Antes y después del balotaje la milicada desbocada continúa

Mientras se realizan, aún, los reconteos del balotaje de las elecciones en Uruguay, una vez más los militares, siguen con sus amenazas y decididamente a tomar parte de la situación.

LA BOCA

Presidente del Centro Militar

habló tras el editorial y se

refirió al “combate” del PITCNT

Carlos Silva Valiente afirmó que las Fuerzas Armadas deben tener “el monopolio del uso de la violencia” para actuar con “eficiencia”.

25.11.2019

Carlos Silva Valiente, presidente del Centro Militar, habló luego de que la asociación difundiera el editorial del periódico Nación que llamaba a “extirpar el marxismo”, lo que generó diversos rechazos.

En una entrevista que concedió a VTV Noticias, Silva manifestó que en Latinoamérica hay “un fenómeno generalizado” de manifestaciones sociales que hay que atender.

“Está pasando en Colombia, está pasando en Ecuador, está pasando en Chile, seguramente va a pasar en otros países, no descarto que pueda pasar en Argentina y Uruguay”, manifestó y luego se refirió a lo que él considera como una convocatoria al “combate” por parte del PIT CNT y de la izquierda.

Fíjese que, de alguna manera, el PIT CNT en este momento está diciendo prepararse para combatir. Estamos hablando de combate y de lucha, y hay otros políticos también de tendencia de izquierda que no quiero ni nombrarlos que también lo han dicho”, aseguró.

En este sentido, Silva manifestó: “A veces se asustan de que nosotros hemos planteado de alguna manera que es un riesgo que está presente y que tenemos que estar atentos”.

Silva también aseguró que si a las Fuerzas Armadas “alguien les pide actuar para preservar el orden, para volver a la sociedad a la tranquilidad, tienen que exigir determinadas cosas”.

Allí señaló que las Fuerzas Armadas tienen que exigir cosas “como en Chile ahora”, como que “la justicia tiene que ser la justicia militar”.

“Cuando las Fuerzas Armadas tienen que actuar en una situación de emergencia donde corren riesgo de vida los civiles, la propiedad privada y todo eso, tienen que actuar con eficiencia, eficacia y utilizar el monopolio del uso de la violencia”, expresó.

Silva fue denunciado meses atrás por apología e incitación al delito luego de manifestar que en Uruguay no hubo dictadura y sugerir que hay condiciones como para que los militares tomen el poder.

Montevideo Portal

 

COMANDO BARNEIX

25 de noviembre de 2019

Presentan nuevas denuncias por

amenazas contra el Comando Barneix

Ex autoridades, operadores de Justicia y defensores de derechos humanos presentarán ante el Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal de 16º Turno una ampliación de la denuncia para que se investiguen nuevas amenazas proferidas por el denominado “Comando General Barneix”.

El pasado 23 de noviembre (previo al balotaje) fueron difundidos por Whatsapp y como mensajes de textos nuevas amenazas proferidas por el Comando Barneix.

Dichos mensajes decían: “Todo nuestro apoyo a Lacalle y Manini. El domingo (24 de noviembre) se define el futuro de nuestra Patria. Tenemos que votar a Lacalle como presidente con el apoyo de nuestro comandante Gral. del Ejército Guido Manini Ríos”.

El Comando también expresaba: “Sabemos quién sos y contamos con tu voto y el de tu familia para salvar a la Patria. Es una orden. Las órdenes se acatan y el que no lo haga es un traidor. Sabemos cómo tratar a los traidores. La única opción es ganar. Antes caer de espaldas que de rodillas”.

Agregaba: “Por el aliento de Dios perecen, y por la explosión de su ira son consumidos. Job 4:9”.

“Seguimos en contacto. Aguarde novedades. Empezamos a volver. Comando Barneix”.

El texto del mensaje estaba acompañado por una imagen de militares uruguayos cargando armas.

Dichos mensajes se habrían originado en varios números de celulares de Brasil.

Las nuevas amenazas del Comando Barneix han abarcado un número elevado de personas pero que no se ha logrado cuantificar.

El caso está a cargo de la fiscal Mónica Ferrero y la jueza Julia Staricco.

Dichas amenazas ocurrieron en momentos que el ex general del Ejército y senador electo por Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, publicó en sus redes sociales un video en el cual urge a los militares a no votar por el Frente Amplio.

Además, también coincide con un editorial de la revista Nación que difundió el Centro Militar a través del cual se expresó que “los marxistas finalmente se irán del poder”, y califica como “asonada” los tres últimos gobiernos obtenidos democráticamente por la izquierda en Uruguay.…

Asimismo existió una denuncia del Ministerio de Defensa referida al robo de herramientas de la oficina de archivos documentales, ocurrido en la madrugada del mismo viernes 22 de noviembre.

Mientras que en las últimas horas se conoció un mensaje del ex militar Carlos Techera a través del cual profirió amenazas e insultos a las autoridades de gobierno.

