Chile: Tribunal de Apelaciones, condena a militares por acción criminal en “La Moneda” en 1973

Corte de Apelaciones dicta

fallo en caso La Moneda

La Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a siete miembros del Ejército como coautores de los delitos de homicidio y secuestro calificado de 23 víctimas, todos colaboradores directos del Presidente Salvador Allende.

 Jueves 4 de noviembre 2021 . 

La corte de Apelaciones de Santiago dictó condena contra siete efectivos del Ejército que participaron como coautores del homicidio y secuestros de 23 colaboradores del Presidente Salvador Allende que fueron detenidos el 11 de septiembre de 1973 desde el Palacio de La Moneda, tras el golpe militar y trasladados al Regimiento Tacna y al “Fuerte Arteaga” en Peldehue, donde fueron fusilados y explosionados con granadas.

Entre las víctimas se encontraban asesores políticos, miembros del dispositivo de seguridad del Presidente Allende (GAP), médicos, economistas y funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile, entre otros.

La Sala que estuvo integrada por los ministros (as) María Soledad Melo, Gloria Maria Solis e Inelie Durán, confirmó lo resuelto en mayo de 2018 por el ministro instructor Miguel Vázquez Plaza, y condenó al entonces militar de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo a la pena de veinte años de presidio mayor en su grado máximo, como coautor de los delitos de homicidio calificado de 15 de las 23 víctimas.

Se trata de  Jaime Antonio Barrios Meza, economista y quien se desempeñaba como gerente general del Banco Central;   Egidio Enrique Paris Roa, ex secretario general de la Universidad de Chile;  Georges Klein Pipper, médico y asesor de la Secretaría General de Gobierno;  Claudio Raúl Jimeno Grendi y Héctor Ricardo Pincheira Núñez también asesores presidenciales; y Luis Avilés Jofré, Manuel Ramón Castro Zamorano, Oscar Reinaldo Lagos Ríos, Julio Hernán Moreno Pulgar Luis Fernando Rodríguez Riquelme, Jaime Gilson Sotelo Ojeda, Luis Fernando Tapia Martínez, Héctor Daniel Urrutia Molina, Juan Alejandro Vargas Contreras y Juan José Montiglio Murúa, todos miembros del GAP.

El fallo condenó a Teobaldo Segundo Mendoza Vicencio, Eliseo Antonio Cornejo Escobedo, Bernardo Eusebio Soto Segura y a Jorge Ismael Gamboa Álvarez, a la pena de siete años de presidio mayor en su grado mínimo, como coautores de los delitos de homicidio calificado de las mismas personas.  Mientras que Servando Elías Maureira Roa y a Jorge Iván Herrera López, actualmente fallecido, fueron condenados a nueve años de presidio mayor por el mismo delito.

Maureira Roa y Herrera López también fueron condenados como autores de presidio menor en su grado máximo, como coautores de los delitos de secuestro calificado de ocho de las 23 víctimas. Se trata de Juan Eduardo Paredes Barrientos, ex jefe de la Policía de Investigaciones; Arsenio Poupin Oissel, ex secretario general de Gobierno, Sergio Contreras, Enrique Huerta Corvalán, ex intendente de Palacio; Daniel Escobar Cruz, jefe de gabinete del Subcretario de Interior; y los ex GAP José Freire Medina, Daniel Gutiérrez Ayala y Oscar Enrique Valladares Caroca.

“De dulce y de agraz”, calificó el abogado querellante Nelson Caucoto la sentencia recaída en esta causa. “De dulce porque 48 años después se está poniendo término a un juicio de raigambre histórica.  Se trata de los hechos ocurridos en el Palacio de La Moneda, esto es en el corazón de la institucionalidad política y republicana de Chile, la que fue arrasada a sangre y fuego por los militares golpistas”.

