DICTADURA
30 de noviembre de 2019
Tres ex policías formalizados
por crímenes de lesa humanidad
cometidos en dictadura
El juez letrado de Canelones Luis Sobot formalizó la investigación de los tres ex policías Hugo Guillén, Winston Vitale y Alejandro Ferreira por delitos de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura militar, en el centro de reclusión y tortura conocido como “Los vagones”, e hizo lugar al pedido de prisión preventiva de 120 días.
ste viernes 29 de noviembre, en el Juzgado Letrado de Canelones de 1º Turno tuvo lugar la audiencia de formalización, por parte de la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, a cargo del Dr. Ricardo Perciballe, de una causa penal contra tres ex policías por torturas en el centro de reclusión clandestino conocido como “Los vagones”, de Canelones.
En la audiencia pública realizada en el marco del nuevo Código del Proceso Penal, se comenzó la sustanciación de los hechos denunciados el 6 de mayo pasado por parte de la Secretaria de Derechos Humanos de la Intendencia Departamental de Canelones y la Asociación Civil Ágora, y que es patrocinada por el Observatorio Luz Ibarburu.
Delitos de lesa humanidad
La imputación de los tres ex policías fue por ser autores de un “delito continuado de privación de libertad, (especialmente agravado por efectuarse por funcionarios públicos), un delito continuado de abuso de autoridad contra los detenidos, y un delito continuado de lesiones graves, (especialmente agravado por haberse cometido por funcionarios públicos, establecido en el artículo 286 del Código Penal)”.
Asimismo, el juez hizo lugar al pedido del fiscal, y determinó la prisión preventiva por 120 días para Guillén, Vitale y Ferreira, mientras transcurre el juicio.
La defensa de los imputados argumentó la prescripción de la acción penal, pero existen razones fundamentales para sostener que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles.
En dicho marco, el doctor Pablo Chargoñia, representante de los demandantes expresó a Canelones Ciudad Portal que los tres ex policías formaban parte del aparato represivo del Estado, que en el año 1976 “torturaban a centenares de militantes sociales y políticos combatientes contra la dictadura, fundamentalmente integrantes del Partido Comunista”.
“Existe gran satisfacción desde el punto de vista de los derechos humanos, porque se trata de crímenes que le interesan a la conciencia de la humanidad. Además, es la primera causa de crímenes de lesa humanidad enmarcada en el nuevo CPP”, remarcó Chargoñia.
Sitio de detención y tortura
Los vagones fue, durante la pasada dictadura cívico-militar, un centro clandestino de detención y tortura.
Formó parte de un circuito de represión de la capital canaria que estuvo compuesto por otro sitio de vagones ubicado en la proximidad de lo que era la Escuela de Policía.
TRES POLICÍAS A PRISIÓN POR
CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
EN CANELONES DURANTE
LA DICTADURA
“Los tres formaban parte del aparato represivo del estado, que en los años 75′ y 76′ torturaban a militantes sociales y políticos, a centenares de combatientes políticos contra la dictadura -fundamentalmente del partido comunista del Uruguay-, el Juez dispuso la medida de prisión preventiva de 120 días mientras transcurre el juicio que ahora comienza”. Expresaba el Dr. Pablo Chargoñia, abogado de los denunciantes, este viernes 29 a la salida de la audiencia en el Juzgado Letrado de Canelones de 1er Turno de la capital canaria.
HECHO HISTÓRICO
“Por lo tanto hay una gran satisfacción desde el punto de vista de los derechos humanos, porque se está tratando acá crímenes que le interesan a la conciencia de la humanidad, eso es un dato importante y es un hecho histórico, porque es la primara causa de delitos de lesa humanidad enmarcado en el nuevo código del proceso penal”. Dr. Pablo Chargoñia.