“Les voy a decir algo a los líderes del Frente Amplio, y hagan viral este video. Si ustedes cometen el mínimo error de atentar o contra la seguridad de Lacalle Pou o contra las instituciones de la patria o contra la Constitución de la República por perder las elecciones, ustedes no van a tener la misma suerte del 73. Vázquez… la quedan todos”, sentenció.

Antecedentes

El 25 de enero de 2017, el “Comando Barneix” amenazó de muerte a 13 personas, entre ellas: ex autoridades, operadores de Justicia y defensores de los derechos humanos.

En aquel entonces, la amenaza fue dirigida a los abogados Federico Álvarez Petraglia, Pablo Chargoñia, Óscar López Goldaracena, Juan Errandonea, Juan Fagúndez y Hebe Martínez Burlé; al fiscal general de la Nación, Jorge Díaz; a la ex fiscal y ex directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, Mirtha Guianze; a la ex subsecretaria de Relaciones Exteriores, Belela Herrera; al activista brasileño Jair Krischke; a la investigadora italiana Francesca Lessa; y a los hoy fallecidos: el jurista francés, Louis Joinet, y el ex ministro de Defensa, Jorge Menéndez.

Todos ellos estaban vinculados a la investigación de los delitos cometidos por la dictadura.

El 14 de febrero de 2017 se realizó la apertura del expediente sobre las amenazas de dicho comando.

La amenaza de muerte enviada por el Comando Barneix fue condenada por innumerables organismos nacionales e internacionales, entre ellos: la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo de Uruguay, los Fiscales Generales del MERCOSUR, el Colegio de Abogados de Uruguay, The Center for Justice and International Law (CEJIL), y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El Comando

El “Comando Barneix” toma el nombre del general Pedro Barneix a quien la jueza Beatriz Larrieu procesó en septiembre de 2015 por el delito de “homicidio político de Aldo Perrini”, ocurrido en 1974.

Cuando un Policía llegó al domicilio de Barneix el militar se pegó un tiro en la cabeza.

 

Presidente del Centro Militar:

FFAA pueden ser utilizadas

para “restablecer el orden”

si hay enfrentamientos

con el futuro gobierno

26 de noviembre de 2019 

El presidente del Centro Militar, Carlos Silva, aseguró que tanto el Frente Amplio como el PIT-CNT están llamando a enfrentarse con el gobierno que encabezará el nacionalista Luis Lacalle Pou, y que si es necesario, las Fuerzas Armadas (FFAA) podrán ser utilizadas para restablecer el orden.

“Lo advierto porque es un fenómeno generalizado: está pasando, por ejemplo, en Colombia, Ecuador y Chile. El PIT-CNT está diciendo en este momento que hay que prepararse para combatir, porque estamos hablando de combate y lucha. Otros dirigentes de la izquierda también lo han expresado. Nosotros planteamos que es un riesgo que está presente y tenemos que estar atentos”, sostuvo Silva, quien integró listas de Cabildo Abierto en las pasadas elecciones, en declaraciones al canal VTV.

Pero según Silva, si alguien les pide a las FFAA “para actuar y preservar el orden, tiene que exigir determinadas cosas, cosas como las que plantearon las FFAA en Chile”. Por ejemplo, ejemplificó, dijo “que la justicia que actúe tiene que ser la Justicia Militar”. También sostuvo que es necesario que se respeten sus derechos: “si a mí me mandan a defender las instituciones yo no puedo ir a decirle a una turba enloquecida ‘señor, usted no tiene que hacer eso. Debería portarse bien’”. Para Silva, “cuando las FFAA tienen que actuar en una situación de emergencia, deben hacerlo con eficiencia, eficacia y tener el monopolio del uso de la violencia” para “preservar a la sociedad”.

 

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24/11/2019

Relatora para Uruguay de la CIDH expresó su preocupación por la injerencia militar en la elección, en un contexto de inestabilidad política y social en América Latina

Fabián Werner / Sudestada

Pocas horas antes de la votación de este domingo comenzó a circular en aplicaciones de mensajería, y luego llegó a las redes sociales, el contenido de un mensaje firmado por el Comando Barneix, el grupo paramilitar que amenazó en 2017 a 13 defensores de derechos humanos y operadores de Justicia.

El texto señala: “Todo nuestro apoyo a Lacalle y Manini. El Domingo se define el futuro de nuestra Patria. Tenemos que votar a Lacalle como presidente con el apoyo de nuestro Comandante Gral. De Ejército Guido Manini Ríos”.

“Sabemos quién sos y contamos con tu voto y el de tu familia para salvar a la Patria. Es una orden. Las órdenes se acatan y el que no lo haga es un traidor. Sabemos cómo tratar a los traidores”, agrega el texto.

Más adelante el mensaje agrega: “La única opción es ganar. Antes caer de espaldas que de rodillas”. Y cita un pasaje bíblico del libro de Job, en su capítulo 4: “Por el aliento de Dios perecen, y por la explosión de su ira son consumidos”.

“Empezamos a volver”, termina el mensaje, firmando por el Comando Barneix. 

