Argentina: un 24 de marzo en Plaza de Mayo, la MEMORIA PRESENTE!

Tras dos años de pandemia una multitud participó del acto por el Día de la Memoria

Y un día el pueblo volvió a

                                    llenar Plaza de Mayo

Gente suelta, organizaciones sociales, partidos políticos, organismos de derechos humanos, colmaron la principal plaza del país para reclamar Memoria, Verdad y Justicia a 46 años del golpe de Estado. 

Por María Cafferata

25 de marzo de 2022

Los organismos de derechos humanos convocantes leyeron un documento ante la multitud que llenó Plaza de Mayo.

Luego de dos años de pandemia, de dos años de tener que concebir campañas que permitieran ejercitar la memoria pero a la distancia, este 24 de marzo terminó conmemorándose como tantos familiares de víctimas y sobrevivientes de la última dictadura cívico militar habían estado ansiado: con una marea de cientos de miles de personas en las calles. En ocasión del 46 aniversario del golpe de Estado de 1976, las plazas de todo el país se colmaron de gente común, organizaciones sociales, centros de estudiantes, partidos políticos y organismos de derechos humanos. El plato fuerte fue, sin embargo, la inmensa movilización a Plaza de Mayo de los organismos que, bajo la consigna “Memoria para defender la soberanía. Verdad por las y los 30 mil, Justicia para el pueblo”, terminó con la lectura de un documento que apuntó con dureza contra la persistencia de los discursos negacionistas y la responsabilidad de los grupos económicos y judiciales en el genocidio. El acuerdo con el FMI, por otro lado, también sobrevoló muchas de las convocatorias, como la de Asociación de Madres de Plaza de Mayo, la del Encuentro Memoria, verdad y Justicia y la de La Cámpora, que como en años anteriores partió temprano desde el espacio de memoria de la ex Esma.

“Volvimos”, se repetían, una y otra vez, las decenas de personas que al mediodía comenzaban a acercarse a la plaza por avenida de Mayo. La felicidad por el reencuentro en las calles era la norma y por todos lados se veían familias y grupos de chicos y chicas que celebraban poder volver a movilizar luego de dos años de pandemia. “Poder juntarnos después de dos años es muy importante. Me emociona, en especial cuando veo tanta gente joven que va a ser quien va a tener que continuar la lucha. Me emociono, pero estoy contenta”, dijo, al borde de las lágrimas, Rosalía Castello, hermana de Marcelo Castello, un delegado de Entel que fue desaparecido en 1977, mientras aguarda para alzar la bandera azul que lleva la cara de los familiares desaparecidos. “Creo que hoy debe haber más de un millón de personas. Esta es la memoria de nuestro pueblo”, añadió Marta Schwartzman, que caminaba lentamente al lado de la bandera, como intentando cerciorarse que todes los nombres y rostros de las víctimas estuvieran ahí. 

Remeras que decían “Nunca Más”, fotografías con el rostro de los familiares y amigos desaparecidos por la dictadura, carteles que rezaban “Elegimos Memoria” o “¿Dónde está Tehuel?”, banderas (cientos, miles de banderas) de agrupaciones y de organismos de Derechos Humanos, pañuelos que llevaban escrito con marcador indeleble “¿Dónde están?”: las inmediaciones de Plaza de Mayo era un festival de consignas e intervenciones artísticas como en los tiempos pre pandémicos. La diferencia era que muchos (aunque no la mayoría) llevaban también barbijos intervenidos con frases como “Son 30 mil”

“Marchamos con barbijo y nos cuidamos con memoria”, había sido la consigna que lanzaron los organismos para encuadrar la convocatoria, dando cuenta de su habilidad para transformar ciertos obstáculos, como la crisis sanitaria, en un acto simbólico que potenciara, aún más, la consiga de Memoria Verdad y Justicia. Primero fueron las rondas y los pañuelos blancos para hacer frente a la dictadura; luego, los escraches para lidiar con la impunidad; y, ahora, en estos dos años de convivencia con la Covid 19, toda la creatividad fue puesta al cuidado de la pandemia. Por eso en 2020 y 2021 los organismos organizaron campañas que pudieran colectivizar el reclamo de Memoria desde el domicilio de cada uno, como los pañuelos blancos en los balcones o las plantaciones de árboles.

