Un artículo de Búsqueda afirma que el gobierno de Lacalle Pou lo aprobaría: Insólito y previsible

El proyecto para otorgar prisión

domiciliaria a mayores de 65

“tuvo el ok” de Lacalle Pou y Sanguinetti

y debería aprobarse este año

Nº 2148 – 11 al 17 de Noviembre de 2021

escriben Santiago Sánchez y Juan Pablo Mosteiro

Raúl Lozano

 “Acá se corta el bacalao”, dice el fondo de pantalla de la computadora de Raúl Lozano, con una referencia al Movimiento Social Artiguista, génesis de Cabildo Abierto. Su usuario es uno de los tres legisladores cabildantes en el Senado, junto a Guillermo Domenech y al líder Guido Manini Ríos, a quien conoció a los 14 años en el Liceo Militar, en 1973, y junto a quien cursó la Escuela Militar aunque en armas separadas —artillero e infante—, pero siempre amigos.

“Pregunten”, anima sin demasiado preámbulo, con el ceño fruncido, sonrisa difícil, este coronel retirado, coordinador de bancada y vicepresidente de Cabildo. Y entre otras cosas responde que tanto el presidente Luis Lacalle Pou como el secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, dieron luz verde hace meses al proyecto de ley del partido de Manini Ríos para otorgar prisión domiciliaria a mayores de 65 años privados de libertad, que en los hechos beneficiaría a más de 20 presos procesados por delitos cometidos durante la última dictadura (1973-1985), hoy recluidos en la Unidad 8 Domingo Arena. Si bien ayer el diputado de su partido Eduardo Lust dijo a radio Sarandí que el proyecto está hecho para esos presos, Lozano sostiene que las leyes no tienen nombre ni apellido, y que el espíritu del proyecto va más allá y responde a un “trato humanitario”.

Negociador con experiencia como observador militar en misiones de paz en Camboya, Angola y Costa de Marfil, Lozano confía en que la iniciativa resulte aprobada antes de fin de año, y aboga por disolver la fiscalía especializada en Crímenes de Lesa Humanidad que dirige Ricardo Perciballe.

Sigue un resumen de la entrevista con Búsqueda.

—Este lunes la escritora y activista Mercedes Vigil le entregó una carta al presidente Luis Lacalle Pou pidiéndole la libertad de presos condenados por delitos en la última dictadura recluidos en la Cárcel de Domingo Arena. ¿Qué lectura hace de ese planteo?

—Ese reclamo no era de Cabildo Abierto, es de los familiares de los que están detenidos. Creo que ellos tienen todo su derecho de reclamar por sus seres queridos.

—No solo familiares apoyaron la misiva, también otros ciudadanos, entre ellos varios dirigentes de Cabildo….

—Bueno, más allá de que puede haber algún integrante de Cabildo, claro está… pero orgánicamente el partido hoy lo que está apoyando es un proyecto de ley por prisión domiciliaria a los mayores de 65 años por un tema de humanidad.

—¿Cabildo no respalda la petición de liberar a estos reclusos?

—Nosotros pensamos que estas personas están en todo su derecho de pedir la libertad para los que están presos. Leyendo toda la historia, aquí hubo dos referéndum que no fueron respetados por los gobiernos del Frente Amplio, y que 16 senadores del Frente Amplio resolvieron cambiar lo que había decidido el pueblo. Eso nos parece algo muy malo para la democracia.

—¿Y qué responde a quienes sostienen que el espíritu del proyecto es favorecer a los que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura?

—Las leyes se hacen con carácter general, no con nombre y apellido. Este proyecto responde al pedido de un trato humanitario justificado en el principio de humanidad sujeto a los organismos internacionales, al informe del comisionado parlamentario penitenciario y a la enfermedad del Covid-19.

—Si era por la pandemia, ¿por qué no se planteó antes?

—Hicimos este proyecto varios meses atrás y en realidad teníamos la expectativa de que lo presentara el Poder Ejecutivo, lo cual veíamos conveniente. Finalmente no lo hizo, pero nos dijo que lo presentáramos nosotros y que ellos lo iban a apoyar. Demoramos en presentarlo porque estuvimos esperando esa respuesta que finalmente no se dio.

—¿Cuándo esperan que se apruebe?

