Mes de Mayo: de la Memoria, decimos PRESENTE!!

MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

En Mayo decimos presente

El jueves 20 de mayo nos encontrará, nuevamente, en medio de una pandemia que impide la usual Marcha del Silencio por 18 de Julio. Este año, como en 2020, diremos «presente» de otras maneras, porque no olvidamos.

POR SOFÍA PINTO

 17 MAYO, 2021 

Tres días para la Marcha del Silencio, tres días para otro 20 de mayo. Un año más pasó sin respuestas, con algunas luces de justicia, pero siempre falta más de lo que llega. Por eso la lucha continúa: por las madres que murieron sin saber dónde están sus hijos/as, por la memoria colectiva, por verdad y justicia. Presente

Si algo quedó claro el año pasado es que el reclamo por memoria, verdad y justicia se puede extender en las casas, en las calles y en las redes de forma sostenida, con todos los recaudos sanitarios que la coyuntura exige y con la misma fuerza que la marcha anual.

Convocatorias

Mayo es el mes de la memoria. No habrá marcha por 18 de Julio, pero «construiremos entre todos/as una inmensa voz que grite presente, que diga ‘nunca más terrorismo de Estado’. Que los necesarios aislamientos e inmovilidad por esta pandemia no signifiquen desbordes autoritarios ni omisiones de ningún tipo», dijeron desde Madres y Familiares.

Como en 2020, este año la Marcha del Silencio será virtual. La consigna de este año, disponible en la web de Madres y Familiares, es: «Este 20 de mayo decí presente. ¿Dónde están? No al silencio ni a la impunidad. Memoria, verdad y justicia. #MarchadelSilencio2021 #MarchadelSilencioPresente #MayoMesdelaMemoria».

La invitación es a subir todas las fotos y videos que se hagan sobre intervenciones durante mayo a las redes sociales usando los hashtags #MarchaDelSilencio, #MarchadelSilencio2020 y #MarchadelSilencioPresente. De esta forma, el 20 de mayo, a través de una marcha virtual en www.marchadelsilencio.uy, «estaremos todos juntos diciendo presente».

En la página Vivos en Nuestra Memoria se pueden descargar imágenes de 197 personas detenidas desaparecidas durante la última dictadura cívico militar. Una de las maneras de decir «presente» este año es poner una de esas como foto de perfil en Instagram y realizar una transmisión en vivo el 20 de mayo.

Además, Madres y Familiares está recibiendo audios por WhatsApp. La idea es grabarse diciendo «presente» y enviarlo al número 099 603 989 para armar una recopilación y dejar claro que somos miles las personas reclamando memoria, verdad y justicia.

Toda intervención en casas, espacios públicos y en redes sociales es bienvenida si apunta a construir memoria, a dejar claro que no olvidamos y que buscamos verdad y justicia por todas las personas detenidas desaparecidas y sus familias.

Documentos

El pasado 11 de mayo el Ministerio de Defensa publicó en su página web una serie de documentos hallados en el Grupo de Artillería 5, que fue un sitio de tortura de presas y presos políticos entre 1972 y 1974.

El ministro Javier García y el presidente Luis Lacalle Pou entregaron al fiscal de Corte, Jorge Díaz, y a la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) los documentos que el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) halló el domingo 9 en el Grupo de Artillería 5, que contienen información de crímenes que se cometieron en el país durante la dictadura.

La unidad donde se hallaron los folios funcionó como un destacamento para la detención y tortura de presos políticos durante 1972 y 1974. Los documentos contienen información sobre el accionar de la dictadura cívico militar. Entre otras cosas contiene informes de inteligencia y órdenes de organismos represivos. Dentro de esos están el Servicio de Información y Defensa (SID) y el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA).

Los documentos contienen detalles de operativos militares, órdenes de capturas a militantes políticos, declaraciones de personas detenidas e informes de inteligencia sobre actividades de partidos y sindicatos.

También hay documentos, informó La República, que fueron interceptados al Movimiento de Liberación Nacional  (MLN); así como los “librillos” que el partido repartía entre sus miembros.

Como se informó en Caras y Caretas Portal, ahora la Fiscalía analizará esos documentos. Díaz afirmó, tras la reunión con García y Lacalle Pou: “En lo poco que pude ver puedo asegurar que hay valiosa información. Yo recibo una copia digital de un conjunto de documentos muy importantes. Apenas pude ojearlo, pero le puedo asegurar que, por tres o cuatro cosas que vi, la información es muy valiosa”.

Madres

Siguen muriendo madres sin saber dónde están sus hijas e hijos. Por ellas marchamos. El 26 de abril se informó el fallecimiento de Amalia González, madre de Luis Eduardo González González.

La ficha publicada por la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente indica que el hijo de González tenía 22 años cuando desapareció. Había nacido en Young, en el departamento de Río Negro, y estaba casado con Elena Zaffaroni, que estaba embarazada de cuatro meses cuando fueron detenidos. El bebé nació en cautiverio en el hospital central de las Fuerzas Armadas, recordó la diaria.