La circulación de estos mensajes, enviados desde números telefónicos de Brasil, se suma a una serie de hechos vinculados al tema militar que enrarecieron el clima electoral en las horas previas a la votación.

 

 La circulación de estos mensajes, enviados desde números telefónicos de Brasil, se suma a una serie de hechos vinculados al tema militar que enrarecieron el clima electoral en las horas previas a la votación.

Primero fue un video del senador electo por Cabildo Abierto, general Guido Manini Ríos, quien sin dar nombres de personas ni partidos llamó a los militares a no apoyar al candidato oficialista Daniel Martínez, y en cambio votar por Luis Lacalle Pou, el candidato de la oposición.

Al día siguiente, el Centro Militar (uno de los clubes sociales que reúne a los retirados del Ejército) difundió un editorial de la revista Nación, que edita la Cooperativa de Ahorro y Crédito de las Fuerzas Armadas (CAOFA). El artículo, que rememora el tono de los comunicados castrenses de los años 70 y 80, señala: “Hay que cambiar en serio.

Hay que cerrarle claramente el paso al comunismo, a la ideología de género, a la inseguridad y a todos los cómplices activos o pasivos que el Frente Amplio ha conseguido en estos 15 años de ejercicio arbitrario del poder, de la Constitución y de los principios rectores de la tradición y de la patria”.

El editorial añade que “El próximo domingo hay que sellar el camino de un nuevo amanecer.

El Marxismo debe empezar a ser definitivamente extirpado del horizonte de nuestro destino nacional”. La mención a un “nuevo amanecer” tampoco parece casual, ya que ese era el nombre de un semanario que editaba el grupo facista Juventud Uruguaya de Pie (JUP) en los años 70.

El tercer episodio de la serie fue el robo a una oficina del Ministerio de Defensa Nacional, donde funcionó hasta hace pocos días el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia de la Presidencia de la República. Por último, y al igual que ocurrió el domingo 27 de octubre, en la madrugada del sábado 23 se produjo un intento de robo en el depósito de explosivos del Ejército ubicado en Florida.

Preocupacion en la CIDH

La relatora para Uruguay de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, dijo a Sudestada que la reaparición del Comando Barneix “genera polarización” y se suma a las declaraciones conocidas en los últimos días de representantes militares en apoyo a uno de los candidatos.

“Sin lugar a dudas es una preocupación que este comando aparezca en un tono amenazante, a menos de 24 horas de las elecciones, en un contexto en el que algunos militares han realizado algunas manifestaciones políticas, cuando no están autorizados para hacerlo, y deberían sujetarse a la Constitución y por debajo de la autoridad civil”, recordó la comisionada.

Antonia Urrejola, comisionada de la CIDH y relatora para Uruguay.

Urrejola, quien además se encarga de la relatoría de Memoria, Verdad y Justicia de la CIDH, dijo que el mensaje de este comando paramilitar preocupa más “en el contexto actual de América Latina, donde las FFAA y las policías están siendo cuestionadas por su rol en las democracias y las violaciones a los derechos humanos” en países como Chile, Ecuador o Bolivia.

La CIDH ha reclamado en distintas instancias al Estado uruguayo que investigue las amenazas del Comando Barneix, incluyendo una  audiencia pública de la comisión en mayo de 2017 a la que Uruguay no concurrió, pero la causa a nivel judicial no ha tenido avances. 

Por su parte la investigadora italiana Francesca Lessa, una de las 13 víctimas de las amenazas del Comando Barneix en enero de 2017, dijo a Sudestada  que la “impunidad” de los hechos ocurridos hace casi tres años permitió que los perpetradores “se hayan sentido tan impunes y envalentonados para volver a amenazar, ahora de forma masiva, incluso con el mismo nombre, en la víspera del balotaje”;

Lessa recordó que luego de tres años de la anterior amenaza las víctimas han“reclamado en todas partes, en el juzgado, mediante una carta abierta al presidente, hemos logrado una medida cautelar de la CIDH que reconoce la situación grave y de posibles daños irreparables, pero más allá de todos los esfuerzos el expediente está paralizado y muchas de las diligencias que nosotros pedimos nunca se hicieron o, si se hicieron, nunca supimos el resultado.

La investigadora dijo que la falta de investigación de este caso y el del robo al Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) “es responsabilidad tanto de la Justicia como del Poder Ejecutivo por la impunidad en la que dejaron el expediente. Eso permitió que hoy, a casi tres años, nos encontramos en la misma situación, donde grupos que quieren generar un clima de miedo, de terror, de amedrentamiento, sienten que lo pueden hacer porque no hay consecuencias, ya que nunca se tomó el tema con la seriedad que merecía”

En tanto el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) también manifestó su preocupación por los “nuevos mensajes amenazantes” del Comando Barneix, y cuestionó además la existencia de “mensajes contrarios al respeto democrático y de DDHH que se han conocido desde espacios militares”.