La imputación de los autores fue por un delito continuado de privación de libertad, (especialmente agravado por efectuarse por funcionarios públicos y por superar la privación de libertad los diez días), un delito continuado de abuso de autoridad contra los detenidos, y un delito continuado de lesiones graves, (especialmente agravado por haberse cometido por los funcionarios públicos aludidos en el art. 286 del C. P., sobre las personas allí referidas) y estos en concurrencia fuera de la reiteración con un delito continuado de privación de libertad en calidad de co-autores. Se decretó prisión preventiva H.O.G, *W.M.V, y *A.A.F por el término de 120 días.
La propia Asociación civil ÁGORA (Identidad, Derechos Humanos y Memoria Canaria) con apoyo del gobierno de Canelones, realizó un trabajo de investigación que implicó recabar testimonios de lo ocurrido y vivenciado por unas 17 personas que estuvieron recluidas en este centro clandestino de la policía. Por los que se decidió desde la Secretaría de Derechos Humanos y la propia Intendencia de Canelones -en el mes de mayo pasado-, dar paso a la presentación esta denuncia penal al Fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad Dr. Ricardo Perciballe, contra tres ex de la Jefatura de Canelones que formaban parte de las acciones de detenciones en 1976 en la dictadura.
VAGONES CON MEMORIA
“Pasaron dos meses, sin que nuestros familiares supieran donde estábamos, porque te llaman para declarar, no sabíamos lo que era, supuestamente vas a la comisaria o a la jefatura, ahí no estábamos, dónde estábamos, estábamos acá. Relata Blanca Calero.
“Nadie sabía de su existencia en Canelones. El hecho de que esto esté en pie todavía, se debe a una casualidad, porque a través de la publicación de un libro nos enteramos que estaba planificada la demolición de este espacio”. Ricardo Etcheverry, quién junto a su esposa Blanca, buscan rescatar parte de la historia de nuestro país.
Conocido como Los vagones, estos muros “con memoria”, fueron utilizados como centros clandestinos de detención y torturas en la dictadura militar. CanelonesCiudad Portal dialogo con Blanca Calero y Ricardo Etcheverry, previo al acto de señalización del sitio memoria.
PRIMER SITIO DE MEMORIA DEL INTERIOR DEL PAÍS
La asociación civil ÁGORA (Identidad, Derechos Humanos y Memoria Canaria) y el gobierno de Canelones realizaron el acto de señalización del sitio de memoria “Los Vagones”. Ex-centro clandestino de detención y tortura en la dictadura que se convirtió en el primer sitio de memoria del interior del país.
Acto que comenzaba con el descubrimiento de la señalización del sitio, en la tarde gris y lluviosa, que obligaba a seguir la jornada en el Museo Taddei de la capital canaria, que dejó gente afuera por la gran concurrencia que siguió este momento significativo para la democracia uruguaya.
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Viejitos torturadores a prisión
El Inspector Principal Hugo Guillén en silla de rueda rumbo a una ambulancia y a la prisión
El sargento Alejandro Gordo Ferreira saliendo del juzgado rumbo al patrullero y a la prisión haciendo su show ante los ex presos políticos que esperábamos enfrente el resultado.
El oficial Winston Vitale saliendo del juzgado rumbo al patrullero y a la prisión.
El abogado Pablo Chargoñia del Observatorio Luz Ibarburu.
La justicia tarda pero llega a las víctimas de la dictadura
por primera se sentenció en Canelones a 3 torturadores de la dictadura, deben cumplir 120 días de prisión preventiva, sin derecho a domiciliaria, hasta q se dicte sentencia.
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La primera causa por
crímenes de la dictadura
Los tres imputados fueron procesados y el juez determinó la prisión preventiva por 120 días en tanto se concluye el proceso
Audiencia pública por denuncia de torturas y
detenciones clandestinas en
“Los Vagones” de Canelones
La audiencia pública se realizará en el marco del nuevo Código del Proceso Penal y allí se iniciará la sustanciación de los hechos denunciados el 6 de mayo del presente año por parte de la Secretaria de Derechos Humanos de la Intendencia Departamental de Canelones, y que actualmente es patrocinada por el Observatorio Luz Ibarburu.