En noviembre de 2020 falleció Olga Ramos, madre de Ileana García Ramos, que era estudiante de la Licenciatura de Literatura en la Facultad de Humanidades y Ciencias y militaba en los Grupos de Acción Unificadora (GAU).

Ileana contrajo matrimonio con Edmundo Sabino Dossetti, también militante de los GAU, con el que tuvo su única hija, Soledad. A mediados de 1974 se fueron a vivir a Argentina y allí integraron la Unión Artiguista de Liberación (UAL). Su detención y secuestro se produjo el 21 de diciembre de 1977, a los 23 años de edad, en su domicilio ubicado en Lavalle Nº 1494 apto. 12, en el barrio de Vicente López, en la provincia de Buenos Aires, en el marco del Plan Cóndor.

Amalia y Olga fueron dos de las seis madres que posaron con fotos de sus hijas e hijos detenidos desaparecidos en el proyecto Imágenes del silencio.

Eduardo Ferro

Eduardo Augusto Ferro Bizzozero es un militar torturador que actuó en distintas dependencias de inteligencia militares durante la dictadura, participó, entre otros, en el secuestro en Brasil y el traslado clandestino a Uruguay de Lilián Celiberti, sus dos pequeños hijos y de Universindo Rodríguez.

Ha sido identificado, además, como el responsable de la tortura, asesinato y desaparición de Oscar Tassino. En 2016 fue capturado en España y se fugó en 2017. El pedido de captura internacional en Interpol refería a los siguientes cargos: «Cuatro Delitos de Privación de Libertad, en concurrencia fuera de reiteración con dos delitos de abuso contra los detenidos. Un delito continuado de abuso de autoridad contra los detenidos en reiteración real, con un delito de lesiones graves en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de privación de libertad, Homicidio muy Especialmente Agravado.»

El 27 de enero de 2021 Ferro fue recapturado en España y extraditado a Uruguay el 26 de marzo. Menos de un mes después por decisión del Tribunal de Apelaciones en base a recursos dilatorios fue excarcelado en Montevideo.

Madres y Familiares calificó la excarcelación como una «clara señal de que la cultura de la impunidad se mantiene y que los torturadores siguen detentando privilegios». Luego recordaron: «Hace 45 años que esperamos Justicia, hoy Ferro sigue impune, libre como un ciudadano más. Esperamos que la Suprema Corte de Justicia se expida de forma rápida y contundente, construyendo así un camino de Justicia para que nunca más se oculten estos crímenes ni puedan ampararse sus criminales».

Finalmente el 29 de abril de 2021 se decretó el procesamiento con prisión de Ferro por el homicidio especialmente agravado de Oscar Tassino, hecho que Madres y Familiares vio con satisfacción. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer.

La memoria en pañales

En el marco de un nuevo 20 de Mayo, el colectivo Memoria en Libertad, está presentando una campaña de sensibilización por la memoria y el rescate de las historias de vida de las víctimas del terrorismo de Estado.

POR RICARDO POSE

18 MAYO, 2021 

Según informa el portal del PIT-CNT ,actualmente, el colectivo Memoria en Libertad está trabajando para que se les reconozca como víctimas directas de terrorismo de Estado y que se les repare de manera integral tanto en el ámbito de la justicia, la rehabilitación física y mental, reparación y garantía de no repetición. El colectivo Memoria en Libertad, está conformado por personas que durante sus infancias y adolescencias sufrieron las acciones directas del terrorismo de Estado de la dictadura cívico militar. Memoria en Libertad nació en el año 2008, «como un espacio de reconstrucción de la memoria colectiva y donde intercambiar situaciones comunes que como niños, niñas y adolescentes vivimos». En 2018 se establecieron como organización de derechos humanos y fueron reconocidos por la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH).

Según lo testimonian, la situación que padecieron siendo apenas niñas, niños y adolescentes, sigue siendo invisibilizada para la mayoría de los uruguayos, porque generalmente se percibe a los adultos -de aquellos años- como las víctimas directas del terrorismo de Estado. «Pero nuestra experiencia dice algo más, fuimos miles los niños, niñas y adolescentes que padecimos torturas, exilio, secuestro, robo, persecución, clandestinidad, abuso sexual; tanto en nuestras casas, como en centros de reclusión clandestinos, penales y cuarteles, lo que nos ha dejado múltiples secuelas».

Victoria Sequeira, pasó prácticamente sus primeros ocho años de vida en la cárcel. No es que formalmente haya sucedido así en términos de semanas y meses, pero así lo padeció y lo sigue sufriendo hasta el día de hoy. Todos los fines de semana, ella iba a visitar a sus padres encarcelados por la dictadura. Y así creció y trató de entender el mundo. En la escuela no todos querían jugar con ella. Padres y madres le hablaban a sus hijos e hijas de ella señalándola como la niña a la que no se tenían que acercar. Ella tuvo una maestra en 4to grado que cada vez que pasaba la lista se detenía a decir algo sutil pero hiriente sobre su nombre. «Fue una maestra que me torturó psicológicamente todo un año, era esposa de un militar de la dictadura y yo era una niña».