El abogado agregó que “son 23 víctimas, colaboradoras del Presidente Allende que estuvieron hasta el último momento acompañándolo ese crucial día. Llevados al Regimiento Tacna, torturados y finalmente fusilados en Peldehue por sus captores. De esas 23 víctimas, cuyos restos fueron removidos cinco años después, se lograron identificar 15, que dieron lugar a la calificación jurídica de homicidios calificados. Las ocho restantes dieron lugar a secuestros calificados”.

El lado amargo de la decisión judicial radica a juicio de Caucoto “porque es en estos últimos ocho delitos donde discrepamos de la penalidad y participación determinada, tanto en primera como el de segunda instancia.  Confiamos que la Excelentísima Corte Suprema pueda rectificar en esa parte esta sentencia, para que tengamos justicia plena”.

De acuerdo a la investigación sustanciada por el ministro Miguel Vázquez, se pudo establecer que las víctimas estuvieron en el interior de La Moneda el día 11 de septiembre de 1973 y que salieron por la puerta de Morandé N°80, detenidas y trasladadas al Regimiento Tacna, lugar en donde permanecieron hasta el 13 de septiembre del mismo año, fecha en que fueron sacados del recinto amarrados de pies y manos con alambres, en un camión Pegaso. Luego fueron trasladados al recinto militar “Fuerte Arteaga” en Peldehue, localidad donde las víctimas fueron fusiladas y explosionadas con granadas.

Cinco años después de haber sido fusilados, sus cuerpos fueron exhumados y vueltos a desaparecer. Sin embargo, en el lugar quedaron astillas de huesos y otros restos óseos, con lo cual se logró identificar a 15 de las 23 víctimas. Los ocho restantes no fueron encontrados, desconociéndose hasta hoy el paradero de Sergio Contreras, Daniel Escobar Cruz, José Freire Medina, Daniel Gutiérrez Ayala, Enrique Huerta Corvalán, Juan Eduardo Paredes Barrientos, Arsenio Poupin Oissel y Oscar Enrique Valladares Caroca.

La Cour d’appel statue dans l’affaire La Moneda

La deuxième chambre de la Cour d’appel de Santiago a condamné sept membres de l’armée en tant que co-auteurs des crimes de meurtre et d’enlèvement aggravé de 23 victimes, toutes collaboratrices directes du président Salvador Allende.

La Cour d’appel de Santiago a condamné sept militaires qui ont participé en tant que co-auteurs au meurtre et à l’enlèvement de 23 collaborateurs du président Salvador Allende, arrêtés le 11 septembre 1973 au palais de la Moneda après le coup d’État militaire et conduits au régiment de Tacna et au “Fuerte Arteaga” à Peldehue, où ils ont été abattus et dynamités à la grenade.

Parmi les victimes figurent des conseillers politiques, des membres de la garde rapprochée du président Allende (GAP ) [ grupo de amigos personales], des médecins, des économistes et des fonctionnaires de la police d’investigation chilienne, entre autres.

La Chambre, composée des ministres María Soledad Melo, Gloria Maria Solis et Inelie Durán, a confirmé la décision prise en mai 2018 par le juge d’instruction Miguel Vázquez Plaza, et a condamné le militaire de l’époque Pedro Octavio Espinoza Bravo à vingt ans de prison maximum, en tant que coauteur des crimes d’homicide aggravé de 15 des 23 victimes.

Il s’agit de Jaime Antonio Barrios Meza, économiste et directeur général de la Banque centrale ; Egidio Enrique Paris Roa, ancien secrétaire général de l’Université du Chili ; Georges Klein Pipper, médecin et conseiller du secrétaire général du gouvernement ; Claudio Raúl Jimeno Grendi et Héctor Ricardo Pincheira Núñez, également conseillers présidentiels ; et Luis Avilés Jofré, Manuel Ramón Castro Zamorano, Oscar Reinaldo Lagos Ríos, Julio Hernán Moreno Pulgar, Luis Fernando Rodríguez Riquelme, Jaime Gilson Sotelo Ojeda, Luis Fernando Tapia Martínez, Héctor Daniel Urrutia Molina, Juan Alejandro Vargas Contreras et Juan José Montiglio Murúa, tous membres du GAP.