Las torturas, las vejaciones, las atrocidades, se produjeron aproximadamente entre los años 1968 y 1979 aunque no se descarta que haya casos por fuera de ese período del que se tienen decenas de testimonios.
El largo camino para reconstruir la historia, recopilar testimonios y llegar hasta ubicar los lugares exactos donde estuvieron instalados aquellos vagones del terror, fue tarea de mucha gente. Se logró con el trabajo de la sociedad civil, la Universidad de la República a través de las facultades de Humanidades y Ciencias Sociales, el gobierno departamental y la Secretaría de Derechos Humanos de Canelones, la Institución Nacional de Derechos Humanos y decenas de anónimos.
Según explicó al Portal del PIT-CNT, Eugenia Cabrera, presidenta de Ágora, también se ha ido sumando gente de la zona, que quiere participar en calidad de adherente de la asociación civil. “Más que el horror nos une la esperanza” asegura.
Cuando fue detenida, Eugenia trabajaba y estudiaba Servicio Social en la Universidad de la República, “porque no había Facultad de Ciencias Sociales”. Precisamente, el trabajo de investigación y recopilación de testimonios de lo que sucedió en aquellos años en “Los Vagones”, se ha realizado con la cooperación de las facultades de Ciencias Sociales y Humanidades.
Uno de los ejes del trabajo de investigación implicó entrevistas, charlas, preguntas y búsqueda de testimonios. Por otra parte, un equipo de antropólogos realizó tareas de excavación para llegar a ubicar los sitios en los que estaban colocados los vagones que conformaban aquel centro de tortura. Según contó Cabrera, el proyecto museológico y el reconocimiento como sitio de la memoria en el espacio del Barrio Olímpico, han sido “mojones” en el camino. Con las excavaciones y el trabajo de antropólogos se logró ubicar dónde estaban las celdas, las casetas de los guardias, el espanto, la verdad. “Se encontraron los cimientos donde fueron apoyados los vagones y aunque parezca menor, haber podido identificar dónde estaban los calabozos le da sentido a nuestro trabajo de construcción de la memoria. Los lugares donde estuvieron los compañeros y compañeras. Sin el trabajo de los museólogos, arqueólogos no habría sido posible”.
La Universidad de la República también participa en la sistematización de la información recopilada en las entrevistas realizadas. “Nos están ayudando además en la preparación para que esas entrevistas puedan ser compartidas con la población a través de la web”.
Eugenia tiene una hija socióloga y confía en que pronto podrá ser abuela. “Todavía no tengo nietos pero los espero con ansias”. De todos modos, disfruta a más no poder sus dos sobrinos nietos y dice que son la alegría de cada día. “Ellos me hacen una persona muy feliz, mis sobrinos nietos, mi familia y mis amigos, especialmente aquellos que mantengo desde hace tanto tiempo”.
La presidenta de Ágora, celebra también que el camino esté lleno de gente joven que quiere construir memoria, como la directora de la Secretaría de Derechos Humanos del gobierno de Canelones, Valeria Rubino. “Ella es muy joven y ha sido un apoyo tremendo, se abrazó a esta causa, es invalorable lo que ha hecho en este tiempo”.
Rubino entiende que todo lo que ha tenido que realizar en este proyecto trasciende el cargo y la función administrativa. Habla de involucramiento y compromiso de la institucionalidad con las políticas de DDHH.
“La gente con el paso del tiempo, viene a contarnos cosas, cuando van envejeciendo y tienen miedo de morir sin haber contado todo, se acercan y nos tratan de ayudar contándonos lo que padecieron o lo que vieron. Como víctimas directas o como vecinos que vieron o escucharon algo”.
Cuando se enteró que no existían denuncias presentadas en Canelones sobre las atrocidades cometidas en “Los Vagones”, Rubino comprendió que tenía la responsabilidad de que esa información llegara a la Justicia. No solo por ser funcionaria pública “sino porque no entiendo otra forma de proceder” acotó. “Nunca me habría imaginado que todo eso tan brutal no había sido denunciado ante la Justicia”, concluyó.