Desde las 9 de la mañana, a su vez, un móvil de Página/12 y AM750 no solo estuvo trasmitiendo sobre las distintas actividades por el Día de la Memoria desde Plaza de Mayo, sino que llegó a repartir 10 mil barbijos con las consignas “Nunca Más” y “Son 30 mil”.

“Reafirmamos la lucha”: el documento

A las 4 de la tarde, unos pocos minutos después de que hubiera comenzado a llover, la bandera azul ingresó a Plaza de Mayo. Las personas que la llevaban –algunos familiares y amigos de las víctimas, pero no todos– entraban saltando, cantando o, incluso, llorando. Muchos hacían la V a los drones que sobrevolaban en el cielo, otros interrumpían la marcha y se abrazaban con un conocido que habían visto cerca. A unos metros, en las diagonales, aguardaban el resto de las organizaciones políticas y sociales que habían movilizado hace unas horas: el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la CCC, Liberación Popular, La Poderosa, Peronismo 26 de Julio, MUP, entre muchísimos otras. Todas esperaban lo mismo, el documento redactado por las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora), Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, APDH, Asociación Buena Memoria, Liga Argentina, Comisión Memoria, Verdad y Justicia, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

“Memoria para defender la soberanía. Verdad por los y las 30 mil. Justicia para el pueblo”, arrancó pasadas las 17 Lita Boitano, quien fue introducida como una “rockstar” junto a Taty Almeida. “A 46 años del golpe genocida, y luego de dos años de cuidarnos, volvemos a marchar a la Plaza de Mayo, nuestra Plaza. Una vez más, llegamos con las fotos de quienes fueron víctimas del genocidio. Sus ausencias nos siguen doliendo, pero traemos en alto sus banderas, sus rostros, sus nombres, sus historias, sus vidas y militancias, y los hacemos presentes”, continuó Graciela Lois. El documento, además de recordar que este año se cumplían los 40 años de la guerra de Malvinas y los 50 de la Masacre de Trelew, giró principalmente sobre las responsabilidades económicas y judiciales durante la dictadura. “El aniquilamiento del llamado enemigo interno y el disciplinamiento de la sociedad tienen responsables económicos, grupos empresariales y militares, que contaron con el apoyo eclesiástico y de la corporación judicial que, hoy como ayer, representa los intereses de las clases poderosas”, denunciaron los organismos, que pidieron “juicio y castigo” a los responsables “de la miseria planificada”.

“Reafirmamos hoy que son 30 mil porque viven en la memoria, pero también porque los insistentes discursos negacionistas vuelven necesario recordar que no se trata sólo de un número: son las historias de las miles y miles de familias”, añadieron los organismos, que pidieron sancionar un marco normativo que pusiera un límite a los discursos de odio. Hubo también fuertes críticas al gobierno de Mauricio Macri: “Con la llegada de los sectores concentrados de poder al gobierno de la mano de Mauricio Macri volvió el endeudamiento internacional. Fue un gobierno para pocos, con hambre para muchos”. 

Las marchas

Como todos los años, el Día de la Memoria estuvo atravesado por numerosas movilizaciones. Las agrupaciones de izquierda, junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia, marcharon al mediodía a Plaza de Mayo con una consigna en contra el acuerdo con el FMI. “30 mil compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos, presentes. No al acuerdo del gobierno con el FMI”, sostuvieron, tanto al comienzo como en el cierre, en el documento que leyeron pasadas las dos de la tarde. Cerca de las 15.30, por otro lado, la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, le entregó el Pañuelo de las Madres a la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, y dio un discurso junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof. La consigna de esta actividad mencionaba, también, el entendimiento con el Fondo: “Con el FMI en el país, morirán más niñxs de hambre”.