En este sentido, también el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) expresó su repudio ante la divulgación del editorial de la revista Nación por parte del Centro Militar y el video de Manini Ríos, que según la organización contienen “declaraciones cargadas de odio” que “pretenden instalar un discurso y una política del miedo”.

 

  Óscar López Goldaracena

presentó denuncia por

amenazas por Whatsapp

firmadas por el Comando Barneix

25 de noviembre de 2019 

Para el abogado constituye “agresión indisimulable contra el sistema democrático”, entre otros.

El abogado Óscar López Goldaracena presentó este lunes, ante la jueza penal de 24º Turno, Ana Ruibal, y ante inteligencia policial, una denuncia en la causa que investiga las amenazas del Comando Barneix, realizadas en febrero de 2017, contra 13 personalidades defensoras de los derechos humanos, entre ellos el propio López Goldaracena. El abogado acompaña la denuncia con las noticias divulgadas por La República y la diaria en las que se consigna la circulación de mensajes de Whatsapp, firmados por el Comando Barneix, que días antes del balotaje instaban a votar a Luis Lacalle Pou “como presidente, con el apoyo de nuestro comandante” Guido Manini Ríos. Los mensajes decían además que se trataba de “una orden” y que “las órdenes se acatan y el que no lo haga es un traidor. Sabemos cómo tratar a los traidores”. Además, el abogado señala que una de las publicaciones citó a un analista político brasileño que en un medio de ese país asoció los mensajes de Whatsapp con el empresario Luciano Hang, uno de los que financiaron la campaña de Jair Bolsonaro, que en vísperas del balotaje en Uruguay llamó vía Twitter a los uruguayos a votar contra la izquierda. Una de las razones de que se asociaran los hechos con el analista es que algunos de estos mensajes llegaron a Uruguay desde números telefónicos de Brasil.

López Goldaracena sostiene que, sin perjuicio de que la conducta denunciada podría calificar de “delito de violencia privada ejercida contra los destinatarios puntuales de los wasaps desde el momento que pretende que realicen un hecho mediante amenazas”, o que también podría calificar de “delito electoral por coartarse el ejercicio libre del sufragio” o de “delito de atentado político no previsto por la ley”, “constituye una agresión indisimulable contra el sistema democrático, el orden político del Estado, las libertades políticas y los derechos de los ciudadanos.

 

Evidencias abrumadoras contra

Manini Ríos. Solicitaron

su desafuero

Todos los funcionarios públicos tienen la obligación de denunciar aquellos hechos de apariencia delictiva acerca de los cuales toman conocimiento en el cumplimiento de sus actividades. Es una disposición legal. Su incumplimiento es, no sólo una falta administrativa, sino  un delito penado por la ley. Denunciar supone realizar una acción formal, por escrito, generalmente, ante el órgano jurisdiccional competente, dando cuenta de lo ocurrido. El general retirado Guido Manini Ríos, mientras era comandante en jefe del Ejército, incumplió sus obligaciones legales al tomar conocimiento del testimonio brindado por  José Nino Gavazzo y Jorge “Pajarito” Silveira en el Tribunal de Honor que juzgó la conducta de ambos.

Lobo con piel de cordero. Ocultó información decisiva a la justicia.

Una vez que el Parlamento conceda su desafuero, si la coalición gobernante partir del 2 de marzo de 2020  que Guido Manini Ríos  integra no lo impide, será la justicia la que determinará la sanción que le corresponda por no haber dado cumplimiento a las disposiciones legales de informar, como comandante en jefe, acerca de las declaraciones de los imputados en el Tribunal de Honor como correspondía. Su omisión de denunciar ha quedado demostrada. En el expediente no consta que haya informado a sus superiores como estaba obligado y mucho menos al Poder Judicial. 

Hasta el momento, Guido Manini Ríos tampoco ha presentado la constancia de haber realizado la denuncia ante el órgano competente.

Tres generales ya testificaron en su contra

Siguiendo el ritual delictivo de los terroristas estatales desde el retorno a la institucionalidad democrática, Guido Manini Ríos niega su responsabilidad en los hechos que se le imputan. Acusa al poder judicial de perseguirlo siguiendo directivas del poder político. Se presenta ante la opinión pública y los medios de comunicación victimizándose. Como todos los involucrados en los crímenes de Lesa Humanidad ya ha recurrió a todas las artimañas legales disponibles para enlentecer y evadir la justicia.

Los generales Alfredo Erramún, Gustavo Fajardo y José González,  señalaron que informaron  a Manini Ríos, como correspondía, al presentar testimonio ante la justicia, indagados por su participación en el tribunal de honor que juzgó la conducta de José Nino Gavazzo y de Jorge “Pajarito” Silveira. Declararon que ellos lo alertaron  en dos oportunidades acerca del tenor de las declaraciones a las cuales accedieron.

El comandante en jefe, así consta en el expediente administrativo, desechó lo asesorado por sus generales. Consciente de las implicancias jurídicas y políticas que la presentación de la denuncia podía tener, optó por no realizarla y encubrir a los involucrados: José Nino Gavazzo y Jorge “Pajarito” Silveira.

