea transmitido a todo el país.
El acento está en el “¿Dónde están?” Es increíble que aún no hayamos encontrados los restos de los desaparecidos.
¿Cuáles serán los acentos?
El acento está en el “¿Dónde están?” Es increíble que aún no hayamos encontrado los restos de los desaparecidos. En Argentina se pudo avanzar más, aquí que somos pocos y todos nos conocemos, se mantuvo el “pacto de silencio” cuando está debelada la participación institucional de las FFAA y las órdenes para las desapariciones forzadas. Fueron órdenes de los mandos el ocultamiento de esos cuerpos, que se sigue haciendo en democracia, teniendo la información. Cada vez que aparecen archivos, que parecen tan difíciles de encontrar y lo que ha sido difícil en realidad, es la exigencia para encontrarlos. Y no es que no están ahí, porque están. Así como apareció el plano exacto de donde estaba enterrado (Escribano Fernando) Miranda, fue un plano hecho en el momento por la exactitud de las medidas, y fue entregado a Gonzalo Fernández, integrante de la Comisión Para La Paz. Se sigue sabiendo mucho, están las declaraciones en los Tribunales de Honor, es decir, la información está. El acento de “¿Dónde están?”, porque es posible y sería una gran liberación para el Estado. Sería un gran avance para la democracia y no solo para cerrar historias personales. Esto no debería estar ocurriendo hoy en Uruguay.
El año pasado (2020), le presentamos al Presidente (Lacalle Pou), documentos sobre la posible ubicación de los archivos de las operaciones de la OCOA. Son archivos voluminosos, todavía no obtuvimos respuesta. A todos los gobiernos le reclamamos lo mismo, es una obligación de ellos encontrarlos.
Recientemente el Ministerio de Defensa informó que fueron encontraron libros y carpetas en el Grupo de Artillería Nº 5 y que fueron derivados a la Institución de DDHH y a la Fiscalía General de la Nación ¿Ustedes solicitaron recibir dicha información?
Nosotros solicitamos recibir la información, nos enteramos por la prensa, es importante que aparezca y reafirma que la información está. Desconocemos la calidad de lo que contiene. Estamos de acuerdo que lo reciba la Institución de DDHH y también la Fiscalía. Está bueno también que dicha documentación se haga pública. Reafirmamos que la información está, Artillería fue uno de los cuarteles más represivos, en lo personal estuve presa allí. Es posible que haya archivos diseminados por todos lados. El año pasado (2020), le presentamos al Presidente (Lacalle Pou), documentos sobre la posible ubicación de los archivos de las operaciones de la OCOA. Son archivos voluminosos, todavía no obtuvimos respuesta. A todos los gobiernos le reclamamos lo mismo, es una obligación de ellos encontrarlos.
No creo que sean hallazgos azarosos, los archivos están en sus muebles, en sus dependencias, los tienen las FFAA. Lo que ha faltado es una voluntad potente de aceptar la impunidad. Desde la llegada de la democracia, han sido intocados e insubordinados al poder civil. Recordemos lo que costó entrar a los cuarteles, esos lugares “sagrados” que no se podían pisar.
¿Cada tanto, las autoridades encuentran archivos, lo consideran alentador?
No creo que sean hallazgos azarosos, los archivos están en sus muebles, en sus dependencias, los tienen las FFAA. Lo que ha faltado es una voluntad potente de aceptar la impunidad. Desde la llegada de la democracia han sido intocados e insubordinados al poder civil. Recordemos lo que costó entrar a los cuarteles, esos lugares “sagrados” que no se podían pisar. Estamos en otro momento, políticos de hoy que en el pasado decían “hay que dar vuelta la página”, el año pasado se manifestaron a favor de la búsqueda, los partidos tradicionales, el FA, y Cabildo Abierto, opinión que nosotros no tomamos, tienen votos legítimos, pero es un partido militar que en el Parlamento hace apología del golpe de Estado. Todos aceptaron que hay que encontrar a los desaparecidos. Se acepta que dar vuelta la página no sirvió para sepultar cuestiones tan fuertes que sucedieron. Pienso, no hay que encontrar, hay que dar vuelta esos lugares, hay que incautar, aunque está bien que lo hagan a través de la persuasión. A cada gobierno le planteamos “ustedes sabrán como lo harán, como querrán o como podrán hacerlo”, pero que estar están, sería necesario tenerlos.
La justicia tiene que ser respaldada por la sociedad, y movidas como la del 20 de mayo, muestran la adhesión y la necesidad de avanzar sin banderas partidarias hacia los juicios.