—Aquí estamos hablando de seres humanos que están presos y que de alguna manera hay que respetar sus derechos humanos y su integridad física, mental y hasta sus propias vidas. Muchos han fallecido en prisión y por eso entendemos que esta ley no puede esperar más tiempo, por un principio de humanidad.

—¿Buscan que sea ley antes de fin de año?

—Sí, antes de fin de año.

—¿Lacalle Pou y Sanguinetti le dieron el ok a Cabildo?

—Sí, nos dieron el ok hace unos meses. Me lo transmitió el coordinador del Partido Nacional, que los votos estarían. Y entre los colorados, el sector Ciudadanos siempre dijo que lo estaba analizando y en Batllistas el propio Sanguinetti dijo que estaba de acuerdo con el proyecto y que los votos estarían. Como todo, se puede negociar, sin cambiar la esencia o el espíritu del proyecto. Pero por ahora no hemos recibido propuestas para cambiar nada.

—En la coalición hay quienes advierten que este tema puede generar fisuras dentro del gobierno de cara a la campaña para defender la Ley de Urgente Consideración…

—Hay dos lecturas. Una es esa que usted dice y la otra es exactamente la contraria. Quienes votaron por la coalición republicana lo hicieron por un cambio y también por un cambio en el relato. Esta situación se da por un relato que se repitió durante muchos años y se hizo carne en la sociedad, pero nosotros queremos los cambios que se le prometieron a la gente y lo más rápido posible, sin tibiezas.

—Pero esto no estaba en el acuerdo electoral de los socios de la coalición.

—No estaba dentro del Compromiso por el país, pero es una cuestión de justicia y si se quiere hasta de sentido común. Estamos llevando a la Justicia a gente porque resulta que tiene los ojos de determinado color o porque la voz le suena igual a la de alguien que en algún momento lo maltrató. Y casi todos estos casos son por abusos de funciones, ninguno es por desapariciones o por homicidios… Me refiero a los casos que están apareciendo ahora.

—¿Ustedes preveían un aumento de estos procesamientos por delitos cometidos durante la dictadura?

—Sí, lo sabíamos.

—¿Y se lo advirtieron al presidente?

—Sí, se lo advertimos. Yo advertí que en marzo o abril era posible que pasara esto. Lo avisé, no con el diario del lunes.

—¿Cabildo sigue creyendo que la Justicia no es verdaderamente independiente en estos y otros casos?

—La Justicia es como una gran entelequia en la cual se puede ser justo o se puede ser injusto, porque es llevada a cabo por seres humanos, y estos se equivocan o le dan en el clavo. En este tema la Justicia no dio en el clavo, ya lo hemos dicho muchas veces.

—Pero no deja de ser una crítica concreta al funcionamiento del Poder Judicial.

—La crítica no apunta al Poder Judicial sino más que nada a la Fiscalía. Quien tiene la voz cantante en esto es el fiscal…

—¿Y entonces? ¿Sugiere que lo mejor sería que se disolviera la fiscalía especializada en Crímenes de Lesa Humanidad que dirige Perciballe?

—Capaz que coincido con eso… (ríe). Hoy por hoy hay muchos fiscales que se quejan porque hay superpoblación de casos, y tenemos un fiscal que se está encargando de buscar casos que pasaron hace 50 años.

—Más allá de este tema, varias propuestas importantes para Cabildo no han sido acompañadas por sus socios coaligados. ¿Cuál es el límite? ¿Hasta cuándo va a mantenerse como socio de la coalición?

—Yo espero que hasta el 1º de marzo de 2025. Cabildo logró un 11% del electorado en pocos meses, una votación histórica; somos uno de los tres partidos grandes de la coalición, pero no somos el partido mayoritario. Somos los socios más leales de la coalición. A veces se confunde la lealtad con la obsecuencia. No somos obsecuentes. Decimos las cosas como las pensamos y actuamos en consonancia. Queremos avanzar en nuestros proyectos. No renegamos de ellos, pero no siempre tenemos la misma respuesta de los socios de la coalición, o piensan distinto o creen que no es el camino adecuado.

—Domenech dijo a Búsqueda que a la coalición le ha faltado “empuje” para encarar los temas importantes como el proyecto de ley forestal, o el apoyo a las pequeñas y medianas empresas. ¿Comparte?