Paralelamente, La Cámpora se movilizó desde el Espacio Memoria ESMA hasta la Plaza de Mayo. La columna fue masiva y representó una potente demostración de fuerza. Participaron Máximo Kirchner, Andrés “Cuervo” Larroque, “Wado” De Pedro, Axel Kicillof, Mayra Mendoza, Luana Volnovich, entre otros. El presidente Alberto Fernández, mientras tanto, protagonizó un acto en el Polo Científico del Ministerio de Ciencia y Tecnología. A su turno, Cristina Kirchner se expresó a través de Twitter donde publicó fotos de la multitud, destacó la marcha de La Cámpora y que otra vez se haya colmado Plaza de Mayo.

Las Madres y Abuelas como emblema

Los 30.000 presentes y las

                                     Plazas recuperadas

La democracia exige la ocupación del espacio público. Por eso la inmensa movilización por el Día de la Memoria mezcló la bronca del repudio al golpe con la alegría del reencuentro tras dos años de paréntesis por la pandemia. La inclaudicable lucha por los derechos humanos, una virtud argentina.

Mario Wainfeld

25 de marzo de 2022 –

“¡Treinta mil compañeros detenidos desparecidos!

¡Presentes!

¡Ahora!

¡Y siempre!

¡Ahora!

¡Y siempre!

¡Ahora!

¡Y siempre!”

La clásica consigna, coreada a voz en cuello, fue la más repetida ayer… como antes y siempre. Flamea en columnas frondosas, de banderías políticas surtidas. La vocean millares de personas de a pie que llegan “sueltas”, no encuadradas. En grupos familiares, amicales, de laburo que cuentan con la ayuda de WhatsApp para encontrarse y re-juntarse. El recuerdo emocionado y la reivindicación de “los treinta mil” es común denominador en medio del pluralismo.

La expresión “presencialidad” se puso en vigencia desde la pandemia. El distanciamiento dolió, descalabró la vida cotidiana y la cultura común… todavía no entendemos cuánto. Este 24 marzo se recobró la presencialidad, la potencia de los cuerpos, el modo insuperable de movilizarse.

Dos años atrás, justito cuando comenzó la cuarentena, las Madres y las Abuelas anunciaron su enésimo ejemplo a la sociedad. Jamás habían vaciado las Plazas: ni en dictadura ni mediando represión o vallas en democracia. Ante la peste, por solidaridad y cuidado, se suspendieron los actos del 24.

El de ayer se recordará como ese reencuentro general tras dos años de sabia privación. Una pregunta de época acompañó la euforia de volver a verse. Millares de personas emocionadas la pronunciaron: “¿Cómo nos saludamos?” ¿Los puños entrechocados? ¿abrazos sin tocar la cara? Ni ahí. Los protocolos resignaron terreno ante la emoción promoviendo un avance de la nueva normalidad. Aún con profusión de barbijos, según la observación a ojímetro de este cronista, los abrazos y los besos coparon la parada. Los argentinidad al palo es abrazadora y besuqueira. Ahora y siempre.

**

Esta crónica se refiere al acto o a la seguidilla de actos en la Plaza de Mayo. El escenario principal aunque para nada el único. Las marchas se congregan en todo el territorio de la Patria federal y pluralista. Cada vez en más lugares porque la memoria avanza, se expande. Va llegando, año tras año, a otras ciudades o pueblos, barriadas, clubes, escuelas, facultades, reparticiones públicas. Las comunidades se animan, las investigaciones ayudan.

Un ejercicio interesante para un día de estos: repasar cuantas celebraciones hubo décadas atrás y cuántas ahora mismo. Ojalá el crecimiento económico fuera parecido. Cada vez más autoconciencia, cada vez más ejemplos retomados, cada vez más baldosas, más Sitios de la Memoria.