Le verdict a condamné Teobaldo Segundo Mendoza Vicencio, Eliseo Antonio Cornejo Escobedo, Bernardo Eusebio Soto Segura et Jorge Ismael Gamboa Álvarez à sept ans de prison avec la peine minimale, en tant que co-auteurs des crimes d’homicide aggravé des mêmes personnes.  Servando Elías Maureira Roa et Jorge Iván Herrera López, aujourd’hui décédés, ont été condamnés à neuf ans de prison pour le même délit.

Maureira Roa et Herrera López ont également été condamnés à la peine maximale d’emprisonnement, en tant que co-auteurs des crimes d’enlèvement aggravé de huit des 23 victimes. Il s’agit de Juan Eduardo Paredes Barrientos, ancien chef de la police d’investigation ; Arsenio Poupin Oissel, ancien secrétaire général du gouvernement, Sergio Contreras, Enrique Huerta Corvalán, ancien intendant du palais ; Daniel Escobar Cruz, chef de cabinet du secrétaire adjoint à l’intérieur ; et les anciens GAP José Freire Medina, Daniel Gutiérrez Ayala et Oscar Enrique Valladares Caroca.

La sentence prononcée dans cette affaire a été qualifiée de “douce amère” par l’avocat du plaignant, Nelson Caucoto. “Doux parce que 48 ans plus tard, un procès aux racines historiques s’achève.  Il s’agit des événements qui se sont déroulés au Palacio de La Moneda, c’est-à-dire au cœur de l’institutionnalité politique et républicaine du Chili, qui a été rasé dans le sang et le feu par les auteurs du coup d’État militaire”.

L’avocat a ajouté qu'”il y a 23 victimes, des collaborateurs du président Allende qui étaient avec lui jusqu’au dernier moment de ce jour crucial”. Ils ont été emmenés au régiment de Tacna, torturés et finalement fusillés à Peldehue par leurs ravisseurs. Sur ces 23 victimes, dont les restes ont été retirés cinq ans plus tard, 15 ont été identifiées, ce qui a donné lieu à la qualification juridique d’homicide aggravé. Les huit autres ont été classés comme des enlèvements aggravés.

Le côté amer de la décision judiciaire réside, selon Caucoto, “parce que c’est dans ces huit derniers délits que nous sommes en désaccord avec les peines et la participation déterminées, tant en première qu’en deuxième instance.  Nous espérons que la Cour suprême sera en mesure de rectifier cette partie de la sentence, afin que nous puissions avoir une justice complète”.

Selon l’enquête menée par le ministre Miguel Vázquez, il a été établi que les victimes se trouvaient à l’intérieur de La Moneda le 11 septembre 1973 et qu’elles en sont sorties par la porte du Morandé n° 80, ont été arrêtées et emmenées au régiment de Tacna, où elles sont restées jusqu’au 13 septembre de la même année, date à laquelle elles ont été emmenées des lieux pieds et poings liés avec du fil de fer dans un camion Pegaso. Ils ont ensuite été emmenés dans le complexe militaire “Fuerte Arteaga” à Peldehue, où les victimes ont été abattues et ont subi des explosions de grenades.

Cinq ans après avoir été fusillés, leurs corps ont été exhumés et ont à nouveau disparu. Cependant, des éclats d’os et d’autres restes de squelettes ont été laissés sur le site, et 15 des 23 victimes ont été identifiées. Les huit autres n’ont pas été retrouvés, et l’on ignore à ce jour où se trouvent Sergio Contreras, Daniel Escobar Cruz, José Freire Medina, Daniel Gutiérrez Ayala, Enrique Huerta Corvalán, Juan Eduardo Paredes Barrientos, Arsenio Poupin Oissel et Oscar Enrique Valladares Caroca.

 

 

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