Recibieron con satisfacción la decisión de la justicia de condenar al militar retirado Eduardo Ferro por la desaparición del militante comunista Oscar Tassino?
Lo que dijo Karina, hija de Tassino, es lo más acertado, como el sentimiento que nos gana, sentimos alivio, que después de tantos años, tantas denuncias, constatar que tienen tanta protección, marca la magnitud de la lucha que tiene que hacer la sociedad. La justicia tiene que ser respaldada por la sociedad, y movidas como la del 20 de mayo, muestran la adhesión de la sociedad sin banderas partidarias a esto, a encontrar, a avanzar a los juicios. Los juicios parecen no tener incidencia, porque están rodeados de impunidad, de tantos “malabares” que han hecho sus abogados, la justicia ha estado lenta, pero ha habido jueces y fiscales que han batallado por avanzar, también van aprendiendo, es un tema difícil y se va aceptando la aplicación de las leyes internacionales. Que no quede circunscripto a los “crímenes de lesa humanidad”, que no haya una justicia paralela, una doble vara a la que nos acostumbramos. La impunidad se extiende hacia otros lados, la justicia no es justa, las carencias que tiene la gente hace que no todos puedan acceder a la justicia aunque está ahí para todos, no tenemos las mismas posibilidades. Que a los abogados del Sr. Ferro les permitan presentar tres veces la misma chicana, con los mismos argumentos en la misma causa, es una cachetada a la propia justicia. A un criminal como él, fugado dos veces, que se le permita pasar el juicio en libertad es inaceptable, de cualquier modo obtener lo que se obtuvo es muy bueno.
Estamos abiertos a la relación con todos los gobiernos, nuestro reclamo es a las políticas de estado, y al compromiso de los Poderes del Estado.
¿Cómo evalúan la relación con el actual gobierno?
Estamos abiertos a la relación con todos los gobiernos, nuestro reclamo es a las políticas de estado, y al compromiso de los Poderes del Estado. El gobierno y el Presidente es el representante, nosotros estamos abiertos al diálogo, estamos dispuestos a aportar, a todos les exigimos lo mismo y no nos vinculamos distinto con unos que con otros. Desde Jorge Batlle hasta aquí, cada gobierno ha hecho avances. Los avances han sido lentos, con inmenso esfuerzo de nosotros y de la gente. Después del 20 de mayo pasado, solicitamos la entrevista con el Presidente (Lacalle Pou) nos recibió, nosotros queríamos saber cuál iba a ser su política. Él nos reafirmó su compromiso con la búsqueda, también nos dijo que no iba a faltar financiamiento a la Institución de DDHH para la tarea de búsqueda, cuestión que se ha cumplido y se sigue cumpliendo y que es parte de nuestra solicitud. Era algo que se estaba dando y era necesario continuar. El gobierno anterior (Tabaré Vázquez) había dado esta nueva institucionalidad, la búsqueda esta en la órbita de la Institución de DDHH. En ese encuentro (al Presidente Lacalle) le planteamos que aspirábamos a mucho más, que los datos concretos sobre los desaparecidos, era el Poder Ejecutivo el que los podía conseguir y nos respondió que si nosotros le aportábamos elementos concretos, él iba a actuar.
Como Asociación de Familiares exhortamos a firmar contra la LUC, puede parecer que no es de nuestro ámbito pero sí lo es, porque Familiares nació cobijado por el movimiento de DDHH y como grupo fuimos aprendiendo lo que es el apoyo a todas las causas por los derechos de las personas.
¿Un mensaje para este 20 de Mayo?
Esta lucha que empezó hace “tantísimos años”, buscando vivos a los desaparecidos, como los buscaron sus familias, todos los que tuvimos un familiar desaparecido teníamos la esperanza de encontrarlos. Cuando fue llegando el convencimiento que no, se fue trasladando naturalmente a la ansiedad de que esto no volviera a pasar. Nosotros teníamos sobre nuestros hombros, esta vivencia que no la queríamos para nadie y la conciencia de los debes, cuando los países no van a fondo luego de las dictaduras, quedan enquistados gérmenes de esta repetición. Las democracias están siempre amenazadas, la participación de todos es fundamental, entender que es por una sociedad más justa, encontrarlos significa no admitir cosas inadmisibles, que son un ejemplo de que no vamos a permitir que estos cuerpos los hayan enterrado sin decir que hicieron con ellos, que no alcanza con que nos digan somos “otros”, ahora estas FFAA están arrepentidas, es necesario que digan la verdad. La verdad es la base, la fuerza de esta lucha está en la conciencia, en cada hogar que se hable que esto no es ajeno para la calidad de vida que queremos todos. Agradecemos porque hay respeto, empatía, una inmensa sensibilidad, también llamamos a que se reflexione sobre el significado que tiene reafirmar la democracia y la libertad.
