Y aún osan explicar…

espectador

Carlos Silva en Suena Tremendo 

 Para el coronel (r) Carlos Silva, presidente del Centro Militar, las acusaciones sobre delitos cometidos por militares durante la dictadura son “una historia que se inventó nivel de la izquierda” y considera que la Justicia “fue manejada políticamente”.

coronel

Se hicieron mal los juicios, se pusieron pruebas que no son pruebas” aseguró el presidente del Centro Militar, refiriéndose a los militares encarcelados por delitos de lesa humanidad. “Tenía que ir gente presa” afirmó, dijo que “a la Justicia no le tengo mucha confianza” y explicó que es porque la misma fue “manejada políticamente“.

Para Silva, la mayoría de los militares encarcelados “son personas que los agarró la máquina en determinado lugar, en determinado momento. En combate no es cuando uno está tranquilito. Es uno o es el otro. Y pasan esas cosas” dijo, refiriéndose a los asesinatos de civiles. “Les tocó estar en un lugar jorobado. En un lugar donde estás peleando”.

Con respecto a la tortura, el coronel dijo que “hay que estar ahí”. “Si a uno le están por matar un camarada y sabe… uno tiene que conciencia que lo puede salvar… Ustedes pónganse en el lugar de un amigo” justificó. Consultado sobre si durante la dictadura él se puso en ese lugar, contestó: “Yo no. Y si me hubiera puesto no le decía”.

Las acusaciones

Para el presidente del Centro Militar, no es cierto que durante la dictadura los militares utilizaron el aparato represivo para secuestrar y torturar. “Usar el aparato represivo es una historia que se inventó a nivel de la izquierda. No. Los que estábamos ahí andábamos correteando por la calle tratando de que no nos mataran en una parada de ómnibus” aseguró. “El combate es combate”.

Tampoco cree que haya habido violaciones sistemáticas de mujeres por parte de militares durante la dictadura. “¿Cuántas mujeres violadas conoce? Yo le pregunto a todo el mundo y nadie sabe. Yo no conozco. Ojo, no quiere decir que eventualmente haya pasado en algún lado, pero que masivamente esas cosas se denuncian no es verdad. A nosotros, concretamente, teníamos la Justicia Militar siempre pisándonos los talones”.

Otra cosa que disputa es la cifra sobre los desaparecidos uruguayos. “Muchas veces lo que se hace es proyectar la situación de Argentina para dentro del Uruguay. Ponen 200 desaparecidos en Uruguay. Eso es una mentira. Acá en el Uruguay creo que fueron… 32… y de los cuales algunos no eran nuestros“.

El Plan Cóndor lo hizo la OEA” aseguró, desmintiendo que haya habido una coordinación entre las dictaduras latinoamericanas para, conjuntamente, cometer delitos de lesa humanidad y ocultarlos a posteriori. Para Silva el Plan Cóndor fue “lo mismo que las coordinaciones que hay ahora entre todas las policías de Latinoamérica”.

Tampoco consideró que hubo presos políticos en Uruguay. “¿Presos políticos? Había delincuentes presos” afirmó, y aseguró que morirá con las botas puestas en su posición, pese a las acusaciones, evidencia y testimonios.

El hipopótamo

Antes de despedirlo, Juanchi le preguntó a Silva si conocía “el chiste del hipopótamo”. Como el coronel le dijo que no, Juanchi pasó a contar el “chiste”.

Se reúnen ejércitos de varios países a cazar un chancho. Se toman el tiempo, y la idea es ver qué ejército logra cazar al chancho primero.

Primero, Estados Unidos. Arrancaron la caza y a la hora vuelven con el chancho. Después: Rusia. Vuelven a las dos horas con el chancho. El tercero es el ejército chino, que vuelve a las tres horas. Van llegando todos los ejércitos menos el de Uruguay. Pasan las horas, pasan las horas, y todos se preguntan: ¿qué pasó con el ejército uruguayo?