Quienes porfían en que todo está contenido en el “Nunca Más” o en el Juicio a las Juntas exageran el formidable valor de esos precedentes. Los aportes aluvionales de nuevas generaciones, las investigaciones, los libros, las películas, los nietos recuperados (entre otros hitos de la democracia) resignifican la efemérides y amplían los márgenes.

**

El cronista llega en subte a la Plaza, sube las escaleras y lo asalta un primer síntoma de presencialidad: el aroma de las parrillas que impregna el ambiente. Cuando llega a la vereda observa un grafiti que interpela “¿Dónde está Tehuel?”, interrogante actual, lleno de temor y de justas acusaciones. Afiches de La Poderosa combinan datos oficiales con denuncias flagrantes: en las villas se padece más, se viven menos años, los laburos son peor pagos. Fallutean, de nuevo, los repetidores del sambenito “reclaman por los derechos humanos del pasado”. Irreal al mango: las movilizaciones del 24 de marzo condensan todo tipo de demandas e identidades, la presencia de minorías o sectores discriminados que aprendieron a auto percibirse, organizarse, levantar la voz, hacerse sentir. Condensan el mapa de organizaciones, reclamos, conquistas, querellas, pertenencias.

Los manifestantes cantan, levantan pancartas o banderas. Para colmar la incomprensión de los negacionistas combinan la bronca con la alegría, la puteada con el baile. Siempre hay algo de felicidad en lo colectivo, en saberse multitud dotada de conciencia, en allanar el camino para otras movidas.

**

El politólogo sueco que hace su tesis de postgrado sobre la Argentina manduca un choripán colmado de delicatesen; queso, morrones, “todo lo que cabe en el pan”. Su compañera, la pelirroja peronista tensionada, se clava una bondiola premium. El Decano de la Facultad de Sociales de Estocolmo va por la segunda. Pregunta incrédulo, por qué el chori y la bondiola no están entre los siete cortes más populares que algunos vivancos se niegan a vender a Precios Cuidados. “El chori es achura, profesor” fanfarronea el politólogo y sanatea sobre la bondiola.

Del precio, de dorapa y en la calle, mejor no hablar. Sabor y humito: de exportación.

**

Se zarandeó al Fondo Monetario Internacional con distintos contextos: la izquierda emparentó macrismo y peronismo. La Cámpora marcó distancia con la Casa Rosada y mostró poder de convocatoria. Otros sectores del peronismo, más afines de Alberto Fernández se afincaron en la identidad. Estos encuentros siempre agregan el aditamento de la competencia democrática. Esta columna las conoce, deja su análisis para días sucesivos. Como suele hacer en cada 24 de marzo el firmante opta por centrar la mira en la continuidad, en la presencia de cuatro generaciones en el espacio público. En la inclaudicable y tierna fiereza de las Abuelas y las Madres. En la cantidad, insuficiente pero notable, de procesos y condenas a represores, anche algunos responsables civiles. En el clímax de conciencia que significó el 2×1, un revés callejero a la Corte Suprema macrista quizá subestimado. Una prueba de la expandida vigencia de los Derechos Humanos, un revival fabuloso del “Nunca Más”. La democracia exige (más que admite) la ocupación del espacio público.

La inclaudicable lucha por los Derechos humanos es una virtud argentina. Sus logros ranquean alto en la comparación internacional. Es frecuente menospreciarlos o denigrarlos en esta etapa cruel y derechosa de la globalización. Y sin embargo, la conciencia sigue ahí. Ayer recuperó territorio, jugó de local, honró a los pañuelos blancos y a sus nobles portadoras. Todas las luchas continúan, el común denominador sigue enhiesto, fuerte con las Madres y las Abuelas como emblema, como ejemplo de pacifismo, de templanza, de democracia vivaz.

Hoy es el día en que más unidos estamos”

Alberto Fernández homenajeó

a las víctimas de la dictadura

en el Día de la Memoria

Durante un acto en la sede del Conicet, el Presidente repudió el negacionismo y volvió a enviar un mensaje de unidad. Estuvo acompañado por referentes de derechos humanos y de la comunidad científica.