Les quiero decir también que como Asociación de Familiares exhortamos a firmar contra la Ley de Urgente Consideración (LUC), puede parecer que no es de nuestro ámbito pero sí lo es, porque Familiares nació cobijado por el movimiento de DDHH y como grupo fuimos aprendiendo lo que es el apoyo a todas las causas por los derechos de las personas. Porque creemos que el conjunto de artículos son regresivos, y afectan avances de derechos que costaron mucho conquistarlos. Son muchos años, mucha gente y muchas demandas en todos los ámbitos, hay una regresión muy grande, en los derechos laborales, de discapacidad, entre otros. Lo más grave de la LUC, es la manera de gobernar que vacía la democracia de contenido. Una ley “urgente” cuando no se necesitaba esa urgencia.
¿Hay un cambio de posicionamiento en Familiares al hacer este pronunciamiento?
Me parece que no hay un cambio, no estuvimos en la organización, pero nos sumamos convencidos de que es necesario reforzar la democracia. Los cambios de gobierno y de políticas, la gente vota legítimamente, pero no se puede caer en el abuso, que la sociedad pueda discutir y manifestar cuando no está de acuerdo. En medio de una Pandemia ¿qué podemos saber del articulado? No era necesario actuar así. Este gobierno tenía fuerza y legitimidad, no necesitaba la LUC.
¿Dónde están? por Jorge Zabalza
12 mayo 2021
En memoria de Beatriz Perlas, nacida un 18 de mayo, verdugueada en sus cumpleaños en Punta de Rieles.
El primer grito en silencio se dio el 20 de mayo de 1996. Lo convocó Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos-Desaparecidos. Nada de banderas partidarias, ellas y ellos son la bandera y lo seguirán siendo mientras no aparezcan con vida… es decir, por siempre.
Hiciera frío o calor, lloviera o tronara, la marcha se convirtió en ceremonia sagrada. Marchábamos para demostrar que las “viejas” no estaban solas, que era nuestra su lucha por saber la Verdad y hacer Justicia. Hasta en silla de ruedas me llevaron una vez, en el 2015. El temporal del 2019 hizo que me volviera de apuro: todavía siento vergüenza por haber faltado al compromiso aquella noche.
Aunque entraña una crítica al sistema que, para prosperar, necesita la impunidad de sus crímenes, el propósito del colectivo de Madres y Familiares no es revolucionar el capitalismo. Su intención es machacar la consciencia del pueblo con el reclamo de juicio y castigo hasta tomen forma de un “Nunca Más” musculoso y … ¡vaya si han logrado que las multitudes entiendan el mensaje!
En estos tiempos, marcados por el retorno de los brujos, los 20 de mayo se sienten como un chaparrón de certidumbres y perspectivas. Cuando todo es desaliento y desesperanza, la respuesta al llamado de las “viejas” renueva la confianza en las reservas morales de este pueblo que supo resistir, enfrentar y rebelarse contra el terrorismo de estado. Es suficiente, no se les puede exigir más, no me atrevo a pedirles que hagan lo que no hemos podido concretar por más intenciones que proclamemos. Desde el cariño y el respeto, acompaño sus decisiones.
En el país de los amortiguadores, el 99% vive perseguido, relegado, excluido y marginado del poder, algunas más que otros, pero todos en general. Nos somete el Estado, el instrumento que nos compele a vender trabajo por un salario, con el fin de sostener la reproducción y concentración de los capitales ajenos. Son estos dueños de todo, el 1% que vive en la cumbre, los únicos que disfrutan de las libertades y derechos “del hombre y del ciudadano”.
Aun así, el 60% de los uruguayos encuentra positiva la gestión reaccionaria del presidente Lacalle, mientras que, apenas la rechaza un 30%, demostración contundente de la efectividad con que trabajan los operadores políticos: los unos, introduciendo la ideología de la “libertad responsable”, y los otros, dada su debilidad, reforzando la idea de que no se conoce un sistema mejor que la república democrática representativa. Las políticas reaccionarias y las progresistas convergen hacia la misma finalidad ulterior: gestionar el estado para acrecentar la rentabilidad de los negocios privados y atemperar las consecuencias sociales de ese crecimiento. Unos preconizan la versión más edulcorada de la barbarie, en tanto los otros asumen la más salvaje y descarnada versión del capitalismo, pero, en última instancia, reaccionarios y progresistas apuestan a la libre circulación de mercaderías y finanzas y a la libre competencia, a la libertad de los zorros en el gallinero.