Más que una simple omisión: encubrimiento

Los integrantes del Tribunal de Honor del Ejército le informaron a su comandante, el general Guido Manini Ríos, que Gavazzo había confesado haber tirado el cuerpo de Roberto Gomensoro al río Negro.

La omisión de Guido Manini Ríos de denunciar ante la justicia la confesión voluntaria que brindara José Nino Gavazzo ante el Tribunal de Honor, acerca de la desaparición de Roberto Gomensoro en 1973, hubiera permitido que continuara como inocente de dicho crimen. La causa judicial que lo involucraba había sido archivada. José Nino Gavazzo había sido exculpado en ella por falta de pruebas, ante su negativa en los estrados judiciales.

Además, el testimonio de Jorge Pajarito Silveira en el mismo tribunal, incrimina a Gavazzo y aporta información valiosa sobre la desaparición de Eduardo Pérez, conocido como el “el gordo Marcos”, cuyo destino es incierto hasta el día de  hoy, habiendo permanecido detenido en el Batallón de Artillería N° 1 en 1974 e internado en el Hospital Central de las FFAA en mayo de dicho año.

La labor periodística de Leonardo Haberkorn lo puso al descubierto. Gracias a ello, el Dr. Ricardo Perciballe estuvo en condiciones de solicitar la reapertura de ambas causas.

Juzgar a los responsables y a sus cómplices

El general retirado Guido Manini Ríos es el primer general en actividad a quién se descubrió, investigación periodística de Leonardo Haberkorn mediante,  colaborando activamente con los criminales del proceso para garantizar su impunidad, obstaculizando la labor judicial. Su condena por estos delitos es fundamental para desalentar  conductas similares.

En Uruguay, hasta el momento, solo un pequeño número de responsables de las graves violaciones a los Derechos Humanos, durante el terrorismo de Estado, ha sido juzgado y condenado. El desafuero  solicitado del senador Guido Manini Ríos debe ser concedido. Como colectivo de ex presas y de ex presos políticos haremos las gestiones pertinentes y nos movilizaremos para que todas las bancadas parlamentarias demuestren su compromiso con la Verdad y la Justicia votando el desafuero solicitado por la justicia. Su falta es grave, penal y éticamente.

González Guyer: ningún

gobierno encaró la

formación militar

27 noviembre 2019

Hay que analizar si Manini Ríos no está pensando a la política en términos de guerra, dijo el experto en temas militares

El doctor en ciencias políticas y especialista en temas de Fuerzas Armadas Julián González Guyer sostuvo en Puntos de vista que ninguno de los gobiernos posteriores a la dictadura tomó cartas en la cuestión central referente al tema militar: la formación de los oficiales. Esa es una de las explicaciones de las posturas de militares que aparecen cuestionando, en algunos casos con amenazas, aspectos del sistema político, afirmó.

“Las Fuerzas Armadas uruguayas no han recibido la atención necesaria desde el punto de vista político, normativo o presupuestal de parte de ninguno de los gobiernos de después de la dictadura, y anteriormente tampoco”, dijo. Agregó que los problemas del tema militar son de solución a largo plazo y muy complejos y por eso los gobiernos tienden a postergarlos e ir poniendo parches.

González Guyer sostuvo que la actuación del excomandante en jefe del Ejército y actual líder del partido Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, en el caso de las confesiones de José Gavazzo ante el Tribunal de Honor fue una muestra de cómo se paran los actuales Fuerzas Armadas respecto a la dictadura y sus violaciones de los derechos humanos.

“Hay que analizar con más cuidado, porque es más grave y más serio” en qué medida los pasos de Manini Ríos no son parte de una estrategia, dijo González Guyer. “Dice, anuncia, desanuncia; va para atrás y para adelante (…); informa que va a votar a una hora y después va a otra”, comentó.

En tanto Manini Ríos es un general bien formado, hay que analizar si todo eso no es una planificación, si no está pensando a la política en términos militares, de guerra, en la que al enemigo hay que confundirlo y desorientarlo, apuntó el especialista. “Eso me hace pensar en la concepción en que se formó Manini Ríos en la escuela militar, que es la existencia de un enemigo interno y que la guerra contra ese enemigo se debe desarrollar en muy distintos frentes, algunos de los cuales son los de la información o la psicología”, comentó.

Puntualizó que no está seguro de esa hipótesis y que la plantea como una línea de investigación. “No saquemos el ojo del tema militar porque es muy importante”, dijo

En entrevista a Julián González Guyer

 

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Manini: el elefante en la sala

¿Quiénes son los militantes de CA?