De pronto, a lejos, aparece un camión con la bandera del ejército uruguayo. Llegan los militares. “Más vale tarde que nunca”, dicen. Traen un hipopótamo. Los organizadores los miran y dicen “Esto es un hipopótamo, no es un chancho”.

“No, no, mire, esto es un chancho” señala el militar uruguayo. “Pero señor, lo estoy viendo, es un hipopótamo” insisten los organizadores.

Entonces, el militar uruguayo saca una picana y le da al hipopótamo, que grita “¡Soy chancho! ¡Soy chancho!”.

Silva se rió y comentó que el chiste “está bueno”.

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Reacciones a los dichos del coronel(r)Carlos Silva

corsilva

Declaración del PCU en repudio a las declaraciones del coronel Silva

El PCU expresa su repudio a las manifestaciones públicas de militares retirados que en estos últimos días han reivindicado el Terrorismo de Estado y la dictadura.  Estos hechos demuestran la necesidad de defender la democracia y la libertad, enfrentar y desterrar de nuestra sociedad las espinas envenenadas que dejó el fascismo y que persisten amparadas en la impunidad.

Estos dichos no son un hecho aislado. Se ha conocido parte del contenido de los denominados “Archivos Castiglioni” que comprueban que durante la democracia se mantuvieron activos los aparatos de inteligencia de la dictadura y se espió a partidos políticos, sindicatos y legisladores, entre ellos al PCU y la UJC. También se conoció que la embajada de EEUU en nuestro país, en particular la oficina que aquí tiene la CIA, pagó, en democracia, a oficiales policiales y militares para que espiaran por encargo. Hace pocos días se hicieron públicas las declaraciones nostálgicas y golpistas de un coronel retirado, Ruben Hartmann, en un encuentro realizado en Florida. “Por ahora estamos volviendo”, afirmó.

Con una virulencia aún mayor, se expresó el presidente del Centro Militar, coronel retirado, Carlos Silva. En una entrevista radial Silva justificó la tortura, las desapariciones y dijo que no hubo presos políticos: “eran delincuentes comunes”. Silva negó la práctica sistemática de las violaciones contra las presas y presos y preguntó: “¿Cuántas mujeres violadas conoce? Yo le pregunto a todo el mundo y nadie sabe. Ojo no quiere decir que eventualmente no haya pasado en algún lado”. El presidente del Centro Militar dijo que no confía en la Justicia “porque está manipulada políticamente” y reivindicó la actuación de la Justicia Militar en la dictadura.

Negó la Operación Cóndor y dijo que “es un invento de la OEA”. Silva restó entidad a la cantidad de desparecidos y aceptó que “pueden ser 32 y no todos son nuestros”. Y finalmente reiteró la falsa épica fascista y remató: “El combate es combate”. Estas afirmaciones son de una enorme gravedad y no se pueden dejar pasar sin respuesta. Silva sigue hablando como si nada se hubiera investigado y nada se hubiera probado, como si la impunidad absoluta lo siguiera amparando en su mentira.

Pero hemos luchado contra la impunidad y está comprobado, por la Justicia, por investigaciones del Estado y por miles de testimonios, que aquí se torturó masivamente; que se violaron a mujeres y hombres indefensos; que se secuestró, asesinó y desapareció a más de 200 uruguayas y uruguayos; se entró a los cuarteles y se encontraron los cuerpos de Fernando Miranda, Ubagesner Chávez Sosa, Ricardo Blanco y Julio Castro. Se probó que la Operación Cóndor fue creada por las dictaduras de América del Sur, que se fundó en Chile y que el nombre fue propuesto por los fascistas uruguayos de uniforme en homenaje al asesino de Pinochet.