En ciertos momentos los que ejercen el poder se sienten insatisfechos con los discursos parlamentarios y el espectáculo partidario en los medios, les parecen insuficientes para sus fines. Abandonan la “democracia” liberal y representativa y sacan la lanza. Se les agota la paciencia, renuncian a la pretensión de amortiguar el conflicto social y, aun en plena “democracia” liberal, recurren al terrorismo de estado como hacen Piñera en Chile y Duque en Colombia. Terrorismo con democracias que funcionan y terrorismo desde la presidencia como en Brasil con Bolsonaro.
Es tanta la bronca antisistema acumulada por los pueblos chileno y colombiano, que nada permite entrever su retorno a la trampa de la “normalidad democrática”, a los dueños del poder les quedan cartas por jugar: la constituyente en Chile y Gustavo Petro presidente en Colombia.
En Chile y Colombia parece amanecer un nuevo ’68, con el abajo que se mueve, erguido, combativo, y el arriba que reprime con ferocidad nunca vista, histérico. Por supuesto, los 2000 son muy diferentes a aquellos ’60 y ’70, pero, tanto el terrorismo de estado como la resistencia al malón se transmiten por vías subterráneas de generación en generación y de país en país. Hoy día, pandemia y campaña del miedo mediante, parecen darse condiciones favorables para la reedición de las revueltas juveniles que sacudieron el Abya Yala en los ‘60.
¿Es deseable que los pueblos salgan a las calles para ser masacrados? No. Por supuesto que no. Definitivamente no. Sin embargo, los dueños de todo aprietan el torniquete sin piedad, se agotan las mediaciones del progresismo y no queda otra salida que correr el riesgo de ejercer el derecho a la protesta y la rebelión. Se lucha contra la infamia o se la consiente. No hay otra alternativa. Encierran los pueblos en un laberinto, los obligan a manifestar a mano pelada contra el más moderno y letal armamento.
¿Llegará la tempestad al Uruguay de los amortiguadores aceitados? Difícil que el chancho chifle por ahora, pero es posible pronosticar que llegará la hora en que se cansarán de ejercer pacíficamente la dominación y soltarán las riendas del autoritarismo desenfrenado. En 1968 desencadenó el proceso hacia el terrorismo de estado la lucha por el boleto estudiantil: Liber Arce, Hugo de los Santos y Susana Pintos. Un motivo menor, se puede decir, que no permitía suponer la barbarie que vendría. El desarrollo concreto de los hechos es impredecible, pero las condiciones de desigualdad, exclusión, miseria y desocupación permiten suponer que las explosiones populares de la costa del Pacífico se extenderán por todo el Abya Yala. Negros nubarrones oscurecen el horizonte de nuestro transitar de clase media.
En este país de la amortiguación, con perspectivas tan tristes y sombrías, reconfortan los 20 de mayo. Retumba el redoblar de los zapatos en la avenida, caminando por el borde del sistema, casi cayendo por la cornisa, ¡hartos de la protección a los crímenes del terrorismo de estado! ¡hartos de la muralla que encubre la impunidad! ¡hartos de que nos endilguen la responsabilidad por las altísimas cifras de infectados! En medio del amansamiento general, el silencio del 20 de mayo es un derrame de realidad, rompe el ensueño virtual. En la Avenida se vislumbra una perspectiva transformadora, pero, claro, luego, como todos los 21 de mayo, casi con toda seguridad las cosas volverán a su estado habitual.
Como los invisibles vasos comunicantes entre los pueblos nos convocan a la solidaridad con nuestros hermanos chilenos y colombianos, este 20 de mayo del coronavirus se debería reclamar por las violaciones a los derechos humanos sufridos por los pueblos en Chile y Colombia. Por un ratito podríamos escapar a la corrección política al grito de ¡nunca más terrorismo de Estado! ¡nunca más desapariciones forzosas, asesinatos, tortura y violaciones para amansar los pueblos de América Latina!
En vísperas de otro 20 de mayo
15 de mayo de 2021 ·
Cuando se realizó la primera Marcha del Silencio, el 20 de mayo de 1996, se cumplían 20 años del hallazgo en Buenos Aires de los cuerpos de Rosario Barredo, Héctor Gutiérrez Ruiz, Zelmar Michelini y William Whitelaw, víctimas de un golpe represivo en esa ciudad, al igual que Manuel Liberoff, quien sigue desaparecido. La fecha se tomó como símbolo del reclamo de verdad y justicia en relación con esos crímenes y muchos otros del terrorismo de Estado.