Aldo Marchesi

29 noviembre, 2019

Batallón de Infantería número 13 de Montevideo

En 1814 el poeta Iván Krylov escribió una fábula sobre un cronista que iba a un museo, describía los pequeños detalles, pero no se percataba de un gigantesco elefante que estaba en la muestra. Desde entonces se acuñó la expresión “un elefante en la sala”. Los sucesos vinculados al lugar de Cabildo Abierto (CA) en el proceso electoral se adecuan a esta metáfora. El elefante aparece, se mueve, hace temblar la habitación, pero la mayoría de los que participan de la esfera pública no se percatan. Un coro de columnistas muestran lo evidente, advierten sobre los riesgos, pero no concitan mayor atención.

Con la mesura que las caracteriza, las elites uruguayas dicen “aún sabemos poco”, “hay que esperar”. Pero ¿qué sabemos hasta ahora? ¿Quiénes son los militantes de CA? En la prensa nos hemos encontrado con militares retirados acusados de violaciones a los derechos humanos o que denuncian al “gobierno marxista” usando el mismo lenguaje de la dictadura; convencionales que llaman a crear un escuadrón de la muerte; neonazis que se sacan fotos con Manini; un diputado electo que convoca a ir en contra de la agenda de derechos, y una diputada electa que habla de Manini como el defensor de la tríada patria-familia-religión. También conocemos un programa que no parece tener mucha relación con las expectativas radicales de sus militantes. Y un liderazgo que adquiere características mesiánicas típicas de los líderes autoritarios: “Dios nos mandó a Manini Ríos”, dijo el entonces candidato a vicepresidente del partido. Sabemos además que CA tiene un semanario oficioso, La Mañana, dirigido por su hermano Hugo Manini Ríos, quien fue dirigente de la Juventud Uruguaya de Pie a fines de los sesenta. Por último, vimos un video en el que Manini, en su condición de ex comandante en jefe del Ejército, recurre a su antigua relación jerárquica para pedir votos a sus subalternos.

Es cierto que la experiencia de CA es nueva, pero los actores e ideas que representa no lo son y ya tienen una historia que puede ser rastreada. En la posdictadura hubo agrupamientos políticos menores que vincularon el pensamiento de extrema derecha a asociaciones militares, pero ninguno adquirió estas dimensiones. Estos intentaron presionar a la clase política en torno al problema de los derechos humanos, y luego de que el asunto quedara cerrado con la aprobación plebiscitaria de 1989, algunos hablaron de una reconciliación entre la familia militar y los partidos tradicionales, quienes ayudaron a moderar u ocultar su discurso. Durante el siglo XXI la crisis de los partidos tradicionales ambientó la idea de crear un partido propio.

Aunque CA no reivindicó explícitamente la experiencia dictatorial, esta ha resultado un elemento omnipresente en el discurso y la simbología del partido. La idea de que Manini por su sola condición de militar puede resolver el problema de la seguridad remite a la idea de que la dictadura tuvo un impacto ordenador sobre la sociedad uruguaya. En el video reciente el general retirado refuerza un antagonismo que también se asocia a la experiencia dictatorial: las Fuerzas Armadas se encuentran amenazadas por aquellos que los odian. Ya lo había dicho en su video de despedida como comandante, a comienzos de 2019, pero en este último directamente denuncia al FA como actor y culmina diciendo que “a ellos esta vez los soldados les contestamos que ya los conocemos”. La referencia abierta al “ya los conocemos” remite a una historia común que tiene que ver con el pasado, cuando el FA fue perseguido por los militares. Las denuncias en la justicia que acusan a Manini abonan significados en la misma dirección. Por último, frente al surgimiento de una ola de protestas en América Latina, el líder de CA y sus seguidores han tendido a revitalizar aquellos discursos conspiratorios de la Guerra Fría: antes todo se explicaba por la Urss y Cuba, ahora por el Foro de San Pablo.

***

El surgimiento de CA se da en un contexto global de crecimiento de la extrema derecha en Europa y Estados Unidos, donde varios advierten sobre los riesgos de ese crecimiento para el mantenimiento de la democracia. En América Latina también ocurre algo similar, con un elemento adicional. Dos días atrás, Steven Levitsky (uno de los principales politólogos preocupados por la crisis democrática a nivel global) y María Victoria Murillo escribieron en el New York Times una columna llamada “The Coup Temptation in Latin America”, donde planteaban que los civiles están recurriendo a los militares para resolver las crisis políticas y que eso conlleva el riesgo del retorno a las dictaduras militares al estilo de los setenta. O sea, no se trata sólo de algo local, sino de un fenómeno con dimensiones regionales y globales.

Pero los políticos uruguayos que redefinieron su compromiso republicano y construyeron una nueva institucionalidad democrática en los ochenta han actuado de una manera inercial frente al desafío de este partido y de este momento global. El FA, por motivos que aún resultan difíciles de entender, posibilitó la carrera política de Manini Ríos dentro de las Fuerzas Armadas. Algunos interpretaron la dimensión nacionalista y popular como un elemento compartido, pero se olvidaron de que más allá de dicha retórica lo que prima en esos movimientos es un componente antiigualitarista y reaccionario. Para muestra vale el ingenuo posicionamiento de algunos sectores del FA en 1973 ante la declaración de nacionalizaciones y reforma agraria en los comunicados 4 y 7 que terminaron abriendo camino a una dictadura que no tuvo nada de redistribución sino de represión.