También se sabe que usted no peleó ninguna guerra coronel Silva, usted es el delincuente, reo de terrorismo de Estado, de haber organizado la represión de su propio pueblo. Sabemos que no todos los militares piensan como Silva. Hubo, durante la dictadura, decenas de militares demócratas, que defendieron la libertad y se pusieron del lado del pueblo y pagaron su dignidad con la cárcel y la tortura que Silva niega. Nuestro cuestionamiento no es a los militares, es a los fascistas, con uniforme y sin él. El PCU repudia enérgicamente los dichos de Silva. Silva es un fascista y un mentiroso.

Comité Ejecutivo Nacional del PCU.

Montevideo 26 de octubre de 2016

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CUIDADO CON ACOSTUMBRARSE A LAS BOTAS

Por Esteban Valenti

botas

El coronel (r) Carlos Silva, presidente del Centro Militar, en diversos medios y sobre todo en una entrevista en Montevideo.comm aprovechó muy bien la democracia que vivimos todos los uruguayos y que nos conculcaron durante la dictadura del que él formó parte y, justifica totalmente, incluso en sus peores aberraciones. Es peligroso que nos acostumbremos a esta historia escrita con las “botas”.

Es una historia escrita con las “botas”, no principalmente por los militares que las calzan, sino con los pies, sin alma y sin rigor ninguno.

Algunas frases: “En dictadura no hubo presos políticos sino delincuentes presos” son “una historia que se inventó a nivel de la izquierda” y considera que la Justicia “fue manejada políticamente”.

Con respecto a la tortura, el coronel dijo que “hay que estar ahí”. “Si a uno le están por matar un camarada y sabe… uno tiene que conciencia que lo puede salvar… Ustedes pónganse en el lugar de un amigo” justificó. Consultado sobre si durante la dictadura él se puso en ese lugar, contestó: “Yo no. Y si me hubiera puesto no le decía”.

“Para el presidente del Centro Militar, no es cierto que durante la dictadura los militares utilizaron el aparato represivo para secuestrar y torturar. “Usar el aparato represivo es una historia que se inventó a nivel de la izquierda. No. Los que estábamos ahí andábamos correteando por la calle tratando de que no nos mataran en una parada de ómnibus” aseguró. “El combate es combate”.

Tampoco cree que haya habido violaciones sistemáticas de mujeres por parte de militares durante la dictadura. “¿Cuántas mujeres violadas conoce? Yo le pregunto a todo el mundo y nadie sabe. Yo no conozco. Ojo, no quiere decir que eventualmente haya pasado en algún lado, pero que masivamente esas cosas se denuncian no es verdad. A nosotros, concretamente, teníamos la Justicia Militar siempre pisándonos los talones”.

Otra cosa que disputa es la cifra sobre los desaparecidos uruguayos. “Muchas veces lo que se hace es proyectar la situación de Argentina para dentro del Uruguay. Ponen 200 desaparecidos en Uruguay. Eso es una mentira. Acá en el Uruguay creo que fueron… 32… y de los cuales algunos no eran nuestros”.

“El Plan Cóndor lo hizo la OEA” aseguró, desmintiendo que haya habido una coordinación entre las dictaduras latinoamericanas para, conjuntamente, cometer delitos de lesa humanidad y ocultarlos a posteriori. Para Silva el Plan Cóndor fue “lo mismo que las coordinaciones que hay ahora entre todas las policías de Latinoamérica”.

Tampoco consideró que hubo presos políticos en Uruguay. “¿Presos políticos? Había delincuentes presos” afirmó, y aseguró que morirá con las botas puestas en su posición, pese a las acusaciones, evidencia y testimonios” El Espectador (8.10 AM)

7) Está claro que hoy a nadie se le puede ocurrir que hay en Uruguay condiciones para un quiebre institucional…

(Interrumpe) Bueno, más o menos.

8) ¿Usted cree que las hay?

Hay, pero no por parte nuestra. Hay violaciones claras a la Constitución y la ley, no se respetó el pronunciamiento popular en dos plebiscitos. El Estado de Derecho deja mucho que desear.