Desde aquella primera marcha hubo presidentes de los tres partidos mayores. Actuaron dirigentes con genuina voluntad de aportar al logro de verdad y justicia, y otros empeñados en evitar ese logro. Las relaciones de fuerzas entre unos y otros fueron distintas en cada período de gobierno, y eso determinó resultados muy diferentes, pero el ocultamiento y la impunidad persisten en la gran mayoría de los casos de desaparición forzada.
Los principales líderes del actual oficialismo aseguran que quieren llegar a la verdad sobre las desapariciones. En cuanto a las responsabilidades penales pendientes, el panorama es otro. El senador Guido Manini Ríos y otras figuras de Cabildo Abierto sostienen que se condena de antemano a los militares acusados, y que hay que ponerles fin a las investigaciones. En los partidos Nacional y Colorado abundan quienes prefieren no hablar de esta cuestión.
Está por verse cuál va a ser la resultante en este período, pero hasta ahora el Poder Ejecutivo no ha sido responsable de retrocesos o avances significativos en la búsqueda de verdad y justicia, aunque esta semana haya aplicado en la materia sus criterios publicitarios habituales.
Antes de vanagloriarse y de desmerecer lo hecho por quienes realmente cambiaron la historia acerca de la verdad sobre las desapariciones, las actuales autoridades tienen un largo y difícil camino que recorrer, en el que pueden contar con cooperación de oficialistas y opositores.
El Ministerio de Defensa Nacional publicó documentos que, según la versión oficial, fueron hallados casualmente en el Grupo de Artillería 5, y el oficialismo presentó esto como una rectificación crucial de lo hecho durante los gobiernos del Frente Amplio.
En realidad, la rápida divulgación de este tipo de materiales sólo es aceptable cuando tienen poca importancia operativa. Si se hallara información valiosa para investigar responsabilidades penales, sería nefasto divulgarla y alertar a los culpables.
Si se tratara de indicios para hallar restos de desaparecidos, antes de darlos a conocer habría que aplicar los protocolos pertinentes, incluyendo la adopción de medidas cautelares para preservar los lugares donde se debería comenzar una búsqueda, sin crear expectativas que podrían verse, una vez más, frustradas.
Además, los documentos del terrorismo de Estado incluyen a menudo datos aportados por espías o informantes que no es fácil comprobar, especulaciones cargadas de prejuicios ideológicos y el registro de declaraciones obtenidas bajo tortura, cuya veracidad no es indudable y que comprometen a personas vivas o fallecidas. Todo esto determina que su manejo deba ser muy prudente.
Antes de vanagloriarse y de desmerecer lo hecho por quienes realmente cambiaron la historia, las actuales autoridades tienen un largo y difícil camino que recorrer, en el que pueden contar con cooperación de oficialistas y opositores. Ojalá que lo intenten.
Familiares dio a conocer las actividades
para el próximo 20 de mayo
“Queremos que la calle y las veredas vacías potencien el silencio”, señaló el colectivo.
Por segundo año consecutivo la Marcha del Silencio, que se realiza todos los 20 de mayo, no se hará en forma presencial debido a la pandemia. De todos modos, la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos ya dio a conocer algunas de las actividades que se realizarán ese día y durante las jornadas previas.
Por ejemplo, el miércoles 19 de mayo el colectivo encabezará una conferencia de prensa en la sede de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), que será transmitida en la cuenta de Instagram de la organización. En tanto, el jueves 20 de mayo, de 7.00 a 19.00, “Colectivos de Corredores realizarán cuatro circuitos en Montevideo y otros en diversos puntos del país”.
“Como todos los años, solicitamos a la Intendencia de Montevideo permiso para dejar libre el trayecto de 18 de Julio que recorre la Marcha. Este año tampoco podremos recorrer esta Avenida como siempre, sino que pedimos dejarla libre y en silencio. Sin gente ni vehículos. No llamamos a acompañar presencialmente ese recorrido. Queremos que la calle y las veredas vacías potencien el silencio”, se explica en un comunicado de la organización.
Por último, el jueves a las 19.30 el colectivo invita a “todos y todas a conectarse a las plataformas de Madres y Familiares y APU (YouTube, Instagram, Facebook), Radio Uruguay y sus repetidoras, TV Ciudad”, entre otros medios, para ver el video con las fotos y nombres de los desaparecidos, “para que juntos/as, desde donde nos encontremos, a lo largo y ancho del país, y desde el exterior, gritemos muy fuerte ‘presente’ luego de cada nombre”.