Precisamente, uno de los aspectos que aborda el colectivo Memoria en Libertad es la falta de acompañamiento a las víctimas niñas, niños y adolescentes de sus padecimientos cuando sus padres fueron encarcelados, torturados, exiliados o asesinados. «El Estado no nos tuvo en cuenta, nuestras familias fueron destrozadas y para el Estado fue algo del estilo: ‘manejate’ como puedas».

El desgarro de cada historia de vida de las víctimas puede ser tan profundo que según explican quienes integran el colectivo Memoria en Libertad, incluso algunos padres y madres tal vez no hayan podido visibilizar a sus propios hijos e hijas como víctimas. «Es muy fuerte para una madre o un padre que sus decisiones  hayan afectado de manera tan brutal a sus propios hijos. Pero ellos tienen que entender que no son los responsables, no fueron ellos, el único responsable es el Estado y es el que tiene que hacerse cargo».

El país verde olivo

Sequeira considera que los avances de las expresiones de la derecha y la ultra derecha no son aislados ni casuales, y que hay leer los procesos en perspectiva histórica para rescatar la memoria y construir democracia y nunca más terrorismo de Estado. «No debería sorprendernos lo que ha pasado aquí. Un partido integrado -o al que adhieren- una gran cantidad de militares, muchos de los cuales estuvieron activos durante la dictadura militar, no llegan por que sí al lugar que ahora tienen. No es casual, no nos sorprende porque siempre estuvieron ahí, convivían entre nosotros, lo que cambió es que ahora hablan en voz alta desde los medios, desde el Parlamento, y su discurso está legitimado. Eso es lo terrible. Hasta no tanto tiempo atrás acá en nuestro país y en el mundo en general, les daba vergüenza definirse públicamente como fascista, pero ahora lo expresan con cierto orgullo. Y esto es terrible». Según el colectivo Memoria en Libertad, uno de los aspectos fundamentales del tiempo actual debe enfocarse en la construcción de la memoria y el nunca más al terrorismo de Estado.

Otro aspecto que destacan los integrantes de Memoria en Libertad es el diálogo directo que han logrado con sus campañas especialmente con adolescentes y jóvenes. «Cuando les contamos nuestras historias de vida, lo que nos tocó vivir, inmediatamente empatizan con nosotros y comprenden perfectamente lo que sufrimos. En ocasiones porque ellos ven que ahora también mueren jóvenes en cárceles o comisarias, porque ven la saña de la represión contra los jóvenes, y si bien ya no están los tanques en las calles, ven la represión y prácticas violentas porque no hubo una transición ni en la Policía ni en las FFAA. Por eso creo que los jóvenes nos entienden.  Tal vez hay gente de otras generaciones que se ha ido olvidando lo que sucedió aquí y prefiere no recordar. Pero la memoria hay que construirla día a día, porque esto pasó aquí y no fue hace tanto tiempo. A nivel histórico es nuestro pasado reciente». Para Sequeira, el terrorismo de Estado dejó secuelas y «nada de lo que ahora vemos es casual», ni siquiera que haya quienes pretendan olvidar el pasado y no hablar de ello. «Pasan los años y las garantías del nunca más siguen sin estar, pasaron gobiernos progresistas, pasaron los años, y seguimos buscando verdad y justicia y el reconocimiento de lo que padecimos las víctimas, y eso claramente enciende alarmas». Victoria explicó que esas alarmas pasan por la razón pero muchas veces por la piel y el alma. Dice que es casi imposible explicar lo que se puede llegar a sentir al recordar el padecimiento que tuvieron que vivir siendo niñas y niños, o adolescentes. Quedan huellas por todas partes. Cicatrices invisibles y de las otras. A quienes nacieron en cautiverio o lo padecieron luego. Allanamientos en sus casas, ver a uniformados tirar abajo las puertas de sus casas y arrasar con todo. Las agresiones e insultos a sus seres queridos.  Incluso, hubo casos de abuso sexual a niñas y niños en cárceles, distintas formas de tortura psicológica, por ejemplo en espacios de convivencia en los que se les señalaba con desprecio, y tantas otras vivencias que son parte de la historia de quienes hoy están nucleados en Memoria en Libertad como víctimas invisibilizadas del terrorismo de Estado. «Lo primero que tiene que hacer el Estado es reconocer que eso pasó. Reconocernos como víctimas y luego será asunto de la reparación que es algo que estipula la ONU, pero eso para nosotros no es lo fundamental. Lo principal -insistimos- es que el Estado nos reconozca como víctimas del terrorismo de Estado».

 

 

 

 

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