ROSLIK
09 de octubre de 2019
Apelan decisión de la Justicia de no
reabrir investigación del homicidio
de Vladimir Roslik
Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos aseguró que se generará una nueva instancia judicial para la reapertura de la investigación de la muerte del médico Vladimir Roslik, quien falleció bajo torturas el 16 de abril de 1984 en el Batallón de Infantería Nº 9 del Ejército, de Fray Bentos, en las postrimerías de la dictadura.
A fines de 2018 el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, solicitó desarchivar la causa del médico Vladimir Roslik. Entre otros argumentos, expresó que “no se estaría violando el principio referido a que no se puede juzgar dos veces el mismo hecho, ya que en primera instancia actuó la Justicia Militar, un tribunal dependiente”.
Días pasados, la jueza de Fray Bentos, María Carol Ceraolo Lema, resolvió no permitir la reapertura del expediente del caso Roslik en el entendido de que “los datos aportados por los denunciantes no constituyen hechos nuevos como para fundamentar el desarchivo”, según informó El Eco Digital.
En las últimas horas, Perciballe dijo a la diaria que “interpuso el recurso correspondiente” ante el Tribunal de Apelaciones para que resuelva sobre la resolución de la jueza Ceraolo.
Asimismo, el fiscal aseguró que si “eventualmente se mantiene el archivo de la causa irá por la “casación” ante la Suprema Corte de Justicia.
“Es una aberración que no se investigue un hecho de esta naturaleza”, expresó Perciballe.
Por su parte, la Asociación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos dijo que se generará una nueva instancia judicial.
El homicidio de Roslik
Roslik nació el 14 de mayo de 1941 en la localidad de San Javier. En el año 1962 obtuvo una beca de la Universidad Patrice Lumumba de Moscú por el Instituto de Colaboración Uruguayo Soviético (ICUS) para estudiar Medicina.
El 16 de abril de 1984 falleció a raíz de las torturas de las que fue objeto en el Batallón de Infantería Nº 9 de Fray Bentos. La dictadura uruguaya cometía su último crimen de lesa humanidad.
La Justicia Militar procesó al mayor Sergio Caubarrere por “ataque a la fuerza moral de las Fuerzas Armadas por abuso de autoridad y homicidio culpable”. Pero estuvo preso cuatro meses y 18 días.