A 47 años del crimen.
La masacre de “Las muchachas de abril”:
“Se contaron más de 200 balazos”
Víctimas de la represión estatal, las tres jóvenes murieron acribilladas en un operativo liderado por Juan Rebollo y José “Nino” Gavazzo.
Por Agustín Zabala
La noche del 21 de abril de 1974 fue tormentosa para el barrio montevideano Brazo Oriental. Cerca de la medianoche, un comando de las Fuerzas Conjuntas había tomado la calle Mariano Soler, en busca de Washington Barrios, un militante del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-T), quien vivía en un apartamento junto a su esposa Silvia Reyes y otras dos jóvenes: Diana Maidaich y Laura Raggio.
“Estaban en los techos, en los alrededores de la cuadra. Desde las doce de la noche. Ya sabían que estaban en la casa, porque por algo coparon la cuadra. A las tres de la mañana entraron”, contó en diálogo con Montevideo Portal Horacio Raggio, hermano de Laura, quien es parte de la organización de los homenajes y recuerdos que se harán este martes 23 y jueves 25 a “Las muchachas de abril”.
El grupo militar entró al pasillo que daba a las puertas principales de los apartamentos: “Van derecho al departamento del padre de Barrios, que era enfrente, puerta por puerta, de la casa de las muchachas”.
Al no encontrar a Barrios, les exigen a los padres de este que les digan dónde se encontraba. “Él vive enfrente, pero ahora no está. Está su pareja con dos amigas”, contestó el padre.
“Se dirigen a la puerta de enfrente. Entran, patean la puerta y empieza la balacera, a tirar para adentro. Ya estaban los vecinos con milicos en las casas, en todas. Empiezan a balear, desde arriba de los techos, de todos lados”, cuenta Raggio, detallando que las jóvenes estaban durmiendo cuando irrumpieron los militares.
A las tres de la mañana, contó, sacaron los cadáveres dentro de bolsas de nylon, y a las seis los vecinos vieron cómo se llevaron la helada, la cocina y la cama. “Saquearon todo”.
Cuando entregaron el departamento, los familiares de Barrios vieron cómo había quedado: “Entre un ropero y una pared, donde se habían escondido las gurisas, estaba todo lleno de balas en la pared, pedazos de carne, de pelo, en los techos. Las masacraron. Las masacraron. Contaron más de 200 impactos de bala. A mi hermana fue a la única a la que pudimos enterrar a cajón abierto. Pero de la cintura abajo estaba deshecha”.
Raggio lamenta que en estos 47 años la causa judicial haya tenido “muchas idas y vueltas” y demoras por las “chicanas” presentadas por las defensas de los militares acusados: el teniente general y ex comandante del Ejército Juan Rebollo, José “Nino” Gavazzo, Julio César Gutiérrez, Armando Méndez y Manuel Cordero.
Las defensas adujeron que las jóvenes habían disparado en primera instancia y que, incluso, Rebollo había sido herido. “No es así, en el fuego cruzado se hirieron entre ellos”, señaló Raggio.
“Entre idas y venidas se decía que había armas adentro, ya hay testigos que aseguran que no. Pero en aquel momento ellos podían decir que había un arsenal adentro, y quién les iba a decir que no. Quien les iba a discutir algo a ellos”, se preguntó, conociendo la respuesta.
De los pocos recuerdos que quedan (Museo de la Memoria)
Laura y Diana eran militantes del 26 de Marzo en propaganda, según dijo Raggio, y no integraban ningún aparato armado: “Eran estudiantes que estaban en ese auge de la época, de que había que hacer algo”.
Ragio comentó que estas jóvenes ya habían estado presas meses antes y que allí sufrieron torturas y violaciones. “Lo que uno puede llegar a pensar, nos queda corto”, aseguró.
Raggio dijo que no le llama la atención nada de lo que confesó Gavazzo en el Tribunal de Honor, porque todo eso se sabía hace 47 años.
“No me llama la atención. Qué me van a decir ahora a mí. Pasa que ahora parece que se ha despertado el horror de lo que ha hecho esta gente. Ya se sabía, los parientes ya lo sabíamos, los que fueron torturados, maltratados, por este grupo de malos militares, porque no son todos, no son todos iguales. Este grupo de gente denigraron al conjunto que llevan al uniforme. Por eso no me sorprende.
Mensaje de Donde Estan para el
47° aniversario del asesinato de
las Muchachas de Abril
En este 47° aniversario del brutal asesinato de Diana Maidanic, Laura Raggio y Silvia Reyes, las “Muchachas de abril”, el 21 de abril de 1974, la asociación ¿Dónde Están? , desde Francia, recuerda su memoria y saluda a todo-as lo-as que la mantienen viva.
Acribilladas a balazos por haber querido un mundo más justo y más solidario, son un símbolo de la lucha contra la violencia y la arbitrariedad del terrorismo de estado en Uruguay.
Sus asesinos siguen impunes. Las mentiras y el silencio sobre lo que realmente pasó constituyen todavía hoy una afrenta inaceptable a la justicia.
Mantener la memoria de los hechos y de las víctimas es necesario para que la justicia logre hacer su trabajo, que la verdad sea reconocida, los culpables identificados y juzgados, que la imposible reparación de esas vidas jóvenes interrumpidas, sea por lo menos reconocida.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló hace pocos meses la insuficiencia del trabajo del Estado uruguayo para investigar el caso de esas tres “ejecuciones extrajudiciales”. No hay que esperar que los responsables y los testigos mueran. Será demasiado tarde y la vergonzosa impunidad de esos criminales habrá vencido.
El Estado uruguayo tiene que cumplir las obligaciones que le impone el derecho internacional.
Verdad, justicia y memoria.
No a la impunidad.
Nunca mas terrorismo de estado
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