En los partidos de la coalición multicolor ha primado una lógica político-electoral que suspende el juicio ético-político ante el objetivo de alcanzar la victoria electoral. Sectores que se dicen liberal-progresistas (Talvi) o socialdemócratas (Mieres) optaron por acordar con CA. Ambos han hecho malabares para justificar su posicionamiento, para terminar luego diciendo que sus diferencias con Manini se tratan de “matices”. Es extraño cómo estos centristas que aspiraban a visiones más moderadas de la política, teniendo la oportunidad histórica de crear un gobierno de centro al condicionar sus votos a Martínez, optaron por formar una coalición que se radicalizó por derecha. Dentro del Partido Nacional el efecto CA llevó a que algunos extremen sus definiciones y defiendan a Manini con argumentos dignos de la Guerra Fría. Frente a las críticas contra CA llegaron a decir que en realidad los antidemocráticos son los del FA por su postura sobre Venezuela. Esas maneras en que sectores liberales democráticos se posicionaron frente a actores autoritarios también remiten a experiencias históricas, como cuando los grupos democráticos del Partido Colorado convivieron con Juan María Bordaberry, o el arrepentimiento de Wilson Ferreira por votar la ley de seguridad del Estado, que habilitó el camino a una mayor participación de los militares en la vida política en 1972.

El pasado no se repite, es una herramienta que tenemos para entender la experiencia presente. Pero lo cierto es que nuevamente la experiencia de la historia reciente adquiere una brutal vigencia. No sólo resulta necesario reflexionar sobre las condiciones que habilitaron el autoritarismo, sino también continuar las luchas sobre lo que significó la dictadura en Uruguay. Puede sonar simplista, pero en esta nueva ola de extrema derecha se puede establecer una causalidad casi directa acerca de las maneras en que en las últimas décadas se desarrollaron políticas de memoria en los países del Cono Sur y el resultado electoral de organizaciones políticas que empatizan con el pasado dictatorial. En Argentina alcanzaron sólo el 2,7 por ciento; en Chile 7,9 por ciento, en Uruguay el 11 por ciento, y en Brasil Jair Bolsonaro alcanzó el 43 por ciento.

Hay mucho que pensar sobre cómo contener y reducir estas tendencias. Pero parece claro que la discusión pública sobre el pasado y sus conexiones con este presente sigue resultando útil para cercar los discursos autoritarios, para que los partidos y los medios comiencen a evaluar más seriamente lo que está en juego, y para que aquellos que se sienten seducidos por aquellos impulsos autoritarios replanteen y aclaren sus políticas o sufran el aislamiento político.

 

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La trama (II)

Sobre el Comando Barneix.

Daniel Gatti

29 noviembre 2019

Por “trama”, dice el diccionario de la Rae, se entiende “una disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa”. También “artificio, dolo, confabulación con que se perjudica a alguien”. Cualquiera de esas dos acepciones puede ser perfectamente aplicada a una serie de hechos recientes protagonizados por distintos integrantes de lo que se ha llamado “la familia militar”.

“La trama” fue el título de una nota publicada en Brecha dos años y medio atrás (18‑VIII‑17), en la que se ponía en relación una serie de hechos: la aparición del Comando Barneix, con sus amenazas de muerte a 13 personalidades ligadas, en su mayoría, a la defensa de los derechos humanos; el robo de archivos del Grupo de Investigación en Arqueología Forense; la multiplicación de comunicados, declaraciones y editoriales de jerarcas del Centro Militar (formado sobre todo por oficiales retirados, pero también por activos) con amenazas varias y reivindicaciones corporativas.

En el poder político, incluido el Frente Amplio, pocos –casi nadie– unieron unos hechos con otros. Se prefirió hablar de “trasnochados”“dinosaurios”“locos”“bocones”; se optó por “desdramatizar”, a pesar de que los actos y las declaraciones de unos y otros iban en el mismo sentido y se completaban formando una trama, una melodía de distintos tonos. Más graves, más agudos, según los casos. Máxime cuando se conocían documentos (Brecha los reproducía en esa nota de 2017 y el periodista Roger Rodríguez los había divulgado detalladamente años antes en el semanario Caras y Caretas) que dejaban al descubierto una estructura compleja, en la que estaban involucrados integrantes de varias promociones de militares, grupúsculos nacionales y extranjeros de extrema derecha, y civiles entonces vinculados con el Partido Nacional (PN). Por varios años esa estructura se vertebró en torno al llamado Foro Libertad y Concordia, saludado en su momento como un “nuevo actor político” desde el periódico Nación, editado por la Cooperativa de Ahorro y Crédito de los Oficiales de las Fuerzas Armadas (Caofa) y dirigido por el profesor César Jover, un dirigente de la lista 25 del PN en Lavalleja. La Caofa está, a su vez, presidida por el coronel retirado Carlos Silva Valiente, quien también está al frente del Centro Militar y fue, a fines de octubre, candidato a diputado por Cabildo Abierto (CA).