—Se va por el buen camino, se está avanzando, pero no a la velocidad o rapidez que nos gustaría. Nos da la impresión de que hay cierta tibieza en el avance, y nos gustaría avanzar más rápido.

—¿Cómo ve la propuesta de algunos integrantes de la coalición de comparecer electoralmente bajo un lema común?

—Cada partido tiene su propio perfil. Habría que ver. Hay mucho que debatir y negociar. Por ahora lo veo como algo lejano.

—¿Lo descarta?

—No. Nada es descartable.

—Proyectos como la modificación de la ley forestal encontraron apoyo del Frente Amplio, lo que provocó una de las primeras divisiones en la coalición. ¿Vislumbra nuevas alianzas con la oposición?

—Vamos a votar todo lo que entendamos que sea bueno para el país, venga de donde venga. La ley forestal de 1987 dio muchísimo trabajo al país y fruto de ella son las inversiones de estas empresas de celulosa. Pero sí ponemos objeción en que en las mejores tierras para producir alimentos se planten árboles. Es eso, y no otra cosa. No queremos decir “no más a la forestación”. No es así. Queremos que haya una matriz del país productivo en el cual esté la producción de alimentos, la celulosa y la industria. No estamos de acuerdo con que se les dé a las grandes multinacionales exenciones tributarias o exoneraciones que no se les dan ni a las pequeñas ni a las medianas empresas locales.

—¿Lo que pasó con UPM?

—No estamos en desacuerdo con UPM pero sí con el acuerdo que se firmó. No con que venga UPM. Bienvenido sea. La inversión, ya sea pública o privada, es la que da trabajo. Somos partidarios de más mercado y más Estado.

—¿Qué cambió en Cabildo para que ahora admitan agrupaciones y surjan sectores con perfil propio como el del diputado Lust?

—Cabildo, como su nombre lo dice, es abierto. No obedece a una sola línea de pensamiento, pueden haber matices sin salir de lo que son nuestros principios y valores artiguistas, de sensibilidad hacia los más frágiles y débiles, y de autonomía de los pueblos. Vemos bien que aparezca un movimiento ambientalista dentro de Cabildo, con un perfil un poco distinto.

—¿Llegó el momento de abrir el abanico para captar más votos?

—Soy vicepresidente del partido e integro la Junta Nacional de Cabildo, y casi semanalmente aprobamos el ingreso de nuevas agrupaciones… Cabildo Abierto se formó con blancos, colorados y frenteamplistas.Es lógico que se abran nuevas agrupaciones.

—¿Y es posible un candidato que compita con Manini Ríos en la interna?

—Quizás también sea posible, sí.

—¿Qué incidencia tienen los militares retirados como usted, Rivera Elgue o Eduardo Radaelli en la conducción de Cabildo? ¿No hay una sobrerrepresentación de militares en el partido?

—Somos ciudadanos y nuestra profesión es militar. Yo amo la carrera militar. Hoy me estoy desempeñando en política. Tengo el honor y el orgullo de ser senador de la República y estoy dando todo de mí para hacer lo mejor posible para responderle a todos esos votos que nos pusieron aquí. No hago esa diferenciación entre civiles y militares. En la fundación del Frente Amplio había una cúpula importante militar, de Líber Seregni para abajo, con generales y coroneles que lo acompañaron. Y en ningún momento se dijo que el Frente Amplio era un partido militar.

“Está bien” un TLC con Europa, China o EE.UU., pero “no a cualquier precio”

—¿Cree que es algo bueno que Uruguay alcance tratados de libre comercio (TLC) con Europa, China y Estados Unidos?

—Está bien estar abierto al mundo, pero lo importante creo que no son los títulos de si conseguimos un tratado de libre comercio con Europa, China o Estados Unidos, sino ver qué dice el tratado, el contenido, porque se tocan cosas muy sensibles. En algunos aspectos va a favorecer a algunos sectores y en otros muy posiblemente los va a perjudicar. Requiere un análisis y un estudio serio y responsable. Antes de firmar un tratado de libre comercio veamos cuál es el contenido y después tendremos una posición. Estamos abiertos, por supuesto, y Uruguay tiene que abrirse al mercado, con puertas abiertas al mundo, pero no a cualquier precio.

Proyecto de Ley para prisión domiciliaria

3791507

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