Por Melisa Molina

25 de marzo de 2022 –

El presidente Alberto Fernández con Taty Almeida.

“Hoy es el día en que más unidos estamos porque tenemos una sola consigna: verdad y justicia. Cada 24 de marzo, la Argentina se une para repudiar lo que pasó y ahí no tenemos distancias. Algunos son peronistas, otros progresistas, pero todos sabemos que hubo un 24 de marzo en el que un gobierno de facto postergó a la Argentina como ningún gobierno la había postergado”, dijo el presidente Alberto Fernández en un acto que se llevó a cabo este día de la memoria, a 46 años del golpe civico-militar de 1976, en el Polo Científico del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Allí, el mandatario junto al ministro de la cartera, Daniel Filmus, el secretario de Derechos Humanos y nieto recuperado, Horacio Pietragalla Corti, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y la titular del Conciet, Ana Franchi, entregaron legajos a familiares de detenidos desaparecidos que formaban parte del organismo. Mientras La Cámpora comenzaba su caminata desde la exEsma a Plaza de Mayo, en el evento oficial se hicieron presentes gran parte de los ministros, la mayoría del albertismo, que se mostraron con un mensaje unificado pidiendo por la unidad.

“Este 24 reafirmamos la lucha por nuestra soberanía. No podemos fallarle a los que no están, no les podemos fallar porque sino su muerte habrá sido en vano”, remarcó Lita Boitano, titular de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, con un nudo en la garganta que generó la inmediata emoción de todos los presentes, incluso de Pietragalla Corti, que tuvo que sacarse el barbijo con la silueta de los 30 mil desaparecidos y secarse las lágrimas. Sin embargo, no todo fue llanto. También hubo risas de ternura, por ejemplo, como cuando Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, expresó que, a pesar del macrismo, que quiso borrar la memoria, de los bastones y de las sillas de rueda, “las locas seguimos de pie”. De forma virtual también se hicieron presentes con videos la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que no pudieron asistir de forma presencial.

El Presidente aseguró que “las dictaduras, a nada le temieron más que al pensamiento. Pensar era peligroso para ellos. Por eso es importante construir a partir del pensamiento, porque desde allí surge una sociedad más justa e igualitaria, que fue la pesadilla de los inmorales que tomaron el poder en 1976, derrocando a un gobierno elegido democráticamente”. También recordó que el día anterior, en la provincia de Entre Ríos, fue a visitar un colegio y junto a los jóvenes reflexionó sobre la importancia de construir memoria y recordó que el 24 de marzo de 1976 él era estudiante secundario y delegado de la UES.

“Vergüenza deberían tener. Asco me da lo que dicen”, dijo Fernández en otro tramo de su discurso, haciendo referencia a los dirigentes que niegan la existencia de 30 mil desaparecidos, relativizan la gravedad del terrorismo de Estado y reivindican a los represores. En esa línea, Pietragalla Corti expresó minutos antes de que comience el acto que, para él, “hay que debatir un proyecto en contra del negacionismo que permita sancionar a aquellos negacionistas que tienen responsabilidades políticas tanto en el poder legislativo, judicial o ejecutivo. Hay fallos de la Corte Suprema que dicen que acá hubo un genocidio y que hubo delitos de lesa humanidad y no puede venir cualquiera a discutir el número o a decir que los organismos de DDHH son un curro“.

En esa línea, el fantasma del macrismo y de las reformas neoliberales estuvo toda la jornada dando vueltas en el aire. On y off the record, todos los ministros presentes, entre los que estuvieron el de Trabajo, Claudio Moroni; el de Justicia, Martín Soria; la de Salud, Carla Vizzotti; de Desarrollo Social, Juan Zabaletta; el de Cultura, Tristán Bauer; de Ambiente, Juan Cabandié; el Canciller, Santiago Cafiero y el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, entre otros, destacaron la importancia de la unidad para que no vuelva un gobierno de derecha en 2023.