Los actores de las últimas semanas han sido más o menos los mismos, con agregados provenientes del mismo tronco y con un tono bastante más elevado, producto de los tiempos que se avecinan y de la impunidad pasada. Un día un dirigente de CA (elegido convencional) convoca por Facebook a formar escuadrones de la muerte para limpiar el país de delincuentes y zurdos. Poco después, un ex candidato a la Intendencia de Rocha por el PN, Carlos Techera, en un video transmitido en vivo por la misma red social, se vanagloria de tener contacto con militares y amenaza de muerte a quienes (“tupamaros o no”) se salvaron de “quedarla” en el 73 (“ahora la van a quedar todos”, dice). Casi simultáneamente, el viernes 22, el Centro Militar difunde un editorial del ya mencionado periódico Nación, en el que se llamaba a culminar, en el balotaje del domingo, “el proceso de redención de los derechos y valores del pueblo oriental, heridos, socavados, despreciados por 15 años de asonada frenteamplista”, y “extirpar al marxismo”.1 El mismo día el general retirado Guido Manini Ríos convoca a la familia militar a votar en contra del Frente Amplio. Poco antes se revela el ingreso de “desconocidos” a un local del Ministerio de Defensa en el que estuvo operando, hasta hace pocas semanas, el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia. También el viernes reaparece el Comando Barneix, con un comunicado en el que llama a la tropa a votar a Luis Lacalle Pou “con el apoyo de nuestro general Manini Ríos” y amenaza a quien no lo haga con darle el tratamiento que se da a los traidores. El texto del Comando es enviado igualmente –por Sms y mensajes de Whatsapp originados en Brasil y Argentina– a un número todavía desconocido de personalidades ligadas a la defensa de los derechos humanos y a grupos de izquierda. El lunes 25, Silva Valiente vuelve al primer plano en una entrevista en Vtv, en la que prevé que en el nuevo contexto político del país se producirán movilizaciones sociales similares a las que se están dando o se han dado en Chile, Colombia y Ecuador, y el gobierno recurrirá a las Fuerzas Armadas para reprimirlas. “Los militares están listos”, había afirmado el mismo Silva tiempo antes. “Estamos volviendo”, amenazó el Comando Barneix.

¿Todo inconexo?

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El abogado Óscar López Goldaracena, en un escrito difundido el martes 26, y la ex fiscal Mirtha Guianze, la investigadora italiana Francesca Lessa y el brasileño Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Rio Grande do Sul, en otro escrito, presentado el miércoles 27, ampliaron su denuncia judicial contra el Comando Barneix. Los cuatro figuraban en la lista de amenazados de muerte en 2016 por ese grupo paramilitar.

En su escrito, Guianze, Lessa y Krischke relacionan los últimos hechos (el video de Manini, el ingreso al local del Ministerio de Defensa, el mensaje del Centro Militar, la reaparición del Comando Barneix y otros), como lo habían hecho con la seguidilla de actos concordantes producidos en 2016 y 2017. “Es muy fuerte lo que está pasando en Uruguay. Queda en evidencia, una vez más, que todos estos, que aparecen ahora reivindicando la dictadura, amenazando gente y diciendo que van a volver, estaban allí. Se los toleró y se los dejó crecer”, dijo Krischke a Brecha desde Brasil. “Esto demuestra claramente las consecuencias de la impunidad. La jurisprudencia internacional ha dicho en muchas oportunidades que la impunidad genera las condiciones para que se puedan cometer nuevos delitos”, coincidió Lessa. “A pesar de nuestros reclamos como amenazados, nadie –ni la justicia ni otras autoridades competentes– ha tomado esa amenaza con la debida seriedad en estos últimos tres años. El Comando se sintió envalentonado por esa impunidad”, escribió a Brecha la investigadora italiana. Krischke recordó, además, que algunos de los protagonistas de estas arremetidas, como Manini Ríos y muchos otros, crecieron apañados por gobiernos que hubieran debido cortarles el paso. Y más crecen, obviamente, cuando se los legitima como actores “normales” y se gobierna en alianza con ellos. Todas esas cosas y otras, relacionadas con agendas sociales y políticas prometidas e incumplidas, explican que prosperen los Bolsonaro, piensa el activista brasileño. No es el único.

  1.   En su número de octubre la revista publicó un editorial titulado “Un solo clamor: fuera el comunismo del Uruguay”, varios artículos en defensa de Manini Ríos, un artículo en el que se justifica el asesinato en la tortura de Roberto Gomensoro Josman (“un terrorista que murió en la guerra que él quiso y causó”), otro sobre la “ideología de género, la nueva lucha de clases”, un exquisito poema “A Cabildo Abierto” (“Salve Guido y sus valores, nuestro rico patrimonio, rescatando a nuestro pueblo, de las manos de un demonio”), propaganda electoral de CA…

 

 

Para leer LA TRAMA (1) 

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