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Se realiza primera audiencia de
formalización oral y pública
en una causa por delitos
de lesa humanidad
Los vagones: se imputa a responsables de torturas en centro de detención clandestina en Canelones.

Rubino dijo que hasta ese paso fue su iniciativa; luego fue el fiscal el que evaluó que los testimonios constituían suficiente prueba para abrir una causa. Será la primera vez que se dé trámite a una causa penal por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura por medio del nuevo Código de Proceso Penal, que habilita que las audiencias sean orales y públicas. Según pudo saber la diaria, los imputados son tres policías retirados que aparecen reiteradamente en los testimonios de detenidos y torturados como los jerarcas a cargo de los operativos represivos.
“Los vagones” estuvieron ubicados en un primer período en el Parque de Artigas de la ciudad de Canelones, conocido como Prado, y posteriormente fueron trasladados a la zona del barrio Olímpico de la capital departamental. Por “Los vagones” pasaron alrededor de 400 personas, muchas de ellas, en la segunda etapa, víctimas de la Operación Trabajo, uno de los brazos de la Operación Morgan, desatada contra el Partido Comunista en 1975.



3 de diciembre de 2019
A pedido del fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, el viernes el juez de 1º Turno de Canelones, Luis Alberto Sobot, formalizó con prisión preventiva por 120 días a Hugo Guillén, Winston Vitale y Alejandro Ferreira, tres policías retirados que fueron responsables de torturas en el centro clandestino “Los vagones”. La audiencia fue histórica: por primera vez en Uruguay se hizo una instancia pública y abierta vinculada a una causa de delitos de lesa humanidad. Perciballe dijo a la diaria que ahora están armando la acusación, y la intención es presentarla antes de la feria judicial. Dijo que es probable que el juicio se lleve a cabo en mayo.
Con el objetivo de declarar al centro clandestino “Los vagones” un sitio de memoria, la asociación civil Agora-Identidad, Derechos Humanos y Memoria Canaria comenzó a recopilar información y testimonios de personas que fueron detenidas y víctimas de tortura. Al recibir esta información, Valeria Rubino, responsable de la Secretaría de Derechos Humanos de la Intendencia de Canelones, presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, ya que la información que surgía de los testimonios podía configurar delitos de lesa humanidad.
En el fallo fiscal, Perciballe afirma que todas las personas que declararon denunciaron que fueron “ilegítimamente privadas en su libertad, entre 1975 y 1976, en los centros clandestinos Los Vagones, ubicados en una primera instancia en el Parque Artigas, y luego trasladados a un lugar más apartado y periférico del mismo Parque Artigas, en la ruta 5”. En este segundo lugar, las personas recluidas permanecieron “durante varios días y otros durante meses”. Allí fueron sometidos a torturas, golpizas, plantones y simulacros de ejecución, entre otros apremios. Además, fueron “interrogados para que confesaran su pertenencia a las organizaciones prohibidas por la dictadura, así como para que delataran a otros compañeros”, relata el fiscal.
Una vez que las personas recluidas admitían estar vinculadas a algún partido o sindicato, eran puestas a disposición de la Justicia militar, que se encargaba de derivar a recluidos al penal de Punta Carretas, al Penal de Libertad y al Penal de Punta de Rieles. Según sostiene Perciballe en el fallo, los represores formalizados integraban la Dirección de Investigaciones de Canelones y fueron identificados por los sobrevivientes. En particular, la represión de este centro clandestino fue dirigida a militantes del Partido Comunista del Uruguay y de la Unión de Juventudes Comunistas.
La fiscalía solicitó la formalización a los tres imputados por cometer el delito continuado de privación de libertad “específicamente agravado por efectuarse por funcionarios públicos y por superar la privación de libertad de diez días”, un delito continuado de abuso de autoridad contra los detenidos, y un delito continuado de lesiones graves.