“Más allá de los que significa este día para los que fuimos víctimas de la dictadura, también es importante tener memoria porque saldar las deudas costó y nos cuesta mucho, sobre todo en el plano de lo económico“, expresó Pietragalla Corti y recapituló que “a partir de 1976 se instaló en la Argentina un modelo económico neoliberal que llevó adelante ese proceso dictatorial y que nuestros padres, como militantes políticos, resistieron. El de Cambiemos fue el mismo modelo económico y nosotros no tenemos ningún tipo de resquemor a las discusiones que se pueden dar en un frente, pero hoy es un día para reflexionar y para que nuestro proyecto político se siente a hacer un puente con la lucha de los desaparecidos, que resistieron a los poderes hegemónicos”.

Uno de los ministros más cercanos al Presidente comentó en diálogo con Página/12 que “el riesgo que tenemos en frente es la reforma laboral, la dolarización de la economía o la ley de reforma jubilatoria que quiere imponer Macri. El riesgo no son una carta o un tweet, eso es parte del debate político. El incentivo de la unidad es mucho más importante que cualquier cuestión pasional que pueda existir porque nos quieren separar los que no quieren que confrontemos con lo que hay que confrontar, que son con las políticas de Juntos por el Cambio”.

“Me tienen sin cuidado los que quieren fogonear el internismo en el oficialismo. Nosotros somos peronistas, vivimos del debate interno y estamos gobernando en una colación. Pobre del compañero que no entienda que nosotros no somos ceos o empresarios sino dirigentes políticos del peronismo que no nos quedamos callados y opinamos de todo”, añadió Soria consultado por este diario. Manzur agregó que “más allá de las diferencias sanas que en democracia se pueden tener, es bueno que estemos todos unidos para que tragedias como estas no pasen más en nuestro país”.

Los legajos recuperados de los investigadores del Conicet

Antes de la mesa en la que habló el Presidente y las Madres, dieron testimonio Gabriela Borreda; Isabel Mac Donald; Mario Pecheny; Leandro Lora Fariña y Miguel Laborde, integrantes de la Comisión de la Memoria del Conicet, que se puso en marcha el 23 de marzo de 2021 con el objetivo recordar a las víctimas de la dictadura y de subsanar los daños e injusticias perpetrados contra trabajadores e investigadores del organismo. El ministro Filmus destacó la tarea de este equipo e indicó que “es paradójico que una institución dedicada a la investigación no se había investigado a sí misma, por eso pido un aplauso para la comisión de la memoria por el trabajo que están haciendo”.

Franchi, a su turno, dijo que “por acción u omisión el Conicet ha sido cómplice y por eso ésto significa un acto de reparación. Seguramente tardío, pero sumamente necesario”. Allí se hizo entrega de los legajos reconstruidos por la Comisión, que fueron entregados a familiares y allegados de Alicia Cardoso; Liliana Galletti; Dante Guede; Roberto López Avramo; Mario Galuppo; Federico Lüdden Lehmann; Manuel Saavedra y Martín Toursarkissian. Además, se reconoció a quienes fueron cesanteados, exonerados, dados de baja, tuvieron que exiliarse o no se les permitió continuar con sus investigaciones, durante el período 1976-1983, a la vez que se descubrió una placa conmemorativa en la explanada de la sede del Conicet.

El tuit del Presidente

Más temprano, Fernández homenajeó a las víctimas del terrorismo de Estado a través de un mensaje en el que, además, calificó de “faro” a la “incansable lucha” de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo“El 24 de marzo de 1976 comenzaba el período más horrible de la historia argentina”, señaló en un mensaje publicado en sus redes sociales.

Desde allí llamó a tener “como faro la incansable lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo” y destacó su lucha “por la memoria, la verdad y la justicia”. “Las argentinas y argentinos decimos Nunca Más”, puntualizó en su mensaje que incluyó un video en el que se recordó los inicios de las movilizaciones de las madres en Plaza de Mayo.

En la grande demostración del 24 marzo, estuvieron presentes, los “desobedientes”, los hijos e hijas de represores.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.