10)  En un reportaje de Búsqueda usted dijo recientemente: “No entiendo cómo ningún efectivo se ha salido de la línea cometiendo acciones no deseadas”. ¿A qué se refiere?

Las Fuerzas Armadas son una organización vertical, pero cuando se les empieza a agitar, a atacar, y se les sacan recursos y los oficiales y el personal subalterno tienen que hacer pininos para sobrevivir, pueden pasar cosas no deseadas. Desde que se nos desbande algún soldado o algún personal y salga a hacer operaciones… cometer delito, me refiero a eso. Hacer un asalto… yo qué sé. O también puede hacer otra cosa… en la cabeza de una persona.

15)  Murieron varios y la Justicia Militar nunca procesó a nadie hasta 1984, en que hubo procesamientos por el caso Roslik.

Bueno, no fueron tantos como se dice. Pero cuando apareció la Justicia Militar todo el mundo cuerpo a tierra.

16)  Con todo respeto, me cuesta creer que un ex oficial de Inteligencia me diga que no sabe qué pasaba con las personas que fueron detenidas y desaparecieron.

Ah no sé, no. No me interesa, no quiero saber.

17) En una entrevista que le realicé hace algunos años le pregunté si había torturado y usted…

(Interrumpe) Le dije que si hubiera torturado no se lo iba a decir.

“Puede haber gente descontrolada, con demasiados rencores, que queda fuera de la línea de mando y sale por la personal”      

18) Para ser más específico, me dijo: “Si le digo que no, usted no me va a creer. Y si le digo que sí, voy preso”. ¿La respuesta sigue siendo la misma?

Sí.

Silva integró la logia Tenientes de Artigas, fue su cara visible en algún momento pero ahora se excusa de responder a la pregunta de si continúa allí. Sea como fuere, se define como un nacionalista y sus razones son muy parecidas a las que desplegó con cierta elocuencia la logia que fue la columna vertebral de los golpistas del 73 y que en la década del 90 fue señalada -aunque nunca se probó- como la autora de atentados con bombas al estudio del expresidente Sanguinetti y al auto del entonces diputado frenteamplista Hugo Cores.” Montevideo.Comm CORONEL (R) CARLOS SILVA CANTÓ LAS 40 “Relato con botas”

Para la inmensa mayoría de los uruguayos, de todos los partidos o sin ninguno, estas manifestaciones son asumidas como la vuelta al pasado de un nostálgico, de un dictador de segundo nivel que hace una revisión de la historia inmisericorde y sin ningún rigor. Se basa en una de las armas principales de las dictaduras: la mentira.

Por eso no voy a rebatir sus falsedades, me voy a concentrar en un aspecto que me preocupa: en que los uruguayos nos acostumbremos y no reaccionemos adecuadamente ante estos empujes del pasado tenebroso. Las declaraciones del coronel Silva son eso, un empuje del pasado.

Puede ser que mucha gente ya no tenga entre sus prioridades la vigilancia y la sensibilidad frente a los resabios dictatoriales. Es malo.

Los uruguayos hemos sido a nivel colectivo, de las diversas organizaciones sociales y políticas e incluso individualmente muy generosos y promotores de la democracia. Nadie tomó venganza por mano propia, nadie hizo atentados contra los responsables de tantos crímenes y tan cobardes. Y no lo andamos exhibiendo. Simplemente nos integramos real y completamente a la democracia.

Otros no lo han hecho totalmente, siguen prendidos a una historia de odios, de justificaciones de sus crímenes, discutiendo el número de los desaparecidos, pero no dicen nada que mataron a una joven mamá y le robaron su bebé, o cuestionando el número de las violaciones. Siguen perdiendo la oportunidad de recuperar algo fundamental para un verdadero soldado: su dignidad.

Por eso mismo los uruguayos no debemos acostumbrarnos a los que piensan con las botas, no solo porque perdieron la cabeza sino porque no tienen corazón.

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Nota: para leer el reportaje al coronel(r) Carlos Silva y “cantó las 40” tocar el botón

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