10 de diciembre de 2018
Sin ganas
Los documentos del FUSNA que la Secretaría de DDHH niega conocer
Roger Rodriguez
La Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente respondió oficialmente que no había documentación sobre un caso de detención y torturas sufrido por una familia en 1979, pero extraoficialmente se obtuvieron las “fichas” del FUSNA y Sanidad de la Armada donde se confirma el episodio. Las Fuerzas Armadas siguen escondiendo archivos o el gobierno los oculta. Los documentos confirman el espionaje en democracia.
LA PESADILLA DE 1979
El ciudadano AP tenía 8 años y estaba con su madre BP (de 46 años) en su casa del barrio Palermo cuando aquel 8 de agosto de 1979 les invadió una patota del FUSNA (Fusileros Navales), que traía a su hermana ST (22) y su cuñado LL (28), quienes habían sido detenidos minutos antes en la calle, luego de mantener contacto con una militante requerida de la UJC.
Aquel niño, hoy hombre, recuerda aquella violenta escena: “A mi hermana y su marido los agarraron luego de la reunión. Ella estaba embarazada de siete meses y dijo que venía para la casa de la madre. La excusa les sirvió a ellos para allanar el domicilio. Mi madre fue detenida y cuando pidió para cambiarse la ropa, no la dejaron… Se la llevaron en camisón”.
La sede del FUSNA, un centro de torturas de la dictadura.
Uno de los represores miró al niño y le preguntó al oficial que estaba a cargo: “¿Con el chiquilín qué hacemos?”. El oficial estudió al pequeño y, luego de pensar unos segundos, respondió: “Es muy grande”… Le preguntaron a la madre si había algún conocido con quien dejarlo y finalmente quedó en la casa de un vecino, viendo cómo se llevaban a su familia.
Los tres fueron llevados a la sede del FUSNA en la Ciudad Vieja, donde fueron torturados. Permanecieron en calidad de desaparecidos durante diez días, antes de ser liberados. La madre debió ser internada en el Servicio de Sanidad de la Armada con vómitos y cólico hepático. La hermana también fue asistida. Está segura de que fue al Hospital Militar.
LA SOLICITUD DE ACCESO
Treinta y nueve años después, AP decidió indagar sobre lo que había ocurrido con su familia. La aparición de archivos de la dictadura y las leyes de transparencia en un gobierno de izquierda, le alentaron a realizar una solicitud de acceso a la información pública ante la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de la Presidencia de la República.
En su pedido, al amparo de la Ley 18.381, solicitó toda la información, actas, declaraciones, informes, así cuanto material pudiera existir, en relación a su familia directa, su madre, su hermana y su cuñado, quienes fueron secuestrados y torturados en las instalaciones del FUSNA durante el mes de agosto de 1979.
También pidió toda la información referida a ficha de ingreso, diagnóstico, tratamiento e informes, así cuanto material pudiera existir sobre su hermana embarazada de siete meses, quien fue trasladada desde el FUSNA, al menos en una ocasión al Hospital Militar luego de sufrir torturas que le causaron pérdidas y heridas visibles.
A la vez, AP hizo contactos para realizar una investigación paralela a través de canales informales que pudieran indagar sobre lo que ocurrió en aquellos años y, eventualmente, lograran acceder a documentación de la dictadura. Para su sorpresa, en pocos días obtuvo un manojo de fotocopias de los archivos del FUSNA donde se constataba la odisea de su familia.
LA RESPUESTA DEL ESTADO
La sorpresa se transformó en asombro cuando el Estado le entregó formalmente su respuesta. El documento oficial, firmado por la coordinadora del Equipo de Investigación Histórica, Lic. Fabiana Larrobla, concluye que no se ha encontrado ningún documento en los archivos del FUSNA, ni en los microfilmes del Servicio de Información y Defensa (SID).
Tampoco en los documentos investigados en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, que incluyen los registros de pacientes ingresados entre el 26 de octubre de 1971 y el 21 de agosto de 1985, pudieron confirmar la atención médica que en agosto de 1979 debieron recibir su madre y su hermana embarazada, como consecuencia de las torturas sufridas.
Respuesta de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente: ni información ni documentos.
La contestación del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, sin embargo, aportó un dato que dejó a AP estupefacto: en los registros de análisis médicos y de ingresos al Hospital Militar en 1979, había 9 fichas de detenidas o presas provenientes de celdarios que solo se identificaban por número de detención o de celda. A cuatro de ellas se les practicó un Legrado.
Desde setiembre, cuando recibió la resolución sobre su solicitud de acceso a la información, el ciudadano AP dudó en hacer pública la contradicción entre la respuesta del Estado y la documentación que había obtenido informalmente. Decidió divulgarla ante la posibilidad que archivos de la dictadura sigan escondidos o que el gobierno los esté ocultando…
LAS FICHAS DEL FUSNA
La documentación obtenida informalmente consiste en las fichas del S2 (inteligencia) del Cuerpo de Fusileros Navales que identifican con los números 0507, 0508 y 0509, al cuñado, la hermana y la madre de AP, donde constan nombre, documento, dirección, ocupación, raza, estatura, peso, cabello, estado civil, nacionalidad, familia y estudio de los tres detenidos.
Las fichas del FUSNA obtenidas, plantean una contradicción: hay archivos militares aún secretos o los oculta el gobierno.
Todos los antecedentes en las carpetas del FUSNA que el gobierno no encontró
Al dorso de las fichas, se incluye la fecha de detención, el origen y los antecedentes de cada uno, cerrando el documento con la firma manuscrita de un agente identificado como “José”. Dos de las fichas tienen anexadas una hoja identificada con un nombre de “carpeta” y otro “número”, donde se reiteran los datos personales y se abunda en los antecedentes. Portada de la historia clinica de la madre torturada. En la carpeta denominada “PC” con el número “2062”, se cuenta que el cuñado, además de trabajar en una empresa, es “folklorista” y junto a otras dos personas que identifica “participan en los distintos actos del PC como medio de atraer a los integrantes de la Juventud Comunista, que se alejan de la actividad por temor a ser detenidos o procesados”.
Dos médicos militares atendieron a la madre en Sanidad de la Armada.
La ficha de la madre de AP incluye una Historia Clínica del Servicio de Sanidad de la Armada, donde consta su ingreso el mismo 8 de agosto de 1979 en que fue detenida y torturada, bajo la firma del cirujano Dr. A. Soiza y el tratamiento que por un cólico hepático debió darle en los días siguientes el Alférez de Fragata Dr. Reynaldo Goycochea.
La ficha de la madre de AP incluye una Historia Clínica del Servicio de Sanidad de la Armada, donde consta su ingreso el mismo 8 de agosto de 1979 en que fue detenida y torturada, bajo la firma del Dos médicos militares atendieron a la madre en Sanidad de la Armada. cirujano Dr. A. Soiza y el tratamiento que por un cólico hepático debió darle en los días siguientes el Alférez de Fragata Dr. Reynaldo Goycochea.
Dos médicos militares atendieron a la madre en Sanidad de la Armada.
Los documentos no incluyen la atención médica a la hermana de AP, pero su ficha tiene otro dato tan revelador como preocupante: menciona su número de afiliada al PCU y, con otra letra, se agregó que pertenece a Asamblea Uruguay. El grupo liderado por Danilo Astori se fundó el 19 de mayo de 1994, por lo cual su ficha se siguió complementando en democracia.
En una de las fichas se anotó que la persona había pasdo a militar en Asamblea Uruguay, fundada en 1994. En democracia le seguía controlando.