Argentina: la Justicia condena represores a perpetuidad

Con pedido de perpetua, alegó la querella de HIJOS en la causa Klotzman

Condenas para reparar

el daño de la crueldad

La abogada Nadia Schujman detalló las pruebas de los delitos de lesa humanidad contra las víctimas cuyos hijos representa y subrayó los efectos de esos crímenes. 

01 de julio de 2021

Schujman alegó ayer en la causa Klotzman

La abogada de HIJOS, Nadia Schujman, alegó ayer en la causa Klotzman, que juzga a un militar y tres policías federales por delitos de lesa humanidad contra 29 víctimas. El alegato se centró en las desapariciones de Alejandro Pastorini, José Rolando Maciel, Nilda Herminia Inchaurraga e Isabel Carlucci, como así también el asesinato de Víctor Hugo Fina. El pedido fue de prisión perpetua para Jorge Alberto Fariña, de quien destacó “la importancia en el esquema represivo con múltiples matices: era importante no sólo en el desarrollo de la inteligencia, sino que también actuaba en forma efectiva, operativa dando órdenes y también actuando de propia mano”. Fariña cuenta con condenas anteriores en las causas Guerrieri 1, 2 y 3. “Si en nuestro país existiera acumulación de penas, como en otros países, las que corresponderían a los aquí imputados se contarían por centenares de años, de acuerdo a la cantidad de delitos. Pero ciñéndonos a nuestro ordenamiento cabe preguntarse ¿si no es para estos crímenes, para cuáles reservó el legislador y reservan los jueces como operadores de la ley, el máximo de la pena?”, siguió Schujman.

Un punto crucial que retomó la abogada de HIJOS es que “cada víctima, cada vida arrasada merece justicia, merece que ustedes se pronuncien sobre los hechos aquí ventilados, y cada verdugo debe recibir una pena por los delitos cometidos”.

Y por eso, al detallar las pruebas que existen de cada una de las desapariciones -y el homicidio- que se juzgan, volvió sobre las palabras de sus hijes, a quienes representó como querellante. Sobre Alejandro Pastorini, médico psiquiatra desaparecido el 7 de agosto de 1976, su hija Nora dijo: “Le falta a la militancia, le falta a la salud pública, le falta al psicoanálisis, le falta a sus compañeros y compañeras, nos falta a mi hermana ya mí como hijas y les falta a Lua como abuelo”. Durante su declaración, Nora reconstruyó la vida de su padre.

Ante el arrasamiento que significó la desaparición, Schujman solicitó que “se tome en cuenta el carácter de crímenes de lesa humanidad de los delitos que se juzgan; la gravedad de los hechos descriptos y la intensidad del padecimiento de las víctimas, padecimiento que todos hemos percibido del relato de los sobrevivientes y familiares como dijo literalmente Patricia Maciel , ‘lo que pasó con mis padres devastó a ambas familias y nos devastó a mi hermano y a mí”. 

Patricia y su hermano Juan Pablo tenían 4 y 6 años el 8 de agosto de 1976, cuando fueron secuestrados sus padres Mimí (Inchaurraga) y Rolando (Maciel). Quedaron unas cuantas horas solos en la casa de Servando Bayo al 500. “A partir de ese momento… era esa espera de que mis padres volvieran… yendo a la terraza para ver si venían. No podíamos salir porque la puerta estaba cerrada, y recuerdo esos momentos de estar en la terraza”, contó Juan Pablo en el juicio y detalló: “No recuerdo con exactitud qué cantidad de horas, porque ya, como dije antes, hay una dimensión temporal que es enorme en comparación entre un niño y un adulto, para nosotros fue una eternidad, recuerdo que comimos algo y después un vecino de ahí de la cuadra nos vio que estábamos solos y nos llevó a su casa”.

Así, Schujman subrayó “la crueldad demostrada por los autores, las secuelas psicofísicas que sufren las víctimas; secuelas que persisten en su memoria, en sus cuerpos, en sus trabajos y relaciones afectivas. En definitiva la afectación a sus proyectos de vida”.

La crueldad se sigue manifestando “en el silencio del presente”. Fue contundente el testimonio de Iván Fina, hijo de Isabel Carlucci y Victor Hugo, quien busca a un hermano porque su mamá estaba embarazada de seis meses cuando la secuestraron. “Dependo que alguno de los imputados, de que algunas de las personas que han estado vinculadas a lo que sucedió con mi mamá tenga la decencia de decir qué sucedió con ese embarazo, qué sucedió con mi hermano o hermana. Yo quedo dependiendo de eso, lo cual, déjeme decirle, no solo es tremendo sino que además le diría que hasta una manera de crueldad, ese silencio cómplice de los represores es una crueldad y es una violencia que se sigue realizando”.

Fina, que es integrante de Abuelas de Plaza de Mayo y psicólogo, definió que “la crueldad es eso, es una violencia organizada dirigida hacia otro ser humano con complacencia o sin miramientos”. En su testimonio, el 7 de abril, Ivan le puso palabras al padecimiento de buscar a ciegas. “Lo que me queda pendiente en ese punto es que no hay manera de determinar qué sucedió con mi hermano o mi hermana y eso a mí me desvela. No hay manera de terminarlo. Yo sé que tengo que vivir con la certeza de la incertidumbre, con la seguridad de que no voy a tener manera de saber qué pasó con mi hermano o hermana. Si nació, si no nació, si mi mamá estuvo suficiente tiempo viva como para dar a luz, nació sietemesino, nació llegó a término, que pasó“, dijo ante el Tribunal que integran Mariela Rojas, Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez. 

La querella adhirió “expresamente” al apartado del alegato de Fiscalía en el que se trata el centro clandestino de detención Quinta Operacional de Fisherton, adonde fueron llevadas la mayoría de las víctimas de esta causa. “Consideramos que está exhaustiva y minuciosamente tratado en el mismo y no tiene sentido la reiteración”, dijo Schujman. El fiscal de la Unidad Especializada de Derechos Humanos, Adolfo Villate se tomó cuatro audiencias para alegar, y luego del desarrollo de las pruebas pidió prisión perpetua para el ex militar Jorge Alberto Fariña y los tres ex policías federales Federico Almeder, René Juan Langlois y Enrique Andrés López. Se los acusa por delitos cometidos contra 29 víctimas. Se trata de privaciones ilegales de la libertad, tormentos, homicidios y la apropiación de una niña.

La abogada recordó que “para arribar al voluminoso caudal probatorio que se ha colectado en esta causa, existió el esfuerzo y la entrega de muchas personas que hoy no están para ver este momento y necesitamos nombrarlas como una forma de traerlas y rendirles homenaje. Es necesario recordar a Doña Medina, Natalio Carlucci, Ramona Moyano de Pastorini, Rosalía Muñoz, José Agustín Maciel, Nilda Lucero, Patricia Mabel Colalongo y personas que están vivas y no declararon o son parte de este juicio, pero aportaron mucho a su concreción como Josefina González e Ines Cozzi”. 

Militante, tanco como abogada, de HIJOS, Schujman sumó el “eterno reconocimiento y agradecimiento a Fernando Brarda, pieza fundamental de esta causa”. Brarda es sobreviviente de la Quinta Operacional. Su testimonio permitió determinar que allí habían sido llevados los militantes -mayoritariamente del PRT-ERP- secuestrados en agosto de 1976. “Como esta lucha por la búsqueda de verdad y justicia es un proceso colectivo, su legado continuó en otros y otras que aquí seguimos peleando por lo que nos pertenece como pueblo”, terminó Schujman. 

 

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